Los Ojos del Ruiseñor


Capítulo 23: Razones


Invierno - Febrero / Año x492

Había razones por las que Soujun Kuchiki, el padre de Rukia, no quería que Rukia creciera en la Corte Real, como era costumbre para las futuras esposas del Segundo Príncipe. No era una lista muy larga de razones, pero todas eran importantes.

La primera razón era que Rukia es su única hija.

Soujun se convirtió en Consejero de la Paz cuando su padre, Ginrei Kuchiki, murió en un accidente en Maranni; ese verano Ginrei había ido a la Gran Casa, toda la familia había ido al río y una serpiente lo mordió. Fue una muerte lamentable y demasiado sorprendente, nadie esperaba que un hombre como él muriera de esa manera tan simple; pero la muerte nunca era simple.

En ese momento Soujun ya estaba casado y Byakuya ya había nacido, pero tuvo que dejar la ciudad de Maranni a cargo de su hermano menor y viajar a la Capital para presentar sus servicios al rey. Aunque Soujun sabía lo que representaba el cargo de Consejero de la Paz, tuvo dificultades para adaptar su vida en Maranni a su vida en la Capital; esa era la razón por la que Rukia y Byakuya tenían una diferencia de edad tan grande.

La segunda razón eran Los acuerdos de la caída.

Soujun sabía que tan pronto como Rukia alcanzara la edad establecida, debía de viajar a la Capital para ser presentada a la reina. Rukia sería una niña pequeña, pero estaría bajo la protección de la reina quien le enseñaría lo que tenía que saber para ser la Princesa del Pueblo, el título dado a la esposa del Segundo Príncipe, pero él no quiso hacerlo. No quería presentar a su hija en la Corte Real porque sabía que tendría que casarse con un hijo ilegítimo.

El rey Isshin había legitimado a su bastardo. El rey nombraría a su bastardo como Segundo Príncipe y se casaría con Rukia. Para Soujun eso era un insulto demasiado grande, durante los más de 100 años que habían pasado desde la caída, no habían sido insultados de esa manera; la promesa era un príncipe de sangre pura, no un hijo ilegítimo nacido de una aventura.

Esa boda era simplemente inaceptable. Soujun no iba a permitir que su hija, que descendía de los reyes más antiguos y poderosos que los reyes de Avanta, se casara con un hijo ilegítimo.

La tercera razón tenía nombre y apellido: Emiko Kuchiki.

Emiko era la hermana menor de Soujun. Había nacido con la presión de ser la esposa del Segundo Príncipe y cumplió su papel de manera maravillosa. Era muy inteligente y encantadora, logró entender que su destino estaba escrito desde antes de su nacimiento y, aunque tenía miedo, no se resistió a cumplir con su deber. Emiko llegó a la capital cuando tenía 10 años para ocupar su lugar como Favorita de la Reina.

La reina educó a Emiko y cuando llegó el momento de comprometerse con Ganju, que era el Segundo Príncipe y el hermano menor de Isshin, los dos eran buenos amigos. Ambos eran jóvenes y para ellos estaba claro que no podrían casarse hasta que Isshin lo hiciera; pero eso no sucedió como debería.

— Mi hermano ama a la señorita Emiko, no puedo negar que se ven felices. Si quieren casarse, ¿Quién soy yo para decir que no? — Isshin le había dicho al rey que aceptara la boda y el rey accedió a eso. Isshin ya había sido declarado heredero del reino, y con esa declaración de amor fraternal, parecía que no temía por su trono.

Todos tenían que haber sospechado de Isshin. Soujun debería haber sospechado de Isshin, incluso su padre, que todavía estaba vivo en ese momento, debería haber sospechado de la víbora que era Isshin; pero nadie lo hizo y se celebró la boda.

Emiko conocía las reglas por las que se regía su matrimonio; sabía que no debería tener un hijo, porque a pesar de estar casada, la descendencia del Segundo Príncipe estaba regida por la descendencia del heredero a la corona.

Reglas estúpidas, reglas antiguas, pero eran reglas que habían evitado el derramamiento de sangre de los queridos hijos de reinas del pasado.

Todo estaba bien, todo parecía estar bien, hasta que Soujun recibió una carta de su hermana con una sola palabra:

Escóndenos.

Soujun no sabía por qué su hermana pedía tal cosa, como si fuera una criminal, y no entendía por qué estaba usando el plural. ¿-nos? ¿Qué había pasado en el castillo para que su hermana le enviara esa carta? Fuera lo que fuera, Soujun amaba a su hermana y si tenía que esconderla, lo haría.

Sin embargo, Emiko no llegó a la Gran Casa, lo que llegó fue un séquito directamente del castillo liderado por un mensajero con un mensaje que Soujun nunca hubiera querido leer: Emiko estaba muerta y el Segundo Príncipe había muerto con ella.

Soujun no dudó ni un momento en tomar su caballo e ir inmediatamente a la Capital. El viaje de Maranni a la Capital del reino dura 6 días; pero la desesperación de Soujun por llegar a la Capital le hizo azotar al caballo hasta que el animal ya no pudo más. Llegó a la Capital en menos días de lo habitual y, cuando estuvo allí, empezó a hacer preguntas, necesitaba saber qué había pasado y por qué había muerto su hermana.

La "versión oficial", como Soujun había llamado a los eventos que su padre le había contado, era que Emiko y el Segundo Príncipe se dirigían a Maranni para visitar a la familia y fueron emboscados por bandidos en el camino; los bandidos habían matado a Emiko y Ganju cuando resistieron el robo.

Esos ladrones tenían que ser muy buenos luchando para haber reducido así la guardia del príncipe. Soujun no podía aceptarlo, no podía aceptarlo porque su hermana le había enviado esa nota con la palabra "escóndenos"; así que buscó a la criada que se encargaba de cuidar a su hermana y, después de jurarle a la criada que no la lastimaría si le decía la verdad, se enteró de que Emiko estaba embarazada.

— ¿Quién más sabe de esto? — Soujun estaba molesto. La doncella, que estaba al borde de las lágrimas, juró que solo ella lo sabía. Soujun se deshizo de la criada después de esa plática.

Al parecer, alguien más aparte de la doncella y Emiko, sabía sobre el embarazo; Soujun estaba seguro de que alguien más lo sabía y de que Emiko temía por su vida, la de su hijo y la de su marido. Emiko era una buena persona, ella era amable y bondadosa, pero alguien la traicionó, alguien le contó a la persona equivocada sobre ese embarazo y por eso la habían matado de una manera que parecía un accidente. Soujun solo podía pensar en una persona responsable de la muerte de su hermana: Isshin.

Las reglas de la herencia eran claras, el primero en nacer era el heredero y eso solo dejaba un camino para que la línea de herencia de Isshin no se viera afectada, asegurarse que sus hijos sean los primeros en nacer; por eso las reinas se aseguraban de que los príncipes no tuvieran un hijo antes de tiempo.

Ninguna madre quería ver morir a sus hijos, y ninguna reina permitiría que su hijo fuera acusado de traición solo porque su hijo tuvo un hijo prematuramente.

Traición por haber tenido un hijo antes que el heredero. La traición por querer dividir el reino era algo que ningún rey iba a tolerar, sin importar a quién tuviera que cortar la cabeza.

Pero Soujun no tenía nada para probar que Isshin era el responsable y no quería causar más dolor a su familia al revelar que Emiko estaba embarazada. No quiso decirles que posiblemente había sido asesinada por su embarazo y no por un robo, como decía la Familia Real.

Si Soujun no hubiera sabido sobre el embarazo de Emiko, entonces no habría notado que las cosas que sucedían en el Castillo eran demasiado convenientes para Isshin. Uno a uno, los dos últimos hermanos de Isshin murieron, de formas tan comunes que no serían extrañas, pero Soujun sospechaba que Isshin estaba haciendo uso de las Antiguas Tradiciones del reino para ser el heredero total de todo.

Con esto en mente, Soujun estaba cada vez más seguro de que no quería tener una hija. No quería tener una hija que no fuera libre de tomar sus propias decisiones en la vida; así que un día simplemente dejó Maranni y se dirigió al sur para buscar a los viejos aliados.

Maranni y Jetaiya eran aliados cuando Maranni todavía era un reino, muchas veces hubo matrimonios entre sus herederos para cimentar las alianzas con sangre; sin embargo, en la Noche de la Caída, Jetaiya no los ayudó. En ese momento Jetaiya estaba en conflicto con Kuvar por la posesión de las Tierras Abruptas, y Avanta había hecho su movimiento para que Maranni se quedara sin la ayuda de sus aliados.

Cuando Soujun llegó a Jetaiya, descubrió que un nuevo rey había sido coronado, un rey tan joven como él, con una hija recién nacida, como Byakuya. Convencer al nuevo rey no fue difícil, el rey de Jetaiya sentía que había una deuda ancestral con los Señores de Maranni que había que pagar, y así firmaron un acuerdo para ayudar a Maranni a volver a ser un reino libre y soberano; lo cual se haría efectivo cuando Jetaiya tuviera un ejército tan grande como el de Avanta para poder luchar contra ellos en las mismas condiciones.

Todo lo que Rukia sabía sobre la "gran historia de amor" de su hermano era mentira. Soujun no le había dicho nada a Rukia porque sabía que ella eventualmente iría al castillo, quisiera o no, y si decía algo inapropiado, todos estarían en peligro; por eso había apoyado a su hija para que no fuera ni la amante ni la esposa de Ichigo, porque Jetaiya ya tenía todo listo para el ataque y solo estaban esperando el momento oportuno.

Sin embargo, cuando Soujun vio a Rukia salir del carruaje con la Corona de Rosas y Azúcar en la cabeza, sosteniendo la mano del Príncipe Ichigo, supo que si no hacía algo al respecto para sacar a Rukia del castillo, ella podría salir herida cuando la guerra comenzara, pero al mismo tiempo, verla tan feliz le hizo desear poder encontrar una manera de evitar que Jetaiya quisiera atacar a Avanta.