La noche antes del examen


El Potterverso es de Rowling


Este fic participa en el Reto #71: "La noche anterior" del Foro "Hogwarts a través de los años"


Daphne no paraba de dar vueltas en la cama.

A la mañana siguiente iba a hacer su examen de ingreso a la Academia de Medimagia Forense.

Y estaba muy nerviosa…

Aunque jamás lo reconocería.

Daphne era muy orgullosa.

Dio otra vuelta a la cama.

Cuando era pequeña, jamás pensó en ser forense. Ni en dedicarse a algún oficio en particular. Tampoco se cuestionó el destino que le impuso su madre de casarse y tener hijos. Cuando era niña, se dedicó a disfrutar de sus privilegios y a jugar, tener una infancia feliz (o todo lo feliz que pudo ser con una hermana con una maldición de sangre y unos padres que siempre discutían y paseaban a sus amantes en la residencia familiar). Jamás pudo pensar que su futuro se viera truncado.

Sí era cierto que siempre tuvo curiosidad en ver el interior de los seres vivos. Y sentía fascinación por la muerte… Averiguar las causas de la muerte de alguien… En Hogwarts, cuando tuvo una cierta edad, empezó a leer libros de medimagia forense, recomendados por Madame Pince.

Incluso en el año de la tiranía de los Carrow, se refugió en esos libros para evadirse de la realidad.

Después de la guerra, el Ministerio empezó a expropiar propiedades de los mortífagos y de sus familias aliadas, como la suya, aunque salvaron la residencia principal, sin todos sus objetos valisos. Entonces, si no podría tener una vida de mujer rica, pensó que podía dedicarse a la medimagia forense. Y ahora no imaginaba ser otra cosa.

Así que a espaldas de sus padres se apuntó a la prueba de acceso. Se preparó el examen en casa de su padre. Él no solía meterse en la vida de sus hijas. En cambio, su madre no paraba de meterse en donde no la llamaban.

La única a la que se lo contó fue a Astoria, que la apoyó al instante. Astoria no podía dedicarse a ningún oficio por su mala salud fruto de la maldición. Así que ya ni se planteaba su futuro. Porque en cualquier instante, podría morir. Por eso, la menor de las Greengrass apoyaba a su hermana en todo, porque ella tenía más posibilidades y esperanza de vida para cumplir sus sueños.

— Recuerda ir a dormir temprano para que el cerebro esté descansado. — le recomendó Astoria.

Dormir temprano…

Llevaba toda la noche dando vueltas.

Se levantó y se dirigió al botiquín donde tenían las pociones.

Bebería una poción para dormir sin soñar para poder descansar algo.

A la mañana siguiente, antes de empezar la prueba, los examinadores iban a ver si los alumnos habían tomado alguna felix felicis o algún que otro hechizo o poción para favorecer su resultado mediante magia. En caso de ser descubiertos, dichos alumnos serían expulsados.

Pero no prohibían tomar una poción para dormir sin soñar.

Antes de bebérsela, se fijó en la carta que le había mandado Sebastian. La leyó de nuevo:

Querida, Daphne

Sé que queda poco para el examen de ingreso en la Academia de Medimagia. Has trabajado mucho y estoy seguro de que entrarás. Aunque sé que jamás reconocerás que estás asustada o nerviosa.

De todas maneras, si no entras, que lo dudo, siempre tienes otra oportunidad el año que viene. Aunque con lo que has estudiado, dudo que eso pase. A no ser que uses una felix felicis, tengas las respuestas apuntadas y te pillen.

Mucha suerte mañana, ya me contarás.

Sebastian

Daphne sonrió.

El único al que se lo había contado fue a Sebastian. Quien la apoyó en todo momento.

Había preferido no contárselo a Draco. Se salvó del juicio gracias a que Potter intervino a su favor. Lo mismo pasó con Blaise, que su familia de Italia consiguió salvarlo gracias a sus influencias. Lo mismo pasó con Theodore Nott, que derrotó a su padre, un mortífago de alto rango, y eso lo libró de Azkaban. Pero a cambio, los tres tenían un periodo de prueba y de servicios a la comunidad.

Quienes no tuvieron tanta suerte fueron Gregory y Pansy. Ambos terminaron en Azkaban. Él por ser mortífago y ella por ser familiar de mortífagos. Y no tener a nadie que testificara a su favor o una familia que la salvara.

Sé sentía un poco culpable porque su situación comparada con ellos era mejor. Su padre fue amenazado en la Primera Guerra por los mortífagos para testificar a su favor. Incluso después de la desaparición de El-Que-No-Debe-Ser-Nombrado, tuvo que mantener su papel porque los mortífagos siguieron contactando con él. Así que tuvo que seguir siendo algo que no era. Y porque pensaba que quizá alguno de los mortífagos tendría los conocimientos de magia oscura para deshacer la maldición de Tori. Pero después de la Segunda Guerra Mágica, volvió a su verdadero lado y se salvó de la cárcel, pero no de las expropiaciones.

Tampoco quiso contactarles sus planes de ser medimaga forense a sus amigos porque pensaba que ya tenían suficientes problemas para escuchar sus miedos e inseguridades sobre entrar a la academia. También, por orgullo. No quería contarles su ambición de ser medimaga forense para después decirles que había suspendido las pruebas de acceso. Si entraba, se lo contaría. Si no entraba, no lo sabrían jamás.

Tomó la poción para dormir sin soñar, que hizo efecto enseguida.

….

Daphne notó un chorro de agua en la cara.

— Arriba, Daph — Astoria guardó la varita. — Tienes una hora para ducharte, vestirte y desayunar para ir a la Academia. Padre ya se ha ido al Ministerio. ¡Venga!

Daphne se levantó.


922 palabras

Después de leer Mortífago de Metanfetamina, pienso que el único trabajo que encaja con Daphne Greengrass es el de forense. No sé si existe la medimagia forense en el mundo mágico, pero alguien tiene que hacer las autopsias, aunque sea con hechizos, para colaborar con la policia.

Si quieres saber si Daphne aprueba el examen o no, te recomiendo leer el primer capítulo del fic Vivencias, que encontrarás en el perfil.

Hasta la próxima