Capítulo 16

Hacía una semana que Hotch había vuelto al trabajo, justo después de Año Nuevo, y desde entonces, al igual que habían hecho el mes anterior, el equipo se turnaba para pasar un rato con JJ y su bebé en el hospital. Esa mañana Hotch y Prentiss habían estado un rato allí a la hora del almuerzo.

Antes de coger el ascensor a la planta baja, el agente vio venir por un pasillo a Strauss con su hija pequeña. La mujer todavía no se había percatado de su presencia.

-Espérame en el coche. Enseguida voy -le dijo Hotch a su compañera entregándole las llaves del SUV.

-¿Pasa algo? -Hotch negó con la cabeza, pero Prentiss vio acercarse a Strauss-. Oh bien.

Se metió en el ascensor, y Hotch se acercó a Strauss, que parecía ir distraída hablando con su hija.

-Erin, ¿cómo estás? -preguntó el agente con una sonrisa.

-¡Aaron! ¿Qué haces aquí? -preguntó sorprendida la mujer, cogiendo en brazos a la niña.

-Prentiss y yo hemos venido a ver JJ. Todos los días nos turnamos para pasar un rato aquí. ¿Y tú? ¿Mark está bien?

-Sí,si. Está…un poco más débil después de las fiestas, pero va bien. He venido con Olivia a una revisión. Dile hola a Aaron Liv.

La niña sonrió, pero se escondió en el hombro de su madre, haciendo sonreír también a los dos adultos.

-Es un poco tímida con los desconocidos. Todo lo contrario que sus hermanos, que podrían irse con cualquiera.

-Es normal a su edad. ¿Tiene tres años? -preguntó Aaron, sonriendo a la niña, que jugaba a mirar y luego esconderse rápidamente.

-Los cumple en Abril -contestó Erin, también sonriendo por el juego de su hija.

-Bueno, me voy ya. Prentiss está esperando en el coche. Hasta luego Erin.

-Adiós, Aaron.

Hotch pulsó el botón del ascensor, y vio como Erin volvía sobre sus pasos. Sonrió y saludó con la mano a la niña que tímidamente se despedía de él sacudiendo su pequeña manita.


Su madre había pasado las últimas semanas con ella, desde justo después de Navidad hasta el día anterior. Estaba previsto que se quedara hasta después de la operación de Henry, pero se sacaban de quicio mutuamente y JJ había terminado por pedirle que se fuera. Al principio, Sandy Jareau se indignó, pero después reflexionó, recogió sus cosas y se fue. No sin hacerle prometer antes a su hija que la llamaría si algo empeoraba. JJ se lo prometió. Y aunque le hubiera gustado tener a su madre a su lado, tener a alguien en quien apoyarse en todo momento, la relación con su madre siempre había sido un tira y afloja entre las dos, y nunca se llevarían realmente bien.

Así que faltaban dos semanas para la operación de Henry, y volvía a estar sola todo el día en el hospital. Al menos, todos los días recibía la visita del equipo, y eso siempre la animaba.

Estaba mirando de nuevo a través de la cristalera a su hijo, cuando sintió a alguien detrás de ella.

-Agente Jareau…-cuando se dio la vuelta, JJ se encontró a Strauss, llevando en brazos a una niña pequeña.

-Señora, ¿qué la trae por aquí? -sonrió suavemente.

-He venido al médico con mi hija y me he encontrado con el agente Hotchner. ¿Cómo está Henry? -preguntó acercándose un poco más hacia ella y mirando por el cristal.

-Ha cogido peso y fuerzas, pero sigue necesitando alimentarse por la sonda. Lo operan en un par de semanas.

-Estoy segura que todo saldrá bien. Tiene una madre fuerte, y eso también se transmite -dijo Strauss sin apartar la vista del niño.

-Gracias -susurró JJ-. Aunque a veces no puedo evitar pensar que todo esto es culpa mía.

-No pienses así, Jennifer, no tienes la culpa. A veces la vida nos golpea duramente, sobre todo si tiene que ver con los hijos, pero depende de nosotras sacar fuerzas de donde no las tenemos para que todo vaya bien -JJ la miró de reojo, y pudo sentir tristeza detrás de sus palabras.

-¡Bebés! -exclamó Olivia feliz desde los brazos de su madre, apoyando la cara en el cristal. Las dos mujeres rieron.

-Es muy linda. Se parece a usted -dijo JJ acariciando el pelo de la niña.

-Gracias -Strauss la miró casi por primera vez desde que había llegado, y sonrió-. Tengo que irme, pero le repito lo mismo que cuando nació Henry, si necesita algo, cualquier cosa, ahora o cuando el niño salga del hospital…

-Muchas gracias, de momento estamos bien. Tenía pensado volver antes al trabajo, pero ahora creo que usaré toda la baja maternal, y luego ya veré cómo lo hago. Pero prefiero ir paso a paso.

-Sí, siempre es lo mejor, no hay que apresurarse. Hasta pronto, Jennifer.

JJ la vio irse, y no pudo evitar pensar que algo le pasaba a la mujer. Tenía la mirada triste y no parecía la misma de siempre. Esperaba que el año nuevo trajera buenas noticias y nuevas etapas para todos.


Jordan salió de su despacho (de JJ, pero a todos los efectos ahora mismo suyo), mirando un archivo y casi tropieza con un hombre que parecía perdido.

-Perdone, ¿puedo ayudarle? -Jordan sonrió amablemente.

-Supongo que si. Estoy buscando a Jennifer Jareau -preguntó el hombre.

-¿De parte de quién? -por alguna razón, Jordan ya sabía la respuesta.

-William Lamontagne -respondió frunciendo el ceño y con seriedad.

-Está bien. Espere aquí un momento, por favor -Jordan volvió a sonreír, aunque por lo que le habían contado, hubiera preferido pegarle un bofetón.

Subió rápidamente las pocas escaleras hasta la oficina de Hotch y llamó con energía. Un minuto después, estaba sentada frente a su jefe.

-Señor, hay un hombre en el bullpen que dice que es William Lamontagne -señaló al hombre, que en ese momento estaba de espaldas-. Ha preguntado por JJ.

-¿Le has dicho algo? -preguntó Hotch con tono de enfado.

-No señor. Simplemente le he pedido que esperara un momento, y he venido a decírselo a usted.

-Buen trabajo, Jordan. Ahora necesito que lo traigas aquí, pero tampoco le digas nada.

-De acuerdo.

Hotch vio cómo Jordan volvía a bajar y hablaba con Lamontagne. Había tenido suerte que el equipo estaba comiendo, porque sino estaba seguro que habrían tenido que separar a Morgan del hombre.

Vio la confusión en su cara cuando Jordan abrió la puerta y lo hizo pasar. Hotch se levantó inmediatamente y le estrechó la mano.

-Detective Lamontagne.

-Agente Hotchner -ambos se sentaron y Will no perdió el tiempo preguntando-. Quisiera ver a JJ, por favor. ¿No está aquí?

-No en este momento. ¿Puedo preguntar porqué quieres verla?

-Es un asunto personal. No creo que sea de su incumbencia -Will contestó de forma brusca.

-En realidad sí lo es, detective Lamontagne. Dejó tirada a JJ hace más de ocho meses, cuando estaba embarazada, y ahora ¿quiere volver a su vida? No se merece ni decir su nombre -Hotch habló con tanta frialdad que Will bajó la mirada, avergonzado.

-Sé que mi comportamiento no fue el adecuado, pero me gustaría hablar con ella, por favor.

Hotch lo miró con seriedad, y pudo ver una chispa de arrepentimiento. Para él no era suficiente, pero tampoco dependía de él tomar esa decisión.

-Espere aquí, enseguida vuelvo.

Salió de su despacho, camino a la sala de conferencias. Cerró la puerta y sacó el teléfono. Respondió al tercer tono.

-Dime Hotch -JJ respondió alegremente.

-JJ, perdona por molestarte, pero ha surgido algo bastante importante. Will Lamontagne está aquí -dijo sin miramientos.

-¿Qué hace ahí?

-Quiere hablar contigo. Pero no le he dicho nada, no me corresponde a mí informarle de lo ocurrido.

-Está bien, puedes decírselo todo, quiero que venga aquí y que hablemos.

-Por supuesto -y colgó sin despedirse.

Volvió a su despacho, y se encontró a Will mirando por la ventana. Se dio la vuelta en cuanto lo escuchó entrar.

-He hablado con JJ. Está en el MedStar Washington. El bebé nació el 1 de Diciembre, pero tiene un problema de corazón y lo operarán en un par de semanas.

Will se quedó callado, asimilando la noticia. Se sentó lentamente en el sofá.

-Pero se va a recuperar ¿no? -preguntó al cabo de un momento.

-Sí. Si todo sale bien no tendrá problemas, aunque seguirá medicado de por vida, podrá hacer una vida normal.

Will se levantó y le estrechó la mano a Hotch.

-Gracias agente Hotchner. Iré a hablar con JJ, y espero arreglarlo todo.

Luego se fue. Hotch pensó que ojalá no lo hicieran, porque su agente se merecía a alguien mejor que no huyera al menor problema.

Continuará…