Holaaaaa... Atomik27 reportándose con un nuevo cap.
En serio lamento la demora. He estado ocupada con el trabajo y la tarea de reescribir un fic para wattpad. Hace unos años comencé un fic de dos partes en el Fandom de Los pingüinos de Madagascar, y los estoy reescribiendo y corrigiendo muchas escenas que completan más a cada personaje. Para quienes han leido mis fics California University y Hi NY!, el fic estará publicado a fines de este mes. Estoy contemplando la posibilidad de cambiar los nombres de los personajes, pero es más probable que se quede como está.
Si quieren ver un preview, pueden echarle un vistazo en mi blog, Claro de luna. Allí estoy publicando tips de escritura y mi top 10 de fics que he leído con un comentario personal (crítica constructiva). Actualmente, estoy haciendo el top 6, puesto que lo ocupa un fic de Gravity Falls. Si pueden pasar por mi blog y dejar un comentario, sería de mucha ayuda porque, si bien ya lo tenía desde años atrás, lo he vuelto a retomar para un proyecto de curso.
Sin más que decir, les dejo disfrutar del capítulo:
- LOS BULLIES -
Dipper escribía en la parte de atrás de uno de sus cuadernos. Estaba recreando el contenido del Diario 3, la parte que hablaba sobre los fantasmas. Eran 10 categorías, pero era claro que Kora era de la misma categoría que aquel leñador que buscó justicia en la Mansión de Northwest. ¿Qué les pasa a los fantasmas? ¿Acaso todos tienen algo en contra de esa familia?, se preguntó el castaño para luego darse cuenta que su cuestionamiento era tonto. Esa familia tenía un largo historial de artimañas en el pasado con tal de resaltar su apellido. «Pacífica, tú no eres como los otros Northwest», había dicho el fantasma leñador en aquel entonces, cuando la rubia había abierto la puerta al pueblo, yendo en contra de todo lo que sus padres le habían instruido por años.
Si Kora era un fantasma categoría 10, era mejor cumplir con lo que pedía: que Candy ganara la corona en el certamen de belleza. Sonaba absurdo, sobre todo porque él también pensaba igual que Candy: Pacífica nunca había perdido, y dudaba que pudiera perder en un concurso así. Debía de admitir que la joven heredera era muy hermosa. Su carácter y que tratara mal a su gemela eran características que sin duda habían resaltado y tapado su belleza para él, cuando tenía 12 años. Sin embargo, ahora las cosas eran diferentes. No sabía cuánto realmente había cambiado la rubia, pero desde ese día en la fiesta de la mansión, había logrado ver un poco de la verdadera Pacifica Northwest. Incluso lo había escrito en el diario.
—Champagne y rosas… —dijo Dipper en voz alta para sí mismo.
—¿Es parte de un conjuro? —preguntó Mabel, interrumpiendo sus pensamientos.
Dipper dió un pequeño salto de susto y rápidamente cerró su cuaderno, pues mientras estaba sumergido en sus pensamientos, subconscientemente había dibujado a la rubia.
—Mabel, no hagas eso.
—Siento asustarte. Pero quería avisarte que las chicas y yo iremos al auditorio para dar los últimos retoques antes de que Candy… o Kora, suban al escenario.
—Bien, entonces vamos —dijo alistando sus cosas,
—Si, pero tú te quedas.
—¿Qué?
—Dipper, eres un chico, no puedes entrar allí —le recordó.
—Bien. Estaré entre el público. Nos vemos después de la presentación. Y averigua si hay una forma de que pueda entrar.
Mabel cruza los brazos y mira a su hermano esperando una explicación.
—No me mires así —dijo él—. No es por lo que tú piensas. Solo trato de ayudarlas.
—Sí, ajam… Veré qué podemos hacer.
Las tres amigas entraron al backstage del auditorio donde se encontraban todas las chicas que iban a participar del certamen. Cada chica tenía una entrenadora o un maquillista que la ayudara a verse bien. Era evidente que todas tenían experiencia en estos eventos. El trabajo que tenían las tres iba a ser muy difícil.
Mabel olfatea hondo
—Ah, los olores de estos concursos. Perfume caro, fijador de cabello y desesperación —dijo Mabel—. Chicas, necesitamos organizarnos.
—Iré a inscribir a Candy y pedir el cronograma del concurso —dijo Grenda dijo para luego irse a la mesa de inscripción.
—¿Estás nerviosa?
—Un poco —dijo Candy—. Hay un fantasma dentro de mí, es inevitable estar nerviosa es morir o ganar.
—No te preocupes, Candy —la tranquilizó Mabel mientras la ayudaba con el vestido—. Dipper pensará en algo. Tiene buena memoria y estoy segura que aún puede recordar lo que decía el diario sobre los fantasmas.
—¿Crees que pueda vencer a Pacífica? —preguntó buscando una respuesta sincera—. No me he preparado como ella para este evento. Y es mi primera vez. Hay muchos puntos en contra.
—Ánimos, Candy. Pensaremos en algo. Además, tú eres muy hermosa y talentosa. No hay nada que no puedas hacer —sacó su maquillaje—. ¿Debería ponerte brillo en los párpados o en las pestañas? Qué más da, en ambos.
Después de poder inscribir a su amiga, Grenda se acercó al mural para ver el cronograma del concurso. Le habían entregado las reglas del evento. Era un cuadernillo de 36 páginas con las normas de cada competencia del certamen y una cuadrilla para poder calcular los puntajes. Es más complicado de lo que pensé, dijo Grenda en sus adentros.
—Ay, no. ¿Tú vas a participar? —preguntó una joven pelirroja de ojos azules que lucía un vestido de gala verde mar y unos zapatos muy altos que la hacían parecer más alta.
—¿Disculpa? —dijo Grenda.
—Hello, perdedora. Este es un certamen de belleza. ¿Por qué no te vas a uno de los salones de esta escuela, buscas el mapa y te ubicas? No perteneces aquí.
—¿Y por qué no?
—¿No es evidente? O es que estas ciega a parte de go…
—Púdrete, Dylan —dijo Pacífica metiéndose a la conversación.
Grenda se había asombrado de la intervención de la joven Northwest. Le era extraño que ella saliera en su defensa. Por lo general, era todo lo contrario.
—No te metas donde no te han llamado, Northwest —dijo la pelirroja mirando a la rubia de forma desafiante—. Estoy hablando con la desubicada —dijo refiriéndose a Grenda—. El concurso de tallas grandes fue la semana pasada, querida.
—¿El concurso de minions no fue el mes pasado, Dy? —dijo Pacífica en defensa de la joven Farulo—. ¿O te perdiste en el camino buscando el musical de Los Pitufos?
Grenda se rió. Era placentero estar del otro lado del intercambio de palabras, pero sabía que debía defenderse también ella misma.
Tiempo atrás, Grenda hubiera dejado que las palabras de Dylan le afectaran, pero había aprendido a superar cualquier cosa. Ella era una joven muy segura de su apariencia, y todo ello se lo debía en parte a Mabel por su seguridad innata y a Marius, que cada día le recordaba cuánto la amaba tal y como era.
—No tengo ningún problema con concursar. Me gusta mi apariencia —dijo Grenda muy segura de sí—. La belleza tiene diversas formas y tamaños.
Dylan, rió:
—¿Cómo quién?
—Como las pequeñas perras como tú —le contestó Pacífica.
—Cuidate, la espalda, rubita. Esa corona será mía —amenazó Dylan a Pacifica .
—¿Rubita? ¿Te acuerdas cuando eras una, falsa peliteñida? —le contestó, a lo que Dylan solo se fue molesta del lugar.
—Gracias por defenderme —dijo Grenda—, pero puedo encargarme de eso sola.
—Lo sé. Y lamento que en el pasado me haya comportado igual que Dylan.
—Descuida.
—¿También vas a concursar?
—No. Candy lo hará. Mabel le está ayudando a alistarse para salir al escenario.
—Genial. Les deseo suerte. Cualquier cosa que necesiten, con gusto les ayudaré.
—Gracias, Pacífica. En realidad, sí hay algo. Necesitamos que Dipper pueda entrar. Tú que has estado en tantos concursos, ¿qué se puede hacer para que le permitan entrar?
—Eso sí es difícil. En este tipo de concursos, ningún chico puede entrar a nuestro camerino, ni siquiera los padres. Pero creo que puede hacer algo. Puede ofrecerse como ayudante de escenotecnia.
—¿Escenotecnia?
—Los encargados de alistar la utilería que las concursantes van a utilizar —explicó—. Sin embargo, es poco probable que le den entrada. Lo veran como un adolescente que quiere estar donde hay chicas lindas. Otra opción que se me ocurre es que forme parte del cronograma. Tal vez participando en alguna presentación en el escenario. Es la única forma.
—Gracias por la ayuda, Pacífica.
Ambas jovencitas se despiden con un "hasta luego" y toman caminos diferentes.
Grenda se encontró con sus amigas y les comunicó lo que Pacífica le había dicho, mientras Mabel maquillaba a Candy.
—Supongo que tendrá que ayudarnos desde afuera. Salvo que acepte que lo vista como niña. Le preguntaré —dijo Mabel mientras cogía el celular para mandar un mensaje a su gemelo—. Tal vez la peluca pueda hacerlo con hilo, aunque no creo que alcance.
—Creo que tenemos otro problema.
—¿Cuál?
—La muestra de talento —dijo Grenda mostrando el cronograma.
—Bueno, tenemos mucho que hacer —dijo la castaña leyendo el cronograma—. Tenemos que practicar para la pasarela de modelaje de presentación, la primera ronda de preguntas sobre conocimiento… Creo que esa la tenemos ganada. Candy es muy inteligente. ¿Qué más? Pasarela cultural. ¿Qué es eso?
—Tiene que modelar con un traje representativo de un país y presentarse con el idioma original —dijo Grenda leyendo el cuadernillo de normas.
—¿Estados Unidos no cuenta?
—Creo que no.
—Podría hacer de Japón —dijo Candy.
—Buena idea, Candy.
—El problema es la vestimenta.
—Un quimono es fácil de hacer. Mi abuela me enseñó. Solo me dan la tela y lo hago.
—Bien, mandaré a Dipper una foto del cronograma y lo que necesitamos.
—Genial. Por cierto, Pacífica nos desea suerte.
Apenas mencionó el nombre de la joven, una luz verde comenzó a salir del cuerpo de la Candy.
—¡Pacífica! —chilló Kora desde dentro del cuerpo de la joven Chiu— ¡Maldita sea la hija de Priscilla Northwest! Le haré tragar el polvo a esa mocosa.
—Kora, calma, que llamarás la atención de los demás y estaremos en problemas —pidió Mabel—. Nos podrían expulsar del concurso y no quieres eso, ¿verdad?
Kora se tranquilizó y todo volvió a la normalidad.
Mabel y Grenda suspiraron de alivio.
Dipper se encontraba en el pasillo, escribiendo en un cuaderno lo que recordaba sobre los fantasmas. Era claro que Kora era un fantasma categoría 10, pero le intrigaba el hecho de que haya podido poseer a Candy con tanta facilidad. El viejo leñador no podía hacer eso. O simplemente, no lo vio necesario.
Hubiera preferido comunicarse con su tío Ford si no fuera porque se encontraba de viaje con Stan en quién sabe dónde. Sabía que estarían por el Mediterráneo. Sin embargo, conocía a sus tíos, cualquier aventura podría hacer que se desvíen del camino. La única persona que había visto esa sección del diario era Pacífica. No creo que lo recuerde, ¿o sí?
—¡Allí estás, Dipnerd!
Dipper levantó la mirada. Allí estaban Harvey y sus dos secuaces.
Como si tener un fantasma categoría 10 no fuera suficiente, pensó.
—Tu linda novia no podrá salvarte esta vez —dijo Harvey mientras jugaba con su puño—. Aunque pensándolo bien, una chica como Pacifica Northwest no se fijaría en un mocoso como tú.
—Sí. Eres un lacayo enclenque —dijo Joey—. Un loser.
—Y un perdedor —dijo Frankie.
—Ella aún tiene el video —comentó Dipper—. No creo que quieras echar todo tu futuro por la borda, ¿no?
Los tres bravucones rieron.
—Tranquilo, Diptonto —habló Harvey—. No te vamos a hacer nada. Al menos no de forma física. Dijo que no te golpeara, pero no dijo nada sobre humillarte.
—Adivina quién va a cantar al final del certamen —dijo Joey—. Tú y tu novia imaginaria.
—¿Qué? —preguntó Dipper sin entender.
—Miralo de esta forma, vas a cantar frente a todo el colegio y todas esas chicas lindas de diferentes partes, cada una con un teléfono con cámara. Cantarás una canción de amor en pareja, solo que estarás solo —explicó Harvey.
—Como un tonto loser —dijo Joey.
—Y un perdedor —dijo Frankie.
—Esta vez no contarás con tu hermana para ayudarte —dijo Harvey.
Los tres se fueron dejando a Dipper solo, pensando en lo que Harvey acababa de decir. Sonaba tonto, pero sí, sería humillante.
El teléfono de Dipper sonó. Era un mensaje de Mabel.
Solo hay dos maneras para poder entrar.
1. Disfrazarse de chica.
2. Estar en el cronograma del evento.
Bueno, Harvey me hizo un favor, pensó el castaño.
Espero que este capítulo les haya gustado. Sé que es corto. Este fic estará lleno de capítulos cortos. Prometo actualizar un poco más seguido. La actualización será mensual. Tal vez en algunas ocasiones me pasaré algunos días, pero la idea es actualizar que el capítulo esté bien hecho.
(8-1-19-23-5-26), (10-16-5-26) (26) (6-19-1-14-11-9-5) (20-16-14) (4-5) (16-21-19-1) (20-5-19-I-5). (1-4-9-23-9-14-1) (3-22-1-12)
Nos vemos en el próximo capítulo.
