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FELINETTENOVEMBER


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DIA 2:

Flower Pickings

o como lo traduzco yo: Recolección de flores.


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"La amiga de Adrien. Punto.

La amiga de Adrien se llama Marinette. Punto.

La amiga de Adrien se llama Marinette y es novia de Luka Couffaine desde hace mucho. Punto.

La amiga de Adrien se llama Marinette y es novia de Luka Couffaine desde hace mucho. Punto. Borrón.

ERA.

Punto. Punto. Punto. Punto. Punto."

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Felix Graham de Vanily, con diecisiete años cumplidos a principios del verano, escribía, en absoluto silencio, en su cuaderno de matemáticas. Llevaba ya un rato así, garabateando cosas sin sentido. Perdido en sus pensamientos.

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"Subrayado en la palabra ERA.

Otro subrayado.

Espacio.

Nuevo párrafo."

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Un suspiro suave y casi imperceptible brotó de sus labios, contemplando todas esas tonterías que había escrito justo debajo de donde, en teoría, tendría que haber puesto la respuesta al ejercicio sobre asíntotas.

Dejó a un lado el bolígrafo que estaba usando. Y con ambas manos, se frotó los ojos, para luego alisarse otra vez el pelo. Recostó la espalda en su asiento, y con un par de dedos, acarició el párrafo que acababa de escribir.

Volvió a suspirar.

Volvió a coger el bolígrafo entre sus dedos.

Odiándose un poquito más.

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"Marinette Dupain-Cheng. Punto.

Marinette Graham. Punto.

Marinette Graham de Vanily née Dupain-Cheng. Punto.

Punto.

Subrayado en "Graham de Vanily".

Punto. Punto. Punto. Punto. Punto."

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Félix gimió muy suavemente, agotado. Él no era de ésos. Y sin embargo,... avergonzado de sus debilidades, apoyó la frente sobre el cuaderno. Por suerte, no había nadie alrededor. Nunca había nadie. Estaba en la biblioteca del Instituto después de todo.

Solo.

Siempre estaba solo.

Hasta que ella llegó.

- ¡Félix! - le murmuró alguien al oído. - Félix, no se duerme en la biblioteca.-

Y en voz baja, Marinette le riñó, bastante risueña.

- No puedo creer que te haya pillado durmiendo. - continuó diciendo ella, intentando ver el cuaderno. - ¿Qué estabas estudiando que estuvo tan soporífero? -

Ni aun frente a un pelotón de fusilamiento, ni aún si lo hubiesen torturado, él hubiera confesado. Jamás. La amiga de Adrien y él. Tonterías que sólo se le ocurren a un adolescente recién llegado de Inglaterra y que era obligado por su madre a asistir los dos últimos años al mismo Instituto con su único primo, Adrien Agreste.

- No estoy durmiendo, Dupain-Cheng. Lárgate. - masculló muy bajito.

Marinette frunció el ceño, ante la respuesta peculiar del nuevo rubio de su clase. No había llegado ni hace dos semanas. No le caía mal. Era igual a Adrien. Físicamente. En cuestión de personalidad y carácter era una cosa distinta. No le caía mal. Pero tampoco absolutamente bien. Había algo en su silencio y en su voz, había algo...raro.

- Sólo trato de ser amable, Félix. Supongo que eso para tí es algo imposible de creer. O de hacer. Saludar. Dar la mano. Preguntar si uno está bien. Conversar, ayudar a estudiar a alguien,...-

- ¡Silencio ahí! ¡Primera llamada de atención!-

La encargada de la biblioteca se había puesto de pie, mientras los veía desde el otro lado del salón. Marinette desvió la mirada del cuaderno de Félix hacia la señora, asintiendo y pidiendo perdón sin palabras.

Esos segundos fueron suficientes para que Félix levantara la cabeza del cuaderno, y en sólo milisegundos, arrugó y arrancó la hoja, la hizo bolita y la lanzó en un tiro perfecto a la papelera más próxima que encontró.

Luego, casi de inmediato, se puso de pie, metió el cuaderno en su maleta, se la colgó del bolso y en un movimiento casi suicida, cogió a Marinette de la mano, mientras la llevaba afuera de la biblioteca.

- ¿Pero qué haces Félix? ¡Deja de arrastrarme! - le dijo Marinette apenas pudieron hablar con soltura.

Félix la observó de reojo, con sus ojos verdes afilados y resplandecientes. Marinette no pudo si no pensar que otra vez, él lucía esa mirada tan rara y peculiar en él. ¿Qué significaba eso? ¿Qué la odiaba? ¿Que no le caía bien? Algunas veces, ella no lo entendía, pero en serio que necesitaba que ése chico le enseñara matemáticas.

- Trato de ser amable, Dupain- Cheng. Trato de librarte de una suspensión por hablar en la biblioteca. - Félix le torció la mirada y levantó el mentón.

Marinette Graham de Vanily née Dupain-Cheng.

Como si fuera un trueno partiendo en dos un árbol, el pensamiento de ella casándose con él lo detuvo en su sitio. De repente, él sintió la tibieza de Marinette, su aroma cálido y confortable, a vainilla, a mantequilla y a pan. De repente, él volvió a escuchar en su mente la dulzura de su voz, melódica y cantarina. Similar a una canción élfica en medio del bosque. De repente, él se volvió a verla, aún tomándole de la mano, y la observó a menos de un metro suyo, con su rostro inquiriente, resplandeciente por la luz del sol que caía a través de la ventana, iluminando el azul de sus ojos, haciendo brillar lo azabache de su pelo suelto, que caía como un velo de novia, sobre sus hombros.

La amiga de Adrien se llama Marinette y era la novia de Luka Couffaine desde hace mucho.

¿Por qué ellos dos habrían terminado? ¿Ella lo seguía queriendo? ¿Quién podría dejar una relación con Marinette? Él no, por lo pronto. Si él hubiese sido Luka, estaría persiguiéndola nuevamente, tratando de hacerla volver. Preguntarle que qué había pasado. O pedirle una nueva oportunidad. Quizá Luka también fuese celíaco, y harto de ser envenenado por esos dulces que ella traía todos los días, decidió que era mejor alejarse de Marinette antes que morir desnutrido o en el caso de él, en medio de un ataque alérgico tan severo que fuese incapaz de respirar.

Perdido en sus pensamientos, contemplándola con devoción y cariño, Félix nuevamente, suspiró.

Marinette Graham de Vanily née Dupain-Cheng.

Tonterías. Estupideces. Pamplinas.

Y sin embargo.

Aún sujetaba la mano de Marinette Dupain-Cheng, apellido de soltera, entre su mano.

Aún respiraba el mismo aire que ella.

Tonterías. Estupideces. Pamplinas.

En un movimiento arriesgado, y sin saber muy bien lo que hacía, él estiró la mano libre hacia el cabello de Marinette y cogió un mechón azabache, acariciandolo con mucho cuidado, lo frotó suavemente reconociendo la textura, después, recolocó ése mechón detrás de la oreja, tronó los dedos y mágicamente, hizo aparecer una rosa amarilla, que entregó, sin decir una palabra, a la muchacha enfrente suyo.

Marinette hizo una perfecta O con sus labios, mientras cogía esa rosa amarilla.

- ¿Cómo demonios...? -

Marinette Graham de Vanily née Dupain-Cheng.

Punto. Punto. Punto. Punto. Punto.

- ¡Gracias!...estoy...sorprendida...siempre supe que podrías ser un gran amigo, Félix. -

Amigo.

Marinette Dupain-Cheng. Punto.

La amiga de Adrien. Punto.

Joder. Punto.

No.

Él no necesitaba una mujer así en su vida. Una mujer tan suave y pacífica, tan tierna y delicada. Amable, condescendiente. Siempre tratando de caer bien. Siempre sonriendo, aunque estuviera triste por dentro. Tratando de intoxicarte con dulces con gluten todos los días. No, no la necesitaba. Aunque ella fuera la única que se acercó a él, además de Adrien, los primeros días en ésa escuela. Aunque luego, ella aprendiese recetas libres de trigo y centeno, para que él pudiese comer algún postre que sus padres hacían. No. No, no y no.

Debía dejarla ir.

Debía dejar de soñar.

Ahora ella había dejado su aturdimiento, para contemplar, maravillada, la rosita que él le había entregado.

Debía dejarla ir.

Con lentitud, Félix soltó su mano, en un movimiento casi inapreciable, Marinette no se dio cuenta en qué momento era libre de nuevo. Pero con ésa mano, cogió la rosa y se la colocó ella misma detrás de la oreja.

- ¿Cómo me veo? - le preguntó a él, en tanto ella seguía sonriendo.

Marinette Graham de Vanily née Dupain-Cheng.

Marinette Graham de Vanily née Dupain-Cheng.

La amiga de Adrien. Punto.

Mierda. Punto.

- Contrasta bien con tu mirada. - murmuró en voz baja.

Quiso responderle otra cosa. Quiso decirle que ella era preciosa. Quiso decirle que la sonrisa de ahora le recordaba a la primera sonrisa que ella le dio a el, unas semanas atrás. Quiso decirle que la veía tan hermosa como ése día. Rememoró, atónito, el suave bamboleo de la falda que ella llevaba la primera vez que se conocieron. Sus zapatillas delicadas y rosas. Su pelo suelto, su ligero flequillo. Sus labios rosados estirándose en una mueca amable y cándida, dándole la bienvenida. Quiso decirle que aún recordaba la sensación placentera de pronunciar su nombre, por primera vez.

Ma-ri-ne-tte.

El movimiento de su lengua dentro de su boca, la apertura y cierre de sus labios, dándole forma a la voz. El aire, que se escurría desde dentro hacia fuera, logrando el sonido.

Ma-ri-ne-tte.

Recordó la primera vez que escribió su nombre sobre un folio, sobre un papel.

La letra eme mayúscula en caligrafía inglesa, giro del bolígrafo, un bucle, otro trazo, doble "t" al final, y una "e" abierta francesa de colofón.

Ma-ri-ne-tte.

Marinette Graham de Vanily née Dupain-Cheng.

No.

No necesitaba una mujer así, inalcanzable, etérea, fugaz como la flor en primavera. Delicada como un pétalo de una orquídea, como la semilla de un diente de león. No. Él quería para sí, una mujer que fuera valiente y decidida, de lengua letal y formas intensas. Marinette tartamudeaba de vez en cuando, dudaba al hablar, y aunque ella pensara distinto, te permitía tener siempre la razón. No. Condescendiente, amable. En su mente joven e inexperta, Felix recordó a su madre, al respeto que imponía, a la autoridad que emanaba en cada paso que daba. Sí, quizá alguien así.

Quizá alguien como...

- ¿Félix? - preguntó una voz muy cerca suyo, a tan sólo unos metros, ya afuera del Instituto. - No podía creer que estuvieras aquí, a pesar que Adrien ya me lo había dicho...hace muchísimo que no nos vemos, Félix. -

Alguien como Kagami Tsurugi.

Alguien tan perfecta como ella.

Sí.

Fría, letal, intensa, acuciosa y decidida.

Él abrió la boca para contestar el saludo, pero fue Marinette quien habló primero.

- Ka...Ka...Kagami...qué gusto verte...yo...yo...ya me iba, sí tengo que estudiar, tengo que volver a la Biblioteca...os dejo solos, adiós. -

Inexplicablemente, Félix contempló cómo Marinette se dio la vuelta y casi huyendo, caminó de regreso a donde habían estado antes. Él torció los labios, incómodo por esa actitud tan evasiva e infantil. ¿Por qué ahora? ¿Por qué con Kagami? Sin quererlo, Félix fijó su mirada en la espalda de Marinette, en su pelo azabache alborotado por el movimiento, en la agitación de su vestido, en los pasos ligeros dados por esas piernas delgadas y preciosas, también la vio sujetarse la rosa en su oreja, para que no se cayera...Y hubiera seguido contemplándola por más tiempo, pero Kagami Tsurugi ya le había cogido el rostro con ambas manos y lo obligaba ahora a mirarla a ella.

Él no sonrió.

- ¿Un té y bocaditos? - preguntó la japonesa.

- Sin gluten, por favor. - respondió él.

- Conozco un sitio así, sígueme y vamos, Félix. -

Marinette Graham de Vanily née Dupain-Cheng.

Había que despertar del sueño. Aunque fue sueño fuese el mejor de su vida. Aunque ese sueño le hiciese feliz.

Sí, lo haría. Lo lograría.

En la biblioteca, desde uno de los pasillos interiores, Adrien Agreste se acercó raudo a la papelera donde había visto que su primo lanzaba una bolita de papel. También había observado, cómo su primo, increíblemente, había tomado la mano de Marinette y la había arrastrado junto con él hacia fuera.

Félix nunca había hecho eso.

Adrien Agreste abrió mucho los ojos cuando desdobló el papel y logró leer lo que había escrito Félix. Volvió a arrugar el papel. Parpadeó un poco, y espabiló al ver que una atolondrada Marinette volvía a entrar a la Biblioteca. Rápidamente, Adrien dobló en cuatro y luego en ocho, el manuscrito de Félix. Se lo metió en el bolsillo. Se acercó a Marinette.

- Ey. ¿Has visto a Félix por aquí, Mari? - susurró Adrien.

Marinette negó con la cabeza, sin decir ni una sola palabra.

- Bonita rosa. - continuó susurrando.

Marinette se sonrojó tenuemente pero agradeció con la mirada en absoluto silencio.

Adrien no supo qué más decir o hacer. Miró a través de los cristales, observó el sol que entraba radiante.

Marinette Graham de Vanily néeDupain-Cheng.

Cogió la silla al lado de su mejor amiga y se sentó sin hacer ruido. Abrió su bolso y extrajo un cuaderno, un bolígrafo, se puso a estudiar.

Marinette Graham de Vanily néeDupain-Cheng.

Suspiró.

Marinette Agreste née Dupain-Cheng.

Joder. Punto.

Joder.

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¡Segundo día de felinette!

Me gusta mucho la dinámica de presentar sucesos a lo largo del tiempo, es más ágil y me permite mayor libertad para realizar los prompts.

El día 1 está ambientado en el siguiente cumpleaños de Félix, el número 18. Y el día 2 está localizado en los primeros días del curso escolar. En Francia, y en el hemisferio norte en general, el curso escolar es de setiembre a junio, teniendo vacaciones siempre en verano (finales de junio, todo julio, agosto, principios de setiembre).

¿Habéis visto al spoiler? ¿Habéis sobrevivido a él?

Yo no.

Un fuerte abrazo.

Lordthunder1000.

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PD: las letras en cursiva al inicio nos hablan de lo que Félix escribe sobre su cuaderno. Pero después, hablan del pensamiento persistente que él tiene sobre ella. Al final, parece que Adrien también piensa lo mismo.

PD2: cuando pongo la palabra "punto", entiéndase como cuando terminas una frase y pones un punto. Un punto, tal cual.

PD2.5: la palabra "née" se usa para indicar cuál fue el apellido de soltera, el que tenías antes de casarte.

PD3: gracias, muchas gracias a todos por sus comentarios. A Mrs Fitz como siempre, por aguantar a esta pesada. A Esmebebe, jolin, hace mucho que no te veia y te extrañaba (o hemos hablado en IG con otro nombre, porfi dime). Veros29, gracias por comentarme, en serio, es loable que sin tener cuenta me escribas, cómo te quiero!. Moonnoir100! hola! bienvenida! te cojo de las manitos y salto contigo, gracias por tu lectura, en serio, gracias. Manu! gracias por seguir conmigo! a Kagami ya sabes que la quiero y mucho, espero no decepcionar en su desarrollo pero tienes que entender que al final será felinette :(, y me lo digo a mi misma también, porque amo a Kagami Tsurugi, es la mujer que quiero ser cuando sea grande. Randa1, te quiero ¿has terminado de leer Cuando volvamos...? es tu comentario el que ORIGINó el capítulo 13...¿lo sabías? ¿lo sabían? Ése final de ...m1erda iba a clavar un spoiler... bueno ése final es debido a tu review, gracias por tus historias, me encantas...Dayer! grito como loca, allá en el 2020 cuando repasaba una y otra vez los renglones para no equivocarme en la ortografía, me di cuenta que se podía "seguir" las historias, y recuerdo que tu nombre fue el de los primeros, te llevo aquí adentro. E Isa5263 (milliebug en IG), holaaaaaa, gracias gracias! espero no decepcionarte...

Gracias a todos en general.

Trataré de actualizar todos los días, pero ya sabéis que me será imposible. Trabajo, familia, casa. Esas nimiedades, ya sabéis.

Sed fuertes y resistir a Efímero.

Otro abrazo.