Escocia aparca el coche fuera de la casa de Gales, detrás del DeLorean de Irlanda. Si viniera con el Polo de Congo, le daría un poco por atrás.

Menos mal, no vienes con el polo de Congo

Y luego culparía al niño de no ir con cuidado suficiente, pero efectivamente, no viene con el Polo. Guía un poco a Bélgica hasta la puerta porque por lo visto sigue al teléfono y toca el timbre.

Bélgica se deja guiar, riéndose un poco con algo que le está contando ehm... Holanda. Mientras Escocia inicia la que va a ser una larga y tortuosa relación de amor-odio con el anillo en su dedo. Mirándolo. So... le van a abrir la puerta o...

Ahí viene Irlanda a abrir la puerta, así un poco histérico. Escocia le mira y frunce un poco el ceño.

—Cymru está insoportable.

—Ya... ya. Yo también —hace para entrar.

—Ugh... Es que ha estado a punto de liarse a golpes CONMIGO.

—Conmigo ha llegado a hacerlo, como verás —le muestra. Bélgica le da un beso a Irlanda para saludarle y entra sin hacerle mucho más caso, aún al teléfono.

—Ughhh

—¿Te lo ha contado al menos?

—Pues me ha dicho algo de que es un imbécil y le ha dicho a Galia que no funcionan.

—Es un buen resumen —Escocia se va hacia dentro.

Irlanda cierra tras él, pasándose la mano por el pelo. Escocia se sonroja cuando ve a Gales, porque él... lo sabeeeeeee. Gales levanta la vista... y pese al drama, sonríe de lados

—El novio...

Shut up —aprieta los ojos.

—No me vengas con shut up, regodéate mejor —le da un trago a su vaso... el vaso número como ochenta que se toma.

—Ya estás tú regodeándote en tu miseria lo suficiente para todos —ojos en blanco. Gales suspira.

—D-De hecho... ¿qué hacen aquí?

—Tu hermanito no puede contigo solito.

—Le dije a Galia que no tenía que venir ninguno... todo está bien —mira a Bélgica, que le saluda con la mano y le dice que ahora vuelve, porque sigue al teléfono.

—Galia no me llamó, fue este subnormal —señala a Irlanda.

—¡Galia me dijo que te llamara! —protesta Irlanda.

—¡Ni de coña! —chilla Escocia de vuelta, que sabe que miente, pero no puede demostrarlo.

—¡Claro que sí!

—No sé ella qué creía que iba a hacer que no vaya a hacer con ustedes aquí. Si quieren... irse, bueno... —Gales suspira otra vez.

—Yo solo estoy aquí porque Belgium estaba preocupada.

—Aun no entiendo por qué mierda... podrías haberle dicho a Galia que qué... Tienes que ir y pedirle perdón con flores —sentencia Irlanda que siempre es lo que Escocia le manda a hacer.

—No. Ni de coña. Ni se te ocurra —salta Escocia funciendo el ceño.

What the fuck... ¿cómo qué no? —protesta Irlanda.

—Como que no, esto no va a ningún lado. ¿Qué le has dicho? —Le pregunta a Gales.

—Espera, espera, no cuentes que quiero yo oír —viene Bélgica corriendo, se le acerca, lo abraza un poco, le da un beso en la mejilla. Gales... se sonroja un poco.

—¿Ya has acabado? —le pregunta Escocia sobre el teléfono.

—No, pero quiero oír... ¿cómo estás? ¿Estas bien? —le pregunta a Gales, que suspira y se muerde el labio.

—¿En serio? Ni siquiera hay tantos países en el mundo, ¿quién te falta?

—No pude hablar aún con Lux... Ehm... ni con Allemagne.

—Oh... ¿Quieres que venga Germany? Really?

—No, bueno, ¡solo le quise avisar!

—Pues... —mira a Gales de reojo—. ¿Puedes esperar a que llame a su hermano para contarnos?

—Esto parece... chiste. Sí, sí que puedo —se lleva una mano a los ojos.

—Vale, llámale, pero ponlo en manos libres —pide Escocia.

—No le digas ninguna... cosa rara... —pide Bélgica —. Estaba trabajando, a ver si me toma la llamada ahora.

—Estaremos todos en silencio —responde Escocia mirando a los otros dos

Gales se humedece los labios... Porque en serio parece un chiste de la vida el que después de hoy tenga que... oír a Luxemburgo. Un mal chiste, de hecho. Igualmente tiene algunas maripositas en el estómago con la idea.

—¿Por qué queremos oír al hermano de Belgium en el altavoz? Digo... con respeto a tu hermano... —pregunta irlanda sin entender.

—Porque así Belgium no va a estar jijiji jajaja con él y Cymru sabrá cuanto tiene que esperar. Si no vamos a estar... hablando de otra cosa y no me sale de los huevos.

—Joder, que puta mala hostia tienes hoy.

—Especialmente contigo.

Bloody hell... —protesta Irlanda —. ¿Y para qué queremos hablar con tanta urgencia con el hermano de Belgium?

—Para la bloody fiesta de mañana en Rome.

—Dadas las circunstancias no pareces tan histérico, en realidad... —murmura Gales.

—¿Fiesta de bloody qué mañana en Rome...? —pregunta Irlanda.

—De fiesta. ¿Podemos avanzar con esto?

—Solo estoy esperando a que se callen... —explica Bélgica, sonriendo un poco de lado y poniéndole a Escocia una mano en la pierna, que se calma un poco humedeciéndose los labios

Bélgica pone el teléfono sobre la mesa marcando y cuando llama, Gales entrecierra los ojos mirando a Escocia.

—¿Traes un... anillo? — Bélgica mira de reojo a Escocia con esa pregunta de Gales, sin decir nada.

Escocia le mira al notar que él lo hace y se sonroja, volviéndose al teléfono y escondiendo la mano. Luxemburgo tarda un par de tonos en responder.

Allò?

—Allò, hermanito...

—¡Belbel! —se le oye que sonríe de repente—. Me vienes súper bien, ¿cuándo me mandaste los resultados de los baremos que hablamos la semana pasada? Me estoy volviendo loco para encontrarlos.

—Ehh... yo creo que te los mandé en cuanto colgamos, ¿no?

—¿Te acuerdas del asunto del mail? ¿O me escribiste algo? Es que de veras no los encuentro.

—Si, te lo mande directo desde Excel, es el nombre del archivo.

—A ver si está en spam, esta cosa sigue dándome problemas con los archivos adjuntos. ¿Recuerdas si no me lo mandaste a otra cuenta? Le diré a Charlotte que lo mire.

—¿Quieres que te lo vuelva a mandar? No debo tardar en encontrarlo.

Gales... sonríe un poquito, cerrando los ojos y escuchándole con los labios puestos sobre su vaso. E Irlanda hace los ojos en blanco porque qué coño le pasa a esta gente, ¡es sábado!

Oui! Si'l vous plait, si'l vous plait y te debo un favor enorme.

—Bien, pretendo cobrármelo ahora.

Escocia está, en realidad... compadeciendo a Charlotte, seas quien seas.

—¿Eh? ¿Ahora? —pregunta y se oye que deja de teclear.

Oui. Ponme atención... ¿vas a ir mañana a la comida?

—Que va... sé que te lo prometí... Dréckt, no, en serio, es que tengo un percal que no te lo imaginas.

—No. es que... ahora si TIENES que ir.

—Belbel... en serio, no es que no quiera, pero hasta le he cancelado a Mónaco. No sabes cómo se ha puesto... solo falta que encima vaya contigo mañana en vez de ir con ella.

Gales se revuelve un poco en su asiento, en tensión a la mención de Mónaco.

—Mon amour, es que, si no vas, CREEME que el que se va a arrepentir eres tú. No te lo pediría así si no fuera realmente IMPORTANTE.

—Pero... en serio, es que ¿sabes la BRONCA que me voy a ganar?

—Ehh... Lux, perdona, Ehm... estás en el altavoz. Está aquí Alba conmigo —mátala, si... perdona. No está siendo el día en que piensa más organizadamente. De hecho lo dice un poco tarde y, sonrojándose porque no suele hacer esto a la gente.

—Bueno, o quizás no porque creo que ya no me habla después de esta. Otra ve... oh! Alba, ¿qué hay? —sonríe otra vez y piensa que menos mal que no le ha preguntado si le habían vuelto a decir que está embarazada.

—Ehm... Hola, tío —saluda Escocia todo incomodo.

—D-De hecho esta Alba, Ehm... y-y sus hermanos. Perdona.

—Oh... uhm... vaaale. No es raro ni nada todo esto. Buenas, hermanos de Alba.

Gales se hunde un poquito en su asiento sonriendo un poquitín más y cerrando los ojos, si riéndose culpable además por estar sonriendo, pero pensando que Galia

He-Hello —saluda Gales un poco más fuerte de lo que es normal. Irlanda ni se molesta en responder. Escocia le mira de reojo y sonríe de un modo un poco molesto.

—¿Estáis en una fiesta o algo así, entonces? —sigue Luxemburgo.

—Ehm... no precisamente... bueno. No. No. Estamos... bueno. ¡Necesitas ir mañana!

—De hecho, ya deberías venir en vez de trabajar —suelta Gales un poco... torpe y de golpe. Y claramente sin pensar.

—Pero Belbel... es que necesito arre... —empieza a lloriquear y se detiene con eso, parpadeando—. ¿Eh? —no está seguro de haber entendido

Bélgica mira a Gales de reojo un poco sorprendida. Gales... se sonroja y se aclara la garganta.

—Bueno, solo digo que es bastante asqueroso estar trabajando en sábado, la verdad. Ya podría... ehm... —vacila.

—Podría ir y que me ayudes, no tendría que estar buscando mails durante horas... —propone Luxemburgo para Bélgica.

—Estoy en Wales... si quieres venir, seguro que... podrías al menos beber cerveza mientras buscas y te llevo yo mañana a rastras a la fiesta.

—No, no, no, ni de coña. Si vienes aquí es a tirarte a alguien, no ha distraer a Belgium, no me jodas —protesta Escocia.

What?! —protesta Gales casi cayéndose de la silla.

Quoi? —pregunta Luxemburgo también, la verdad.

—Ven... anda. Ignora eso, aquí la única que parece que se va a tirar a alguien soy yo. Ven.

—No. No que ya sé cómo acaba eso. Pasamos por ti mañana por la mañana —Escocia niega.

—¿Cómo acaba de qué? —Gales hace los ojos en blanco —. Esa... no es mala idea tampoco, en realidad, pero ¿cómo acaba?

—Pues con los dos trabajando hasta las tantas. No.

—Pero Albaaaa —lloriquea Luxemburgo un poco en broma.

—De hecho, ¿sabes? Mejor no, que no quiero líos. Pasamos por ti temprano ¡eso sí! —decide Bélgica. Gales arruga la nariz, y la verdad, piensa que mejor, no está en lo absoluto en condiciones.

—Ah, mira quienes son los aguafiestas ahora. Tan bien que os lo habrías pasado todos repasando actas de reuniones—bromea Luxemburgo.

—Eso es justo lo bloody preocupante. ¿Qué les pasa? ¿suelen trabajar en bloody sábado? —protesta Irlanda

Ireland! No sabía que estabas aquí —se pone nervioso de repente—. Oh, merde, no le digas a Sey que iba a ir. Estamos bromeando.

Gales parpadea mirando a Irlanda. Escocia también, la verdad.

—Ah, no... hombre, bros before hoes —Irlanda, la verdad, tampoco está demasiado seguro de por qué está diciendo eso. De hecho, no está del toooodo seguro de quien es Luxemburgo. O sea si lo tuviera que elegir entre un montón de gente no está seguro de que... supiera exactamente cuál es, pero visto lo visto, debe ser algún super amigo de Sey.

Merci! —sonríe—. Entonces... ¿Me mandas esto, Belbel? No prometo no llevarme igualmente el ordenador porque de verdad no te imaginas el lío.

—¡No te lleves el ordenador! Mejor, Lux, dile a Mon que venga. Dejas el ordenador en la oficina y el lunes arreglas lo que tienes que arreglar.

—No, esa no es opción... se ha puesto... ehm. Se ha enfadado mucho, si le digo que venga mañana va a matarme y la va a tomar contigo.

—Ugh... igualmente va a entenderlo cuando se entere. No me importa si no va, pero por TI si pasamos mañana...

—Pues es que... a lo mejor si me mata no tengo que estar peleándome porque ¡esto no me maldita sea cuadra! ¿Revisaste de nuevo con Allemagne el asunto del agua? Creo que tengo la versión vieja. Aunque tal vez si consigo que Mónaco le mande a Allemagne un pedacito de mi en una caja como advertencia, empieza a tomárselo más en serio.

Gales se ríe con eso, porque maldita sea, le cae bien.

—No croe que tengas la versión vieja. En serio, Lux, ¿lo vemos el lunes?

—Va a tener que ser un pedacito para ti también. ¿Qué quieres? ¿Un dedo del pie? No me pidas una oreja que se las guardo a Hollande.

Es que unas pocas más risas de Gales, bajitas. Pensando que él se pide otra parte... y sonrojándose con eso

—¿Quién se está riendo? ¡No seáis malpensados!

—Es... Cymru —responde Bélgica —. El dueño de la casa, de hecho... otro de los hermanos de Alba.

—Bueno pues es que... si te estás repartiendo así por partes... en tu caso particular estoy seguro de que la huella digital de tu pulgar, abrirá alguna caja fuerte interesante —explica el galés.

—Ah, sí, claro. Como que ese chiste es tan divertido...

—Hoy no estoy siendo el lápiz más afilado de la caja, lo admito —Gales se levanta para irse a servir otra copa, riéndose aún un poco.

—¿Podrían dejar de hacer chistes morbosos? —medio protesta Bélgica.

—Solo si me mandas lo que te he pedido.

—Solo si pasamos por ti temprano y no te llevas la computadora.

—¿No quieres también sangre de una virgen y las reliquias de la muerte? Y mi pene en una caja por lo visto. Aun pienso que igual y Mónaco ni lo notaría. En fin... ¿qué tan pronto es pronto? Quiero ver si no me quedo hasta tarde avanzando.

I Gales se ríe, y piensa que... esto es un lío. Esto es un puto lío de cojones y de mierda, porque NO, esto no es una cosa idiota pasajera con un tipo de otra realidad. ESTE idiota que quiere mandar su pene en una caja... aun le gusta, aun si no le conoce... maldita, maldita sea. LE da un trago directo a la botella.

—No creo que MUY pronto. Una y media estamos ahí.

—Vaaaale, vale. Discutiremos lo del ordenador cuando sepa que tan avanzado lo tengo todo para entonces—igualmente insiste.

—Ugh, vaaaale.

—¡No! No vale... es UN día y mira qué día es... —Gales le protesta a Bélgica.

—Ugh, ¡pero no se lo digas que ya casi la había convencido! —protesta Luxemburgo riendo un poco. Escocia parpadea porque... No habían hablado nunca, ¿o sí?

—¡Tienes hasta la una de la tarde para hacer lo que tengas que hacer, esa es TODA la bloody mañana del domingo!

—¿Tú en qué equipo estás? —protesta un poco riéndose igual.

—En... el tuyo —responde Gales después de vacilar un poco. No. No se atreve a mirar a Escocia. Ni siquiera por un segundo.

—Pues ayúdame, ¡Venga, hombre!

—Vale, puedes llevar el ordenador.

Merci —tan feliz.

—Pero yo te lo cuidaré.

—¿El que quería robarme la huella para abrir una cámara? No te ofendas, pero no, merci.

—Una caja fuerte... pero es bueno saber que una CAMARA entera se abre con tu huella digital... no quiero imaginarme qué podremos abrir con tu retina.

—Ah, oui... una, claro. Una. Ehm... —se ríe.

Checkmate.

—Igualmente no aconsejo a nadie quedarse mis ojos en un bote de formol. Bueno, no aconsejo a nadie quedarse con los ojos de nadie en un bote de formol.

—Solo en lo que cambiamos los permisos...

—Sigue siendo un buen consejo.

Bélgica mira a Escocia que es que va a tener que intervenir porque...

—Vale, nada de formol—sigue Gales.

—Bueno, Luxemburg... —empieza Escocia. Gales fulmina a Escocia como niño pequeño al que le quitaran el juguete!

Ah, oui, oui, pardón —se disculpa el nombrado.

—Nos vemos mañana, una treinta —indica Bélgica.

—Ehm... Belgique, espero tu mail, messieurs... bonne nuit.

—Night... —se despide irlanda, estirándose un poco.

—Llevaré formol en un frasco... —responde Gales, dándole otro traguito a su vaso.

Se oye una musiquita venir de fondo como de otro teléfono de que le está entrando una llamada al teléfono del trabajo. Debo decir que el tono de llamada es Rich girl de Gwen Stefani porque creo que tiene algún compañerito de trabajo un poco capullo. Así que la verdad es que se sonroja un poco y cuelga sin más ceremonia

Si fueras un poco más cercano, Irlanda te haría el sonidito del látigo.

A lo mejor te haría una interpretación de cómo se rema en galeras para que sepas que... sí. Es un esclavo.

UGH! Gales se lanza a su silla, dejando su vaso en la mesa con un golpe y cruzándose de brazos, sonrojado y sin mirar a nadie.