Cerró la ventana para evitar que ingresara más ruido del tránsito y aumentó el volumen del televisor. Mientras cortaba el pan y algunas verduras para hacerse un sándwich, Fact News Channel entraba en emisión. El conductor televisivo le caía pésimo, sin embargo, era el programa más dedicado a la cobertura de noticias del ámbito local.
Cuando el titular del día apareció en pantalla, se cortó un dedo sin querer. De inmediato buscó un paño para envolver su mano mientras se acercaba al sofá.
«Aquí J. Jonah Jameson con la noticia del día. El reconocido militar y condecorado con una medalla de honor, Flash Thompson, partícipe de la Guerra de Irak, apareció muerto esta mañana en lo alto de un edificio frente a Central Park. Investigadores y miembros de la policía forense ya están analizando el caso y las sospechosas circunstancias en las que fue hallado»
—Flash… —logró murmurar.
Disminuyó el volumen del televisor que proyectaba a continuación otros titulares. El control se resbaló lentamente de sus manos y cayó sobre la alfombra a sus pies. Se recargó en el espaldar del sofá sin dejar de pensar en su amigo. Habían sido rivales durante mucho tiempo, pero luego lograron entenderse y el vínculo de amistad que se estableció entre ellos representaba mucho.
Se frotó la frente todavía conmocionado por la noticia. A pesar de que había estado involucrado sentimentalmente con la Gata Negra, al final, estaba solo. Podía recordar que había tenido una vida difícil en los últimos tiempos debido al exceso de alcohol mientras sufría una depresión severa a causa de haber perdido sus piernas durante la guerra. También recordaba cuanto admiraba a Spiderman y el buen comportamiento que había manifestado controlando al simbionte.
Suspiró olvidándose completamente de su sándwich.
Más tarde, Peter se dirigía al Hospital Central de New York. Sintió escalofríos cuando recorrió los pasillos que lo dirigían hacia la morgue. Se reportó como uno de sus amigos y siguió un riguroso procedimiento de bioseguridad para poder acceder a ver el cuerpo. Cuando estuvo mentalmente preparado, se acercó para reconocer al cadáver. Le costaba ver a Flash en ese estado. Con la mirada inspeccionó su cuerpo, donde no había indicios visibles de violencia física, pero si se hallaba evidente la ausencia de sus piernas. No soportó más estar presente en aquella sala así que avisó y luego se marchó de allí. De una cosa estaba seguro, aunque le costara reconocerlo, su amigo Flash Thompson, estaba muerto.
Cuando salió a las afueras del hospital, su teléfono vibró. Era un mensaje de Stark para que se reuniera en su torre a la noche. Por curiosidad aprovechó para acceder a Twitter y vio que había un trending topic: #prayforThompson. Recorrió tweets de sus compañeros de las distintas fuerzas armadas de los E.E.U.U. que lamentaban su pérdida.
Hacía demasiado frío cuando una leve llovizna comenzaba a caer. Sostuvo un paraguas mientras presenciaba el despido y entierro de Flash Thompson. En el lugar estaban muchas personas vinculadas al servicio militar. Entonaron un silencio al mismo tiempo que unos seis aviones de la fuerza aérea sobrevolaban el cielo. Muchos soltaron globos negros que se elevaron hasta lo alto mientras sus rostros demostraban mucha angustia y conmoción.
Llegada la noche se apareció por la Torre Stark.
—Siempre llegando tarde... —dijo Tony dando la espalda y sirviéndose un trago de whisky—. No debes hacer esperar a los vengadores.
—Sabes muy bien donde estuve —contestó con el ceño fruncido—. Fui a despedir a un amigo.
—Bueno, te resumiré lo que discutimos brevemente. Creemos que hay alguien involucrado que puede…
—¿De quién puede tratarse?
—No me gusta que me interrumpan —respondió dando otro largo trago a su vaso—. Como te iba diciendo, hay un nuevo simbionte y podría tratarse de quien asesinó a Flash. Pensamos que el simbionte huyó del cuerpo sin vida de Thompson y pasó a fusionarse con el de su asesino. No lo sabremos hasta conocer los resultados de la autopsia —añadió buscando más whisky—. Lo importante aquí es saber la identidad del nuevo huésped del simbionte y…
Tony se giró y observó cómo se movía la cortina de la ventana. Peter lo había abandonado en quien sabe cuál parte de la conversación.
Mantenía su sentido arácnido en alerta a la vez que se balanceaba por la ciudad. Sus ojos recorrían las calles con la mirada propia de un águila en plena cacería. Continuó balanceándose y pensando que el simbionte era un ente peligroso, que, si simpatizaba con alguien que fuera oscuro y perverso, nada bueno podía esperarse. Lo que mayor preocupación le causaba era que ya había encontrado un nuevo huésped, probablemente el asesino de Flash, y que podía volverlo un poderoso enemigo, además de una terrible amenaza.
Mientras se suspendía en el aire gracias a sus telarañas, olvidaba de momento parte de los sucesos acontecidos ese día, entre ellos la lamentable pérdida de su amigo. El resto de la noche que permaneció en vigilancia no pudo percibir ninguna señal arácnida de peligro así que regresó a su departamento.
Al día siguiente en el mismo horario encendió su televisor para ver a J. J. Jameson, quien suponía que no podía ser otro más que Spiderman el que había asesinado a Flash Thompson ya que volvía a estrenar su traje negro.
—Viejo idiota, si supieras que hay otro allá afuera que puede ser el responsable.
De inmediato apagó el televisor y soltó el control sobre el sofá. Pensó por unos momentos que no podía dejar que mancharan la imagen de Spiderman, sobre todo J. J. J. Debía llevar a cabo una investigación para dar con este nuevo y sospechoso criminal.
—Tengo que saber quién está detrás de todo esto.
