Caliope07:Respondiendo a la pregunta quiero que los capítulos estén bien para la historia que estoy escribiendo me toma tiempo y espero que podáis tener paciencia mientras me viene la inspiración.

Leto corría sujetándose el abultado estómago mientras lloraba de dolor, era insoportable los continuos dolores y contracciones que nunca se irían más la gente que no la acogió por las órdenes de la reina.

Leto decidió ir a un templo de Zeus, sí el la ayudaría a ella y sus hijos.

Entró en los recintos y se plantó ante la estatua de Zeus.

—¡Zeus mi señor! ¡os suplico vuestra ayuda! ¡Hera se ha vuelto loca me ha prohibido dar a luz en cualquier lugar con tierra firme!—

Un suave viento agitó sus cabellos desenredados y una figura apareció ante ella, Zeus con un quitón azul se apareció ante ella con ojos solemnes.

Leto en cuanto lo vio fue a sus brazos quien le correspondió gustoso.

—Shshssssss tranquila mi querida Leto—

—¡Oh Zeus no puedo más este dolor es insoportable! ¡dile a Hera que acabe todo esto!—

El rey de los dioses sostuvo las mejillas de la titánide y le sonrió dulcemente.

—¿Porqué te tomas esas confianzas Leto? ¿crees que por que me acosté contigo puedes darte esos aires de grandeza? Y tampoco deberías hablar así de tu reina con ese descaro—

Leto se quedó helada.

—Yo...—no entendía nada de lo que pasaba.

Zeus se reía de forma cruel que la hizo estremecer luego retrocedió unos pasos y su cuerpo brilló y para sorpresa y horror de Leto quien estaba allí no era otra que Hera en un vestido blanco luminoso y su bastón de oro rematado en un loto brillando tan letal como su portadora.

—Hay Leto, Leto ¿como puedes ser tan ingenua? ¿de veras crees que mi marido vendría a tu llamada? Él no te ayudara sabiendo que eso provocaría más mi cólera, me temo querida que estás sola—

Leto sintió cómo las nauseas ascendían desde su estómago y su visión se volvió borrosa.

—Esto es un truco Zeus no me abandonaría—pero ella misma empezó a dudar de esas palabras.

Hera sacudió la cabeza con burla—¿De verdad creías que eras especial? ¿que se casaría contigo? No tienes ni idea de la cantidad de mujeres que han pensado lo mismo o que él les ha echo creer lo mismo, eres estúpida—

Leto furiosa encaró a Hera.

—¡Todo esto es tu culpa! ¡me lo robaste...—no pudo terminar la frase porque acabó acorralada contra la pared y el bastón debajo de su cuello sin dejarla respirar.

—No toleraré que un capricho pasajero de mi esposo como tú me hable así—siseó de forma amenazadora y con una furia y fuerza que aterraron a la titánide—Zeus no te ayudará, se mantiene al margen de esto me teme demasiado como para hacer algo, así que ha optado por salvar su pellejo sobre ti, tú no le importas nada—sonrió viendo como el corazón de Leto se rompía.

Aunque no era ninguna mentira, Zeus estaba incrédulo y furioso cuando vio lo que le hizo a Leto pero Hera estaba harta de pasar por alto sus estupideces le respondió con tal rabia y ferocidad que el rey de los dioses tenía miedo y decidió dejar a Leto a su suerte.

Un signo de que en verdad nunca amó a la titánide.

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Hera había tenido razón Leto abandonó el templo y suplicó ayuda a Zeus pero no respondió y al final lo entendió.

Zeus la había dejado de lado y estaba sola, su corazón roto se llenó de odio y resentimiento al rey de los dioses estaba sola pero saldría adelante no le daría esa satisfacción a Hera.

Para colmo la reina de los dioses había enviado a un monstruo Pitón a matarla, tuvo además que soportar los dolores del parto la persecución del monstruo.

Bagó por la tierra en busca de un lugar donde la acogiera pero fue inútil, hasta que Poseidón compadeciéndose de la situación de la titánide le indicó que fuera a Delos una isla flotante allí fue recibida por las ninfas y espíritus de la naturaleza por desgracia Hera había retenido a su hija Ilítia y tardó mucho más pero finalmente pudo dar a luz.

Primero a una niña llamada Artemisa quien para asombro de todos se puso de pie y la ayudó a dar a luz a un niño Apolo, el agotamiento, la tristeza y la ira fueron olvidados gracias a sus bebés y lloró al tenerlos en sus brazos.

Los niños crecieron rápidamente Apolo dispuesto a vengar a su madre con su arco y flechas mató al monstruo junto a la fuente de Castalia, habrían salido victoriosos de no ser por una inesperada llegada.

—¡Hera! ¿¡qué estás haciendo aquí¡?—Leto retrocedió aterrada.

Los gemelos en cuanto oyeron su nombre alzaron sus arcos hacia ella dispuestos a hacer pagar a quien hizo tanto daño a su madre pero la reina se limitó a mirarlos y las manos de los dioses más jóvenes temblaron hasta que sus armas cayeron haciendo reír a la reina.

—No dudo tus hijos serán magníficos dioses Leto pero me temo que no podrás verlo—dijo con un brillo peligroso, en su nuca las marcas negras se extendían por su espalda sin que nadie se diera cuenta.

—¿Qué quieres decir?—Artemisa no le gustaba nada donde iba todo eso.

—Verás Apolo a matado al dragón ctónico hijo de Gea y ella quiere retribución, has obtenido una gran gloria Apolo al matarlo que te seguirá hasta el fin de los tiempos pero también viene con un terrible precio—

Leto palideció dándose cuenta de las implicaciones de lo que dijo.

—¿Tú lo sabías? Que enviaras a Pitón no fue casualidad—

—Te felicito Leto por una vez lo has entendido a la primera, lo envíe para mataros pero en caso de que eso fallara al igual de si por un casual conseguías dar a luz fueras castigada igualmente por si conseguíais matar a Pitón—

Apolo maldijo, no debió matar al monstruo y ahora habían echo exactamente lo que la reina había querido Artemisa quiso matar a la reina pero sabía que no convenía o podrían meterse en más problemas.

—He pensado en como proceder en el castigo Gea quería castigar a tu hijo Apolo pero he hablado con ella y ha estado de acuerdo conmigo a partir de ahora Leto estás desterrada para siempre tanto de los mares, el Olimpo, el reino mortal y hasta del inframundo—

—¿Cómo...? pe...pero—la titánide no pudo decir más aturdida sus hijos estaban igual.

—La isla de Delos, tengo entendido que anteriormente fue tu hermana Asteria prefirió convertirse en isla antes de recibir los avances de Zeus. Siempre respeté a tu hermana a diferencia de ti respetaba mi unión con Zeus y tenía dignidad por sí misma—

Se volvió hacia Leto sonriendo.

—Nunca saldrás de esta isla, Delos a sido tu refugio para que dieras ha luz a Apolo y Artemisa pero también será tu prisión. Este sitio será el principal sitio de culto de tus hijos y tuyo oficiarás y cuidaras en lugar pero jamás saldrás de aquí y en cuanto a los gemelos nada más salir jamás podrán volver aquí—

Leto sintió como todo su mundo se vino abajo jamás volvería a ver a sus preciosos hijos y por primera vez se derrumbó con un solo pensamiento en su mente.

Soy estúpida ¿quien me llamaba estar con Zeus? Jamás debí ir contra su esposa.

Hera se dio media vuelta dejando a la titánide completamente derrotada.

—Me llevaré a tus hijos conmigo al Olimpo ahora pero tienes unos momentos para despedirte de ellos—