Capítulo 6
Hacía dos horas que habían terminado el caso, y ella estaba escribiendo ya el informe para Hotch. Pero necesitaba un descanso. A veces agradecía tener su propio despacho para tener privacidad, y estos meses, lo agradecía más que nunca. El bebé tenía una tarde bastante agitada, no dejaba de patear. Se apoyó cómodamente en el respaldo de la silla, acariciándose la tripa.
Flashback
Llegó temprano esa mañana. Después de dejar Nueva Orleans el Sábado, JJ se encerró en su casa hasta el Lunes, cuando tuvo que volver a trabajar. Se pasó la primera noche llorando, porque aunque ya había tomado una decisión, la situación no era la ideal, y le dolía que Will fuera así. Nunca pensó que fuera capaz de comportarse así, de dejarla estando embarazada y de no querer saber nada de ellos. Pero mejor así, se dijo así misma, no quería que fingiera ser feliz y los hiciera infelices a los tres.
Se despertó todavía de madrugada, pero las náuseas y vómitos no la dejaron volver a dormir, así que decidió arreglarse e ir a trabajar. Sabía que tenía que hablar con Hotch, pero no estaba segura de cuando hacerlo. Todavía tenía unas semanas para ello.
Estaba preparando una taza de té (había descartado el café desde que se enteró del embarazo), cuando Reid entró en la sala de descanso.
-Buenos días, JJ. ¿Has pasado un buen fin de semana?
Ella lo miró fijamente un instante, luego se echó a llorar. Esa no era la reacción que esperaba Reid, pero tampoco la que esperaba ella. Pero llevaba unos días guardándose todo para si misma, que necesitaba hablar con alguien.
-JJ, ¿estás bien? Bueno, es evidente que no, pero…-Reid se acercó un poco a ella, estirando la mano hacia su brazo, pero sin llegar a tocarla.
-Si, estoy bien. No te preocupes, no es nada -respondió la rubia, cogiendo un poco de papel de cocina y limpiándose las lágrimas.
-JJ, puedo ver si Emily ha llegado ya. O García, o Morgan. O incluso Hotch -preguntó Reid nervioso.
-No es necesario. Ya estoy bien. Pero Spencer, no se lo cuentes a nadie, por favor.
Su compañero asintió, no demasiado seguro de lo que le pedía la rubia, pero la vio tan angustiada cuando lloraba que decidió hacerle caso.
-Esto…si alguna vez necesitas hablar, yo…puedes contar conmigo, JJ.
Ella sonrió, y posó suavemente su mano en su brazo antes de salir. Reid se quedó quieto unos minutos después. No por el toque, sino porque no sabía bien qué debía hacer o sentir. Su amiga estaba sufriendo, pero no quería ayuda, así que de momento, no haría nada, solamente la apoyaría. Y realmente, se sentía un poco inútil, porque debería saber exactamente lo que necesitaba JJ, porque eso es lo que hacen los amigos ¿verdad?
Fin del flashback
Desde ese día, Reid le llevaba todas las mañanas al llegar una taza de té. No le preguntó porqué ya no tomaba café, simplemente se adaptó. Era lo que le gustaba de Spencer, ayudaba sin preguntas. Sabía que él era muy reservado, e incluso que se guardaba algunos secretos para sí mismo, pero siempre estaba dispuesto a ayudar.
Bebió un poco de la botella de agua que tenía encima de la mesa, cuando otro recuerdo la invadió.
Flashback
Acababan de llegar de un caso en Montana, y JJ tenía el estómago revuelto. Y no por el embarazo, si no por el caso en sí. El secuestro y asesinato de cuatro niños menores de cuatro años les había dejado un mal cuerpo a todos. A pesar de todo, tenía una enorme necesidad de comer regaliz. Rebuscó en el bolso hasta que encontró una bolsa. Mordisqueó uno cuando se cruzó con Reid en el pasillo.
-¿Quieres un poco? -le ofreció un regaliz, pero él lo rechazó.
-¿Desde cuando comes regaliz? Nunca te había visto comerlos…
-En realidad no suelo comerlos, no me gustan mucho, pero desde hace un tiempo…-se encogió de hombros.
-¿Cuánto tiempo, JJ? -Reid la miró con el ceño fruncido.
Se dio cuenta que tenía que decirle la verdad. Estaba embarazada de trece semanas, todavía no se lo había contado a nadie y en pocas semanas se le empezaría a notar. Y según era Reid, estaría ya dándole vueltas a la cabeza preocupado. Lo cogió con cuidado del brazo y lo llevó a su oficina.
-Te voy a contar algo, Spence, pero tiene que quedar entre tú y yo, por favor.
-¿Más secretos?
-Sólo…de momento. En un par de semanas se lo contaré al resto -él asintió-. ¿Recuerdas a William Lamontaigne? El detective de Nueva Orleans. Pues…estuvimos viéndonos un tiempo. Solía viajar allí los fines de semana que teníamos libres. Pero, ha pasado algo y…ha decidido que ya no quiere que nos veamos más.
-¿Te ha engañado con otra?
-No…ojalá -JJ sonrió mientras se frotaba la frente-. Yo…estoy embarazada Spence.
Su compañero abrió y cerró la boca varias veces, sin decir nada. Luego se paseó por la pequeña estancia.
-¿Pero te dejó estando embarazada? ¿Y no le interesa el bebé?
-No. No le interesa el bebé. Pero no te preocupes, estoy bien, yo me ocuparé de él. Todo va bien -ella sonrió para tranquilizarlo.
-Pero…tienes que contárselo a Hotch, JJ.
-Lo haré. En…en unos días.
-No. No, JJ ¡ahora! -Reid daba vueltas sin parar, y sentía que empezaba a tener dificultades para respirar-. Estás poniendo al bebé en peligro, y a ti, y Hotch se va a enfadar y…
Reid se paró en seco, y se quedó mirando al vacío. JJ se estaba preocupando, y se acercó a él. Reid reaccionó separándose bruscamente de ella.
-Cuéntaselo, JJ.
-Está bien, Spence. Iré ahora mismo. Te lo prometo. ¿Pero estás bien? -preguntó preocupada.
-Si, bien. Vamos.
Salieron de su oficina, y se dirigieron al bullpen. Reid se sentó en su silla, y JJ subió los escalones camino al despacho de su jefe. Sabía que él tenía razón, que tenía que contarlo pronto, aunque esperaba tener unos días más. Pero ver a Spencer tan nervioso y suplicante, la había convencido.
Llamó suavemente a la puerta, y esperó la orden para poder entrar. Hotch estaba terminando el archivo del último caso, pero JJ pudo ver que tenía abierto el archivo de George Foyet. Desde que hacía un par de semanas habían recibido la noticia de la fuga de Foyet, Hotch no había dejado ni un solo día de mirar ese archivo. Ahora entendía el nerviosismo de Reid, probablemente Hotch no se tomara bien que le hubiera ocultado el embarazo, por los riesgos que entrañaban casos como el de Foyet.
-¿Tienes un minuto, Hotch?
-Por supuesto. Siéntate, por favor -le indicó con la mano la silla, y ella se sentó.
-Hotch, yo…no quiero que pienses que te lo oculté porque no confíe en ti, o en el equipo. Es sólo…es mi vida privada y…
-¿De qué estás hablando, JJ? -preguntó Hotch un poco confuso.
-Estoy embarazada. De trece semanas. Y seré madre soltera.
Hotch soltó el aire poco a poco, y la miró con seriedad. JJ se sintió cómo si fuera a recibir una reprimenda del director del colegio por haber sido pillada haciendo trampas.
-Entiendo que es tu vida privada, no voy a meterme en eso, pero con nuestro trabajo, tenemos que tener cuidado con todo. Hace menos de tres semanas que George Foyet se escapó de prisión, y sigue libre, es con gente como esa de la que hay que cuidarse mucho. Me parece bien que no quieras contarlo hasta que pase un tiempo prudencial, pero soy el jefe de Unidad de este equipo, y me gustaría estar informado de todo lo que os pase, y mucho más si tiene algo que ver con el trabajo.
-Lo sé. Lo siento mucho Hotch. Tienes razón. No pensé en las posibles consecuencias de no decirlo.
-No te preocupes. Ya está solucionado. Y enhorabuena por ese bebé. Espero que todo te vaya bien. Y si necesitas algo…
-Muchas gracias Hotch. De momento estoy bien. De aquí a que nazca el bebé me habré organizado.
-Perfecto.
Se levantaron y Hotch la abrazó brevemente. Luego salió del despacho. JJ cruzó su mirada con la de Reid y asintió imperceptiblemente.
Fin del flashback
El pequeño ser dentro de ella volvió a patearla fuertemente, y JJ hizo una mueca. Frotó su panza suavemente mientras hablaba con el bebé, hasta que se tranquilizó. Iba a ser un niño inquieto, eso seguro. No había querido saber qué es lo que esperaba, pero algo le decía que era un niño. Aunque ya tenía pensados un par de nombres de niño y de niña, por si acaso.
Todos se habían volcado con ella cuando se enteraron de la noticia, aunque insistió que no quería compasión de nadie. Pero los pequeños detalles que todo el equipo tenía con ella, solían conmoverla. Y en el trabajo, solía no arriesgarse demasiado, pero tampoco quería ser tratada como una princesa. Esperaba que todo fuera así hasta el momento de dar a luz.
Continuará…
