Los personajes no me pertenecen, son creación de DC solo los pido prestados sin fines de lucro.
Juguete viejo
Por Tlacuilo1
Ya no era extraño molestarse porque ese alien se tomará el atrevimiento de aterrizar en su penthouse, no obstante, en esa ocasión Lex decidió llevar su ginebra al jardín y esperar más cómodo a esa desagradable visita. Superman voló veloz, pero se detuvo tranquilamente al ver a Lex sentado en uno de los sillones del juego de jardín.
–Luthor…
–Superman.
–Tu laboratorio…
Un ademan de mano de parte del humano detuvo la diatriba del superhéroe.
–Ahórratelo. Lo destruiste sin verificar la información y eso lo sabemos los dos.
–¡Estabas experimentando con seres humanos!
Lex se sirvió otro trago y respondió :–Todos dieron su consentimiento y se les ayudó con algunos gastos. Pero al final eso no es importante para ustedes. Todo es blanco o negro, si no estás con nosotros estás en nuestra contra.
–Tu historial te precede.
Lex dejó su vaso, se recargó en el sillón y sonrió de lado, mirando al horizonte.
–Recuerdo que alguna vez quise ser tu amigo… Clark…–El rostro del hombre de azul se puso pálido por unos segundos.–Oh vamos, no creerías que no descubriría tu identidad ¿O sí? Cualquiera con dos dedos de frente lo vería, bueno alguien que no esté cegado por tu brillo de superhéroe.
Clark apretó los labios y aclaró.–¿Quisiste ser mi amigo o tener todo lo que tenía?
–Ah claro, esa incomoda conversación dónde casualmente te dije cosas, que eran lo que querías escuchar.
–…
–Oh pobre Clark, traicionado por la chica que amaba y por el hombre a quien le dio su amistad incondicionalmente.
El de azul frunció el seño.
–Mi padre…
–Otra frase aprendida y memorizada. "Mi padre nunca confió en ti", "Como hijo de Lionel Luthor naciste naturalmente malo", "Sedujiste a Lana" y bla, bla, bla.
–Todas esas frases se convirtieron en verdades.
Lex se levantó y caminó hasta la cornisa, metió las manos en sus bolsillos, sin despegar la vista de la ciudad que se extendía bajo ellos.
–A tu lado ni Lana ni yo, tuvimos nunca un lugar.
–¡Eso no es cierto!
–Con la venia de tus padres Chloe y su prima no permitieron a nadie más, cerca de ti. Lana supuestamente era tu amiga, pero no permitiste o permitieron que se acercara,. Yo no tuve ni oportunidad.
–Ellas guardaron mi secreto sin pedir nada a cambio.
–Oh seguro que no. Nunca rescataste a ninguna, no saliste o sales con ellas, no son grandes reporteras porque saben que si gritan tu nombre dejaras todo por ir a rescatarlas, verdad.–Se burló Lex y Clark apretó los puños. Pero Lex no lo estaba mirando.–A Lana y a mí, nos echaste de tu lado. A ella pretextando que por su bien y le rompiste el corazón, a mi…no importa, las señales, lo que supiera o me imaginara, me borraron la memoria y fuiste feliz con ello. Pero la memoria regresa Clark, la lealtad hacia la amistad no. Tantas mentiras desgastan más que la confianza. Nos juzgaste cuando ella y yo nos acercamos. Y obviamente tus confidentes aplaudieron tus acciones y condenaron las nuestras, sin notar que para ti fuimos como los juguetes viejos que un niño mimado olvida en un rincón, cuando se les acaba lo novedoso, eso fuimos Lana y yo, y cuando nos dimos cuenta que lo que nos unió fue tu desprecio, más que el amor del uno por el otro y nos separamos, tarde se les hizo para envenenar a Lana en mi contra, no la culpó, ella solo deseaba escuchar que no fue su culpa y que no fue mala. El malo siempre seré yo, incluso cuando mi pecado original fue ser hijo de Lionel, él terminó como un buen amigo de los Kent, pero yo seguí siendo la escoria.
Ya en ese momento Clark miraba con incredulidad a Lex, pues jamás consideró que en su juventud hubiera sido tan influenciable, por lo que respondió:
–Pretextos.
Lex no se giró, al amigo que vio en Clark, hacía mucho lo había perdido y lo malo es que ya no le interesaba recuperarlo, de todos modos siempre sería el villano de la historia, el archienemigo que necesitaba Superman para brillar, era un mal necesario, pero hasta eso, después de diez años, ya no era divertido.
Superman se levantó unos centímetros del suelo y antes de salir volando, advirtió:
–Deja de crear planes malvados Luthor.
Lex ni se molestó en voltear.
–Otro cliché.
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Esa noche al llegar a su departamento y leer una nota de Loise, sobre algún trabajo fuera, Clark se cambió y se dejó caer en su sofá. El resto del día las palabras de Lex no abandonaron su mente y les dio vueltas y vueltas. No comprendió y se consideró el que tenía la razón así que Lex no tenía excusa alguna ¿O si?
…
Los días pasaron como siempre o eso creyó hasta que Bruce lo detuvo en un pasillo de la Atalaya.
–¿Qué sucede?–preguntó Superman.
–Eso es lo que me pregunto, últimamente te he notado un poco distraído.
–¿De verdad? No, no hay nada malo.
El de negro no se movió y Superman dejó salir el aire.
–Algo está en mi mente, o bueno, siempre ha estado ahí, pero apenas cobró importancia de nuevo.
–¿Algo personal?
–Se puede decir que lo primero que sentí como algo muy personal.
–Deberías de tomarte unos días y resolverlo. Tal vez descubras que no era tan importante.
–No es mala idea.
Superman vio a su compañero de la LJ irse, más se quedó unos segundos parado en el mismo lugar preguntándose si tal vez descubriría que al contrario de lo que dijo Batman, ese asunto si que era muy importante.
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En la sala de controles, Batman le comunicó a Diana sobre el tiempo libre que tomaría Súper. Ella estuvo de acuerdo y solo preguntó:
–¿A quien pondrás a patrullar Metrópolis?
–Flecha verde tiene varios reclutas nuevos, él me parece buena opción.
Ella estuvo de acuerdo, era normal que otros superhéroes ayudarán en los territorios de otros, en caso de requerirlo.
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Clark entró a su casa, y con algo de melancolía se dio cuenta que no lo recibió el olor de comida recién hecha, y es que Martha estaba la mayor parte del tiempo en Washington. El pelinegro dejó su pequeño bolso (con cosas esenciales) y fue a abrir las ventanas, por lo menos para airar el lugar.
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Para Lex no fue una sorpresa que Flecha verde irrumpiera en una de sus instalaciones de investigación, ya que la animosidad de este contra él, era legendaria. Si bien Lex ya no había hecho nada en contra de los de la LJ optó por calmar toda actividad sospechosa, por lo menos en lo que ese tipo patrullaba Metrópolis.
Superman y él solo jugaban a acabar uno con el otro. Flecha verde se tomaría todo como verdadero y Lex no se arriesgaría o arriesgaría a su gente a recibir un daño real.
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Los primeros días, se dedicó a limpiar la casa y a darle vueltas a como abordaría el tema con Lana, para cuando pasó una semana, fue ella quien llegó a la granja llevando un par de cafés y un gran pedazo de pastel. Clark la hizo pasar y como buen anfitrión la llevó a la sala para conversar.
Lana sonrió y después de ver qué Clark se comió la mitad del pastel, preguntó:
–¿Viniste de vacaciones Clark?
–Algo así.
Lana conocía esa mirada y bebió de su café esperando que Clark continuará cuando estuviera listo, años pasaron, pero el Kent no había cambiado mucho.
–Lana…
–¿Si Clark?
–Lex y tú… ustedes… ¿Yo te empujé a sus brazos?
Ella sonrió con ternura.–Lex y yo coincidimos en un momento en que los dos lo necesitábamos.
–Pero ¿Yo tuve que ver?
–Eras parte de nuestro círculo, si lo ves de ese modo, todos tuvieron que ver y a la vez nadie. Pero he tenido mucho tiempo para pensar y saber que me equivoqué al buscarlo como una tabla de salvación, no como a un hombre con él que compartiría mi vida.
–¿Lo odias?
–No. Mi joven yo lo hizo, pero por comodidad, era más fácil culparlo de todo y fingir que no actué por despecho, Lex no se lo merecía.
–Tampoco tú.
–Nadie, sin embargo, nos lastimamos, pero como te he dicho, el tiempo me ha enseñado que si no confiaste en mi o en él, tus motivos tenías. Elegiste bien a tus confidentes. Pete me lo dijo, pero no se lo tomes a mal, simplemente quería que supiera que me salvaste muchas veces. Lo gracioso es que ya lo intuía.
–Lo siento Lana, perdóname .
–Está bien Clark es algo muy importante y mi yo joven debió verse poco confiable, me heriste, pero no fue tu intención y hace mucho no solo te perdoné si no te agradezco mucho lo que hiciste y haces por todos.
Clark no tuvo que preguntar más, Lana le había confirmado lo que Lex le dijo, simplemente los hizo a un lado cuando ya no los necesitaba, eligiendo a otras personas para compartir su secreto. Lana no lo odiaba, pero Lex no era Lana. Lex el joven millonario a quien nombró amigo, quien siempre le dio su atención a pesar de sus tontos problemas adolescentes, el amigo que nunca se avergonzó de él, Lex a quien siempre admiró por su inteligencia, Lex su primer enamoramiento adolescente fuera de esa ilusión con Lana. Ese Lex que a la primera oportunidad alejó de su lado y hasta le buscó y colocó defectos que otras personas descubrieron.
Clark siguió conversando con Lana, cerraron heridas y redescubrieron su amistad, fue una noche perfecta. Cuando ella se despidió con un beso, le pidió:
–Visítalo… sin el traje, Lex te conoció sin el y le dará gusto verte de nuevo como un viejo amigo.
–Han sido muchos años de rivalidad.
–Y algunos de amistad.
–Probablemente no suficientes.
–Lo importante no es la cantidad sino la calidad y yo los ví aquí en Smallville, eran perfectos juntos.
Clark sonrió con timidez. Lana se fue y él suspiró, ella le abrió los ojos a muchas cosas y si bien no lo dijo, también le insinuó que viera a través de los prejuicios de sus allegados.
Decidió quedarse solo un día más, porque quería practicar su discurso. Lex fue y era muy importante para él y si bien las mentiras fueron de ambos no fue el Luthor quien las inició.
Se abstuvo de responder llamadas, telefónicas y mensajes para concentrarse. Y finalmente con algo repasado en su cabeza –y para su vergüenza– también en una simulación, Clark se sintió listo y se dejó caer en el sillón, ya más tranquilo. Encendió la televisión y se dispuso a pasar el rato, las noticias y programas especiales llenaron varios canales. Clark escuchó, pero se negó a creerlo...
… Su fallecimiento se estipula que sucedió a medio día de hoy, porque se encontraba en el sitio que…
Otro canal.
… Luthorcorp no ha emitido declaración alguna sobre …
Cambió varios canales.
…Lex Luthor el multimillonario y supuesto villano fue muerto a medio día por el superhéroe Flecha verde, quien asegura que lo sucedido a Luthor fue su culpa o culpa de uno de sus tantos planes malvados que salió mal y…
Clark alcanzó a destrozar la puerta de la entrada antes de salir volando, su ropa de civil se la quitó y la quemó en el aire, le sirvió para sacar un poco de angustia, aterrizó en la entrada de la torre Luthor. Los transeúntes que lo vieron llegar y dejar un boquete en el fino piso no se sorprendieron, todos conocían la rivalidad de Luthor y Superman.
Los guardias de la torre, a quien les reconoció su valentía, no lo pudieron detener. Dejó toda amabilidad de lado y gritó:
–¡¿Dónde está?! ¡Quiero verlo! ¡Si no me llevan con él entraré por la fuerza!
Fue la fiel Mercy quien salió del ascensor con el arma apuntando y respondió con una furia fría destilando en cada palabra:
–Destruye la torre si quieres, sobre mi cadáver lo verás.
A ella se le unió Hope y más guardias. Superman caminó con los ojos rojos apuntando a la rubia, ella alzó la barbilla orgullosa, sin dejar de apuntarle con su arma .
–Dispara pero no me iré sin verlo.–advirtió el de azul.
–¿Quieres deshacerte hasta de su cuerpo, para que nadie sepa del crimen que tu gente cometió? Asesinos.
Clark (porque en ese momento era Clark el que estaba ahí y no Superman) rogó.
–Dejame verlo, le debo una explicación.
Mercy y Hope se asombraron. Nunca habían visto que aquel superhéroe hiciera una petición, siempre ordenó o amenazó.
–Superman.–Se escuchó una voz tranquila, pero firme, llamarlo.–Vamos, salgamos de aquí.
Dijo Batman que iba llegando.
–No me iré.
Batman se acercó con cuidado a su amigo, a quien nunca había visto actuar de ese modo.
–Vamos…
Batman colocó una mano sobre el hombro del Kryptoniano, más este no se movió. El murciélago se giró en dirección de las dos guardaespaldas y trató de convencerlas.
–Si le permiten verlo, luego nos iremos de inmediato, lo prometo.
Mercy negó con la cabeza, pero Hope le puso una mano sobre sus brazos haciendo que bajara el arma y le señaló con un gesto a los otros empleados que miraban todo muy asustados. Lex siempre les enseñó que nadie debía ver sus debilidades o verlos descompuestos. Mercy se irguió y alisó su traje.
–Vengan conmigo.
Ella y Hope entraron al elevador y los superhéroes se unieron a ellas sin decir palabra. Bajaron más allá de lo que los botones del elevador indicaban. Al llegar, Mercy y Hope salieron, caminando por un pasillo sin mirar atrás. Superman y Batman tuvieron que dar pasos más grandes para no perderlas de vista. Llegaron a una gran puerta. Mercy desbloqueó el código y la puerta se abrió. Una gran pared de vidrio protegía una gran sala estéril con una plataforma en medio. Recostado sobre ella, se encontraba Lex Luthor, vestido con uno de sus costosos trajes hechos a la medida.
Superman empujó el vidrio pero este no se abrió. Mercy gruñó y se cruzó de brazos.
–Ya lo vieron, ahora váyanse.
Batman intentó agarrar del brazo al más alto, pero este no lo permitió, ya que sin decir palabra, golpeó el vidrio rompiéndolo para llegar hasta Lex. Hope y Mercy sacaron sus armas, sin embargo un sonido las detuvo… Los sollozos del héroe de azul.
Estaba en la plataforma y con suma delicadeza, alzó el torso de Lex y lo abrazó.
–Lex no puedes morir, eres casi inmortal… Debes seguir construyendo rayos mortales y esperar que yo los destruya… Lex despierta, tenemos muchas batallas que combatir… Eres mi archienemigo, no puedes morir antes que yo… ¿Quién hará enojar a Loise al salir siempre sin castigo?... Lex … somos amigos, los amigos no se abandona sin avisar… Siempre fuiste una constante en mi vida ¿Qué hago si no estás?
Los tres presentes se retiraron discretamente, esa escena no debía presenciarla nadie. Batman suspiró, Olliver nunca debió encargarse de Metrópolis, porque nunca comprendió ese extraño, pero fuerte lazo que unía a Lex Luthor y Superman. Olliver era de los poco superhéroes que se atrevió a matar, por mucho que asegurara que fue culpa del mismo Luthor, ahora tendrían que lidiar con las consecuencias y es que tenía sus propias dudas sobre lo sucedido ¿Cómo volvería a confiar en Flecha verde? ¿Cómo evitaría que Superman se rompiera?
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Clark sintió el cuerpo de Lex frío y no quería sentirlo así, no cuando lo salvó tantas veces antes, emitió calor corporal, pero sabía que solo era un autoengaño, que Lex ya no sentiría calor ni su corazón volvería a latir. Aún con el hombre en brazos, Clark susurró.
–Perdóname por hacerte a un lado, por no darme cuenta que fuiste más que mi mejor amigo, perdóname por hacer míos los prejuicios e ideas de los demás. Pero también te perdono por convertirte en mi enemigo, aunque nos divertimos mucho siéndolo.
No lo deseaba, sin embargo poco a poco recostó de nuevo el cuerpo de Lex, besó la frente de este y luego de una última mirada, salió a toda velocidad del lugar. Batman, Mercy y Hope solo sintieron las vibraciones de su paso. El murciélago salió detrás de él, pero con más calma, no sin antes dar las gracias a las guardaespaldas, estuvo a punto de disculparse, pero dudaba que ellas lo tomarán bien.
…
El funeral fue tan ostentoso como se esperaba del último Luthor conocido. Las opiniones se dividieron, pues para unos Lex fue un villano, para otros un filántropo y para pocos fue un jefe rayando en amigo.
Superman no estuvo presente en el funeral, un hecho que no se cuestionó demasiado, debido a su historial de enemistad.
La Liga de la Justicia estaba bajo la lupa de varios medios y políticos, la muerte de alguien tan importante no era algo que se pudiera dejar pasar sin más.
Algunos de los héroes se preguntaron por la ausencia de uno de los integrantes de la Trinidad y de la de Flecha verde y su gente, pero nadie confirmó o desmintió nada.
A pesar de todo no había temor, pues Superman regresaría pronto, no podía estar festejando tanto tiempo la muerte de su archienemigo ¿Verdad?
En Smallville, Lana Lang lloró por Lex y por la perdida de la última ilusión de juventud de Clark Kent o debería decir la perdida de su "juguete viejo".
Fin
Me conocen, siempre trato de dar un final feliz, pero esta vez no pude encontrar como hacerlo
No me agrada Lana, pero de cierto modo la entendí y traté de ver más alla de lo que tuvo con Lex, y notando como Clark los hizo a un lado, tuve que escribir esto.
