Fred y George se pasaron cerca de cinco minutos protestando porque su padre quisiera castigarlos asegurando que no era justo debido a que la broma del pica-pica había pasado hace más de un año, pero Arthur descartaba sus objeciones enseguida, para ese momento McGonagall ya estaba harta y mando a callar a todos, para continuar con la lectura a lo que Sirius se ofreció voluntario
Cuando Sirius tomo el libro de las manos de Remus empezó a mover el cuello como si lo estuviera estirando, también empezó a jalarse los dedos uno por uno y a hacer ruidos con la garganta de forma teatral lo que empezó a colmar la paciencia de muchos
- Lee ya. Le gritaron fastidiados
- Está bien, está bien, tranquilos. Dijo Sirius alzando las manos en son de paz – El capítulo se llama Halloween. Leyó Sirius con emoción
Malfoy no podía creer lo que veían sus ojos, cuando vio que Harry y Ron todavía estaban en Hogwarts al día siguiente, con aspecto cansado pero muy alegres.
- Claro que estaba sorprendido es que tienen una suerte. Dijo Malfoy frustrado
- Eso crees. Dijeron los dos tríos de oros molestos e indignados
- Espérate al final de este capítulo y luego nos los repites. Le dijo la Hermione sumamente molesta
- Mejor espera al final del libro y veamos si lo puedes repetir. Dijo el Ron a la defensiva
- O mejor al final del siguiente libro. Le dijo el Harry a la defensiva
- O mejor aún espera al final del séptimo libro y luego nos repites la suerte que tenemos. Le dijo la Hermione mayor enojada esto preocupo a todo mundo muchísimo ¿Por qué, que podía ser peor que un perro de tres cabezas?
- Hay que ver lo atrevidos que pueden ser algunos. Dijo el Ron mayor bastante molestos
- Más sentados en la seguridad del gran comedor. Concordó el Harry mayor algo resentido
En realidad, por la mañana Harry y Ron pensaron que el encuentro con el perro de tres cabezas había sido una excelente aventura, y ya estaban preparados para tener otra.
- Harry James Potter como qué siguiente aventura en que pensabas. Le grito Lily bastante frustrada
- Ronald Bilius Weasley en qué demonios estabas pensando. También grito Molly bastan
- Bueno es que no salimos heridos. Empezó a explicar Harry algo acongojado
- Y pensamos que sería divertido, pero menos peligroso. Dijo Ron con algo de cautela
- Ron estas castigado de aquí a que los libros terminen. Aseguro Molly furiosa, Ron iba a protestar, pero al ver la mirada de enojo de su madre se quedó callado
- Y tú Harry Potter éstas castigado todo el verano y todos los veranos que siguen hasta que cumplas 18 al igual que tú. Le dijo Lily a un Harry que se quedó horrorizado y a lo último señalo a James que parecía asombrado y desconcentrado
- Pero amor yo que hice, yo ya estoy muerto. Dijo James sumamente desconcertado
- Él tiene tus estúpidos genes merodeadores. Le reclamo Lily molesta
- Pues sí pero no nada más tiene mis genes, también tiene los tuyos. Aseguro James con cautela
- Oh claro fueron mis genes los que lo incitaron a merodear por el colegio en medio de la noche para buscar aventuras peligrosas. Dijo Lily de forma sarcástica
- Ahí te gano la pelirroja James. Aseguro Sirius con cierto tono burlón
- Si lo se. Aseguro James en tono de derrota
Mientras tanto, Harry le habló a Ron del paquete que había sido llevado de Gringotts a Hogwarts, y pasaron largo rato preguntándose qué podía ser aquello para necesitar una protección así.
—Es algo muy valioso, o muy peligroso —dijo Ron.
- Puede ser ambas cosas. Comento Tonks de forma pensativa
- Generalmente las cosas valiosas conllevan un peligro ya sea de forma innata o porque tienen el suficiente valor para ser protegidas. Aseguro Ojo loco de forma pensativa
- Pues lo que sea que haya en Hogwarts definitivamente es valioso si es que hay un perro gigante de tres cabezas custodiándolo. Aseguro un Gryffindor de tercer año asombrado
- Estos niños no son tan tontos como parece. Dijo Ojo loco asombrado
- Claro que no somos tontos. Dijo el Gryffindor indignado
- No te molestes en su idioma significa que te considera listo. Aseguro Tonks divertida
- Si creyera que eres estúpido te lo diría. Aseguro Kingsley divertido
- Par de sabiondos. Dijo Ojo loco frustrado
—O las dos cosas —opinó Harry, pero como lo único que sabían con seguridad del misterioso objeto era que tenía unos cinco centímetros de largo, no tenían muchas posibilidades de adivinarlo sin otras pistas.
Ni Neville ni Hermione demostraron el menor interés en lo que había debajo del perro y la trampilla. Lo único que le importaba a Neville era no volver a acercarse nunca más al animal.
- Y por eso Hermione es el cerebro del equipo. Dijo la Ginny mayor viendo a Harry y Ron de forma burlona
- Me estás diciendo que soy tonto. Le pregunto el Harry mayor medio ofendido
- Bueno tú estas considerando en volverte a acercar a un perro gigante con tres cabezas así que, tú que crees. Le respondió Ginny y Harry la vio ofendido a lo que ella solo se rio
- Soy temerario, no tonto. Aseguro el Harry mayor a la defensiva
- Hay una pequeña línea que de vez en cuando cruzas. Dijo la Ginny mayor de forma burlona
- Y dices amarme. Dijo el Harry mayor fingiéndose ofendido
Hermione se negaba a hablar con Harry y Ron, pero como era una sabihonda mandona, los chicos lo consideraron como un premio.
- Los voy a premiar otra vez. Aseguro Hermione bastante ofendida
- Pero Hermione no seas así nosotros te queremos. Le dijo Harry abrazándola – Cuando dijimos eso no éramos amigos. Le recordó Harry prácticamente haciendo un berrinche
- Si Hermione por favor no te enojes con nosotros, además fue Harry el que pensó eso no yo. Se defendió Ron también abrazándola mientras gimoteaba
- Vaya gracias por tu apoyo amigo. Dijo Harry con ironía soltando a Hermione y viendo molesto a Ron que también soltó a Hermione para ver a Harry a la cara
- Es que no quiero que se enoje conmigo. Se defendió Ron sorprendido
- Entonces mejor que se enoje conmigo verdad. Le reclamo Harry molesto
- Mejor contigo que conmigo. Aseguro Ron como si fuera obvio – No me gusta cuando se enoja conmigo, me ve muy feo. Aseguro Ron viendo a Hermione con cautela – Vez me ve muy feo. Aseguro Ron señalando la cara de Hermione mientras ella lo veía mal
- A mí tampoco me gusta que Hermione se enoje conmigo. Dijo Harry indignado – Hermione también me ve muy mal cuando se enoja conmigo. Aseguro Harry que parecía niño chiquito haciendo un berrinche – Me pone triste cuando se enoja y no me quiere hablar. Aseguro Harry gimoteando
- Pero a ti te perdona más rápido que a mí, además es tu culpa, tú eres el que pensó eso. Aseguro Ron a la defensiva
- Tú también lo dijiste. Le recordó Harry indignado
- Cállate Harry, porque tenías que decírselo. Pregunto Ron indignado
- Ya basta no se peleen. Dijo Hermione poniéndose nerviosa
- Él empezó. Dijeron Harry y Ron señalaron mutuamente enojados
- Si no se pelean los perdono, pero por favor no se peleen. Casi suplico Hermione a sus amigos
- De acuerdo. Dijeron Harry y Ron complacidos
- Son un par de manipuladores. Dijo Hermione mientras los abrazaba por el cuello todos veían la escena muy conmovidos y con un poco de envidia por el tipo de relación que tenía el trío de oro
Lo que realmente deseaban en aquel momento era poder vengarse de Malfoy y, para su gran satisfacción, la posibilidad llegó una semana más tarde, por correo.
Mientras las lechuzas volaban por el Gran Comedor, como de costumbre, la atención de todos se fijó de inmediato en un paquete largo y delgado, que llevaban seis lechuzas blancas. Harry estaba tan interesado como los demás en ver qué contenía, y se sorprendió mucho cuando las lechuzas bajaron y dejaron el paquete frente a él, tirando al suelo su tocino.
- Pobre tocino, el que hizo. Dijo Sirius con lástima
- Enserio te preocupa el tocino. Le pregunto Remus desconcertado
- No, pero tengo hambre. Aseguro Sirius haciendo una mueca – Como no comamos después de este capítulo me voy a volver insoportable. Aseguro Sirius molesto
- Más aún. Le pregunto James burlón
- Cállate James. Le ordeno Sirius malhumorado
Se estaban alejando, cuando otra lechuza dejó caer una carta sobre el paquete. Harry abrió el sobre para leer primero la carta y fue una suerte, porque decía:
NO ABRAS EL PAQUETE EN LA MESA Contiene tu nueva Nimbus 2.000, pero no quiero que todos sepan que te han comprado una escoba, porque también querrán una. Oliver Wood te esperará esta noche en el campo de quidditch a las siete, para tu primera sesión de entrenamiento.
Profesora McGonagall
Sirius leyó la nota muy emocionado, prácticamente estaba saltando de la emoción, se levantó y fue a abrazar a Minerva al igual que James y Fleamont, la besaban en la mejilla y le daban vueltas y bailaban con ella, McGonagall estabas despeinada y sonrojada
- Caballeros por amor a Merlín compórtense. Les dijo Minerva sentándose tratando de recuperar la compostura ante la mirada divertida de todos sus alumnos
- Le compro una Nimbus 2000 hasta la podría besar. Dijo Sirius emocionado
- Mejor mándeme una tarjeta de agradecimiento. Dijo Minerva alejándose de Sirius con cautela
- Por qué todos me dicen eso, no estoy tan feo. Dijo Sirius medio ofendido
- Es que no te has visto al espejo últimamente canuto. Dijo Remus burlón
- Cállate lunático, yo soy hermoso. Aseguro Sirius, los gemelos Weasley se morían de curiosidad
- Por qué me dijo que le habían dado una Cleansweep 7. Le pregunto James aun sonriente a McGonagall
- Porque quería que fuera una sorpresa, supuse que se le gustaría. Le respondió McGonagall viendo divertida a James que prácticamente estaba saltando de la emoción
- Le aseguro que no podría amarla más. Dijo James muy feliz
- Te lo agradezco tanto Minerva. Le dijo Lily conmovida, abrazándola tratando de no aplastar al bebé Harry que trato de jalar los lentes de McGonagall
- Me gusto hacerlo. Aseguro McGonagall complacida
Harry tuvo dificultades para ocultar su alegría, mientras le alcanzaba la nota a Ron.
—¡Una Nimbus 2.000! —gimió Ron con envidia—. Yo nunca he tocado ninguna.
- Ni tú, ni nadie del colegio. Dijo un Slytherin de tercero – Esa escoba era muy nueva. Aseguro el Slytherin
- Es cierto Potter fue el primer alumno de Hogwarts en tenerla. Aseguro un Ravenclaw de quinto año
Salieron rápidamente del comedor para abrir el paquete en privado, antes de la primera clase, pero a mitad de camino se encontraron con Crabbe y Goyle, que les cerraban el camino. Malfoy le quitó el paquete a Harry y lo examinó.
- Por Merlín eres tan mal educado. Le dijo Emma ofendida
- Y a ti que te importa metiche. Dijo Malfoy rojo de la vergüenza
- Y tú quién te crees para hablarle así a mi hermana. Pregunto Dora indignada
- Que hermana, ella ni siquiera es tu hermana, es adoptada. Dijo Malfoy de forma maliciosa a lo que Dora sujeto su varita con fuerza
- Es suficiente, ya vasta de peleas tontas. Ordeno Sprout sumamente molesta – A callar los dos. Dijo Sprout furiosa Dora y Malfoy se quedaron viendo con desprecio, pero permanecieron cayados
—Es una escoba —dijo, devolviéndoselo bruscamente, con una mezcla de celos y rencor en su cara—. Esta vez lo has hecho, Potter. Los de primer año no tienen permiso para tener una.
Ron no pudo resistirse.
- Hay Ronald, tienes que dejar de ser tan impulsivo. Dijo Hermione resignada
- Si hubieras visto su arrogante cara burlona también lo hubieras hecho. Aseguro Ron a la defensiva
- Tal vez, pero debes de tener más control, no puedes ser tan fácil de provocar. Le dijo Hermione con paciencia
- Como sea. Dijo Ron refunfuñando
—No es ninguna escoba vieja —dijo—. Es una Nimbus 2.000. ¿Cuál dijiste que tenías en casa, Malfoy, una Comet 260? —Ron río con aire burlón—. Las Comet parecen veloces, pero no tienen nada que hacer con las Nimbus.
—¿Qué sabes tú, Weasley, si no puedes comprar ni la mitad del palo? — replicó Malfoy—. Supongo que tú y tus hermanos tenéis que ir reuniendo la escoba ramita a ramita.
- Te voy a borrar esa estúpida sonrisa de la cara Malfoy. Dijo Charlie de forma amenazadora
- Hazlo dame el placer de refundir a uno de ustedes en Azkaban. Dijo Malfoy burlonamente
- Que amenaza más patética Malfoy. Dijo un Slytherin de último año viendo con desagrado a Draco que se sonrojó de la vergüenza
Antes de que Ron pudiera contestarle, el profesor Flitwick apareció detrás de Malfoy
—No os estaréis peleando, ¿verdad, chicos? —preguntó con voz chillona.
—A Potter le han enviado una escoba, profesor —dijo rápidamente Malfoy.
- A parte de chismoso y metiche Malfoy es un delator, pero que horror. Dijo un Hufflepuff de cuarto año
- Y que esperabas si no tiene más personalidad que la de un bravucón. Dijo una Gryffindor de tercer año viendo a Malfoy con desprecio
- La verdad es que da algo de vergüenza ajena. Aseguro un Ravenclaw de cuarto año haciendo una mueca de pena
—Sí, sí, está muy bien —dijo el profesor Flitwick, mirando radiante a Harry—. La profesora McGonagall me habló de las circunstancias especiales, Potter. ¿Y qué modelo es?
—Una Nimbus 2.000, señor —dijo Harry, tratando de no reír ante la cara de horror de Malfoy—. Y realmente es gracias a Malfoy que la tengo.
- Que la es verdad. Dijo Harry divertido – Si Malfoy no hubiera robado la recordadora de Neville yo nunca hubiera desobedecido la regla de no volar y la profesora McGonagall nunca me hubiera visto volar. Aseguro Harry con orgullo – Así que en realidad si fue gracias a Malfoy. Dijo Harry viendo a Malfoy de forma burlona
- Eres único Harry. Dijo Fred orgulloso
- Deberías demostrarlo más a menudo. Dijo George esperanzado
- Ya les dije que, si lo hago, solamente que no es cada cinco minutos como ustedes. Dijo Harry divertido
- Y que bueno que no lo haces. Comento Hermione algo aliviada
- Tendríamos más problemas de los que ya tenemos. Bufo Ron viendo a sus hermanos con desconfianza
Harry y Ron subieron por la escalera, conteniendo la risa ante la evidente furia y confusión de Malfoy.
—Bueno, es verdad —continuó Harry cuando llegaron al final de la escalera de mármol—. Si él no hubiera robado la Recordadora de Neville, yo no estaría en el equipo...
—¿Así que crees que es un premio por quebrantar las reglas? —Se oyó una voz irritada a sus espaldas. Hermione subía la escalera, mirando con aire de desaprobación el paquete de Harry
—Pensaba que no nos hablabas —dijo Harry.
—Sí, continúa así —dijo Ron—. Es mucho mejor para nosotros.
- Ronald como puedes ser tan maleducado. Dijo Molly reprendiéndolo con severidad
- Lo lamento Hermione. Se disculpó Ron bastante apenado
- Está bien, no importa Ron, eso fue hace mucho. Aseguro Hermione restándole importancia
Hermione se alejó con la nariz hacia arriba.
Durante aquel día, Harry tuvo que esforzarse por atender a las clases. Su mente volvía al dormitorio, donde su escoba nueva estaba debajo de la cama, o se iba al campo de quidditch, donde aquella misma noche aprendería a jugar. Durante la cena comió sin darse cuenta de lo que tragaba, y luego se apresuró a subir con Ron, para sacar; por fin, a la Nimbus 2.000 de su paquete.
—Oh —suspiró Ron, cuando la escoba rodó sobre la colcha de la cama de Harry.
Hasta Harry, que no sabía nada sobre las diferencias en las escobas, pensó que parecía maravillosa. Pulida y brillante, con el mango de caoba, tenía una larga cola de ramitas rectas y, escrito en letras doradas: «Nimbus 2.000».
Cerca de las siete, Harry salió del castillo y se encaminó hacia el campo de quidditch. Nunca había estado en aquel estadio deportivo. Había cientos de asientos elevados en tribunas alrededor del terreno de juego, para que los espectadores estuvieran a suficiente altura para ver lo que ocurría. En cada extremo del campo había tres postes dorados con aros en la punta. Le recordaron los palitos de plástico con los que los niños muggles hacían burbujas, sólo que estos eran de quince metros de alto.
Demasiado deseoso de volver a volar antes de que llegara Wood, Harry montó en su escoba y dio una patada en el suelo. Qué sensación. Subió hasta los postes dorados y luego bajó con rapidez al terreno de juego. La Nimbus 2.000 iba donde él quería con sólo tocarla.
—¡Eh, Potter, baja!
- No lo podías dejarlo divertirse un rato más. Le reclamo Lily molesta porque interrumpieran la felicidad de su hijo
- Lo deje volar una hora entera, pero iba a empezar a oscurecer y se iba a volver un poco peligroso entrenar. Se defendió Oliver algo asustado – Por muy prodigioso que sea Harry, volar en la obscuridad siendo un novato es peligroso y más con una escoba como la Nimbus 2000 es sumamente peligroso. Explico Oliver como si fuera obvio
- Es cierto, fuiste muy sensato muchacho. Aseguro James tranquilizando a su esposa
Había llegado Oliver Wood. Llevaba una caja grande de madera debajo del brazo. Harry aterrizó cerca de él.
—Muy bonito —dijo Wood, con los ojos brillantes—. Ya veo lo que quería decir McGonagall, realmente tienes un talento natural. Voy a enseñarte las reglas esta noche y luego te unirás al equipo, para el entrenamiento, tres veces por semana.
Abrió la caja. Dentro había cuatro pelotas de distinto tamaño.
—Bueno —dijo Wood—. El quidditch es fácil de entender; aunque no tan fácil de jugar. Hay siete jugadores en cada equipo. Tres se llaman cazadores.
—Tres cazadores —repitió Harry, mientras Wood sacaba una pelota rojo brillante, del tamaño de un balón de fútbol.
—Esta pelota se llama quaffle —dijo Wood—. Los cazadores se tiran la quaffle y tratan de pasarla por uno de los aros de gol. Obtienen diez puntos cada vez que la quaffle pasa por un aro. ¿Me sigues?
—Los cazadores tiran la quaffle y la pasan por los aros de gol —recitó Harry—. Entonces es una especie de baloncesto, pero con escobas y seis canastas.
—¿Qué es el baloncesto? —preguntó Wood.
- Estudios muggles debería ser obligatorio. Aseguro Hermione haciendo una mueca de molestia
- Los puristas de sangre pondrían el grito en el cielo. Aseguro Hagrid de forma burlona
- No lo dudo. Aseguro Hermione algo molesta
—Olvídalo —respondió rápidamente Harry
—Hay otro jugador en cada lado, que se llama guardián. Yo soy guardián de Gryffindor. Tengo que volar alrededor de nuestros aros y detener los lanzamientos del otro equipo.
—Tres cazadores y un guardián —dijo Harry, decidido a recordarlo todo—. Y juegan con la quaffle. Perfecto, ya lo tengo. ¿Y para qué son ésas? —Señaló las tres pelotas restantes.
—Ahora te lo enseñaré —dijo Wood—. Toma esto. Dio a Harry un pequeño palo, parecido a un bate de béisbol.
—Voy a enseñarte para qué son —dijo Wood—. Esas dos son las bludgers. Enseñó a Harry dos pelotas idénticas, pero negras y un poco más pequeñas que la roja quaffle. Harry notó que parecían querer escapar de las tiras que las sujetaban dentro de la caja.
—Quédate atrás —previno Wood a Harry. Se inclinó y soltó una de las bludgers.
- A caso te volviste loco. Le reclamo James bastante preocupado
- Pues es que tenía que enseñarle como atacaban las pelotas. Dijo Oliver a la defensiva – Era mejor que supiera en lo que se estaba mintiendo. Aseguro Oliver como si fuera obvio
- Puede ser, pero al menos dile lo que va a pasar. Dijo Lily casi gritando
- Lo lamento. Dijo Oliver encogiéndose de hombros
De inmediato, la pelota negra se elevó en el aire y se lanzó contra la cara de Harry. Harry la rechazó con el bate, para impedir que le rompiera la nariz, y la mandó volando por el aire. Pasó zumbando alrededor de ellos y luego se tiró contra Wood, que se las arregló para sujetarla contra el suelo.
- Serias un buen golpeador. Dijo James con admiración
- Pero serás un mejor buscador. Aseguro Sirius con orgullo
—¿Ves? —dijo Wood jadeando, metiendo la pelota en la caja a la fuerza y asegurándola con las tiras—. Las bludgers andan por ahí, tratando de derribar a los jugadores de las escobas. Por eso hay dos golpeadores en cada equipo (los gemelos Weasley son los nuestros). Su trabajo es proteger a su equipo de las bludgers y desviarlas hacia el equipo contrario. ¿Lo has entendido?
—Tres cazadores tratan de hacer puntos con la quaffle, el guardián vigila los aros y los golpeadores mantienen alejadas las bludgers de su equipo — resumió Harry.
—Muy bien —dijo Wood.
—Hum... ¿han matado las bludgers alguna vez a alguien? —preguntó Harry, deseando que no se le notara la preocupación.
- Hay cariño. Dijo Lily conmovida y se levantó a abrazar a Harry quien se sonrojó violentamente
- Si se te notó la preocupación. Aseguro Oliver restándole importancia
- Gracias por la aclaración Wood. Dijo Harry de mala gana
—Nunca en Hogwarts. Hemos tenido algunas mandíbulas rotas, pero nada peor hasta ahora. Bueno, el último miembro del equipo es el buscador. Ese eres tú. Y no tienes que preocuparte por la quaffle o las bludgers...
—Amenos que me rompan la cabeza.
—Tranquilo, los Weasley son los oponentes perfectos para las bludgers. Quiero decir que ellos son como una pareja de bludgers humanos.
- Oliver Wood. Dijo Fred con voz melosa levantándose para abrazar a Oliver que empezó a retorcerse para tratar de zafarse del abrazo
- Nos conmueven tus hermosas palabras. Dijo George con la misma voz melosa siguiendo a su hermano, mientras que Oliver se ponía cada vez más rojo
- Ya suéltenme. Les ordeno Wood en tratando vano de zafarse del abrazo de los gemelos Weasley
Wood buscó en la caja y sacó la última pelota. Comparada con las otras, era pequeña, del tamaño de una nuez grande. Era de un dorado brillante y con pequeñas alas plateadas.
—Está dorada —continuó Wood— es la snitch. Es la pelota más importante de todas. Cuesta mucho de atrapar por lo rápida y difícil de ver que es. El trabajo del buscador es atraparla. Tendrás que ir y venir entre cazadores, golpeadores, la quaffle y las bludgers, antes de que la coja el otro buscador, porque cada vez que un buscador la atrapa, su equipo gana ciento cincuenta puntos extra, así que prácticamente acaba siendo el ganador. Por eso molestan tanto a los buscadores. Un partido de quidditch sólo termina cuando se atrapa la snitch, así que puede durar muchísimo. Creo que el récord fue tres meses. Tenían que traer sustitutos para que los jugadores pudieran dormir... Bueno, eso es todo. ¿Alguna pregunta?
Harry negó con la cabeza. Entendía muy bien lo que tenía que hacer; el problema era conseguirlo.
- Ese juego suena increíble. Dijo Dudley asombrado, el señor Evans y el señor Granger asintieron desacuerdo
- No solo suena increíble. Lo interrumpió Ron para corregirlo – Es increíble, es el mejor juego que existe. Aseguro Ron muy seguro de lo que decía y muchos en el gran comedor asintieron de acuerdo
—Todavía no vamos a practicar con la snitch —dijo Wood, guardándola con cuidado en la caja—. Está demasiado oscuro y podríamos perderla. Vamos a probar con unas pocas de éstas.
Sacó una bolsa con pelotas de golf de su bolsillo y, unos pocos minutos más tarde, Wood y Harry estaban en el aire. Wood tiraba las pelotas de golf lo más fuertemente que podía en todas las direcciones, para que Harry las atrapara. Éste no perdió ni una y Wood estaba muy satisfecho. Después de media hora se hizo de noche y no pudieron continuar.
- Ve le dije que había tenido que interrumpirlo. Le dijo Oliver a Lily señalando al libro para demostrar su punto
- Lo lamento muchacho. Dijo Lily poniendo los ojos en blanco
—La copa de quidditch llevará nuestro nombre este año —dijo Wood lleno de alegría mientras regresaban al castillo—. No me sorprendería que resultaras ser mejor jugador que Charles Weasley. Él podría jugar en el equipo de Inglaterra si no se hubiera ido a cazar dragones.
- Yo no cazo dragones Wood, yo los cuido. Le dijo Charlie sumamente ofendido
- Perdón, pero sigue siendo un desperdicio de talento. Aseguro Oliver viendo a Charlie como si le tuviera algo de lástima
- Eso es subjetivo. Aseguro Charlie encogiéndose de hombros – Muchos dicen que soy un cuidador de dragones sumamente talentoso. Aseguro Charlie con orgullo
- Modestia aparte. Dijo Emma divertida
- Yo solo repito lo que me han dicho. Dijo Charlie a la defensiva mostrando las palmas de sus manos – Que lo que me han dicho sea cierto es punto a parte. Dijo Charlie con orgullo mientras veía a Emma directamente a los ojos a lo que Emma se limitó a poner los ojos en blanco divertida
Tal vez fue porque estaba ocupado tres noches a la semana con las prácticas de quidditch, además de todo el trabajo del colegio, la razón por la que Harry se sorprendió al comprobar que ya llevaba dos meses en Hogwarts. El castillo era mucho más su casa de lo que nunca había sido Privet Drive. Sus clases, también, eran cada vez más interesantes, una vez aprendidos los principios básicos.
En la mañana de Halloween se despertaron con el delicioso aroma de calabaza asada flotando por todos los pasillos. Pero lo mejor fue que el profesor Flitwick anunció en su clase de Encantamientos que pensaba que ya estaban listos para empezar a hacer volar objetos, algo que todos se morían por hacer; desde que vieron cómo hacía volar el sapo de Neville. El profesor Flitwick puso a la clase por parejas para que practicaran. La pareja de Harry era Seamus Finnigan (lo que fue un alivio, porque Neville había tratado de llamar su atención).
- Bueno, mucha mejora no fue. Se burló Dean y todos los Gryffindor asintieron de acuerdo con el
- Me hubiera ido mejor con Neville. Bromeo Harry divertido
- Si, yo conserve las cejas en esa clase. Aseguro Neville viendo a Seamus con suficiencia
- Oh si, restriégamelo en la cara. Dijo Seamus cruzándose de brazos ofendido – Me tardaron dos semanas en crecer. Aseguro Seamus frotándose las cejas
Ron, sin embargo, tuvo que trabajar con Hermione Granger. Era difícil decir quién estaba más enfadado de los dos. La muchacha no les hablaba desde el día en que Harry recibió su escoba.
—Y ahora no os olvidéis de ese bonito movimiento de muñeca que hemos estado practicando —dijo con voz aguda el profesor; subido a sus libros, como de costumbre—. Agitar y golpear; recordad, agitar y golpear. Y pronunciar las palabras mágicas correctamente es muy importante también, no os olvidéis nunca del mago Baruffio, que dijo «ese» en lugar de «efe» y se encontró tirado en el suelo con un búfalo en el pecho.
- Eso en verdad paso. Pregunto Verónica divertida
- Por supuesto que sí. Aseguro el profesor Flitwick con vehemencia – Por eso la pronunciación es muy importante a la hora de conjurar un hechizo. Aseguro Flitwick con seriedad
Era muy difícil. Harry y Seamus agitaron y golpearon, pero la pluma que debía volar hasta el techo no se movía del pupitre. Seamus se puso tan impaciente que la pinchó con su varita y le prendió fuego, y Harry tuvo que apagarlo con su sombrero.
Todos los Gryffindor de segundo año se volvieron a burlar de Seamus mientras que él se sonrojaba violentamente
- Eso no prueba nada. Dijo Seamus a la defensiva
- No, claro que no prueba nada. Dijo Dean de forma burlona – Solo prueba que tú podrías prender fuego hasta de bajo del agua. Aseguro Dean mientras se reía a carcajadas
- Cállate Dean. Le ordeno Seamus de mala gana
Ron, en la mesa próxima, no estaba teniendo mucha más suerte.
—¡Wingardium leviosa! —gritó, agitando sus largos brazos como un molino.
—Lo estás diciendo mal. —Harry oyó que Hermione lo reñía—. Es Wingar- dium levi-o-sa, pronuncia gar más claro y más largo.
—Dilo, tú, entonces, si eres tan inteligente —dijo Ron con rabia.
- Jamás en la vida retes a una mujer a demostrar algo. Dijo Sirius riéndose de forma burlona
- Porque te lo va a demostrar. Aseguro Remus viendo a Ron con cierta lastima
- Y te humillara en el proceso. Finalizo James burlón
- Y mucho menos si esa mujer es inteligente. Dijo Charlie viendo a Dora
- Porque entonces ella te aplastara. Aseguro Bill también viendo a Dora y Ron se sonrojó recordando lo que pasaría a continuación
Hermione se arremangó las mangas de su túnica, agitó la varita y dijo las palabras mágicas. La pluma se elevó del pupitre y llegó hasta más de un metro por encima de sus cabezas.
Muchos en el gran comedor se soltaron a reír descaradamente de la cara de vergüenza de Ron otros trataron de suprimir sus risas y otros simplemente no pudieron mientras que Ron parecía querer que la tierra se lo tragara
- Vez, te lo dijimos nunca retes a alguien a probar algo. Le dijo Sirius – Luego son capaces de lograr lo imposible solo para decir te lo dije. Aseguro Sirius burlón
- Hubiera sido muy útil que me lo dijeran antes, pero ahora en realidad es tan útil como que me digan que el fuego quema, hace mucho que lo se. Aseguro Ron encogiéndose de hombros sin darle mucha importancia
—¡Oh, bien hecho! —gritó el profesor Flitwick, aplaudiendo—. ¡Mirad, Hermione Granger lo ha conseguido!
Al finalizar la clase, Ron estaba de muy mal humor.
—No es raro que nadie la aguante —dijo a Harry, cuando se abrían paso en el pasillo—. Es una pesadilla, te lo digo en serio.
- Harry Potter me quieres explicar por que estás siendo tan grosero con tu amiga. Le pregunto Lily sumamente molesta
- No fue mi intención. Dijo Harry a la defensiva
- Ronald Bilius Weasley, como es que puedes ser tan maleducado. Le pregunto Molly sumamente molesto – Sabes que éstas castigado todo el siguiente mes. Aseguro Molly que lucía muy frustrada
- Pero mamá. Empezó a objetar Ron, pero su madre lo interrumpió y lo mando a callar
- Pero nada, ahora discúlpate con esa chica. Le ordeno Molly sumamente molesta
- Lo lamento Hermione es que estaba enojado. Se disculpó Ron genuinamente apenada
- No importa, en verdad, tú y Harry lo compensaron de sobremanera. Aseguro Hermione quitándole importancia
Alguien chocó contra Harry. Era Hermione. Harry pudo ver su cara y le sorprendió ver que estaba llorando.
- Enserio señora Weasley no importa ellos lo compensaron. Le aseguro Hermione al ver que la señora Weasley le iba a gritar de nuevo a su hijo – Además yo no estoy molesta con él. Aseguro Hermione encogiéndose de hombros
- De acuerdo. Dijo Molly resignada – Si tú no estás molesta supongo que esta bien. Acepto Molly resignada
—Creo que te ha oído.
—¿Y qué? —dijo Ron, aunque parecía un poco incómodo—. Ya debe de haberse dado cuenta de que no tiene amigos.
Molly tuvo que contenerse de gritarle a Ron debido a lo que Hermione le había dicho que ella no estaba molesta ni con Ron ni con Harry, pero eso no evito que le lanzara una mirada severa a su hijo
Hermione no apareció en la clase siguiente y no la vieron en toda la tarde. De camino al Gran Comedor, para la fiesta de Halloween, Harry y Ron oyeron que Parvati Patil le decía a su amiga Lavender que Hermione estaba llorando en el cuarto de baño de las niñas y que deseaba que la dejaran sola.
Muchos en el gran comedor veían molestos a Ron por haber hecho llorar a Hermione y Ron se veía incomodo, mientras que veía a Hermione de reojo
- Lamento haberte hecho llorar Hermione. Se disculpó Ron con Hermione por lo bajo
- No te preocupes Ron, en ese entonces no éramos amigos y tu solamente dijiste lo que pensabas. Dijo Hermione restándole importancia
- De igual forma Hermione jamás debimos haberte tratado así. Aseguro Harry sumamente apenado
- No se preocupen chicos, en verdad esta bien. Aseguro Hermione restándole importancia
Ron pareció más molesto aún, pero un momento más tarde habían entrado en el Gran Comedor; donde las decoraciones de Halloween les hicieron olvidar a Hermione.
- Hermione ve acá. Le ordeno John con un tono de voz muy severo
- De que hablas papá. Le pregunto Hermione sumamente preocupada mientras se aferraba a los brazos de Ron y Harry que a su vez ponían sus manos sobre la mano de Hermione
- Quiero que te aléjate de esos chicos en este momento. Le ordeno su padre con mayor severidad
- No. Dijo Hermione de forma tajante
- No te lo estoy pidiendo Hermione, aléjate de ellos. Le ordeno John furiosos y fue por ella, la sujeto del brazo y la jalo hasta donde estaba sentado con su esposa y su sobrina mientras Hermione trata de soltarse
- Pero papá ellos son mis amigos. Le dijo Hermione llorando cuando su padre finalmente la obligo a sentarse a lado de su madre
- Unos amigos que te hacen llorar, te insultan y que se olvidan de eso por unas estúpidas decoraciones de Halloween. Le dijo John viendo enojado a Harry y a Ron
- Señor Granger por favor nosotros la queremos mucho. Dijo Harry en súplica
- Solamente me porte como un tonto. Se disculpó Ron angustiado
- En eso estamos de acuerdo. Le respondió John enojado y luego volteo hacia su hija – Te transferiré a otro colegio de magia el próximo año. Dijo John furioso de manera tajante
- Pero papá a que otro colegio. Dijo Hermione preocupada
- Es el mejor colegio de magia eso significa que al menos hay otro colegio de magia en el mundo iras a alguno de ellos. Dijo John de forma tajante
- Papá por favor, te lo suplico no hagas eso. Le pidió Hermione de forma suplicante
- Tu padre tiene razón Hermione te pusieron en peligro, casi hacen que te expulsen y te tratan mal, ellos no son buenos amigos y yo ya no quiero que te juntes con ellos y es una orden. Dijo Jean con severidad, a lo que se soltó a llorar con más fuerza y Verónica la abrazo tratando de consolarla, Harry y Ron tenían cara de funeral, mientras que trataban en vano de ocultar sus propias lágrimas
- Señores Granger entiendo su molestia, pero me parece que deberían reconsiderar el transferir a la señorita Granger a otro colegio. Dijo McGonagall tratando de calmar las cosas
- Con todo respeto profesora McGonagall esto no es de su incumbencia así que por favor no se involucre. Dijo Jean algo molesta a lo que McGonagall no respondió
Mil murciélagos aleteaban desde las paredes y el techo, mientras que otro millar más pasaba entre las mesas, como nubes negras, haciendo temblar las velas de las calabazas. El festín apareció de pronto en los platos dorados, como había ocurrido en el banquete de principio de año.
Harry se estaba sirviendo una patata con su piel, cuando el profesor Quirrell llegó rápidamente al comedor; con el turbante torcido y cara de terror. Todos lo contemplaron mientras se acercaba al profesor Dumbledore, se apoyaba sobre la mesa y jadeaba:
—Un trol... en las mazmorras... Pensé que debía saberlo.
Y se desplomó en el suelo.
- Están bromeándose, acaso acaba de desmayarse, pero es el profesor de defensa contra las artes obscuras. Dijo Remus con incredulidad – Como puede ponerse así por un simple trol de las montañas. Pregunto Remus sumamente indignado
- Ya cálmate un poco Remus. Le pidió Sirius de forma burlona
- Qué demonios hace un trol en el colegio. Pregunto Lily indignada
- Por desgracia no fue un accidente. Aclaro Dumbledore con pesar – Me temo que alguien lo dejo entrar. Dijo Dumbledore con tranquilidad
- Porque alguien lo dejaría entrar. Pregunto James preocupado
- Es algo que severa en el libro. Dijo Dumbledore con tranquilidad
Se produjo un tumulto. Para que se hiciera el silencio, el profesor Dumbledore tuvo que hacer salir varios fuegos artificiales de su varita.
—Prefectos —exclamó—, conducid a vuestros grupos a los dormitorios, de inmediato.
Percy estaba en su elemento.
- Odio admitirlo, pero estuviste muy bien Percy. Lo felicito George dándole una unas palmaditas en el hombro a Percy que parecía bastante complacido
- Es cierto, te luciste hermano. Dijo Fred mientras le daba un ligero abrazo a Percy que se sorprendió
- Solo cumplía con mi deber. Aseguro Percy con vehemencia
- Muchas gracias chicos. Dijo el Percy mayor sumamente complacido viendo a Fred con nostalgia
—¡Seguidme! ¡Los de primer año, manteneos juntos! ¡No necesitáis temer al trol si seguís mis órdenes! Ahora, venid conmigo. Haced sitio, tienen que pasar los de primer año. ¡Perdón, soy un prefecto!
—¿Cómo ha podido entrar aquí un trol? —preguntó Harry, mientras subían por la escalera.
—No tengo ni idea, parece ser que son realmente estúpidos —dijo Ron—. Tal vez Peeves lo dejó entrar; como broma de Halloween.
- Peeves jamás arriesgaría el colegio. Aseguro Dumbledore, aunque no todos estaban tan seguros de eso
- Permíteme dudarlo Albus. Dijo Ojo loco con incredulidad
- Te aseguro Alastor que Peeves jamás pondría en riesgo a Hogwarts. Dijo Dumbledore con confianza
- Tú y tu necedad de confiar hasta en el ser más miserable. Dijo Ojo loco fastidiado
Pasaron entre varios grupos de alumnos que corrían en distintas direcciones. Mientras se abrían camino entre un tumulto de confundidos Hufflepuffs, Harry súbitamente se aferró al brazo de Ron.
—¡Acabo de acordarme... Hermione!
- Dios mío, Hermione estas bien. Le pregunto Jean horrorizada – No saliste herida. Le pregunto Jean a Hermione que estaba cruzada de brazos y se negó a responderle a su madre
- Dime por favor que no saliste herida. Dijo John preocupado, pero como Hermione estaba enojada con él lo ignoro y se rehusó ha siquiera mirarlo y centro su mirada en el libro
- Hermione. Dijo Verónica por lo bajo – Tus padres te están preguntando si estas bien. Le dijo Verónica a Hermione por lo bajo
- Es evidente que estoy bien. Dijo Hermione molesta mientras se cruzaba de brazos
—¿Qué pasa con ella?
—No sabe nada del trol.
Ron se mordió el labio.
—Oh, bueno —dijo enfadado—. Pero que Percy no nos vea.
- Debieron decirle, lo que hicieron fue muy peligroso. Dijo Lily muy molesta
- Si le decíamos no nos hubiera dejado ir por ella. Aseguro Harry que no parecía para nada arrepentido
- Por su puesto que no los hubiera dejado ir. Aseguro Percy que parecía horrorizado con la idea – Era muy peligros, jamás se los hubiera permitido. Dijo Percy de forma tajante
- Y por eso no te lo dije. Aseguro Ron a la defensiva – Sabia que no me dejarías ir, y no la podíamos dejar enfrentarse a esa cosa sola. Aseguro Ron molesto
- Y les pareció que la mejor idea para ayudar a Hermione era que dos magos con apenas conocimiento mágico fueran a enfrentar a un trol de las montañas. Le pregunto Molly exasperada
- No queríamos que se metiera en problemas por no estar en el gran comedor y no haber ido a clases en todo el día. Aseguro Harry con vehemencia
- Me parece que esa seria la menor de las preocupaciones de los profesores cuando hay una alumna en riesgo. Dijo Arthur sumamente frustrado
- En retrospectiva creo que es cierto. Acepto Ron pensativo – Pero en ese momento no lo pensamos. Aseguro Ron con rapidez
- Oigan nosotros hicimos lo que pudimos con la información que teníamos al alcance en ese momento, ahora todo se ve con claridad, pero en ese momento pensamos que hacíamos lo correcto. Aseguro Harry a la defensiva
- Es evidente, pero debieron pedirles ayuda a los profesores. Le respondió James que se limitó a encogerse de hombros
Se agacharon y se mezclaron con los Hufflepuffs que iban hacia el otro lado, se deslizaron por un pasillo desierto y corrieron hacia el cuarto de baño de las niñas. Acababan de doblar una esquina cuando oyeron pasos rápidos a sus espaldas.
—¡Percy! —susurró Ron, empujando a Harry detrás de un gran buitre de piedra.
Sin embargo, al mirar; no vieron a Percy, sino a Snape. Cruzó el pasillo y desapareció de la vista.
- Que hacías ahí quejicus. Dijo Sirius de forma inquisidora
- Algo que tú nunca has hecho pulgoso trabajar. Le respondió Snape con desprecio
—¿Qué es lo que está haciendo? —murmuró Harry—. ¿Por qué no está en las mazmorras, con el resto de los profesores?
—No tengo la menor idea.
Lo más silenciosamente posible, se arrastraron por el otro pasillo, detrás de los pasos apagados del profesor.
—Se dirige al tercer piso —dijo Harry, pero Ron levantó la mano.
—¿No sientes un olor raro?
- Maldición, justo tenía que estar ahí. Dijo Remus preocupado
- Por favor dime que no se encontraron con el trol. Dijo Lily casi en súplica
- No lo se Lily. Dijo Remus con cautela a lo que Lily lo vio horrorizada
Harry olfateó y un aroma especial llegó a su nariz, una mezcla de calcetines sucios y baño público que nadie limpia.
Y lo oyeron, un gruñido y las pisadas inseguras de unos pies gigantescos.
Ron señaló al fondo del pasillo, a la izquierda. Algo enorme se movía hacia ellos. Se ocultaron en las sombras y lo vieron surgir a la luz de la luna.
Era una visión horrible. Más de tres metros y medio de alto y tenía la piel de color gris piedra, un descomunal cuerpo deforme y una pequeña cabeza pelada. Tenía piernas cortas, gruesas como troncos de árbol, y pies achatados y deformes. El olor que despedía era increíble. Llevaba un gran bastón de madera que arrastraba por el suelo, porque sus brazos eran muy largos.
El monstruo se detuvo en una puerta y miró hacia el interior. Agitó sus largas orejas, tomando decisiones con su minúsculo cerebro, y luego entró lentamente en la habitación.
—La llave está en la cerradura —susurró Harry—. Podemos encerrarlo allí.
—Buena idea —respondió Ron con voz agitada.
Se acercaron hacia la puerta abierta con la boca seca, rezando para que el trol no decidiera salir. De un gran salto, Harry pudo empujar la puerta y echarle la llave.
- Oh gracias Merlín. Dijo Lily sumamente aliviada mientras empezaba a recuperar el color del rostro
- Ahora solamente tienen que buscar a su amiga y regresar a la sala común antes de que alguien se dé cuenta y no se meterán en problemas. Aseguro James que parecía sumamente aliviado
—¡Sí!
Animados con la victoria, comenzaron a correr por el pasillo para volver, pero al llegar a la esquina oyeron algo que hizo que sus corazones se detuvieran: un grito agudo y aterrorizado, que procedía del lugar que acababan de cerrar con llave.
—Oh, no —dijo Ron, tan pálido como el Barón Sanguinario.
—¡Es el cuarto de baño de las chicas! —bufó Harry.
- Merlín, estas bien querida. Pregunto Lily horrorizada
- Hermione por dios, estas bien. Le pregunto Jean aterrorizada examinándola cuidadosamente
- Estoy perfectamente bien. Contesto Hermione fastidiada aún negándose a ver a sus padres
—¡Hermione! —dijeron al unísono.
Era lo últimos que querían hacer; pero ¿qué opción les quedaba? Volvieron a toda velocidad hasta la puerta y dieron la vuelta a la llave, resoplando de miedo. Harry empujó la puerta y entraron corriendo.
- En qué demonios pensaban. Les reclamo Lily que estaba pálida como una hoja
- En salvar a Hermione. Se defendieron Ron y Harry
- Y no pudieron haber ido por un profesor. Les recrimino Molly preocupada
- No teníamos tiempo. Se defendió Harry
- La habría matado. Dijo Ron
- Pero se pusieron en peligro. Dijo Lily molesta
- Y eso que importa. Pregunto Ron indignado
- Como, que, que importa. Pregunto Molly incrédula – Pudieron salir heridos o pudieron haber muerto. Aseguro Molly sumamente preocupado
- Y eso que más da, lo haríamos de nuevo. Dijo Harry de forma desafiante mientras alzaba un poco la voz – Así que pueden gritarnos lo que quieran. Aseguro Harry molesto
- Y pueden castigarnos por el resto de nuestras vidas, pero yo no me arrepiento de nada. Dijo Ron muy seguro
- Yo tampoco, preferiría encerrarme en una habitación con cien trols molestos que dejar que algo les pasara a mis amigos. Aseguro Harry indignado
- Y yo preferiría meterme al bosque prohibido solo y sin varita o que me mataran a dejar que algo les pasara a ellos. Dijo Ron señalando a Hermione y a Harry – Y si la envía a otro colegio yo me voy con ella, no sé cómo, pero encontrare la forma. Dijo Ron desafiante al padre de Hermione que lo vio con incredulidad
- Yo también. Dijo Harry de forma apresurada – Aunque no sabía que había otros colegios. Acepto Harry sorprendido – Pero aun así encontrare la forma de ir con ellos. Dijo Harry señalando a Hermione y a Ron que asintieron de acuerdo con el
- Papá. Dijo Hermione suplicante, pero su padre parecía decidido a alejarla de ellos
- John son dos niños de 11 años que entraron a una habitación con un trol de tres metros y medio de alto sin saber nada de magia para tratar de salvar a tu hija cuando ni siquiera eran amigos y aparentemente fueron los únicos que se acordaron de ellas, creo que ya se disculparon más que suficiente. Le dijo Jean a su esposo y él cedió finalmente – Además si no la dejamos ser su amiga Hermione jamás va a perdonarnos. Aseguro Jean algo preocupada
- Está bien. Cedió John frustrado – Puedes seguir siendo su amiga. Le dijo John a su hija resignado haciéndole a Hermione un gesto con la mano para que regresara con sus amigos
Harry, Ron y Hermione se levantaron de un salto y prácticamente corrieron a abrazarse y no se soltaron hasta después de un largo tiempo ante la mirada enternecida de varios y algunos incluso parecían a punto de llorar
- Gracias al cielo. Dijo Hermione aliviada mientras abrazaba a Harry y a Ron con fuerza
- Te extrañamos muchísimo. Le dijo Harry abrazándola con más fuerza
- Nunca más te vuelvas a ir. Le dijo Ron también abrazándola muy fuerte
- No están exagerando, solamente estuvieron separados como por unos diez minutos. Dijo un Ravenclaw de último año burlón
- Bromeas verdad, no sobreviviríamos ni dos días sin ella. Aseguro Ron y Harry le dio la razón
- No hay un hechizo para que no nos puedan separar. Le pregunto Harry a Hermione esperanzado
- No que yo sepa. Dijo Hermione pensativa
- En estas situaciones seguro que lo puedo inventar. Aseguro Ron y los tres se sentaron muy juntos y muchos sintieron una gran envidia por su amistad y quisieron tener algo así
Hermione Granger estaba agazapada contra la pared opuesta, con aspecto de estar a punto de desmayarse. El personaje deforme avanzaba hacia ella, chocando contra los lavamanos.
—¡Distráelo! —gritó Harry desesperado y tirando de un grifo, lo arrojó con toda su fuerza contra la pared.
El trol se detuvo a pocos pasos de Hermione. Se balanceó, parpadeando con aire estúpido, para ver quién había hecho aquel ruido. Sus ojitos malignos detectaron a Harry Vaciló y luego se abalanzó sobre él, levantando su bastón.
—¡Eh, cerebro de guisante! —gritó Ron desde el otro extremo, tirándole una cañería de metal. El ser deforme no pareció notar que la cañería lo golpeaba en la espalda, pero sí oyó el aullido y se detuvo otra vez, volviendo su horrible hocico hacia Ron y dando tiempo a Harry para correr.
- No puedo creer que le lanzaras una cañería a un trol. Dijo Fred prácticamente en un susurro pálido como una hoja
- Fue lo primero que encontré. Aseguro Ron sorprendido
- Como es que no te paralizaste del miedo. Le pregunto Percy que parecía a punto de vomitar
- Pues no es que tuviera esa opción. Dijo Ron como si fuera obvio
- Y no se te ocurrió, no sé, tal vez, correr. Le pregunto George de forma pausada viendo a Ron desconcertado
- Claro que sí. Aseguro Ron como si fuera obvio – He iba a hacerlo, en cuanto Harry y Hermione pudieran correr también. Aseguro Ron con obviedad
- No sé si deberíamos sentirnos orgullosos de lo valiente que eres o asustados por tu falta de interés por tu integridad física. Dijo Bill alarmado
- No me falta interés por mi integridad física. Dijo Ron indignado
- Ron atacaste a un trol de las montañas es obvio que no pensaste que podía matarte. Aseguro Charlie que parecía molesto y preocupado
- Y de que me hubiera servido pensar eso, tenía otras cosas de que preocuparme. Dijo Ron que empezaba a molestarte
- Pudiste haber muerto Ron. Dijo Ginny casi en un susurro y parecía a punto de llorar
- Si esto los asusta lo que pasa después los va a aterrar. Dijo Ron muy desconcertado por la actitud de sus hermanos
- Ese es exactamente el problema Ronnie, que sabemos que ustedes tres van a pasar cosas peores. Dijo Molly con lágrimas en los ojos
- Porque están molestos, nosotros no teníamos elección hicimos lo que podíamos. Aseguro Ron a la defensiva
- No estamos molestos con ustedes Ron. Aseguro Arthur con tranquilidad – Estamos orgullosos, pero también estamos preocupados por ustedes. Aseguro Arthur preocupado
—¡Vamos, corre, corre! —Harry gritó a Hermione, tratando de empujarla hacia la puerta, pero la niña no se podía mover. Seguía agazapada contra la pared, con la boca abierta de miedo.
- Oh cariño debiste estar aterrada. Dijo Jean asustada sujetando las manos de Hermione
- Lo estaba, ni siquiera pude reaccionar. Dijo Hermione que parecía lamentarlo
Los gritos y los golpes parecían haber enloquecido al trol. Se volvió y se enfrentó con Ron, que estaba más cerca y no tenía manera de escapar.
- Oh Merlín santo, como es que estos pobres niños estén en esta situación tan peligrosa. Se lamentó Lily angustiada
- Es que acaso no hay profesores en este colegio. Pregunto James furioso
- Los hay señor Potter, pero estábamos buscando al trol cerca de las mazmorras. Dijo McGonagall sorprendida por la reacción de James inusualmente seria
- Que tan difícil es encontrar a un trol gigante. Pregunto James furioso
- Mucho cuando está en un castillo gigante. Aseguro Dumbledore resignado
- En este castillo hay profesores, fantasmas, poltergeist, armaduras y cuadros parlantes y me van a decir que ninguno vio a un trol gigante y apestoso. Dijo James con incredulidad
- Señor Potter hicimos lo que pudimos, pero. Dijo McGonagall tratando de explicarse
- No hicieron suficiente, tres alumnos pudieron haber muerto. Dijo Lily furiosa con lágrimas en los ojos
Entonces Harry hizo algo muy valiente y muy estúpido: corrió, dando un gran salto y se colgó, por detrás, del cuello de aquel monstruo. La atroz criatura no se daba cuenta de que Harry colgaba de su espalda, pero hasta un ser así podía sentirlo si uno le clavaba un palito de madera en la nariz, pues la varita de Harry todavía estaba en su mano cuando saltó y se había introducido directamente en uno de los orificios nasales del trol.
Hubo un sonido generalizado de asco y desagrado alrededor del gran comedor, muchos hacían muecas de desagrado
- Tuve que lavar mi varita como veinte veces. Dijo Harry haciendo una mueca de desagrado
- Yo probablemente la hubiera cambiado. Aseguro Hermione haciendo una mueca de desagrado
Chillando de dolor; el trol se agitó y sacudió su bastón, con Harry colgado de su cuello y luchando por su vida. En cualquier momento el monstruo lo destrozaría, o le daría un golpe terrible con el bastón.
- Merlín santo creo que va a darme un infarto. Dijo Lily presionándose el pecho con la mano
- Me estoy planteando seriamente encerrar a Ron en un cuarto acolchado. Comento Molly que estaba pálido como una hoja
Hermione estaba tirada en el suelo, aterrorizada. Ron empuñó su propia varita, sin saber qué iba a hacer; y se oyó gritar el primer hechizo que se le ocurrió:
—¡Wingardium leviosa!
- Estas bromeando. Le pregunto un Slytherin de quinto año de forma burlona
- Como se te ocurre usar un hechizo tan simple. Dijo un Ravenclaw de quinto año de forma burlona
- Fue lo primero en lo que pensé. Se justificó Ron un tanto molesto – Ya me gustaría ver que genial hechizo se les ocurriría a ustedes si estuvieran encerrados con un trol gigante mientras amenaza con matar a sus amigos con un bastón gigante. Dijo Ron de forma despectiva
- Lo hizo mejor de lo que yo lo hubiera hecho. Aseguro una Hufflepuff de tercer año de forma comprensiva – Yo me hubiera puesto a llorar y después me hubiera desmayado y eso si es que no puedo salir corriendo. Aseguro la Hufflepuff mientras un escalofrío la recorría
El bastón salió volando de las manos del trol, se elevó, muy arriba, y luego dio la vuelta y se dejó caer con fuerza sobre la cabeza de su dueño. El trol se balanceó y cayó boca abajo con un ruido que hizo temblar la habitación.
- No es el propósito del hechizo, pero funciono muy bien. Dijo Remus complacido – Felicidades chico. Dijo Remus bastante impresionado
- Bien pensado muchacho, fuiste muy astuto. Lo felicito Ojo loco con aprobación
- Muchas gracias señores. Dijo Ron algo apenado
Harry se puso de pie. Le faltaba el aire. Ron estaba allí, con la varita todavía levantada, contemplando su obra.
Hermione fue la que habló primero.
—¿Está... muerto?
—No lo creo —dijo Harry—. Supongo que está desmayado. Se inclinó y retiró su varita de la nariz del trol. Estaba cubierta por una gelatina gris.
—Puaj... qué asco.
La limpió en la piel del trol.
Todos volvieron a hacer una cara de desagrado, mientras que Harry, Ron y Hermione voltearon a ver la varita de Harry con muecas de desagrado
- La voy a volver a lavar hoy. Aseguró Harry mientras guardaba su varita en su túnica
- Si, mejor por si acaso. Dijo hijo Hermione haciendo una mueca
- Hay hechizos desinfectantes, puedo pedirle a mi madre que desinfecte tu varita. Dijo Ron como sugerencia
- Si, por favor. Dijo Harry esperanzado
Un súbito portazo y fuertes pisadas hicieron que los tres se sobresaltaran. No se habían dado cuenta de todo el ruido que habían hecho, pero, por supuesto, abajo debían haber oído los golpes y los gruñidos del trol. Un momento después, la profesora McGonagall entraba apresuradamente en la habitación, seguida por Snape y Quirrell, que cerraban la marcha. Quirrell dirigió una mirada al monstruo, se le escapó un gemido y se dejó caer en un inodoro, apretándose el pecho.
Snape se inclinó sobre el trol. La profesora McGonagall miraba a Ron y Harry Nunca la habían visto tan enfadada. Tenía los labios blancos. Las esperanzas de ganar cincuenta puntos para Gryffindor se desvanecieron rápidamente de la mente de Harry.
- Enserio pesaba que los premiaría por ponerse en riesgo. Dijo McGonagall incrédula y molesta
- Soñar no cuesta nada profesora McGonagall. Dijo Harry algo avergonzado
- Mejor agradezca que no los expulse. Dijo McGonagall con severidad
- Lo agradecemos profesora. Dijo Hermione de forma apresurada
- En verdad. Concordó Ron sonriendo con nerviosismo
- Pues no parece, porque siguen metiéndose en cada situación peligrosa en la que se encuentran. Dijo McGonagall molesta y exasperada
- No es a propósito profesora McGonagall. Aseguro Harry apenado, McGonagall lucia sumamente frustrada
—¿En qué estabais pensando, por todos los cielos? —dijo la profesora McGonagall, con una furia helada. Harry miró a Ron, todavía con la varita levantada—. Tenéis suerte de que no os haya matado. ¿Por qué no estabais en los dormitorios?
Snape dirigió a Harry una mirada aguda e inquisidora. Harry clavó la vista en el suelo. Deseó que Ron pudiera esconder la varita.
Entonces, una vocecita surgió de las sombras.
—Por favor; profesora McGonagall... Me estaban buscando a mí.
—¡Hermione Granger!
Hermione finalmente se había puesto de pie.
—Yo vine a buscar al trol porque yo... yo pensé que podía vencerlo, porque, ya sabe, había leído mucho sobre el tema.
- Por Merlín le mentiste a un profesor. Dijo Sirius sorprendido y orgulloso
- Y no solo a un profesor. Dijo una Gryffindor de cuarto año – Le mintió a la profesora McGonagall. Dijo la Gryffindor con algo de miedo
- Eso es tener agallas. Aseguro un Gryffindor de quinto año viendo a Hermione con algo d admiración
Ron dejó caer su varita. ¿Hermione Granger diciendo una mentira a su profesora?
—Si ellos no me hubieran encontrado, yo ahora estaría muerta. Harry le clavó su varita en la nariz y Ron lo hizo golpearse con su propio bastón. No tuvieron tiempo de ir a buscar ayuda. Estaba a punto de matarme cuando ellos llegaron.
- Eres buena mintiendo. Dijo James sorprendido con cierto grado de admiración
- Deberíamos preocuparnos por eso. Le aseguró Jean algo preocupada a su esposo que asintió de acuerdo con ella
- En realidad, soy mala mintiendo solo que estaba tan asustada que no se dieron cuenta. Aseguro Hermione restándole importancia
Harry y Ron trataron de no poner cara de asombro.
—Bueno... en ese caso —dijo la profesora McGonagall, contemplando a los tres niños—... Hermione Granger; eres una tonta. ¿Cómo creías que ibas a derrotar a un trol gigante tú sola?
Hermione bajó la cabeza. Harry estaba mudo. Hermione era la última persona que haría algo contra las reglas, y allí estaba, fingiendo una infracción para librarlos a ellos del problema. Era como si Snape empezara a repartir golosinas.
- Si eso pasa no las coman. Les dijo Ron por lo bajo a Hermione y a Harry y ellos se rieron
- Si eso pasa yo voy a correr en dirección contraria. Aseguró Harry riéndose divertido
- Yo creería que estoy en una dimensión paralela. Aseguro Hermione mientras suprimía una sonrisa
—Hermione Granger, por esto Gryffindor perderá cinco puntos —dijo la profesora McGonagall—. Estoy muy desilusionada por tu conducta. Si no te ha hecho daño, mejor que vuelvas a la torre Gryffindor. Los alumnos están terminando la fiesta en sus casas. Hermione se marchó.
La profesora McGonagall se volvió hacia Harry y Ron.
—Bueno, sigo pensando que tuvisteis suerte, pero no muchos de primer año podrían derrumbar a esta montaña. Habéis ganado cinco puntos cada uno para Gryffindor. El profesor Dumbledore será informado de esto. Podéis iros. Salieron rápidamente y no hablaron hasta subir dos pisos. Era un alivio estar fuera del alcance del olor del trol, además del resto.
—Tendríamos que haber obtenido más de diez puntos —se quejó Ron.
- De gracias que les di puntos señor Weasley pude haberlos expulsado. Dijo McGonagall bastante molesta
- Lo lamento profesora McGonagall, solo lo pensé en el momento. Se disculpó Ron algo rojo de la pena
- Algo de razón tiene el pequeño pelirrojo. Dijo Sirius de acuerdo con Ron que se sorprendido porque lo mencionara – Salvaron a una estudiante de que la matara un trol se merecían mínimo veinte puntos cada uno. Aseguro Sirius algo orgulloso
- La alumna es cuestión no estaría en esa situación si ellos no la hubieran estado molestando. Les recordó McGonagall con severidad
- Pero fueron a rescatarla. Dijo James a la defensiva
—Cinco, querrás decir; una vez que se descuenten los de Hermione.
—Se portó muy bien al sacarnos de este lío —admitió Ron—. Claro que nosotros la salvamos.
- Estas bromeando verdad Ron. Dijo Ginny con incredulidad
- En mi defensa. Dijo Ron con cautela – No lo pensé muy bien. Aseguro Ron con cautela
—No habría necesitado que la salváramos si no hubiéramos encerrado esa cosa con ella —le recordó Harry.
Habían llegado al retrato de la Dama Gorda.
—Hocico de cerdo —dijeron, y entraron. La sala común estaba llena de gente y ruidos. Todos comían lo que les habían subido. Hermione, sin embargo, estaba sola, cerca de la puerta, esperándolos. Se produjo una pausa muy incómoda. Luego, sin mirarse, todos dieron: «Gracias» y corrieron a buscar platos para comer.
Pero desde aquel momento Hermione Granger se convirtió en su amiga. Hay algunas cosas que no se pueden compartir sin terminar unidos, y derrumbar un trol de tres metros y medio es una de esas cosas.
- No me digas, que sorpresa. Dijo un Slytherin de quinto año con ironía
- Juro por Merlín que solamente ustedes tres se puede hacer amigos de una manera tan melodramática. Dijo Bill riéndose divertido
- Es un don. Dijeron Harry, Ron y Hermione encogiéndose de hombros
- Con razón se hicieron amigos. Dijo Seamus sorprendido
- Ustedes no sabían. Le pregunto Charlie asombrado
- No, de un día para otro ellos tres se volvieron inseparables de hecho fue una gran sorpresa. Dijo Neville pensativo – Pero nunca nos imaginamos que se habían hecho amigos por haber enfrentado a un trol de las montañas. Explico Neville impresionado
- Lo bueno de estos libros es que al fin conoceremos los secretos del trío de oro. Dijo Lee viendo a Harry, Ron y Hermione con malicia
- Como nos llamaron. Preguntaron Harry, Ron y Hermione al mismo tiempo confundidos
- Trío de oro, así es como los llamamos a los tres en el colegio a los tres desde el primer año. Le explico Neville algo confundido porque ellos no lo supieran
- Que raros son todos. Dijo Ron viendo confundido a los demás
- Será que nos llaman así porque somos Gryffindors. Pregunto Hermione con curiosidad – Ya saben por los colores de nuestra casa escarlata y dorado. Pregunto Hermione con curiosidad
- Supongo que sí. Dijo Harry pensativo – Tendría sentido que sea por eso. Dijo Harry con cierto orgullo
- Muy buen veremos el siguiente recuerdo antes de seguir leyendo. Dijo Dumbledore animadamente
En la pantalla aparecieron Harry y Ron de once años entrando atravesando el retrato de la dama gorda, sucios y cansados, en cuanto entraron se encontraron con Hermione que también estaba sucia y cansada, estaba esperándolos ansiosa y en cuanto los vio susurro un "gracias" los tres se vieron sin saber que decir por unos segundos hasta que decidieron que tenían que cenar así que fueron a tomar sus platos y a llenarlos de comida y dulces. Hermione se sentó en medio de un sillón, Harry la siguió y se sentó a la derecha y Ron a la izquierda y comieron en silencio por un largo rato hasta que Hermione se atrevió a hablar
- Gracias por salvarme del trol. Dijo Hermione por lo bajo apenada
- Para eso están los amigos. Le dijo Ron quitándole importancia mientras se metía una empanada de calabaza en la boca y Hermione sonrió complacida
- Nos alegra que estés bien Hermione. Dijo Harry sonriéndole con amabilidad
- Y a mí me alegra que ustedes lo estén. Contesto Hermione más calmada
Entonces Ron algo nervioso levanto su copa y propuso un brindis por derrotar al trol choco su copa con la de Hermione y Hermione choco su copa con la de Harry los tres se sonrieron alegremente y luego se pusieron a comer y a compartir los dulces que habían tomado
- Que lindo nuestro primer brindis compartido. Dijo Hermione conmovida con las manos en el pecho
- Su, que cosa. Pregunto una Hufflepuff de cuarto año confundida
- Brindis compartido, siempre que están en una fiesta, en un restaurante o celebrando alguna cosa ellos se sientan uno de lado del otro o se paran uno de lado del otro y brindan primero entre ellos, el brindis empieza con el de la izquierda, sigue con el de en medio y termina con el de la derecha y ya cuando terminan brindan con los demás, nadie más puede entrar a su brindis solo ellos. Explico la Ginny mayor como si fuera una cátedra
- Los hemos hecho desde ese día, cada vez que logramos algo importante brindamos. Dijo el Harry mayor sonriendo con nostalgia
- Es una tradición. Aseguro el Ron mayor orgulloso
- Aunque no fue a propósito. Dijo la Hermione mayor divertida
Cuando la imagen cambio apareció un ambiente más sombrío, un cementerio solitario en medio de la noche, Harry de unos 18 años estaba sentado en el suelo abrazándose las rodillas en frente de una tumba de mármol blanco. Harry tenía el rostro pálido, los ojos y la nariz rojos si no había llorado estaba a punto de hacerlo, estaba sentado en frente de la tumba de sus padres tenía la mirada perdida y parecía estar perdido en su propio mundo hasta que dos personas caminaron hacia él.
Ron y Hermione se sentaron uno a cada lado de Harry, Ron pudo una de sus manos en el hombro de Harry mientras se cruzaba as piernas como si fuera a meditar, Hermione tomo una de las manos de Harry mientras se sentaba con las piernas ligeramente dobladas
- Sabíamos que estarías aquí hoy Harry. Dijo Hermione en voz baja mientras apretaba la mano en señal de apoyo
- No deberías estar solo hoy. Aseguro Ron reprendiendo a Harry – Debiste esperarnos para que viniéramos contigo. Dijo Ron viendo a Harry algo preocupado, Harry no respondió pasaron largos minutos sin que dijera nada o sin que siquiera diera señales de que se percataba de la presencia de sus amigos
- Mis padres. Dijo Harry con la voz entrecortada después de algunos minutos – Ellos están muertos. Dijo Harry mientras algunas lágrimas amenazaron con salir
- Si, así es. Aseguro Ron mientras veía a Harry y parecía cada vez más triste
- Ellos realmente se fueron esta vez. Dijo Harry, aunque parecía más bien una pregunta
- Si, ellos se fueron realmente. Confirmo Hermione viendo a Harry con algo de pesar
- Nunca más voy a volver a verlos. Dijo Harry con la voz entrecortada
- No, no vas a volver a verlos. Le confirmo Ron con la voz entre cortada
- Tampoco voy a volver a escuchar sus voces. Dijo Harry que sonaba como si le estuviera rompiendo el corazón
- No Harry, nunca más vas a volver a escuchar sus voces. Dijo Hermione mientras respiraba con algo de dificultad
Harry, Ron y Hermione se quedaron ahí, sentados en el suelo viendo la lápida de James y Lily Potter sin decir nada hasta que un par de minutos después Harry no pudo aguantarlo y empezó a llorar, Hermione empezó a llorar en silencio en cuanto escucho los sollozos de Harry se tapó la boca para tratar de suprimir sus propios sollozos, Ron volteo la mirada hacia otro lado para darle algo de privacidad a Harry que intentaba en vano de dejar de llorar
- Harry mi más sentido pésame, lamento mucho tus perdidas. Le dijo Ron minutos después cuando Harry empezaba a calmarse
- Sabes, eres el primero que me dice eso. Dijo Harry pensativo mientras unas gruesas lágrimas recorrían sus mejillas – Siempre me dicen lo parecido que soy a mi padre, que tengo los ojos de mi madre, lo valientes que fueron o los grandes magos que fueron, pero nunca nadie me había dado el pésame por sus muertes. Dijo Harry algo molesto
- Guardemos un minuto de silencio por Lily y James Potter dos grandes magos que dieron sus vidas para proteger a su amado hijo. Dijo Hermione con tristeza y los tres guardaron silencio en señal de respeto mientras la imagen desaparecía
El gran comedor Harry estaba tratando con todas sus fuerzas de no llorar en frente de todos en el gran comedor, muchos alumnos estaban llorando al igual que algunos profesores y veían a Harry con mucha tristeza
- En verdad nunca nadie te ha dado el pésame. Le pregunto una Hufflepuff de cuarto año afligida
- No, al menos no hasta ese momento. Dijo el Harry mayor algo molesto – Siempre mencionan que ese fue el día en que cayo Voldemort, de la paz que llego después de su caída, dicen que fueron héroes o que yo lo soy, parece que no se dan cuenta de que ellos eran mis padres y que yo era un bebé que quedo huérfano. Dijo el Harry mayor con tristeza
- Señor Potter en verdad lo. Empezó a decir Sprout sumamente apenada
- No lo diga. Dijo Harry indignado – La respeto mucho, no me haga perderle ese respeto con falsas condolencias. Dijo Harry con severidad – Si me disculpan necesito un minuto. Dijo Harry poniéndose de pie y soltando una almohada que tenía abrazada
- Harry estas bien. Le pregunto Hermione confundida y mortificada mientras Harry se alejaba
- No Harry espéranos. Dijo Ron levantándose tan apresurado que casi se tropieza, Ron tomo a Hermione del brazo y empezaron a seguir a Harry pidiéndoles que los esperara, James y Lily siguieron a Harry muy preocupados después de darle a él Harry bebé a Euphemia para que lo cuidara
- De acuerdo, tomaremos un pequeño descanso antes de comer. Anuncio Dumbledore mortificado – Pueden retirarse en cinco minutos. Dijo Dumbledore tratando de darle espacio a Harry pues era más que obvio que muchos querían seguir a Harry para preguntarle si estaba bien
