Escocia habla con Galia un buen rato y vuelve mucho muy histérico. Cuando vuelve Escocia el hombre se levanta y ella le mira a ver si... bueno... sí está aún en... el humor.

—Ehm...

—¿Todo bien?

Yes, yes... solo es que... hum, bueno, aun no hablan.

—¿Y qué tanto te ha dicho entonces?

—Estaba... uhm... quería preguntarme por mí. Me ha costado no decirle sobre Cymru. Uf... esto es horrible.

—Ya lo sé... ya lo sé —suspira pensando que... así o más anticlimático todo. Le acaricia la mano—. Venga, comamos y tratemos de pasarlo bien.

—Hablemos de otra cosa —asiente.

—V-Vale. Sí, ehm... bueno. Te he pedido el especial del día que creo que es lo que te va a gustar...

—¿Qué es?

—Pues... lo de siempre. Mejillones.

—Ah, ya, siempre te ha gustado verme chupar bivalvos como idiota.

—Tiene algo de pornográfico... ya que hace rato no te comiste la piruleta...

—La guardaba para luego, por eso la compré.

Bélgica se humedece los labios y le hace un "cejas, cejas"

—Además... está siempre la ventaja de los productos del mar y lo que ocasionan.

—¿Qué ocasionan? —sonríe.

—Pues que... Ehm... tengas ganitas —como si requiriera mariscos para tenerlas Bélgica.

—Eso no lo hace la comida del mar.

—Ah ¿no?

Niega con una sonrisita de lado

—¿Entonces… ? —pregunta Bélgica sonrojándose

Make a guess

—Hmmm... No tengo ni idea...

—¿No? Prueba.

Bélgica le acaricia un poco la pantorrilla con el pie. Él mueve los pies y sonríe más.

—Quizás es... La chica loca esa... no estabas saliendo con alguien, ¿tú?

—Estaba, tú lo has dicho —se humedece los labios.

—Oh... ¿ya no?

—Exacto

—Anda. Ya. ¿Y qué ha pasado?

—Solo estaba tonteando.

—¿Ella o tu? Ella parecía tener más pinta de tontear —le pica.

—Ah, ¿sí? ¿Y eso por qué?

—Pues... tu parecías siempre más enamorado —qué mentira.

—Esto vuelve a ser tu idea infundada de antes.

—No es idea infundada —Bélgica se ríe.

—Of course yes

—Naaah

—Seeeeeh

Bélgica se ríe de nuevo y Escocia se le inclina un poco más hacia ella, sonriendo.

—Puede que tengas razón... —susurra ella sonriendo.

—Y con eso me quedo...

—Puede. He dicho puede.

—O sea, que ni siquiera es seguro.

—Ni siquiera lo es.

—¿Y cómo podemos asegurarlo?

—¿Que tan enamorado estás?

—P-Poco.

—Del uno al diez...

—Dos.

Bélgica abre la boca cómicamente y Escocia se sonroja.

—U-Uno y medio —corrige nervioso.

—¿El Máximo es uno?

—¡N-No! —Vacila, lo que pasa es que le da vergüenza decir "siete y medio" sintiendo que es once y que ella diga "seis" hinchándolo un poco para no hacerle sentir mal.

—Oh, ¡venga ya! ¡No puedes decir dos cuando yo quiero decir cien! —protesta ella, sonrojándose un poco.

—¡No quieres decir cien!

—Mil.

Escocia la mira con el corazón acelerado

—Cien mil. Un millón.

Aprieta los ojos y ella vacila con esa cara. Escocia saca un sobrecito de papel kraft y lo pone sobre la mesa. A la mierda.

—¿Q-Qué?

—Es... es para ti. Es... F-Formal.

—¿F-Formal? —Bélgica parpadea y se humedece los labios, mirando el sobre con curiosidad.

Asiente. Quería hacerlo en carro de caballos o en la noche después del sexo como ella pidió, pero pues... No cree poder conseguir reproducir una conversación como esta entonces.

—Mi... respuesta. Mi número.

—Tu... número. ¿P-Puedo... ver... cómo?

Asiente.

Sube una mano temblorosa a la mesa, tomando el sobre, que pesa como si hubiera más que un papel y luego le mira a él, mira al sobre, le mira... mira al sobre. Lo abre.

Escocia no la mira, sonrojándose y sudando a mares. Dentro está la alianza.

Bélgica parpadea. Mente en blanco.

El escocés se humedece los labios y la mira de reojo. Ella mete la mano al sobre y saca la alianza.

—A-A-Alba?

Traga saliva, un poco en pánico sin responder.

—E-Esto es... u-un anillo...

Asiente. Moderadamente en pánico.

—M-Me... e-estás...

Asiente. Bastante en pánico.

Es que... QUEEEE?!

Vacila. Considerablemente en pánico

Bélgica vacila un poco... y es que la risa de nervios. Él levanta las cejas. Pánico absoluto.

—Sí que quiero. Sí, sí que quiero.

—¿Y-Yes? —le mira como si acaso no lo supiera perfectamente bien

—Yes. Oui. E-Es que... N-Necesito que veas... u-una cosa.

I-I mean... I know. Ya sé que... quieres

—E-Estas lo bastante e-enamorado como para hacerlo, d-de verdad... —Bélgica le mira.

Aprieta los ojos y asiente, rojo como un tomate. Bélgica sonríe, corazón acelerado.

—M-Me... ha-has... traído un anillo y todo —lo mira.

—Es... no es un anillo.

—P-Pues está muy bien disfrazado de anillo para no serlo.

—Es una alianza.

—Ohh.

—Es de... E-Era.

—¿Era?

—Era... ha pasado por varias manos. Era de Rome.

—De... Roma? —Paaaarpaaaadeeeeo.

—Se lo dio a Galia cuando se casó con ella.

—A Galia —lo observa, entre sus dedos, interesada. Él asiente.

—Supongo que habría podido ser la alianza que France te habría dado de haberse casado contigo, pero...

Bélgica traga saliva con eso, mirándole aún sin entender a cuento de qué viene la alianza a sus manos.

—Ajá?

—Pero... Galia se la dio a mi madre para que, si alguna vez teníamos un problema serio, mum pudiera comprar algo para solucionarlo. Comida, medicinas, ropa, una casa...

—¿Galia le dio su anillo de bodas a... tú madre? —Bélgica levanta las cejas con eso.

—Galia siempre se preocupaba mucho por nosotros, prefería que estuviéramos bien a... tener joyas y cosas caras.

—Eso es muy dulce...

My... mother nunca lo vendió, siempre encontraba la manera de... evitarlo. Y lo escondió.

—¿Sabe tu madre que me estás dando esto? —pregunta en un susurrito. Él niega.

—Pero ahora es mío, ella me dijo que lo guardara para usarlo si alguna vez lo necesitábamos, así que es técnicamente mío.

—Y... me lo estás dando a mí.

Asiente.

—El amor de Galia...

—Tal vez no parece muy... —Se sonroja.

—Pesa... la historia pesa más que si se ve o no muy...

—No, me refiero a que... ya sé que Galia tal vez no es la persona más... con una relación como la que quisieras, pero...

—Es... lo más cercano a una madre que he tenido nunca... Es tu otra madre.

Asiente.

—G-Gracias…

—Galia sí me dio permiso —traga saliva.

—Ohh... oh! Ahora hace sentido que te llamara —sonríe un poco y mira el anillo. Y sonríe un poco más.

Y-Yes... iba a dártelo luego.

Bélgica se ríe un poco, aún sin poderse creer todo esto

—En el carro de caballos, como cuando... como en nuestra primera... pero Galia dijo que... dijo... y yo... y tú preguntaste y...

—Organizaste todo esto para... dármelo y pedírmelo —razona—. Por eso no... te dejabas abrazar y estabas nervioso y... ¿e-en el carro de caballos?

—Después de comer. Iba a decirte si querías dar un paseo

—¿Q-Quieres dar uno aún? ¿D-Darías uno conmigo?

Traga saliva y... asiente.

—¿Estas bien?

Hace gesto de más o menos, Bélgica le sonríe estirando la mano sobre la mesa hacia él y ahí viene el camarero a decirle a ella que ya tienen el postre preparado, "codazo, codazo, guiño, guiño".

Ella se aclara la garganta ahora un poco nerviosa con el postre listo, "codazo, codazo." pensando en ir al baño y a cancelarlo todo... aunque teme que cuando vuelva Escocia no esté.

¿Eso es que lo traigan o no? Es coulant de chocolate, monsieur.

Escocia parece encantado por un cambio de tema y cualquier cosa que implique chocolate.

—Ehm... bueno... ehh... —Bélgica aprieta los ojos.

Escocia le pide al camarero que traiga solo uno y dos cucharas pensando que Bélgica quiere hacer dieta otra vez o algo así. Bélgica mira al camarero un poco implorante.

—T-Tengo que ir al baño... por favor sigue aquí cuando salga.

—Por favor, espera a mañana para decírselo a todos —pide Escocia apretando un poco los ojos y asiente, ella pone su teléfono sobre la mesa y se levanta.

—No voy a decirle a nadie aún, te lo prometo —asegura yendo hacia la cocina. Y es que... piensa que si le dice ella AHORA mismo el nivel de presión con Escocia será exagerado, demasiado, absoluto.

Y ahí se queda él... y le escribe a Galia para decirle que ya está hecho. Galia que ahora mismo está en mitad de un lío que no te cuento... Obviamente ni siquiera oye su teléfono.

Bélgica no tarda mucho, en realidad Y e sienta otra vez, frente a Escocia, un poquito más tranquila. Aunque acelerada.

—A-Ahora traerán el postre.

El británico asiente.

—E-Estoy contenta.

—¿Quieres... brindar conmigo? —le muestra su botella de whiskey.

—Sí —Bélgica se ríe un poco, así que él sirve dos copas—. Por este momento... —propone sonriendo.

—Por eso —asiente sonriendo un poco también y chocando su vasito con el de ella.

—Y por el pastelito de chocolate —le mira a los ojos.

—Vale, por ti.

Bélgica se sonroja con eso.

—Y el vaso de whiskey que lo acompaña —susurra poniendo la mano sobre la suya.

Escocia se sonroja. Ella le sonríe y les traen el pastelito rompiendo un poco el encanto

Bélgica quita la mano porque... aún ahora había estado a punto de explicarle. Pero es que a él se le vaaaan los ojos con el pastelito. Toma una de las cucharas, relamiéndose un poco

Bélgica se ríe un poco con esa cara dejándole hacer. Ahora, ¡ahora en el carro lo hará! ¡De verdad que sí! Igualmente, el escocés se toma su copa antes de ir por el pastelito y más de ríe Bélgica con eso.

What?

—Tus caras.

—Pues... yo...

—El pastelito es competitivo... —se mete un buen pedazo a la boca.

—¿Competitivo con qué?

—Conmigo —sonríe, otro pedazo la boca... se ríe y se sonroja un poco, porque solo está intentando que juegue

—Te prefiero a ti —responde porque piensa que se refiere a le estaba prestando mucha atención al pastelito

—Ven... —se acerca a darle un beso guarro de pastelito de chocolate.

Se acerca sonriendo

Asqueroso beso de chocolate.

¡No es asqueroso! Bélgica piensa también que no lo es, pero creo que Gales está narrando un poco esto.

Pues dile a Gales que narre su escena que bastante difícil es, mientras estos dos se besan como tontos.

Malditos. Bélgica se separa del beso y mira a Escocia a los ojos que la mira también súper atontado.

Todos atontados, la verdad ¡Es que mira que ojos tiene y como la mira!

¡Y es que ella le ha dicho que sí! Cosa que ya sabíamos todos.

De hecho. El que aún nos falta que digas que sí, eres tú.

Él ya se lo ha pedido, para que iba a tener que decir que sí, se sobre entiende.

—Bueno y... ¿Cómo querrás hacer esto?

—Contigo —sonríe un poco de lado, tonteando y dándole un beso en la mejilla—. Algo simple y bonito—. Tengo que contarte una cosa

—¿El qué? —pregunta sonriendo un poco.

—Te lo... iba a contar ahora encima del carro de caballos.

—Oh, espera, pagaré y vamos.

Bélgica asiente, tomando un trago de su whiskey, ahora un poco más convencida de que... es que esto ya está yendo bien. La carita del chico que le cobra a Escocia lo dice todo. Hasta hace mijiji.

Escocia parpadea con esa cara, sin entender y le mira entrecerrando los ojos un poco pero no hace más caso. Bélgica se termina su mitad del pastelito.

Escocia vuelve y le tiende la mano. Bélgica se la toma y se la aprieta un poco dándole un beso al levantarse. El británico sonríe todo tontoooo menos mal que no le está viendo nadie.

—Vamos —le susurra sobre sus labios tirando un poco de él y girándose a la barra —. ¡Adiós!

Y él, que pretendía llevarla fuera, solo consigue seguirla, embobado.

Los amigos se despiden de ella sonriendo un poco con sonrisita... rara. Ji jiji otra vez y ella solo aprieta la mano de Escocia una vez afuera. Girándose y volviendo a besarle.

Él, que todavía estaba un poco pendiente de ellos, parpadea sin esperarse el beso.

Los dueños del restaurante les silban y aplauden, haciendo que el resto de los comensales... hagan lo mismo un poco por imitación.

—¿Qué está...? —empieza Escocia.

—Nada, vámonos —Bélgica tira de él, sonrojada—. Enséñales el dedo.

Escocia les enseña... el dedo de las ofensas

Sí, sí, en realidad era ese el dedo que quería que les enseñaras.

Ah, vale. Pues... concedido, creíamos que quería mostrarles el del anillo.

Nah, nah... es que les ha pedido que no hicieran nada.

Mira para otras cosas no, pero para eso, es tu hombre.

Bélgica se ríe, corriendo un poco, tirando de él. Y ahí va corriendo tras ella sacándoles la lengua y haciendo más gestos obscenos, ella es que... dobla la esquina y se queda sin aire porque no suele correr y reír a la vez.

Ah, pensamos que había visto algo, yo qué sé. Un edificio en llamas… Con la suerte de los británicos. Ella se le recarga encima a Escocia, un poco sin aire, riendo aún

Je t'aime —asegura y él le sonríe con eso—. Anda, ven.

—Yo también —quince años más tarde.

—Venga, vamos a conseguir un carro.

—Vamos.

Y ahí van, Bélgica a pedir uno, VISIBLEMENTE nerviosa mientras Escocia sonríe con todo esto ahora muy tranquilito ya.

Un poco, yo no diría muy muy, pero si habiéndose quitado un peso de encima.

Bélgica, sin embargo, parece preocupada aún. Se acomoda el pelo y abraza a su bolso, subiéndose antes al carro y tragando saliva. Escocia se sube detrás preguntándose un poco cuando se ha vuelto en la clase de chico que monta en carros de caballos, come en restaurantes con velitas y pide matrimonio a las chicas.

Cuando conociste a Bélgica, darling

Igual necesitaría hacer alguna maldad.

Ehh... no es el momento, Darling.

Ya, pero él no lo sabe.

Ya, ya... Bélgica... se revuelve y se estira un poco en su sitio, habiendo sacado una cosa de la bolsa.

—¿Vas a comer caramelos ahora?

—N-No... no. Quiero contarte una cosa que... llevo planeando muchos días.

—Oh, ¿qué es? ¿Un plan? ¿Un viaje?

—Podríamos... considerarlo así. Voy a... explicarte esto como te lo iba a explicar... aunque puede que sea un poco repetitivo.

—¿Repetitivo?

—V-Veras... y-yo pensé que... —le mira a los ojos.

—¿Aja?

—P-Pensé que... pensé que quería casarme contigo, pero no era Justo... esperar que tú me lo pidieras.

—¿Por?

—P-Porque la que se quiere casar soy yo... A-Así que... —se mueve al piso del carro y se pone en una rodilla.

—¿Y qué ibas a hacer? Pe... woh. Woh. WOH! —de un salto se pone los pies sobre el asiento quedándose en cuclillas como si hubiera una serpiente venenosa en el suelo.

—P-Puedes... te iba a decir que puedes decir que... no. Y no pasa nada.

Es que casi se sube más arriba y se va a caer de la calesa por estúpido… Y le va a tocar correr y volver a subirse de un salto.

—Ahh! ¡Alba! ¡Pare, pare! —Bélgica le grita al hombre, levantándose.

El carro se para, desde luego, y Bélgica le mira toda agobiada. Y ahí se levanta, volviendo.

—¿Estas bien?

—Y-Yo... lo siento, no esperaba esto.

—Perdona —Bélgica se sonroja estirando la mano para ayudarle a subir y ahí va. Se sienta otra vez junto a ella—. ¿Estás bien? —vuelve a preguntar

—Ehm...

—Puedes decir que no... —Bélgica traga saliva pensando que... no debió decirle.

—U-Uhm... —sigue vacilando, súper nervioso y temblando agobiado, quién sabe por qué si ya te lo ha pedido él y eso implica que sí—. Yo... no te lo hubiera pedido si no...

—Ya lo sé... por eso decía yo que era repetitivo —susurra.

—Pero menos mal que no lo hiciste antes —aprieta los ojos.

—¿P-Por?

—Porque soy un imbécil y habría... respondido mal —como ahora, que casi no puedo respirar.

—No debí preguntar, no tiene sentido ahora que... bueno, ya me lo has preguntado tú — Bélgica se humedece los labios.

—No, no... hasta me he caído del caballo, por favor, déjame explicar esta historia sobre este momento.

Ella le mira, y asiente jugueteando un poco nerviosamente con la cajita que aún tiene entre las manos.

—Es... me gusta que pensaras en hacerlo tú.

—¿S-Sí? Llevo cargándolo días esperando el momento perfecto.

—¿Días? ¿Cómo ha sido eso?

—Pues ya lo tenía desde la semana que comimos en ese restaurante en el Water of Leith... te lo quería pedir esa tarde, pero discutimos por los nombres de los pájaros, ¿te acuerdas?

—¿Es en... serio?

—Además luego me vino la regla y esa semana tuve un montón de trabajo, solo nos vimos el jueves a cenar y... —asiente y aprieta los ojos.

—¿Cuántas veces lo intentaste? —sonríe un poco, relajándose porque esta historia es divertida.

—Como ocho, Alba. ¡Pero no es tan simple! Quería que estuvieras relajado y feliz y que el lugar fuera bonito con la ambientación correcta... Ugh.

—¡Ocho!

—Y estoy empezando a pensar que hoy hubiera sido la novena.

—¡Tienes que contármelas todas!

—¿Para reírte de mis fracasos? —Bélgica se ríe.

—Un poco, pero más que nada para alardear.

—¡De mis fracasos! —bromea un poquito otra vez, relajándose un poco.

—De tu perseverancia —sonríe.

—Pues ya lo tenía... e igual tenía muy claro que podías decir que no.

—¿Ves? Y además eso...

—Y si hubieras dicho que no, no habría pasado nada... que lo sepas. No habríamos terminado ni nada, solo habría guardado mi cajita y habríamos seguido como hasta ahora.

Él la mira con eso.

—Ugh... te estoy contando, no me vengas ahora con... ugh —le da un codacito, nerviosa.

—¿Con qué?

—Sí quiero casarme, sí que quiero. Y de alguna manera te he convencido de que tú también quieres... — traga saliva y le mira sonriendo un poco —. No dejes que lo eche a perder con un discurso tonto sobre arrepentirte.

—¿Arrepentirme?

Y... ahí es que suena el teléfono de Escocia. Él lo saca, pero no le presta mucha atención, mirándola a ella.

—Pues de que... puedes decir que no y esas cosas. Si que puedes decir que no, en cualquier punto, solo... ojalá no lo hagas porque somos felices y...

—Ehm... bueno, ya... uhm. Ya veremos —mira el teléfono a ver si no es Gales. Es Irlanda, de hecho. Frunce el ceño. ¿Y a este qué le pasa ahora?

Bélgica le mira de reojo y aún mira su cajita en la mano, tragando saliva. Porque ni siquiera la ha abierto ni sabe lo que hay dentro, quizás no debió... hacer nada de todo esto.

—C-Contesta si quieres.

—No, no... es Eire, puede esperar.

—Bueno... ¿te cuento las veces que lo intenté? —le sonríe un poquito. El teléfono deja de sonar.

Yes.

Suena un mensaje de WhatsApp.

—Ehm... en realidad pensé al principio hacerlo de una manera un poco... espectacular. Eso fue antes siquiera de... esto.

—¿Espectacular? —lee el mensaje de reojo "Contéstame, tenemos que ir con Cymru. Algo le pasa que parece como súper grave, me llamó Galia"

—Una... idea tonta inicial de hacerlo con mucha gente, en la estación de trenes de Edinburgh...

—Ugh, joder.

—¿Sabes? Un mob dance. Pero... luego fui a hablar con España y... me lo pensé mejor.

—Eso habría sido un poco…

—No lo hice.

—Menos mal... "¿Tenemos?"

Sueeeeena el teléfono otra vez.

—Ugh, espera, es el idiota de mi hermano, no sé qué le pasa. Debe haber... ido mal con Cymru o algo y como Galia sabía que yo iba a... pedirte esto...

—Ohh... no, no pasa nada, contesta.

—P-Pero...

—No voy a irme a ningún lado —le sonríe un poco—. Y lo de Cymru es gordo.

Aprieta los ojos porque... joder con ellos, pero vaale, vale. Bélgica... le mira con curiosidad, aunque se guarda la cajita en el bolso. Es que la verdad, ni se ha enterado que no se la has dado.

What the fuck quieres ahora?

Bueno, ella supone que no todo tenía por que ir como ella había imaginado. Igualmente, se lo ha pedido él y se ha caído del caballo cuando ha intentado pedírselo ella. Ya... encontrará el momento de darle lo que viene en la caja.

—Pues es que... Galia me ha hablado con esa vocecita... Y tú siempre bloody sabes qué pasa con tus hermanos.

—¿Y qué te ha dicho?

—Que algo pasa y que va a beber y que tenemos que ir.

—Que TÚ tienes que ir.

—¡Que TENEMOS que ir! ¡Yo ni sé que le pasa!

—Pues te lo contará cuando llegues, yo estoy en... medio de algo ahora.

—¿Dónde estás?

—En... en el continente.

—Ugh, bueno. Pues casa de Cymru te queda más cerca ahora... anda.

What the hell? NO. Ve tú.

—¿Sabes qué coño le pasa o no?

—Ugh. Sí, sí sé lo que le pasa.

—Entonces nos vemos ahí.

—No. Te han dicho que vayas tú. Ve.

—No voy a ir yo a aguantarme a Cymru borracho.

—Pues llama a Galia y dile que no piensas ir.

—No voy a llamar a Galia para decirle eso. What the hell puedes estar haciendo para que no puedas venir, me ha dicho que fuéramos los dos!

—¡No te ha dicho que fuéramos los dos!

—¡Si me lo ha dicho! De hecho, me dijo que te llamara a ti y te pidiera que tú fueras.

—No haría eso... hoy, ella sabe lo que... bollocks, Eire.

—¿Sabe qué?

—Lo que estoy haciendo.

—¿Qué estás haciendo?

—No... te importa —y es que no quiere ir porque además va a tener que decírselo, mira a Bélgica de reojo. Que está oyéndole e inspeccionando el anillo, la verdad.

—Debimos ir... —le susurra ella.

—¿Q-Quieres?

—Si no me importa debe importarme... —Irlanda se ríe.

—Pues no es que quiera, pero... dile que le hablas en cinco minutos —pide Bélgica.

—Ahora te llamo. Apáñatelas —le cuelga.

What the... —se escucha decir a Irlanda antes de que cuelgue. Bélgica mira a Escocia y suspira, sonriendo un poco.

—Bueno, Ehm... yo había pensado... Que ahora que me lo has pedido... y he dicho que si, quizás lo mejor sería decirles a todos de golpe. En la comida del domingo... Ehm... en Rome.

Escocia aprieta los ojos.

—Solo es un rato y ahí te ahorras tener que decirles a cuarenta personas distintas los próximos meses.

—V-Vale.

Bélgica sonríe y le da un besito en los labios.

—Y si... es así hay que organizarlo. Podemos organizarlo desde casa de Cymru mientras... haces de hermano mayor y le consolamos.

—Ugh... vale. Como tú quieras —es que como le va a decir que no si tiene que arrastrarla ahora a Cardiff cuando está seguro que ella quisiera estar haciendo cualquier otra cosa en el mundo—. Seguro igual era lo que esperaba Galia... y todo el mundo.

—Aun así, no creas que no vas a acostarte conmigo hoy

—W-W-W... —se sonroja con eso.

—A menos que no quieras tocarnos hasta la boda.

—¿E-Eso... eso quieres? —Levanta las cejas con eso.

—Por Dios, no —se ríe—. quiero casarme, no llegar a la boda como gata en celo.

—No estoy seguro que no vaya a huir si me pides eso —asiente.

—¿Huir a dónde? A mi casa a... colarte por la ventana y hacerme el amor en secreto mientras "esperamos hasta la boda". Hmm... suena bien.

—A-A lo mejor... —Se vueeeeeeeelve a sonrojar con eso

—¿Mjm?

Traga saliva y mira el coche de caballos y... alrededor. Notando que no, no se ha enterado de nada del viaje. Ya, hace rato que no te estás enterando de cosas.

—¿Estás segura que quieres ir?

—Estoy segura de que somos un equipo y lo de tu hermano y Galia es horrible. Estoy segura de que quisiera que no pasará hoy, pero estoy segura de que siempre esta mañana y pasado —le acaricia un poco el pecho. Él sonríe con eso—. Así que sí, estoy segura... de que, aunque es una mierda, pues... es nuestra mierda. Ni modo.

—Ugh, que mierda, ni siquiera puedo usarte como excusa sin quedar yo como un capullo con esos argumentos.

—Sueno terrible y cabrona. Puntos para mi —Bélgica se ríe.

Bloody hell.

—¿Me dejas al menos darte TU anillo para que tengas que lucirlo mañana? —Bélgica se ríe oootra vez.

—¿Eh?

—Te tengo un anillo y... un par de cosas más.

—Oh... ¡La... caja! ¡Sí! Había una caja, no me la has dado.

—Oh, sí... la caja de Pandora. Tiene adentro dos pastillas, una azul y una roja.

Levanta las cejas.

—Una es para suicidarte y la otra es para decir que no...—te está tomando el pelo.

—Las guardaré y atesoraré, creo que pueden serme útiles durante todo este proceso.

Bélgica se ríe más, sacando la cajita y él la mira. Mide unos quince cm por quince cm por... unos tres de altura.

—Yo sí... lo he comprado todo, perdona.

—Estás seguro que eso es un anillo y no un... brazalete de esclavo.

—Estuve tentada, pero ya no los venden.

—Tsk...

—Anda... abre.

C Lo hace, mirando dentro.

Adentro hay un pañuelo de tartán doblado en cuatro, encima hay... un alfiler en forma de León y una argolla delgada y sumamente simple. Parpadea sin entender muy bien. El pañuelo es de tartán y los cuadros...

—Hay muchas cosas aquí dentro.

—Investigué sobre las bodas de... tu cultura y tu gente. Yo no tengo un tartán, pero fui con... gente. Y los convencí de que agregaran m-mis colores a t-tú tartán.

—O-Oh...

T-Too much?

Escocia se lleva una mano a los ojos. No está llorando, tú estás llorando. Carraspea y aparta la cara intentando que no se note, limpiándose los ojos. Bélgica parpadea sin esperarse eso.

—Eh... no pasa nada —le da un beso en la mejilla, echándosele encima y abrazándole.

—Ya... ya —se traga los mocos y carraspea otra vez.

—¿S-Sí te gusta?

Asiente y se lleva la mano a los ojos otra vez. Solo se ha emocionado. Vuelve a sorberse los mocos y a carraspear. Ella le aprieta contra si.

—El... alfiler es para el kilt. Es mi león. No tienes que usarlo si no quieres.

—Sí que... —más mocos, solo asiente porque la voz le sale rara.

Le acaricia el pecho y toma la argolla, él la mira abriendo solo un ojo mientras se limpia el otro. Bélgica le da un besito en la mejilla

—Esto.. es una argolla de compromiso. Puedes usarla hasta la boda si quieres, o desde hoy. Como quieras.

Le tiende la mano para que se la ponga y ella sonríe, y le acaricia un poco los dedos, aún sin ponérsela, mirándole a los ojos... y la verdad siente que el tiempo se detiene un poco.

Va a estrenar el pañuelo también ahora. Bélgica le pone el anillo con cuidado y él se suena los mocos, dejándola.

—T-Te queda más o menos bien... quizás haya que reducirle medio número —Bélgica le mira a los ojos.

—Ya... ya veremos—se limpia la cara.

—Te quiero...

Asiente sin ser capaz de decirlo y ella le da un beso en los labios, sonriendo porque mira que dejar mudo a un británico no es tan fácil.

—Estoy... estoy bien —asegura más para sí mismo y carraspea otra vez.

—Menos mal —se le acurruca encima y él la abraza—. Gracias, Alba...

Carraspea otra vez.

—Te ha gustadooo —le pica Bélgica un poquito, apretándole contra sí, sonriendo satisfecha.

—Ugh, shut up. Si le dices a alguien esta parte me tomaré mi pastilla del suicidio. ¡Oye! ¿Y mis pastillas?

—Las... he escondido. Dentro de mi —Bélgica...

—Las quiero.

—Tienes que ir por ellas...

—¿Cómo?

—Las he puesto en.… un lugar secreto.

—¿Y cómo las encuentro?

—Tienes que buscarlas... c-con... a-algunas partes del cuerpo... e-en lo profundo.

La mira unos instantes y se ríe sonrojándose un poquito.

—Vale, vale.

—Ughhh... ¿ves en lo que me has convertido?

—En una chica, maldita sea, demasiado lista.

—¡En una chica demasiado directa!

—Espera... ¿debería sentirme... mal por eso?

—Fatal... —se ríe un poco.

—Mmmm... no me sale —sonríe.

—Igualmente te ha gustadooooo — Besito en la mejilla y él vueeeeeelve a sonrojarse—. Estaba nerviosa.

—Y yo.

—Es estúpido que les dos lo hayamos... pensado a la vez.

—No es estúpido, es tú culpa y culpa de lo... directa.

—¿M-Mi culpa?

—Tú nos has metido a los dos esta idea en la cabeza.

—Bueno, sí...

—Pues ahora carga con la culpa.

—Cargaré con esa pesada cruz... —Ella se ríe un poquito.

—Arrepiéntete pecadora —se ríe también.

—Eso no.

—Andaaaaa.

—¡Ni siquiera un poquito!

—Ugh... —sigue riéndose y ella se le acerca por beso. La besa de vuelta con más mocos de los que va admitir y de repente el carro se detiene porque... fin del viaje, muchachos

—Ohh... e-Ehm:..

—Uhm... vaya.

—Ugh... —protesta Bélgica.

—¿Quieres otra vuelta?

—Quiero... otro tipo de vuelta.

—Eso ya me lo has dicho —se sonroja igual.

—Vamos —Bélgica se ríe.

Asiente yendo a bajarse, guardándose su pañuelo y su alfiler con cuidado, Bélgica baja detrás de él y le planta otro beso en cuanto tiene los dos pues en el suelo.

Sonríe. Bélgica sonríe también en el beso, acariciándole el cuello. Él la abraza

I love you... —Gales dice que dan asco

Suena el teléfono de Escocia, de hecho, justo cuando iba a besarla otra vez. Ugh. Parpadea y mira quien llama.

—Ugh... otra vez Eire.

—¿No le has dicho que ahora le hablabas?

—Sí...

—Supongo que esto es sus... cinco minutos.

—Me ha dado un cuarto de hora, está respetándome.

—Y tú te quejas...

—¿Qué voy a hacer si no? —responde contestando el teléfono y llevándoselo al oído. Bélgica no le suelta el abrazo, de hecho, dándole besitos en el cuello.

—¡Alba! ¿Ya casi llegas?

—Seh, seh... casi.

—Ehm... Cymru no se ve bien... y estaba Germania, que ha venido por Galia.

—Uhm... ¿Y? —Levanta las cejas con eso, tensándose.

—Pues se la ha llevado, aunque Cymru no quería así un poco... corriendo

—Ya... ya. Ya voy, ya voy. Dile que mañana tenemos fiesta en bloody Rome.

—Ehm... ¿fiesta en Rome? ¡Espera... Cymru!

—Lo siento, pero es que ahí va todo mundo los domingos. ¡Tengo que hablarles a todos!

—Ya lo sé, ya lo sé... vamos... vamos al coche y les hablas.

Ella le da un beso y él se lo devuelve con el teléfono al oído.

—¿Al coche?

—¿Apenas estás yendo al coche, Alba? UGh! Come the fuck on! —protesta irlanda y él no le hace ni caso. Bélgica le aprieta contra sí y es que... Ugh. Consíganse un cuarto—. Albaaaaa —grita Irlanda al teléfono, desconcentrándole, vale. Se separa.

What the hell? —protesta y Bélgica recarga la frente en su pecho y se ríe.

What the hell estás haciendo?

—Soportar que me des por culo. ¿Qué coño más quieres?

—¡Que vengas!

—¡Te he dicho que ya voy!

—Cymru ha dicho que si no se te ocurrió un lugar peor para ir mañana que a casa de bloody ROME.

—Pásamelo

Se lo pone al teléfono y Escocia traga saliva notando tarde lo que implica lo que acaba de pedir, después de lo que acaba de pasar.

—Ehm...

—¿Lo lograste? —pregunta Gales.

Y-Yes.

La verdad, Gales sonríe un poquito, sinceramente.

Good to hear... al menos algo bueno que escucho el día de hoy. ¿Qué es esto de casa de R-Rome? —pregunta y se le barren un poco las palabras mientras habla.

—Quiere decírselo a todos... —la mira de reojo—. A TODOS. Les está llamando.

—Cielos, Alba... esta es una rápida bienvenida al bloody mundo estresante. Pero en serio... ¿en casa de Rome? Les presto mi casa si quieren... —Gales se ríe un poquito. Bélgica se ríe un poco también y en efecto, saca el teléfono para llamar a todos, ahora que llegan al coche para ir allá.

—Pues ahí es donde... suelen hacer estas bloody fiestas familiares.

—No quiero ver cómo Rome se la lleva también...

—A lo mejor puedes distraerte con algo.

—Fue un desastre, Alba... —Gales suspira.

—Eso ya lo sabíamos.

—No. Fue mucho peor de lo que pensé que sería...

—Bueno... ahora me lo cuentas, voy a conducir.

—Vale, vale... está aquí Eire —le cuenta cómo si no lo supiera—. Good bye.

—Ya... dale la lata a él, a ver si para cuando llegue yo ya estáis los dos desmayados.

—Ojalá... —responde Gales suspirando—. Saluda a Belgium.

Escocia le cuelga negando con la cabeza.

—What? —pregunta Bélgica mirándole de reojo.

—Va a hacer un drama de la hostia.

—Uff... Bueno, yo también haría drama.

—Como si no hubiera más bloody días —arranca el motor.

—Pues... supongo que no puede cambiar de día...

—Ahora ya no —se encoge de hombros—. No te enfades con él si toma... esto —señala a ambos—. como su proyecto de distracción personal y acaba implicándose demasiado y hasta prestándote más atención que yo.

—Ohh... venga, pobrecillo. ¿Sonaba mal?

—Sí. En fin... ahora lo veras.

Bélgica asiente, le da un besito en la mejilla y... empieza a llamar personas mientras Escocia conduce y aprieta los ojos a cada llamada nueva que hace.

¿Poniéndote nervioso y más nervioso, darling?

¡Sí! Va a ponerse a fumar.

Iugh. VAle, vale, hoy puedes fumar si quieres... Bélgica espera que sea vapor.

Tal vez…