Capítulo 6: EL gran plan.
Roboute Guilliman, quería llorar, reír, maldecir, rogar, y mucho más. Pero no lo haría, en especial porque aún podía sentir la presencia de su indeseable invitada. No fue hasta que el ultimo montón de ceniza de lo que alguna vez fue el cuerpo mortal del avatar que la hambrienta uso para comunicarse fue purificado por la espada del emperador, que este se permitió soltar un suspiro de cansancio. De alguna forma se las había arreglado para engañar a uno de los cuatro grandes Dioses de Caos.
En teoría era posible, o al menos él llego a esa conclusión después de leer varios de los textos que se escondían en las oscuras profundidades del palacio de su padre. Él había teorizado que engañarlos debía ser posible siempre que se cumpliesen ciertas condiciones. De hecho, su padre parecía estar buscando las condiciones idóneas para realizarlo con los cuatro a la vez. Razón por la cual él había teorizado que "talvez" siempre que se siguiesen cierta cantidad de pasos, y se respetasen varias reglas, el engaño debería ser posible. Aunque realmente él no espero que tuviese que poner dicha teoría a prueba tan pronto.
Había sido una prueba difícil, pero seguía vivo.
El primarca movió su cabeza, tratando de recuperar el casi olvidado arte de controlar su cuerpo físico, su mente aún se veía afectada por tomar el control de las tropas demoniacas del príncipe del placer, eso sin duda había sido toda una experiencia. Tanto poder. Millones se movían con un solo pensamiento. Un solo pensamiento suelto podía ocasionar un desastre de proporciones apocalípticas. Fue una locura, como nada que él hubiese vivido, y con algo de suerte no se repetiría. Su mente no resistiría una segunda vez. No sin romperse en alguna parte.
Luego estaba la historia que Slannesh le conto, él mismo ya había logrado ver algo de esta en los registros de su padre, pero aun así fue impactante. En especial la parte donde Slannesh admitió que fueron los Eldars los creadores de los dioses del caos. Ideados en un principio para funcionar a modo de un gran filtro, que eliminase a cualquier especie que pudiese representar un problema para su absoluto control de la galaxia.
Claro que ese plan les había resultado horriblemente mal. Y no estaba seguro que eso fuese únicamente por la intervención de Slannesh. ¿En qué rayos habían estado pensando los Eldars en ese momento?
Bueno, eso no importaba, nada importaba, de momento él estaba vivo, y cuerdo, bueno casi. Eso era todo lo que importaba. Mas o menos.
Guilliman jugueteo con los controles de su armadura, buscando la única cosa que hacía que todo este problema valiese la pena. En sí esta cosa era información, un plano para ser más específico, un plano que con suerte podría construir la maquinaria que libraría a la humanidad de toda esta locura. Por unos segundos sintió curiosidad sobre porque su padre no lo había usado este conocimiento cuando se desato la herejía de sus hijos, pero rápidamente desterró tales pensamientos.
Eso no importaba, nada importaba, él estaba apostado todo a una sola jugada, y no podía dudar. No podía permitirse la más mínima duda, el miedo, o un único momento de vacilación podía significar el final. Por lo que el únicamente se limito a fortalecer su decisión.
Inhalo y exhalo lentamente, tratando de controlar el latido de sus corazones, no era fácil, el aun no podía comprender todo lo que estaba pasando a su alrededor.
Había encontrado el mundo donde sus hermanos fueron borrados.
Viajo a una realidad alterna.
Se infiltro en el palacio del emperador.
Tuvo que matarse a sí mismo.
Logro hacerse con códigos secretos que revelaban los mas oscuros y locos secretos de su padre.
Y mejor paraba allí, porque de seguir recordando como las cosas seguían acumulándose una tras otra, su cordura podía verse amenazada.
El primarca trato de levantarse, pero sus piernas simplemente no lo sostenían, por lo que cayo pesadamente. Y luego, todo comenzó a oscurecerse.
. .
"Ellos serán mis hijos. Y en ellos vivirán las esperanzas de una humanidad unificada. Suya será la fuerza para prevalecer, no solo cuando la victoria este al alcance de la mano, si no también cuando esta parezca inalcanzable, cuando la perdición parezca una certeza a su alrededor. En esos momentos de oscuridad mis hijos brillaran sobre los demás."
. .
Roboute Guilliman abrió los ojos, aparentemente se había quedado dormido en algún momento después de purificar la jaula que había contenido el avatar de uno de los cuatro.
Todo parecía estar exactamente como lo recordaba hasta su pérdida de conciencia. Una pequeña pero agradable noticia. Claro que eso no significaba nada en el gran esquema de las cosas. Era hora de moverse.
Mando un mensaje al archimagos, ya era hora de pasar a la siguiente fase de su plan.
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El archimago Belisarius Claw había mantenido una actitud calmada durante todo el viaje, ignorando deliberadamente la actitud un tanto desesperada que el treceavo hijo del emperador estaba mostrando.
El mismo se sentía un poco inquieto por la idea de estar en una línea de tiempo distinta a la que se supone él pertenecía, pero prefería ocupar su tiempo y recursos de forma más productiva, aun así, algo dentro de él, esa parte humana de la cual él jamás podría separarse, estaba inquieta. Sea por las implicaciones filosóficas que había en su situación, o fuese por el hecho de que en estos momentos sostenía su propio cerebro entre sus manos, o fuese por otra razón. El archimago estaba inquieto, tanto que le era imposible concentrarse adecuadamente.
Por fortuna ese precario estado en su mente fue detenido cuando una llamada llego por el vox de la nave.
Roboute Guilliman solicitaba su presencia, posiblemente el primarca ya estaba listo para revelar cual seria el siguiente movimiento que realizarían. Se fijo una hora, y lugar, antes de que toda comunicación terminase.
Belisarius Claw llego unos minutos antes a la cubierta señalada por su primarca, como era de esperar Roboute Guilliman ya estaba allí, parado frente a una pantalla holográfica, el primarca parecía estar afinando los últimos detalles de su plan.
Lo primero que llamo la atención del archimago, fue el nulo saludo del primarca, si bien Guilliman no era alguien que le gustase comenzar una charla con excesivas formalidades, siempre había habido un mínimo de protocolo. Pero en esta ocasión, el Primarca solo paso directo al punto.
Roboute Guilliman había robado los planos de una antigua reliquia perdida de la humanidad, una reliquia que incluso en la era dorada de la tecnología fue considerada peligrosa. Y dependiendo de que fuentes poseas, se dice que hubieron guerras apocalípticas, solo por la mera sospecha de su posible construcción en algún planeta.
Roboute Guilliman había robado los planos para crear una cronosfera. Las implicaciones de que tal tecnología existiese, incluso selladas y lejos de todos debajo del palacio imperial, eran incalculables. El mismísimo tratado del monte olimpo se disolvería si solo se sospechase de esta transgresión.
- Mi señor, estoy seguro que no tengo que señalarle todos los problemas que implica lo que me esta mostrando. -La voz de Belisarius Claw aunque artificial, y modulada, mostraba un poco la impaciencia que sentía.
- Lo sé perfectamente Archimagos. Y es esa la razón exacta por la que te lo estoy mostrando. Estoy seguro que comprendes que ya no hay salvación para el imperio de mi padre. La galaxia esta partida en dos, los demonios consumen sectores enteros, los Tiranidos son incontables, y un sinfín de nuevas amenazas surgen a cada minuto. No, el tiempo del hombre a terminado, a no ser, que tomemos medidas drásticas.
Belisarius Claw quería negar esa afirmación, por un eterno minuto busco en todas sus conciencias y bases de datos, cualquier dado con el que pudiese negar la afirmación que el primarca acabada de dar, pero no pudo hacerlo. En el mejor de los casos, las posibilidades de que el imperio de la humanidad pudiese sobrevivir no superaba en 1.5%
Pero reescribir la historia, era peligroso, los viajes en el tiempo, aunque matemáticamente posibles, eran una solución, demasiado extrema.
- Aunque, pudiésemos viajar al pasado para revertir los errores cometidos en una batalla, no creo logren sacar a la humanidad del abismo en el que se encuentra. De hecho, puede que nuestros continuos viajes para corregir los resultados de posibles futuras batallas, termine siendo perjudicial a largo plazo. -El análisis de Belisarius Claw era perfecto, el poder corregir los resultados de cien o mil guerras no justificaba el riesgo a que alguien descubriese que el primarca de los ultramarines tenía acceso a tecnología capaz de alterar el tiempo.
- Estas pensando en pequeño Belisarius Claw, no he robado estos datos con la intención de alterar pequeños momentos en la historia. No, eso no cambiaría nada, y yo más que nadie lo se. Lo que yo estoy planeando es un único viaje, un viaje que me permita cambiar el único momento, el momento exacto donde la humanidad pudo unificar la galaxia.
Belisarius Claw no podía procesar el pensamiento del primarcar, no entendía, a donde quería llegar. Pero algo dentro de él, algo humano, parecía tener miedo a la respuesta.
- Yo, no comprendo su razonamiento mi primarca.
- Simple archimago. Qué pasaría si pudiésemos regresar el tiempo, y cambiar el resultado de la traición de mi hermano Horus.
La simple mención del architraidor era suficiente para detener el corazón de cualquier ser vivo, pero, el plan de Guilliman era algo tan aterrador que el propio archimago era incapaz de computar.
- Eso sin duda, acarrearía una cantidad incalculable de cambios en la línea de tiempo. Eso sin contar.
- Por favor archimago, deja las teorías de lado, literalmente ya hemos probado que el tiempo no es lineal, constante, ni nada de lo que hemos creído desde siempre.
Belisarius Claw no pudo negar esa afirmación, toda la teoría que ellos creían conocer del tiempo debía revisarse, aun así, la idea de realizar un viaje temporal como el que el primarca sugería, era…inaudito.
Sus miembros robóticos se movieron levemente, sujetando las armas que se escondían debajo de su vestimenta. El más que nadie conocía el poder de un primarca, y no sentía que pudiese tener alguna posibilidad de ganar, pero, defendería los valiosos datos que había obtenido a lo largo de su vida, con todas sus fuerzas.
- Sabes, la verdad, creí que tu más que nadie estaría interesado en mi plan. Te llenas la boca asegurando que tus creaciones superan el diseño defectuoso de mi padre, pero cuando se te ofrece la oportunidad de probar esa afirmación, ¿tienes miedo?
Era una treta, tenia que serlo, era indignantemente obvio que el comentario tenía como único propósito molestarlo, pero igualmente funciono.
- Archimago, creo que no estas entendiendo mi visión de las cosas, no podemos ganar, el imperio y por ende la humanidad esta condenada, por eso pienso cometer este pecado, cambiare el flujo de la historia y le daré a la humanidad nueva esperanza. Puedes seguirme si así lo deseas o puedes quedarte detrás, nadie te esta obligando a nada. Aun así, me permito señalar lo obvio, ¿Cómo hubiese sido la guerra si tus tropas hubiesen estado allí? ¿Habrían logrado cambiar la historia tus creaciones, o el fracaso estaba destinado a ser?
- ….. difícil calcular, muchas variantes, pocos datos, ninguna certeza.
- Dime archimago, ¿No quieres probar si tus creaciones superan a los productos originales? Tus legiones mejoradas, contra los peores traidores de la historia, una guerra directa, sin cuartel ¿Quién ganaría?
La reunión termino poco después, sin más intercambios de palabras, solo un último intercambio de información, Guilliman le entrego los planes de la cronosfera, y Belisarius los últimos datos recuperados sobre este nuevo imperio en el que se encontraban actualmente.
Belisarius Claw sabia que lo que sentía crecer en su pecho no era lógico, era un sentimiento derivado de su origen orgánico defectuoso, y una prueba mas que aun le quedaba mejorar si algún día esperaba lograr alcanzar la perfección de la máquina. Pero, no podía evitarlo, la última declaración del primarca había movido lo suficiente las emociones del archimago para que este fuese incapaz de negar el desafío, ignorando por completo los peligros que este suponía. Al final, el archimago tuvo que aceptar en silencio el nuevo curso a seguir, no le gustaba, y él hubiese preferido explorar otras opciones, pero el desafío había sido lanzado, y que lo aspen, él iba responder con toda su fuerza.
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Honestamente Guilliman había temido que fuese la legión de los guerreros de hierro los encargados de vigilar la frontera con Ultramar. Por fortuna, estos parecían estar tan ocupados en cientos de frentes distintos, que ninguno de sus efectivos había sido visto en las fronteras en los últimos milenios. Eso era bueno, le facilitaba mucho la tarea de ingresar de incognito a su pequeño imperio personal.
Los siguientes datos relevantes eran de los portadores de la palabra. Estos parecían tener una fuerte presencia en la frontera, en especial en años recientes, donde el numero de refugiados que buscaban escapar del Imperio a Ultramar, había desbordado lo que podían controlar las guarniciones locales. Estos portadores esparcían la palabra de su fe con gran maestría, y cuando esta no servía, una ejecución sumaria de los disidentes, solía calmar las aguas.
Luego estaban los señores de la noche, los proféticos hijos de su demente hermano Konrad Kruse, prometían ser un problema, no solo se encontraban en un número considerable en la frontera, cazando a cualquier pobre desertor que pudiesen encontrar, para después ejecutarlo de una manera tan cruel que su padre genético estaría orgulloso. Si no que los poderes proféticos heredados de la semilla genética de Konrad parecían haber evolucionado, no podía decirlo con exactitud, pero, a diferencias de las extrañas visiones que su hermano solía tener, sus hijos parecían tener cierto control sobre ¿cómo? y ¿cuándo? ocurrían.
Guilliman bajo la tabla de datos y nuevamente maldijo a su padre. Él a diferencia de sus hermanos no había heredado algún don o poder psíquico, tampoco recibido armamento prohibido de la era oscura de la tecnología. Incluso Lorgar había heredado el don psíquico del emperador, ¡incluso el maldito Aureliano parecía más hijo del emperador que él! Lo mataría.
Por unos segundos se vio a si mismo desatando el fuego de la venganza y la retribución sobre sus hermanos traidores, sobre el imperio podrido de su padre, sobre…y entonces, en su mayor momento de debilidad esa fortaleza mental que su madre se encargó de inculcarle desde pequeño lo alejo del abismo. Sus pensamientos se aclararon, y el engaño se hizo mas claro. Los poderes que él deseaba habían corrompido a sus hermanos, al igual que esas armas antiguas, de hecho, resulto en una bendición que él no tuviese acceso a nada de ese conocimiento prohibido, mantuvo su alma libre de la tentación.
El primarca se recostó, cerrando sus ojos, y tratando de recuperar el ritmo normal de sus corazones. Fue difícil, ya que, en lo más profundo de su corazón, el primarca podía sentir la voz y las promesas de poder que la sedienta.
Lentamente y sin que el primarca pudiese evitarlo, sus pensamientos lo guiaron a los recuerdos que mantenía de su enfrentamiento con su hermano Mortarion.
Estos recuerdos estaban fragmentados, haciéndolos casi inservibles, y pese a haber participado en persona, casi todo lo que él podía sabia del enfrentamiento con su hermano venia de los registros de terceros.
Ese día su padre lo había ayudado, pero ¿Qué hubiese pasado si no hubiese podido? ¿Cómo esperaba su padre que él pudiese enfrentar a sus hermanos bendecidos por dioses, sin algún don especial que le permitiese igualarlos, o algún arma que le permitiese bloquear dichos poderes impíos?
Nuevamente el primarca tuvo que esforzarse por calmarse, nuevamente se estaba perdiendo en pensamientos que simplemente no lo ayudaban con la situación actual.
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El inmenso buque insignia llamado Hierro Resurrecto, se adentró en el sistema estelar, ignorando todas las rutas espaciales establecidas, tras la tercera advertencia sin respuesta, una veintena de plataformas de defensa orbital activaros sus armas, y varias fragatas fueron alertadas.
Todos estaban listos a disparar a discreción, pues una nave tan masiva, la cual ignora todos los protocolos, y se niega a dar un código de identificación, no puede ser ignorada.
En respuesta al ultimátum, la inmensa nave emitió un código de identificación tan incalculablemente alto, que todos los desafortunados humanos que lo procesaron, tendrían que ser lobomotizados y luego convertidos en servidores, todo para mantener el más absoluto secreto.
Rápidamente las defensas fueron desactivadas, un puerto espacial fue vaciado, y las fragatas que ya habían sido desplegadas comenzaron una serie de patrullajes, que tenían como único propósito asegurarse que ninguna nave se acercase al inmenso buque insignia, cuyo nombre era mejor no conocer.
La nave atraco en el puesto, y varias exigencias de suministros fueron emitidas, todas y cada una de estas exigencias fueron procesadas con la máxima prioridad, incluso si eso significaba retirar los recursos de otras zonas.
Roboute Guilliman sonrió con algo de burla, mientras registraba como los recursos necesarios para su largo viaje estaban siendo traídos a la nave por cientos de servidores, servidores que serian completa y totalmente vaciados de su memoria tan pronto como completasen su tarea.
Finalmente había podido comprender porque era tan difícil rastrear cualquier actividad sobre los custodes. Todos los registros que pudiesen señalar que ellos llegasen a cualquier lugar, eran eliminados con gran prejuicio.
Menudo sistema, muy eficiente, pero, no era infalible, tenía fallas, fallas que él se encargaría de explotar tan pronto pudiese regresar a casa. Por otro lado, este inesperado descubrimiento le daba al XIII primarca la oportunidad de repostar un transporte y continuar su viaje, sin que nadie pudiese rastrearlo. El primarca sonrió, calculando todas las ventajas y desventajas que podría tener este hecho.
Sin los adecuados registros el primarca podría mover pequeños escuadrones por toda la galaxia, saltándose por completo el protocolo imperial, ohooo, las cosas que podía lograr usando este método.
- Maldito Alpharius, esto es lo que usas para mover tus fuerzas de un lado al otro de la galaxia sin que nadie se entere ¿verdad?
Un nuevo juramento de venganza fue realizado. Esas malditas serpientes, hijos de sus hermanos traidores (Alpharius y Omegon) habían infectado la galaxia por ya demasiado tiempo, talvez era hora de comenzar a cazarlos, de enseñarles que esas malditas sombras que usan para esconderse nunca fueron sus aliadas.
Claro que eso tendría que esperar, primero que nada, tenia que llegar a este Ultramar, luego tenía que descubrir una forma adecuada para regresar a su hogar, y luego, por fin podría poner su venganza en acción.
Los recursos faltantes, finalmente fueron entregados, y tras que Belisarius Claw diese la señal, la inmensa nave continuo su viaje. Cualquier registro de este incidente seria borrado con extremo cuidado, y nadie podría nunca saber lo que acababa de pasar.
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Mientras más se acercaban a la frontera que el Imperio mantenía con Ultramar, más inquietud sentía Belisarius Claw, la cantidad de naves destruidas, los restos esparcidos de millones que buscaban escapar de la creciente podredumbre del imperio.
Casi se podía decir que en esta línea de tiempo Ultramar se había convertido en el ultimo bastión de la humanidad. Pero eso seria una mentira. Él era dolorosamente consciente que algo similar ocurría en su línea de tiempo.
Fue en ese momento donde sus sensores captaron una señal, era vieja, de la herejía si sus censores eran correctos, aun así, parecía repetirse una y otra vez por alguna razón que no podía identificar.
"+++Pueblo de Quintarn, habéis apartado vuestros ojos de la Luz del Emperador, y por este odioso crimen, debéis enfrentaros a las consecuencias. Nuestra flota llegará en crujido sesenta... y... nueve... horas y... veintiún... minutos, crujido y a menos que todo ojo haya sido arrancado antes de esa hora, todo vuestro mundo será reducido a cenizas. crujido Pueblo de Quintarn, habéis apartado vuestros ojos de la Luz del Emperador, [...]+++"
- Nunca lo considere, pero puede que Guilliman tuviese razón al desconfiar de la semilla genética de Lorgar, este nivel de fanatismo religioso, incluso en una línea de tiempo donde no fue influenciado por los poderes ruinosos, es preocupante.
Belisarius Claw archivo este descubrimiento, y lo marco para un posterior análisis, si por cualquier razón alguno de los marines primaris que él había creado usando la semilla genética de la XVII Legión presentaba este mismo nivel de fanatismo, lo mejor seria tratar con ellos rápidamente.
Los datos siguieron siendo recolectados, la idea de comprobar lo que hubiera sido de las legiones traidoras si no sucumbían al caos eran muy valiosos, y le servirían para crear un estimado de que semillas genéticas podían ser usadas, y cuales era mejor desechar.
Finalmente, su buque insignia llego la frontera, planetas fortificados, cientos de estaciones orbitales listas, ejércitos enteros listos para dar su vida por el emperador, una defensa impresionante, sí, talvez, pero su falta de toda sustancia, era preocupante.
Incluso él, quien no se consideraba un gran estratega pudo ver las fallas catastróficas en la organización. Estas defensas eran mantenidas casi exclusivamente por la fe de sus tropas, más que por algún genio táctico.
Con el correcto implemento de fuerza en el lugar adecuado, incluso él podría hacer que el mapa de poderes galáctico tuviese que ser redibujado. Y aun sabiendo eso Belisarius Claw no podía negar la impresionante entrega y dedicación de sus defensores a una causa perdida.
La nave paro en un puerto estelar, y comenzó el reabastecimiento requerido. Fue lento, muy lento para el gusto del archimago, pero afortunadamente el esfuerzo de los servidores que se encargaban del transporte de recursos fue constante, por lo que el cronograma que había sido programado cuando salieron de Terra seguía siendo posible. En teoría.
Contrario al imperio, el reino de Ultramar demostró ser todo lo que el sueño del emperador podía desear, un reino prospero, no condenado por la fe ciega y sin propósito, no solo eso. Este reino de Ultramar demostró ser incluso mas productivo que aquel que él conocía. Ya que, al alejarse del mandato imperial, los tecnosacerdotes que vivían y trabajaban en Ultramar habían seguido creando, descubriendo y creando maravillas tecnológicas.
Este descubrimiento fue algo impactante, talvez debía comenzar a considerar que el Impero de su línea de tiempo realmente no tenía salvación, y lo mejor era comenzar a amputar sus miembros, en un esfuerzo de salvar aquello que aun pudiese ser salvado.
Nuevamente Belisarius Claw archivo la información y conclusiones, serian examinadas con mas cuidado y calma cuando llegase el momento adecuado, por ahora lo mejor era prepararse. Ya habían llegado a Macragge
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Lo primero que Guilliman sintió al llegar a Macragge fue desconcierto ¿Por qué los códigos usados por los Custodes seguían activos en un reino que supuestamente había abandonado la luz del emperador? Guilliman comenzaba a ver un patrón y no le gustaba para nada.
La llegada de Guilliman a su mundo natal fue tratado con el mayor nivel de discreción posible, si bien varios de los presentes querían creer que su primarca había logrado escapar de las garras de un imperio corrupto y decadente, no eran pocos los que sugerían cautela con este primer encuentro.
Uno podía disculparse después por ser muy cauteloso, pero no por cometer un error que lleve a la destrucción de un mundo.
El primarca fue encerrado en una cámara especial, mientras cientos de bibliotecarios y apotecarios se dedicaban en cuerpo y alma, a buscar cualquier posible falla en la pureza de su primmarca.
Guilliman no pareció estar en contra de una examinación o en la desconfianza, en su lugar les regalo una sonrisa cansada antes de someterse a los exámenes.
Los días pasaron, mientras cientos de pruebas eran realizadas, los apotecarios fueron los primeros en dar su visto bueno, la semilla genética que todos los Ultamarines compartían era 100% compatible con las muestras que ellos extrajeron a su primarca.
Los bibliotecarios por su parte mostraron su cautela, era obvio que Guilliman había sido tocado por los poderes ruinosos, por lo que cada bibliotecario se esforzó por determinar el grado de su corrupción.
Los capellanes se esforzaron también por encontrar una solución, una salvación, si había un alma que justificaba el sacrificio, sin duda esa era la de su primarca.
Fueron días horribles para los ultramarines que sabían de la llegada de su primarca, esperando por horas el resultado de pruebas que realmente no estaban seguros de poder aceptar.
Finalmente, los bibliotecarios y los capellanes lograron llegar a un veredicto que su primarca fue tocado, pero su alma no fue manchada por los poderes del caos. No era un resultado agradable, pero era algo con lo que todos podían vivir.
Lamentablemente esta buena noticia no pudo ser comunicada a todos en el reino de Ultramar. Ah pedido personal de su primarca, su llegada seria un secreto, al menos por ahora.
Nadie sabe con que palabras el primarca convenció a sus hijos de guardar el secreto, pero el propio Marneus Calgar juro mantener el secreto el tiempo que fuese necesario.
Ya había pasado poco mas de un mes para cuando Guilliman y Belisarius Claw pudieron volver a reunirse. Tal y como estaba previsto el archimagos partiría de inmediato para asegurar la puerta por la que habían venido, y un contingente de ultramarines lo resguardaría.
Guilliman por su parte uso su prodigiosamente para atender los asuntos internos del reino de Ultramar. Mas que nada para guardar las apariencias, no quería que sus hijos sospechasen nada.
Oculto de la vista, y a la espera de que el archimago preparase la puerta, Guilliman comenzó a considerar nuevamente las posibilidades que se le presentaban.
Por un lado, podía regresar a su línea de tiempo y olvidarse de esta, pero eso era un desperdicio demasiado grande, tener los recursos de casi un millar de mundos podía ser lo que él necesitaba para estabilizar el imperio de su padre.
Luego estaba la opción de gestionar ambos reinos de Ultramar, esta opción era una pesadilla logística en sí misma, y Guilliman sabía que sería una locura el solo considerarla, pero, tenia sus beneficios, el principal, en esta línea de tiempo el culto Mechanicus no tenia atado de brazos y piernas a Ultramar, por lo que la creación de nueva tecnología no estaba prohibida, la innovación seguía siendo posible. Un ejemplo de eso era la armadura MARK XIII, que cada marine espacial de su línea de sangre portaba, una armadura, que estaba a años de las que sus fuerzas portaban en su línea de tiempo original.
La tercera opción era inviable, Belisarius Claw no parecía muy dispuesto a ayudar a construir la cronosfera, así que esta opción estaba descargada, al menos por ahora. Aun así, el primarca estaba convencido de que con el tiempo lograría que el archimgo le ayudase con esto.
Decisiones, decisiones, de momento no podía hacer nada, le tocaba esperar, al menos hasta poder regresar a su línea de tiempo, ya después de eso, tomaría una decisión. De momento seguiría administrando su reino, solo para perder el tiempo.
Lejos de la vista pública, oculto en la más alta de las torres, en una habitación secreta a la que solo unos pocos elegidos tenían acceso, Guilliman aprendió el valor del secreto.
Usando su mente prodigiosa, comenzó a rastrear aquellos elementos que no le eran del todo leales, mientras una fuerza muy selecta de Ultramarines ejecutaban su voluntad.
Lentamente comenzó a cortar las cabezas de las serpientes que se habían infiltrado en su planeta natal. Por supuesto que esto solo era una medida temporal, la legión Alpha no usaba el símbolo de una hidra por que les pareciese bonito. Por cada miembro que el lograba identificar, dos se perdían en las sobras.
Fue allí donde los códigos que los Custodes usaban resultaron útiles. Resulta que la legión Alpha los usaba para moverse en secreto, y como nadie conocía de los códigos secretos, nadie los había desactivado. El personalmente tuvo que realizar una actualización de los códigos de todo Macragge, todo para borrar esa falla en el sistema.
Pero todo el trabajo valió la pena, cuando estos antiguos códigos se volvieron inválidos en el planeta. Cientos de legionarios terminaron completamente aislados y totalmente incomunicados, ya después de eso, solo fue cuestión de cazarlos, uno por uno.
La limpieza de su planeta natal tardo dos meses mas o menos, pero valió la pena. Sin sus informantes, su hermano Alpharius había perdido cualquier forma de rastrearlo, el menos en este mundo. Y a su vez, el había aprendido algo nuevo, algo que sin duda pondría en práctica apenas lograse regresar a su hogar.
Belisarius Claw había logrado un gran avance en su estudio de la puerta, resulta que esta era desarmable, por lo que dedico su tiempo a desarmar las partes, para luego transportarlas a Macragge donde la puerta seria reensamblada en una ubicación secreta especialmente construida para la ocasión.
La tarea no parecía haber sido muy difícil, ya que a los tres meses de llegar a Macragge, la puerta estaba lista para su primer viaje de prueba.
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Guilliman estaba afinando los últimos detalles para su nueva actualización de Codex cuando su segundo hermano entro en la habitación.
- La puerta funciona, te llevara de regreso a tu hogar.
- ¿Por qué me mandaste a este lugar…hermano?
- Tienes que saber la verdad, alguien tiene que saberla. Y tú caíste en el lugar incorrecto en la fecha incorrecta
Guilliman gruño molesto, mientras su hermano parecía reír con la inocencia de un niño.
- ¿Podré regresar a este lugar?
- Eso tendrás que decidirlo tu. Esta no es tu línea de tiempo.
- Pero puedo usarla para salvar mi línea de tiempo.
- Talvez, pero necesitaras mas que solo una puerta, si piensas salvar el imperio de nuestro padre.
- No lucho por nuestro padre, lucho por la humanidad.
El segundo primarca rio, de entre todos los primarcas Guilliman siempre fue (y seguía siendo) sin dudas el más humano, mientras todos los hijos del emperador se empeñaban en ser poderosos, en diferenciarse de la humanidad que consideraban inferior. Guilliman era feliz de estar entre esos humanos, él nunca los considero inferiores.
- De momento lo mejor es que te vayas rápido hermano, ya a pasado casi un año desde que viniste, la situación esta a punto de descontrolarse, de ese lado de la puerta.
- Comprendo. ¿volveré a verte hermano?
Por un instante el segundo no supo como responder. ¿Había una respuesta correcta? No, seguramente no. Aun así, él se esforzaría.
- Estoy atado a la puerta, al igual que el onceavo, mientras tengas a la puerta cerca podrás encontrarte con alguno de nosotros.
- ¿Cómo es que tu terminaste en...este estado?
- Eso no importa, ahora que sabes algo de la verdad, puedes avanzar, regresa a tu línea de tiempo, evita el desastre que esta por ocurrir, y cuando llegue el momento te revelare mas secretos.
Por fin un nuevo capítulo, espero que me perdonen por tardarme tanto, la verdad es que no tengo escusa, e tratado de realizar el capítulo, pero simplemente no e podido escribir.
Espero que eso mejore, a, por cierto, contrate a un artista para que realice algunas imágenes exclusivas para este fic, apenas esten listas las voy a compartir. Espero estas sean de su agrado.
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