Hasta nueva orden suya, Blancanieves había suspendido todo lo relacionado con el Consejo Escolar porque se negaba rotundamente a convocar más reuniones con un director sustituto como era Giles Grimm: un rebel, republicano y ateo, lo peor que se podía ser del mundo. Pero la mujer más bella de todas no juzgaba a nadie, sin embargo, no iba a consentir que se inmiscuyera en algo que era suyo: ningún rebel iba a estar en su Consejo Escolar. Al instante de llegar a su bandeja de entrada, el correo de esa solicitud aceptada del Sombrerero Loco, pidió que viniera el Rolls-Royce a la puerta del palacio. Giles tenía suerte de que Ever After High se construyera en el siglo XVIII en el reino de Bella Beauty porque con una reina que permite a su hija criarse y rodearse de gente pobre, no se puede esperar mucho. Oh, si fuera en su reino, habría tenido aún más controlado a Milton y jamás se hubiera ido así sin más.

Cuando llegó a EAH, no espero ni dos segundos a que la gorda y fea de secretaria se levantara a decirle algo sobre el director. Abrió la puerta directa y como esperaba ahí estaba Giles con una sonrisa asquerosa en su rostro.

"¿Blancanieves, quieres tomar algo? Tenemos que brindar por el último miembro del Consejo Escolar" Le ofreció, tan feliz y sonriente.

No sabía que le daba más repulsión, si aquella sonrisa triunfadora mirándola o esa solicitud ilegítima hacía unas horas, pero ni siquiera podía forzar una pequeña sonrisa para él. Estaba muy enfadada. "Mejor vete a alcoholizarte con él a su cafetería de mala muerte porque no voy a permitir que entre a mi Consejo Escolar nunca, ningún rebel"

Se rio de sus palabras y de ella, faltándola tanto al respeto, sintió. "Pensabas que mi hermano viviría para siempre en tu reinado de tiranía sin abrir los ojos, pero lamento decirte que eso se acabó. Fue Milton quien me dijo que rellenara la solicitud del Sombrero Loco y la aceptara, junto a cualquier padre rebel que quiera entrar también"

Blancanieves ya no estaba enfadada, había pasado a un grado más, tenía ira. Su ritmo cardíaco había aumentado rápidamente, junto con su presión arterial, estaba muy tensa y sabía que se estaría enrojeciendo y parecería como un tomate por su pálida piel. Y eso estaría haciendo disfrutar mucho a Giles, no obstante, apenas estaba pensado en la satisfacción que le estaría produciendo, porque se controlaba de no comenzar a tirar y romper todo este despacho desde ese feo jarrón con rosas que tenía en la mesa a su esfera del mundo que era un minibar.

El Milton que conocía no podía haber hecho eso, no debía haber hecho eso, no tenía que haberle hecho eso a ella. Lo iba a pagar muy caro porque estaba ahí gracias a ella, que forzó al anterior director a ponerle de subdirector, y meses más tarde a marcharse lejos a base de trapos sucios que encontraron su servicio secreto. Sin ella, cómo un tonto profesor como él con una licenciatura de mierda de educación habría ascendido tan alto, tan rápido en tres años dando clase aquí.

"He hecho tantas donaciones a EAH, tanto tiempo he dedicado a que esta escuela no pierda su supremacía, aunque tenga tanta chusma, y mi siguiente objetivo va a ser no consentir que la conviertas tú en una república bananera"

"Mira en algo tienes razón, a pesar de la chusma pija, clasista y prejuiciosa que hay por los pasillos, sigue siendo una de las mejores escuelas" A partir de ahora, Milton y él se habían propuesto ser tolerancia cero a la desigualdad por origen diverso.

Llamarla chusma a ella y al grupo que mantenía con su dinero EAH fue lo que agotó su autocontrol e hizo que estampara contra el suelo ese feo jarrón, cayendo todas las rosas al frío suelo y se formara un gran charco de agua. Aquello fue lo primero y lo último que escucho y dejó que rompiera Baba Yaga antes de abrir el despacho del director.

"Eso no son formas su majestad, presidenta del CE y madre de una alumna. Le ruego que se marche inmediatamente, por favor. Esta conversación está terminada ya" Habló alto y claro la bruja mayor.

Blancanieves retomó su autocontrol y freno su ataque de ira, pensando sus últimas palabras antes de marcharse. Ella había metido a Milton como director porque quería a alguien manipulable, pero acababa de convertirse en inservible para ella, así que no le quería más como director aquí. "Que te quede bien claro esto Giles: voy a encontrar cualquier manera, forma o vacío legal que haya y te echaré en menos que se convierte un sapo en príncipe después del beso. Y tu hermano ni que se moleste en volver, porque ni le dará tiempo a pisar otra vez EAH como director"

Pronunció con satisfacción en cada palabra, antes de marcharse dejando atrás a un Giles divertido y a una Baba Yaga reconstruyendo el jarrón con magia y colocando las flores dentro.

Salió del despacho tan quemada, tan ofendida y enfadada que mientras reflexionaba únicamente en la manera que más disfrutaría expulsando a Giles Grimm de EAH, Blancanieves se chocó con una estudiante por un pasillo que conducía hacia la salida. Fue su culpa, pero una reina como ella estaba siempre exenta de culpas.

"Eres una patosa, mira por dónde vas" Pronunció desagradablemente la reina mientras la chica recogía sus libros.

Acababa de terminar los ejercicios que le había mandado Baba Yaga para mañana, llevaba toda la tarde en la biblioteca con esos ejercicios prácticos complejos. Y mientras intentaba no volver a pensar en que cómo no perder su amistad con Milo, puede ser que no estuviese mirando al frente. Pero ella iba por el lado derecho correcto, su culpa no había sido exactamente, sino de la otra persona, aquel choque entre ambas.

"Bueno, en verdad tú eres la que te has chocado conmigo... ¿Mamá?" Apple estaba agachada recogiendo sus cosas antes de mirar al frente y descubrir quién se había chocado con ella. Su cuerpo se tensó inmediatamente, no le gustaban las visitas de ella y menos sorpresa.

"Mira que bien, resulta que la patosa es mi propia hija. ¡Rápido! Recoge eso que has tirado por tu culpa" La rubia pensaba si sabría que lo haría más rápido si se agachara a ayudarla, pero nunca lo dijo, como siempre prefirió callarse. "¿Y qué estás haciendo tan tarde por los pasillos sola?"

"Venía de la biblioteca, llevo toda la tarde haciendo deberes" Sabía que lo único que alegraba a su madre de ella eran sus notas.

"Oh, muy bien, una buena noticia en este mar de desastres" Hasta consiguió sacarla una pequeña sonrisa, hasta que decidió coger una hoja borrador que se había salido de su cuadernillo y observo que todo eran fórmulas matemáticas y enunciados de economía.

Su rostro serio se volvió aún más serio, ni siquiera quiso mirar la hoja mucho más. Apple supo que, de nuevo, otra vez, estaba entre enfadada y decepcionada con ella, pero la nueva Apple había entendido que no todos querían intentar ser felices en esta vida, porque que le gustara la economía no perjudicaba en nada a su madre.

"No me digas que te has pasado en la biblioteca toda la tarde para hacer economía. Señor, es tan difícil tener una hija que te haga caso" Suplicó en alto.

La rubia prefirió guardarse sus pensamientos y no añadir nada a ese comentario tan poco cierto. Recordó que tenían un asunto pendiente de hacía unos días atrás.

"Mamá, sobre lo que mi supuesta boda a futuro con Daring, ¿ya lo has hablado con sus padres? Se lo he dicho esta mañana a él, lo mismo que te dije hace dos días: ya no le quiero y somos incompatibles de todas las maneras posibles" Iba muy en serio que su relación estaba rota y no iba a poder arreglarse.

"Apple, este no es el momento, hay problemas mucho mayores que la fase que estás pasando. A veces uno se estresa con tu edad, con eso de hasta que la muerte nos separe. Ya lo asimilarás"

¡De nuevo estaba llamando fase a lo que la ocurría! ¡No era una fase o algo relacionado con su edad! Ya no le quería más y eso no iba a cambiar, además, había otra persona en su corazón actualmente. "No mamá, mi relación amorosa con Daring ya es inexistente y también se lo he dicho a él, así que te pido que hables con sus padres porque no va a ver una boda a futuro entre nosotros"

Blancanieves nunca esperó esa negación por parte de su hija, esta no era la princesa correcta que había criado para que siguiera sus órdenes, no que le diera órdenes a ella. Y el tema del matrimonio real ya estaba más que hablado y cerrado hacía muchos años. Frunció los labios y cruzo los brazos molesta por tanta osadía hacia ella, su madre.

"Querida un matrimonio real arreglado, lo sorprendente será que no le termines odiando como yo a tu padre"

Y terminó así la conversación con su hija, y su nefasta visita a EAH, dejando a una Apple llena de incertidumbre sobre si llegaría a cancelar todos esos planes a futuro con la familia Charming y luego llorosa y dolida en medio del pasillo con esas palabras hacia su padre.

Milton se quedó sin palabras, perplejo, observando la escena desde detrás de Baba Yaga, escuchando y viendo a la mujer que más había creído querer en toda su vida comportarse tan manipuladoramente, cínica y sarcásticamente por sus ansias de tener todo el poder bajo su control. ¿Siempre había sido así, cómo todos a su alrededor la habían descrito?¿Pero nunca los había creído o lo había visto? Reflexionaba, tal vez si lo había visto en alguna ocasión, pero lo justificaba siempre. ¿Qué había cambiado de repente? Se preguntaba, no entendiendo, por qué jamás había visto esa forma de ser mala y retorcida hasta el día de hoy. Cuando se marcho, la siguió hacia la salida, quería encontrar la explicación a verla, con nuevos ojos y cuando desde la distancia observo que se chocó con Apple, todo encajo internamente. Allí estaban dos personas para Milton: el gran amor de su adolescencia, que era una mujer fría y calculadora, y a su lado, quien aceleraba sus latidos y estaba metida en su cabeza a todas horas.

No debió estar presente en la conversación madre e hija, era privada y no aguantaba cada palabra fría y sin empatía de Blancanieves. Se dio la vuelta, con intención de volver al despacho con Baba Yaga y su hermano, cuando escucho el sonido de unos libros cayéndose y el lloró de alguien.

"Te los recojo yo, no te preocupes" Le dijo cuando se acercó a ella, y se agachó a coger todos sus apuntes y su cuaderno.

Apple se sorprendió de su repentina aparición, ahora se sentía avergonzada por estar llorando y permitiéndole que recogiera sus cosas del suelo como si ella no pudiera. "Gracias, lo siento soy una patosa"

"Oye, no digas eso, yo jamás querría invitar a una patosa a tomar un café ahora mismo" Reprendió Milton, intentando añadir humor a la situación, ofreciéndola un café después de este mal momento, aunque dudando si le rechazaría porque le había dicho que necesitaba tiempo entre ellos.

La royal supo por qué pidió ese tiempo entre ellos esta mañana, le gustaba Milo y si seguía pasando más tiempo con él le gustaría aún más. La noche de ayer estuvo repitiéndose una y otra vez, que tenía que guardar distancias para no enamorarse, pero acababa de mirarla a los ojos y se olvidó de todo menos de aceptar ese café.

Se sentaron en unas butacas que había al girar la esquina del pasillo, al lado de un despacho que no se utilizaba. Habían pasado un día separados el uno del otro, pero al segundo de sentarse, sintieron la conexión que había entre ambos, lo fácil que era conversar y ser escuchado por la otra persona.

"Yo no tengo una madre, siempre es una reina, pero no pasa nada, lo estoy asimilando desde hace un tiempo. En verdad todos mis recuerdos de la infancia son con mis nannies. Y ya no me afectan tanto sus comentarios críticos despectivos hacia mi ropa, comportamiento, gustos... Pero el recuerdo de mi padre, qué hable así de él, me pone a llorar porque era tan buena persona de lo que nunca podrá ni interpretar ella"

"¿Qué le paso a tu padre? Si no es indiscreción" Milton quería saber más de ella, pero solo si ella quería que supiera más.

"Fue un accidente náutico, le gustaba mucho navegar y participar en competiciones, y en una de ellas su embarcación volcó con una ola inesperada. Falleció en el acto, me consuela saber que no por ahogamiento que eso es más lento. Tenía seis años cuando ocurrió aquella tragedia, muy pequeña para entender todo lo que le había pasado a mi padre, pero con suficiente memoria para recordarle siempre todas las tardes sonriendo al jugar conmigo" Hasta los seis años eran sus recuerdos de ver a alguien por las tardes, diferente a las nannies.

Milton la miró admirado e impresionado, escuchando cada una de sus duras palabras de soledad en su familia sin derrumbarse ni una vez, era una chica tan fuerte de diecisiete años.

"Mi madre también falleció, en un accidente automovilístico. Mis padres eran divorciados y cuando ocurrió aquello, estaba con mi padre que nos lo contó a mi hermano y a mí. Me sentí completamente desorientado, en shock, preguntándome ¿por qué yo? ¿Por qué? ¿Qué he hecho? ¿Por qué? ¿Por qué nos ha pasado esto?" A diferencia de ella, a Milton le costaba y dolía mucho hablarlo. Sin embargo, quería compartir esto con la princesa rubia.

La royal tomo su mano para darle ánimos. "Oh Milo, lo siento. Entiendo todo lo que tienes en el corazón, una mamá increíble como ella no se lo merecía, al igual que unos hijos tan buenos como vosotros"

"No, no se lo merecía ella" Hablo con la voz temblando, de repente estaba comenzando a llorar.

En ese instante Milton se encontró en un momento en que se rompió su muro de fortaleza y la grieta que había en el dejo salir lágrimas que no quería que presenciara ni Giles. Aunque Apple cada lágrima, sollozo y temblor de su labio lo miro con ternura sintiendo que le había dejado ver un chico sintiéndose indefenso como un niño pequeño. Le abrazo con mucho cariño, agradeciéndole que confiara en ella para dejar salir su lado vulnerable, creando así otro momento íntimo y seguro entre ambos. Se quedaron juntos en aquel desierto pasillo, Milton pensando en un principio que podría consolar a la royal, cuando fue al revés que ella le ayudó a él. Se olvidó por completo de que había salido del aula de castigados para buscar soluciones a su vuelta a su edad correspondiente.

Cuando llego la hora de cenar, la acompaño hasta su habitación y cuando llegaron para Raven Queen no pasó inadvertido aquel gesto junto al sonrojo que tenía la princesa rubia. Y no pudo evitar hacer sus suposiciones de romance entre ellos, que aumentaron la mañana siguiente cuando Milo al segundo de que llegará a desayunar, preguntará por la royal.

"Hola Raven, ¿le pasa algo a Apple? Ella siempre viene al desayuno puntual y llevamos quince minutos ya, es muy raro" Milton intento no reflexionar que acababa de anunciar a todos sus amigos lo mucho que se fijaba en los horarios y acciones cotidianas de ella.

"Qué observador eres, si cogió frío esta noche y esta mala, Tenía una temperatura alta cuando le he tocado la frente que he dicho, vamos a la enfermería ahora mismo. Y le han dicho que descanso y cama después de darla unos sobres para bajar su alta temperatura. Lo que me ha costado que hiciera caso porque ella quería venir a toda costa"

"Si tiene fiebre no va a ir a hacer un examen" Habló de acuerdo con la rebel, tenía que estar descansando.

"Pues se ha enfadado conmigo por obligarla a ir a la enfermería, sabía que no la iban a dejar ir al examen, pero sabe que Rumpelstiltskin no se lo iba a repetir tampoco. Pero mira, es mejor hilar paja en oro que la muerte, creo yo" No tenía justificación que aquel profesor no repitiera el examen por causas médicas, pero no podía ir mala a hacer un examen, no la iba a dejar Raven.

"¿Cómo qué Rumpelstiltskin no se lo va a repetir? ¡Si está enferma! Ahora mismo se lo voy a decir al director y el enano ese se va a enterar. Apple no va a hilar ni una sola paja en oro para él por estar mala y no poder ir a su examen" Milton dijo exaltado delante de todos, antes de marcharse.

Raven miró a Maddie con una pequeña sonrisa en aprobación a que se mordiera ligeramente el labio, intentando no soltar delante de todos lo que ellas dos opinaban: esos dos se gustaban. No obstante, el grupo de amigos no eran tan despistados, las teorías no tardaron en saltar en la mesa del desayuno durante el rato que quedó antes de que sonara la campana. Pero fue una única persona quien dijo lo que a casi todos de ahí les rondaba en la mente.

"Milo y Apple White están juntos, o si no al tiempo. Las royals no sé, tienen como algo especial, Ashlynn desde luego lo tiene "Anuncio su presagio Hunter.

"Puede ser, pero a mí me van más las rebels, lo siento" Respondió Dexter mirando sin disimulo a Raven, estaba en confianza con sus amigos, y ya no se ponía tímido.

Fue la rebel quien se puso tímida en ese momento cuando lo dijo delante de todos, entendiendo la frase de que el amor volvía tímido al valiente y valiente al tímido. Porque se estaba sonrojando mucho mientras el príncipe castaño solo sonreía como un precioso bobo.

Esa misma tarde, nada más terminar de comer, Milton se escabulló de ir al aula de castigados para comprar unas cosas antes de hacer una visita especial. Él estaba dispuesto a cumplir sus cinco días de castigo porque sentía que se los merecía, por algún daño que le habría hecho a Mirana. No obstante, hoy no podía porque quería ir a ver a Apple a su dormitorio, su intuición esta mañana le decía que algo le pasaba y ya cuando lo confirmo Raven, solo quería ir a estar a su lado mientras estaba enferma. Así que llamó al dormitorio compartido de la royal y la rebel, y esta última fue quien le abrió algo sorprendida y luego muy sonriente, ella sabía también que se había saltado su castigo por venir aquí.

"Apple, yo me voy a ir a ver a Mad que tenemos cosas de qué cotillear" Habló divertida la hija de la reina Malvada, sonriendo mucho a Milton mientras le miraba y dejaba pasar.

"¡Qué! ¿Me vas a dejar sola? Qué estoy muy malita, no te vayas" Le suplicó desde su cama.

"Ratoncito, no seas tan dramas. Además, ha venido alguien a hacerte una visita, no te dejo sola" Informó Raven dejándole pasar y entrando donde la princesa rubia ya los podía ver.

Apple estaba preguntando quién había venido a hacerla una visita y cuando vio a Milo enfrente de su cama con regalos, además, y no termino la pregunta debido a que se puso más colorada aún. Este rápidamente fue a tomarla la temperatura pensando que le acababa de subir la fiebre en ese instante y Raven no podía estar divirtiéndose más con la situación que tenía delante.

"Bueno, creo que te gusta más esta nueva compañía que la mía, así que me voy con Maddie" Habló la rebel, haciendo que Apple se sonrojara aún más porque sabía que hablarían de ella y le lanzó uno de sus múltiplex cojines a la cara.

Raven solo se río porque encima falló, eso debió ser la enfermedad, y su risa confirmo lo que la princesa rubia suponía: iban a hablar de ellos dos. Qué vergüenza opinó para sus adentros mientras veía marcharse a la rebel y se centró en Milo posteriormente.

"Todo esto que traes, ¿es para mí?" Preguntó Apple curiosa cuando observó todas las cosas nuevas, esparcidas que Milo había dejado sobre su cama, para tocarla la frente con su mano y saber si le había subido la fiebre.

Se había pasado un poco comprando pequeños detalles. "Sí. Son unas cosas tontas para que te ayuden a recuperarte lo antes posible"

Era tan dulce todo creyó Apple: el osito de peluche con el mensaje en su camiseta de qué se recuperará pronto, una taza diciendo que era la enfermita más bonita, unos bombones y un pequeño libro de economía.

"No hacía falta que me trajeras nada, si yo con escuchar a Harry Styles en One Directions ya me recupero poco a poco" Agradeció tanto todo esto.

Milton estaba tan feliz por comprarla todo esto y por hacerla sonreír. La gente enferma necesita a su lado a alguien que la cuide mientras se recupera de su enfermedad, eso siempre decía su madre. "Todo lo que haga falta para que te mejores, ahora mismo yo te pongo a ese Henry Stuart de no sé qué Directions"

Una enorme risa salió de sus labios, al escuchar pronunciar el nombre del integrante de su banda favorita de esa manera. Parecía que no había vivido en el 2014. Pensó divertida mientras le dejaba tumbarse a su lado en la cama y le veía escribir ese nombre que se había inventado en YouTube. "Busca el álbum de ellos Take Me Home"

Milton no había escuchado nada de ellos, pero sonrió haciéndola caso y pulsando sobre el primer video que salía. Y mientras lo miraban atentos, después de que abriera sus bombones y le ofreciera uno, que rechazo porque eran todos para ella, pensó que los videoclips eran interesantes. La música, coreografía y letra estaban bastante bien, le recordaban a otro grupo de chicos de sus años.

"Son como los Backstreet Boys ¿no?"

"Sí. Son mi banda favorita, aunque se han separado, siempre seguirán en mi corazón todos sus integrantes y su música" Ella fue de esas fans que lloró a mares cuando anunciaron su separación.

"¿Y quién es el Henry, ese qué te gusta?" No quería admitir que le daría envidia si era muy guapo y le gustaba a ella.

Apple aquella tarde se rio como una niña pequeña cada vez que enseño a Milo los nombres de los cinco integrantes del grupo y le costaba aprendérselos. Lo llamaba por nombres muy divertidos, descubrió que se le daban algo mal los nuevos nombres. Pero fue el primer chico que se interesó por su banda de música favorita y estaba dispuesto a aprenderse quienes eran los integrantes, las historias que había en el grupo y polémicas y hasta las teorías que creaban los fans. Ella sabía todo eso y había despertado a la Apple Directioner que no paraba de hablar de ellos, pero a él no pareció importarle.

A Milton le encantó verla tan apasionada hablando de ellos y se esforzó mucho para recordar los cinco nombres y para en un futuro acordarse de la mayoría de las cosas que le había contado aquella tarde.

"Una última vez, los integrantes de One Directions se llaman: Harry Styles, Liam Payne, Zayn Malik, Niall Horan y Louis Tomlinson" Dijo despacio y pensativo sin desconcentrarse en ningún momento.

"¡Sí!" Respondió sonriente la princesa rubia aplaudiéndole, se los había aprendido por fin.

Para Apple, aquella tarde enferma, sin haber podido ir a hacer un examen de química, fue una de las mejores tardes de su vida estando con el chico que le gustaba y quien le trajo regalitos para que se recuperara y quiso saber todo lo que la apasionaba de esa boy band. Se había enamorado más, cuando debía de haber mantenido distancia, porque para él solo había amistad donde ella veía amor. Había roto bastante sus sentimientos no correspondiéndola al beso, pero aun así quería decirle esta vez verbalmente lo que sentía, tenía que sacarlo todo antes de empezar un nuevo capítulo.

"Milo me gustas, pero no pasa nada si no es mutuo, solamente quería decírtelo porque eres una persona increíble para mí" Fue sincera y no esperaba que la mirara y le dijera que sentía lo mismo, lo deseaba, pero si no lo sentía él también, aceptaba pasar página.

Milton miró esos bellos ojos azules y sus dulces labios, recordando por cuatrocienta vez sería hoy, el beso que compartieron. No merecía gustarle, ¿Cómo se había podido fijar en él? No la merecía tan perfecta, divertida, dulce, empatica con todos a su alrededor, dedicada a su honor, su país y su deber... Ayer conoció la otra vida secreta de Apple White, una solitaria princesa desde los seis añitos con una reina de hierro como su madre. Dios, ella se merecía a un maldito príncipe azul a su lado.

"Apple, tú mereces tanto un príncipe azul que yo nunca seré, no puedo serlo" Dolió decirlo en alto, él siempre sería un director de clase obrera mientras ella era todo un "wow" en cualquiera de los sentidos.

Entonces la princesa rubia sonrió ligeramente, sabiendo que era Milo quién quería para ella. "Estoy cansada del príncipe azul que me ha fallado demasiadas veces, lo que necesito es a quien tiene una debilidad hacia mí que sería capaz de destruir a medio mundo y a quien fuera, solo por tenerme a su lado. ¿Ese podrías ser tú? Porque me gustaría que fueras tú"

Le miró con esos iris intensos azules, suplicándole en silencio que ese sí pudiera ser él y Milton dejo de recordar todos los motivos por lo que no podían estar juntos. Sin razonarlo ni dos segundos, impulsivo se levantó, cogió las primeras sábanas o mantas que vio y tapo rápidamente los enormes espejos de pie que tenían en la habitación.

"¿Por qué tapas los-?" No pudo terminar la frase ante el beso tan sorpresivo y dulce de Milo.


Ay, podría haber actualizado más rápido el cap. del mes porque me inspiro mucho este. Espero que os haya gustado, pensaré en actualizar antes de diciembre, pero tengo algunas cosillas de la uni.