Fic
Historias de Albert y Candy
Presenta
La Heredera del Clan
Por Mayra Exitosa
Portada imagen de Lorena Montalván
Equipo participante en Octo Bert 2023
La partida del viejo jefe del clan fue motivo suficiente para que William tomara las riendas que su abuelo ya había preparado para él desde que su padre había muerto luego del atentado que sufrieron en aquel fatídico invierno. William era muy pequeño y su abuelo se hizo cargo de todo con el mayor dolor de su alma, había perdido a su único hijo, las demás eran mujeres y estaban casadas con otros clanes, el único que había quedado era su nieto, como se esperaba en el paso de los años, cuando más renuente veían a su nieto querer tomar el cargo del jefe del clan, sus yernos comenzaron a enviar a sus hijos al clan Andrew, quizás pensando que no sería capaz de llevar las riendas que por herencia le correspondían, más eso fue muy equivocado, el joven era estudioso, valiente y ágil, capaz de ser mejor que todos sus primos, incluso que otros miembros del clan que pudieran haber competido por el lugar que le correspondía. Una conversación entre el abuelo y su nieto hacía que el hombre que no podía llorar recordara a su viejo.
- Temo dejarte solo, quería que te casaras que me dieras bisnietos y que multiplicaras el clan, pero sabes, hijo mío, no quiero que te cases por unir el clan, ni que te obligues a ser el jefe y cargar con todo lo que por años acepte, nada de esto pagara ni me devolverá el tiempo que perdí luchando, en vez de estar en los brazos de tu abuela, o mejor aun de darle más hermanos y no solo hembras. Al final me quede solo, ella murió cuando yo estaba peleando en la frontera contra esos ingleses. Luego cuando mi hijo fue traído aquí, con esas heridas quise morir, y lo hubiera hecho, pero verte a ti y sin tu madre, no me deje vencer, quiero lo mejor para ti, deje todas las tierras a tu nombre, nadie podrá quitarte nada, quieras o no ser el jefe del clan, las tierras y todo lo que le pertenece a los Andrew, es tuyo hijo, al final tu te quedaste solo conmigo y nadie más podrá compensarte el haberte dejado huérfano, si no hubiera ido William a luchar por esta guerra sin fin entre ese país y el nuestro, juro que ahora estaría aquí, disfrutado y colmándose de orgullo por tener el mejor hijo del mundo, porque eso eres William, el mejor, que nadie te diga lo contrario, escoge a la mujer que desees, dales a esos malditos que solo nos usaron de escudo una cucharada de su propia medicina y déjalos que vengan a ofrecerte a sus hijas hasta de amates, pero Elige bien, la que tu corazón quiera, esa que cuando regreses te abrace con amor y cuando te vayas, llore por tu regreso y tu no quieras irte ni dejarla sola, esa mujer hijo es la que debe estar aquí, no la hija del clan poderoso, ni del clan mas rico, tu elige libre, ya tu padre y yo pagamos demasiado.
Ver la vieja colina colada de gaitas y todos los sonidos haciendo eco en las montañas, fue suficiente para saber que él era dueño de todo y por eso estaba tras de él, lo sabían no había nada que pelear, ni muerto se podían quedar con lo que le pertenecía, ahora comprendía a su abuelo, nadie iba a mandarlo a ninguna guerra, todos querían esto para sus hijas, algo que los afianzara como lo había hecho el abuelo, enormes hectáreas de tierras y bosques, todas del clan Andrew y ellos estaban ansiosos de que sus descendientes alcanzaran algo de eso. Por lo que tendría una eterna gratitud hacia su abuelo, el primero en lograr poner todo en la sangre de sus descendientes, nadie podía quitarle nada, ni esos ingleses ni ningún otro clan.
En el castillo McKenzie, las cosas estaban bien, más la carta de sus hermanos aseguraban que el mayor era ahora parte del clan de los Murray y como no había heredero, su mujer lo pondría en el nicho alto de los Murray, mientras que en el clan de su madre, Alexander y Walter estaban con el abuelo, afianzando el clan y dejando claro que Alexander sería el próximo jefe, por lo que el único que podía volver a cubrir a los McKenzie era Walter, pero estaba escrito que su hermano lo necesitaba todavía y no podía volver.
- Candy hija, ven necesitamos hablar. - Si padre. - Mira hija esto es la dote que daré cuando te cases y estos los pergaminos de que eres una McKenzie, estarán escondidos bajo tierra, el castillo quedará rodeado de agua, no será fácil llegar hasta aquí, solo espera la primavera y podrás entrara este cubículo, para sacar las cosas, nadie podrá verlas, ni tus hermanos saben de este lugar, lo hice porque tu madre me lo pidió y por lo que veo el único que podrá venir a reclamar es Walter, pero si no vuelve, debes saber que tu si heredas todo, nadie podrá quitarte nada, solo conserva estos pergaminos, son de nuestros antepasados, oficializan la guerra que pasamos y que estas tierras no pueden ser tomadas por los ingleses, esto le pertenece única y exclusivamente a los McKenzie, si no regresa tu hermano, serás la única que responda por todo, recuerda, debes casarte y tener un hijo, porque solo con un hijo podrás reclamar esto, ¿lo comprendes? - Si, padre. Hare lo que usted me diga.
El viejo Duncan McKenzie murió y sus hijos no volvieron, la herencia quedó en la hija y así se afirmó, comenzaron a venir pretendientes de otros clanes y Candy ni los recibía, muchas veces enviaba a las hijas de sus tías en su lugar y terminaban casadas por accidente al haberse entregado en una borrachera o tener un amor impetuoso inesperado. Las mujeres mayores sabían más por viejas que las nuevas generaciones y ocultar a Candy como alguien del servicio del castillo, fue el comienzo de una aventura. - Entonces dicen que mandaran a una familia y… ¿son ingleses? - si hija, dicen que pagaran por rentar este lugar, pero sabes, creo que traen a un mocoso para quedarse con la hija de los McKenzie y todas tus primas ya fueron casadas, luego de haberse hecho pasar por ti. Hable con mi hermana de Glasgow y dice que su hija no ha sido muy agraciada, que la mandará para ver si tiene suerte y se queda con un buen partido. - ¿la harán pasar por mí? - Si, a ver si en eso regresa Walter y hasta le echa el ojo. Reía Anastasia, la cocinera, que asesoraba siempre a Candy de escaparse de problemas con los hombres que la estaban asediando, ya el clan McKenzie había casado a todas las jóvenes y una docena de ellas fue gracias a Candy, más ahora que habían de pagar una familia por vivir en el castillo, ella se haría pasar por parte del servicio y así cuidaría de todo lo que era de su familia y a su vez ganaría para reparar todo lo que estaba en mal estado desde la partida de su amado padre.
Continuará…
Gracias por leer y comentar, esperando sea de su agrado Participación para el Octo Bert 2023
Agradecida por no tomar mis escritos, ni adaptar ni utilizar por ningún medio auditivo o plataforma alternativa, en parte o completa ninguno de estos.
Un Abrazo a la Distancia
Mayra Exitosa
