Cita de Aniversario
Amy Rose manejaba en su convertible hasta el taller de Tails mientras tarareaba su canción favorita de Trush80, no es que fuese absoluta fan del rock, pero los habia conocido porque a su novio le gustaban y con el tiempo aprendio a valorarlos, ahora los escuchaba casi a diario como en ese momento mientras iba directa a encontrarse con Sonic porque quería darle un regalo especial por el primer aniversario.
Ya un año saliendo con él, no podía creerlo, luego de haber esperado tanto tiempo por una relación con el azulado, al fin tenerla le parecía una fantasía que no estaba dispuesta a hechar a perder. Este era el primer aniversario así que tenía que ser una cita genial, que ambos disfrutarían. Debía ser especial y cool, y romántica, y cursi pero no demasiado.
Amy tenía la cita perfecta y estaba dispuesta a poner en marcha su plan maestro.
Cuando llego al taller de Tails estacionó el coche y entró directamente, allí se encontró con Sonic en el salón jugando videojuegos. Él la observó de reojo para no perder la concentración y sonrió.
— Hola Amy, feliz aniversario
La rosada sonrió y se acercó al erizo para besarle la mejilla.
— Feliz aniversario, estoy muy ansiosa en que veas lo que preparé.
Sonic le rió levemente. Él le había dicho a Amy que prefería mantenerse al margen, para cosas cursis ya estaba ella. Si bien a veces le surgía tener un par de detalles melosos con Amy, en realidad eran una rareza y por lo general no había tenido que cambiar en nada, o bueno, en casi nada a la hora de salir con Amy. Ella lo conocía y lo respetaba, entendía su personalidad y lo aceptaba tal cual era, Sonic igual.
Le gustaba pensar que ni Amy ni él habían cambiado demasiado a pesar de salir juntos, al menos eso sentía él y eso veían sus amigos. A Sonic le gustaba más pensar que en realidad se habían amoldado a la personalidad del otro, lo suficiente para convivir en una relación y lo justo para no cambiar en absoluto.
Amy se había amoldado a él, y Sonic se había amoldado a ella. Les había costado en un principio, pero ambos querían que funcionara así que se esforzaron al máximo. Con el tiempo el esfuerzo fue menos necesario y todo comenzó a sentirse menos complicado y más... fluído, hasta que simplemente se dieron el lujo de disfrutar de su relación sin presiones. Se conocían lo suficiente como para saber sus manías así que era muy difícil que pelearan porque era muy difícil que hicieran algo que enojara al otro.
— ¿Dónde está Tails? — Preguntó su novia de pronto.
— ¿No viniste a búscame a mí? — Preguntó Sonic con una media sonrisa mientras miraba picaramente a la rosada.
— Siempre. — Le devolvió una hermosa sonrisa que a Sonic le calentó el corazón — Pero le encargue un par de cosas a Tails y me dijo que las tenía listas.
— Está en uno de sus experimentos locos, por lo que me dijo, estaba investigando un nuevo elemento que crée es radioactivo, asi que me obligó a quedarme aquí mientras él hace todo el trabajo.
— Vaya, se ve que tuviste que hacer mucha fuerza de voluntad para ceder — Se burló Amy, Sonic la miró dramático.
— No te haces una idea. — Comentó el erizo mientras devolvía la vista a su juego.
Amy sonrió levemente y en ese momento el zorro envuelto en un traje protector apareció en la sala.
— Vaya, astronauta Tails, que gusto verte. — Sonrió la rosada.
— Muy graciosa. — Dijo Tails mientras se quitaba el protector de la cabeza. — Te sentí entrar, tengo tus cosas listas, solo dame unos minutos a que las encuentre — El zorro comenzó a moverse por la sala hasta llegar a la puerta del almacén — ¿Tienen todo listo para salir?
— Sip, solo me falta lo que te encargue y podremos irnos. — Asintió la rosada.
— A todo esto... ¿A donde vamos? — Pregunó Sonic curioso pero sin sacar la vista de la televisión.
— Oh, ya veras. — Amy lo rodeó con sus brazos desde detrás del sillón apoyando su mentón en la cabeza del erizo — Iremos a un lugar super exclusivo para cenar y ver fuegos artificiales.
Sonic no se mostraba especialmente emocionado por el plan, pero concluyó que no se lo diría a Amy porque la chica había planeado ésto durante semanas, un día incluso casi cayó de golpe al suelo de lo cansada que estaba, Sonic consiguió atajarla a tiempo y evitar que se diera contra el suelo pero casi inmediatamente la envió a dormir al sillón mas cercano. La rosa le explicó que había estado toda la noche ultimando cierta información para la cita, Sonic no tenía la menor idea de a lo que se refería, pero teniéndo en cuenta que su ideal de citas no iba a más de "compremos unos chili-dogs y miremos una película en casa" decidió no preguntar, sólo le pidió a Amy que no se esforzará demasiado, que disfrutarían la cita saliera como saliera.
Aun así, desde la resistencia Amy se había vuelto una detallista, todo tenía que estar en orden y ser verificado al menos cinco veces, la pobre no lo había pasado muy bien haciendo el aguante mientras Sonic había estado encerrado, el estrés constante y las malas planificaciones le habían pasado factura, así que la rosada era bastante meticulosa, incluso si eso significaba poner en peligro su propia integridad física o psicológica. Por suerte tenía al novio y los amigos adecuados para decirle cuando debía relajarse, fue allí cuando Tails le dijo que se calmara, que él se haría cargo que lo que sea que le faltara para la cita.
— Aquí tengo lo que pediste Amy — Sonrió Tails saliendo del almacén. — Tambien esta lo que te pedí yo, de nuevo, gracias por hacerlo, siempre me viene bien la informarción extra —Le paso un bolso un negro a la rosada y ella sonrió.
— No es nada Tails, es lo menos que puedo hacer luego del favor que me hiciste — La eriza se colgó el bolso en el hombro y miró a su novio. — ¿Nos vamos?
— Claro. — Asintió el erizo mientras apagaba la consola desde el mando — Nos veremos luego Tails.
— ¡Diviértanse! — Dijo el zorro con una gran sonrisa para después volver a ponerse la protección de la cabeza y entrar de nuevo al laboratorio.
Ambos salieron de la casa y la rosada abrió el maletero de su coche para colocar el bolso, Sonic se extrañó un poco, por lo general ese tipo de bolsos no eran lo que uno llevaría a una "cita en un lugar exclusivo" era negro y de deporte lo que le hizo levantar una ceja ¿A donde demonios iban?
La rosada subió al auto y Sonic fue al asiento del copiloto, de reojo pudo ver la cesta de picnic en la parte de atrás ¿No iban a un restaurante o algo así?
— ¿A dónde vamos? — Preguntó el erizo lo más casual que podía mientras se colocaba el cinturón de seguridad.
— Ya te lo dije, a un lugar super exclusivo. ¿Por qué? ¿Ansioso por nuestra primera cita de aniversario? — Le sonrió burlona la rosada mientras arrancaba el coche.
— Más bien confundido.
— Confía en mí, estoy segura de que te va a encantar. — Confesó Amy mientras se dirigían a su destino.
Amy estacionó el coche debajo de un arbol en una colina bastante descampada, el panorama desde allí era un bosque con bastantes arboles y al fondo un par de colinas más, con un poco de esfuerzo llegaban a divisar el océano.
Sonic se preguntó que buscaba Amy, es decir, nunca rechazaba los picnics pero Amy le había hablado de un lugar exclusivo o algo así, además, se habia esforzado mucho mas de lo normal, asi que había asumido que irían a un restaurante muy costoso, no a una colina que probablemente había recorrido cien veces.
— ¿Ésta nuestra cita? — Preguntó el erizo, la rosada asintió mientras sacaba el bolso del maletero.
— Sip, aquí comienza — Sonic levantó una ceja, pero por alguna razón estaba... emocionado. — Confío en que me llevaras hasta el lugar siguiendo mis indicaciones.
— Claro, pero ¿Por qué no vamos en el coche?
— Porque no sería divertido — Rió Amy — Además, no quiero que se dañe. — La rosada se cruzó el bolso para que colgara en su espalda. — Bien, ¿Nos vamos?
Sonic sonrió intrigado y se agachó para llevar a Amy en su espalda, la rosada se subió en él y el erizo partió siguiendo la guía de ella.
Con su velocidad al poco tiempo llegaron al lugar indicado por la rosada. Ella se bajó de su espalda y Sonic vio que ya habían dejado el bosque bastante atrás, estaban donde las montañas, casi frente al mar.
Notó como la eriza comenzaba a moverse siguiendo el mapa en su comunicador así que no tardo en seguirla.
Definitivamente la cita estaba mejorando mucho, no sabia que pretendía Amy pero si comenzaba con exploración sólo podía mejorar.
Amy se detuvo en medio de la verde pradera, casi vacía, y sonrió como una niña a la que le regalan un dulce.
— Es aquí.
— ¿Que cosa? — Preguntó el erizo curioso, entonces la rosada dió un salto y sacando su martillo golpeó el suelo, tembló un poco pero además sonó a metal. — ¿Que demonios?
— Esta cosa solo se abre desde adentro así que debemos hacernos una entrada — Dijo ella pensativa, y entonces miró a Sonic de forma pícara — ¿Que dices? Hace mucho que no hacemos La Croqueta.
El erizo sonrió y asintió, esta cita cada vez le gustaba más.
Entonces la rosada se apoyó en su martillo y la base de éste la lanzó como resorte hasta el cielo mientras Sonic hacia un Spin Dash hasta ella, en el aire Amy sujeto con fuerza su arma y sin dudar ni un segundo le dió a Sonic haciendo que su Spin Dash se dirigiera ahora con más fuerza hasta el suelo, destrozando el césped artificial y haciendo una abertura en la gran compuerta de metal.
El erizo cayó de golpe al suelo y cuando abrió los ojos pudo mirar el lugar con más detalle, habían entrado en un enorme y gigantesco almacén de naves y el logo de Eggman estaba en todos lados.
La rosada cayó justo a su lado y se sacudió un poco el polvo de la falda.
— ¿Que es todo esto? — Preguntó sorprendido el erizo.
Amy se paró frente a él y sonrió radiante mientras levantaba los brazos.
— ¡Ta-da! ¡Una base de Eggman abandonada sólo para nosotros!
El erizo se carcajeo, porque en parte no podía creerlo.
— ¿Es en serio? Creí que iríamos a un lugar super exclusivo.
— ¡Esto es muy exclusivo! Nadie ha estado aquí desde la época de la resistencia. — Comentó la rosada — Teníamos conocimientos de que Eggman había ocultado sus naves más grandes y un prototipo de robotizador en una base secreta pero nunca pudimos dar con ella. Hasta hace una semana cuando me puse a revisar en los antiguos archivos y después de una exhaustiva búsqueda asumí que debía estar aquí. Me alegra no equivocarme...
Sonic estaba entre confundido, sorprendido y aún no se lo creía del todo.
— Además es el lugar perfecto para hacerlo volar. — Eso lo trajo un poco a tierra.
— Espera ¿Qué? ¿Volar?
— Sí, te dije que veríamos fuegos artificiales — Le sonrió la eriza. — Esta base tiene la ubicación perfecta, el césped a kilómetros es falso y el bosque, los animales y el mar estan lo suficientemente lejos como para que no les afecte la explosión, sálvo por algo de viento.
— ¿Explotaremos la base? — Sonic aún no se lo creía.
— ¿Para que crees que le pedí ésto a Tails — Ella palmeo un par de veces el bolso negro que llevaba colgado. — Tenemos los explosivos aquí, solo hay que ubicarlos y activarlos, tendremos tiempo suficiente para subir hasta donde el coche, poner el picnic y sentarnos a ver el espectáculo desde una distancia segura.
Sonic no se esperaba eso, ¿Así que eso eran los fuegos artificiales? De pronto su corazón comenzó a bombear más fuerte y sintió como si se hubiera vuelto a enamorar de ella por primera vez.
¿En verdad había planeado que su primer aniversario fuera explotar una base de su archienemigo? Mierda... Era la indicada, ya nadie podría hacerlo cambiar de opinión.
— Amy... — Realmente no tenía palabras.
A veces el azulado sentía que la quería tanto que solo tenía el impulso de abrazarla, y si bien se contenía la mayoría de las veces, cuando lo hacía a veces recordaba los momentos de adolescentes en que Amy lo había querido abrazar y él de alguna manera la esquivaba.
No es que se sintiera genuinamente mal por ello, sabía que a sus quince años ni ella ni él estaban listos para nada, demonios ni siquiera a los dieciocho se sentía preparado, tuvo que cumplir veinticuatro años para darse el valor de intentarlo y allí estaba ella, esperándolo. Ni siquiera sabía cómo había aguantado tanto tiempo, él no habría tenido tanta paciencia.
Amy seguía explicándole cuestiones sobre las bombas que había preparado Tails específicamente para volar este lugar sin causar un gran impacto en el medioambiente pero honestamente ya no le interesaba tanto, solo podía apreciarla como le comentaba emocionada cuanto había estado preparando esta cita.
Porque quería que fuera perfecta para ambos, porque era su primer aniversario.
— ...Quiero demostrarte que valgo, que ésto vale la pena. — Se corrigió algo sonrojada.
Sonic la atrajo hasta el y la abrazó con fuerza, la eriza se sorprendió un poco pero le devolvió el abrazo gustosa. Él recordó cuando le paró un abrazo en su cumpleaños poniéndole la mano en la cara, esa vez sí que se sintió mal unos días después y Amy utilizaba esa carta siempre que podía para darle un abrazo y que él no pudiera negarse. Había que admitirlo, Amy era buena en el chantaje emocional, bastante astuta.
Sonic sonrió, nunca más volvió a frenar ningún abrazo de Amy no importaba cuan empalagosos o en público fueran, porque incluso si lo de la rosada era chantaje emocional, sabía que en su momento realmente le había dolido cada vez que la esquivaba.
La quería, de hecho, la quería mucho, y compensaría todos y cada uno de los abrazos que no habían tenido.
— No sabía que mi plan rendiría frutos tan rápido. — Se burló ella.
— Es que eres la genio de la relación — Le siguió la broma Sonic. Amy rió.
— Vamos, Tails me pidió que sacara lo que pudiera de la computadora principal antes de explotar todo. — Dijo la rosada separándose.
Ambos comenzaron a caminar por las instalaciones.
Al poco tiempo, porque Amy había conseguido dar un mapeo superficial de la base, llegaron a la habitación que buscaban, una gran pantalla con un largo tablero se extendía ante ellos y Amy se acercó corriendo, del bolso sacó un pendrive, unos cables y una laptop de Tails para conectarla. Una vez enchufada, como por arte de magia, la enorme pantalla se encendió y el largo teclado comenzó a funcionar.
— Bien, veamos que tanto recuerdo de mis tiempos en la resistencia — Dijo Amy estirando los brazos y tornándose los dedos.
— Pide una contraseña — Dijo Sonic al ver la pantalla.
— No te preocupes, nunca la cambia — Sonrió la rosada y comenzó a teclear. En efecto, consiguió acceder.
— ¿Y cual es?
— 1 h 4 7 3 7 5 7 h 3 d 6 3 h 0 6 — Deletreo la rosada. — Una forma rebuscada de escribir 'I Hate that Hedgehog'
Sonic giró los ojos, debió haberlo adivinado. La rosada comenzó a rebuscar en los archivos y busco lo que más podría interesarle al zorro, cosas de naves. Encontró algunos planos y detalles que comenzó a descargar.
— Aah, la dulce sensación registrar los archivos personales de Eggman. — Rió Amy emocionada. — ¿Quieres ver si encontramos algo gracioso y muy vergonzoso? Eggman solía subir videos de pruebas de sus inventos, no siempre salían bien.
Sonic sonrió de costado.
— Me conoces tan bien — El erizo se acercó a ella y comenzaron a ver en los archivos hasta que de repente se apago la pantalla. — ¿Que pasa?
Amy ya lo presentía.
— Hay no... — La pantalla se encendió de vuelta y vieron a Eggman desde algún otro lugar del mundo, estaba en ¿Una playa?
— ¡Ah lo suponía! ¡Obviamente tenía que el patético erizo y sus estúpidos amigos! — Se quejó el doctor.
— Eggman, que alegría saludarte, ¿Que tal tus vacaciones? — Preguntó Sonic en tono jocoso.
— Mejor de lo que crees, hasta que por supuesto, la alarma de hackeo apareció en mi sistema. ¡¿Por que demonios no pueden dejar mis bases abandonadas... no sé, ABANDONADAS?
— ¿Y desperdiciar todo este espacio?
— Amy Rose, ya es la tercera base que me hackeas, me tienes harto. — Murmuró Eggman al ver a la rosada intentando retomar el control de sistema. — ¿No aprendiste la última vez durante la resistencia?
Amy frunció el ceño mientras intentaba concentrarse.
— Sí bueno, los malos hábitos son difíciles de quitar.
— ¿Sabes? Pensé que ahora que estabas saliendo con esa rata azul serías menos propensa a intentar suicidios como tu novio. ¿Debo recordarte que la última vez que quisiste entrar a una de mis bases casi no sales?
Sonic la observó curioso y Amy hizo una mueca.
— ¿Cual? ¿Esa vez que te robe información y borré todos tus archivos importantes?
— Sí, esa que trataste de salir y se te cayeron todos los escombros de la base encima.
Sonic observó a Amy y sintió un escalofrío ¿Que le habia caído qué?
— Sí, esa vez que retrace tu avance meses. — Murmuró ella.
— Tres días entre los escombros tuvo que haber sido muy traumático. — Sonic ya sintió que estaba perdiendo totalmente el hilo de la conversación... ¿Estuvo tres días entre escombros? — Sí no mal recuerdo, te encontraron de milagro y fueron veinte personas durante nueve horas buscando la forma de que sacarte de allí sin matarte.
— ¿Por qué demonios esto tarda tanto? — Murmuró la rosada.
— ¿Qué ya quieres cortarme? Pero si estábamos teniendo una conversación muy nostalg-
Eggman desapareció de la pantalla y Amy consiguió retomar el control.
— No fui tan rapida. Seguro sabe que estamos aquí. — Se lamentó Amy.
— ¿Que sucedió? — Preguntó Sonic confundido.
— Eggman nos detectó,no tenemos mucho tiempo.
— Eso lo sé, me refiero a lo de los escombros.
— Fue durante la resistencia.
— ¿Por qué no me dijeron nada?
— Estabas desaparecido, muchos te creían incluso muerto, para cuando volviste ya habían pasado cinco meses desde eso, comparado a todas las cosas que habían sucedido, eso quedó en la lista de lo último, último que queríamos decirte cuando volviste, habían ciertas prioridades más importantes, luego lo olvidamos.
— Podrías habérmelo comentado antes.
— Fue hace mucho Sonic, no te preocupes por eso.
—... ¿Tuviste miedo?
Amy dejo de teclear y lo observo un segundo, contemplando la respuesta.
— Por supuesto que sí, estaba aterrada, llore todo un día. Después dejé eso muy enterrado porque teníamos una resistencia que sostener, luego, por suerte lo olvide en su mayoría.
La rosada continuó con su tarea hasta que un sonido chirriante los sorprendió, y de repente un agujero se hizo en el techo y por él apareció metal Sonic. El erizo azul se puso automáticamente en guardia, otro grupo de robots siguieron a Metal Sonic y se posicionaron justo detrás de él.
— Que descortés cortarme así — Sonó la voz de Eggman desde el alta voz de erizo de metal. — En fin, ya que estabamos hablando de nostalgia ¿Por qué no recordamos viejos tiempo?
Los robots practicamente le saltaron encima a Sonic y a penas tuvo tiempo de reaccionar cuando Metal Sonic se abalanzó sobre ellos y se llevó a Amy con él.
— ¡No! — Sonic con suerte consiguió esquivar un ataque.
La rosada al verse sujetada por el cuello sacó su martillo, sin embargo, un golpe seco contra la pared de metal la descolocó un poco, sintió como el aire comenzaba a faltarle así que con todas sus fuerzas le acestó un golpe en la cabeza a Metal Sonic, sin embargo no le hizo mucho más que una abolladura. El erizo de metal tenía un buen balance así que alguien debía empujarlo por el costado y ella no podía hacerlo.
— ¡So-nic! — Intentó gritar mientras trataba de safarse del agarre del robot. Eggman volvió a aparecen en la enorme pantalla de la sala.
— Aah, nada como los viejos tiempos ¿No lo creén? — Se escuchó el sonido de Eggman sorbiendo de una pajilla. Estaba bebiendo un licuado mientras se relajaba en una reposera. — Casi olvidé como seguían mis antiguos planes malvados... Ah sí, cierto. ¡Metal Sonic! Lleva a Amy a la cámara de robotización, hace mucho que no volvemos androide a un ser vivo.
— ¿Eh? — Tanto Amy como Sonic se sorprendieron por eso, Eggman había dejado de utilizar animales porque eran ineficientes y tarde o temprano se revelaban. Eggman ni siquiera estaba haciendo esto de manera premeditada o por salvaguardar su base, lo hacia porque podía y le resultaba divertido, lo que volvía toda la situación mil veces más peligrosa de lo que debería haber sido desde un principio.
La eriza de repente se vio siendo arrastrada por el cuello con la metálica mano de Metal Sonic rodeándola y antes de darse cuenta ya no estaba en la sala.
El erizo azul, en vista de que debía apresurarse porque esto ya no era divertido, era peligroso, golpeo a los robots restantes con un spin dash en cadena, prácticamente los traspaso por completo y estos cayeron al suelo desplomados.
Estuvo a punto de cruzar el umbral hasta el pasillo cuando otro grupo de robots le cortaron el paso.
— Maldición Eggman, no puedes dejarme tener una cita en paz.
Amy sintió como Metal Sonic la lanzó hacía algo, chocó de espaldas con lo que parecía un cilindro de cristal que se cerró antes de que siquiera pudiera levantarse.
Observo al rededor del cuarto, era en verdad una sala enorme con la mayor parte siendo ocupada por la máquina a la que estaba conectado el cilindro.
Entendía por qué Eggman había acabado descartando la idea de robotizar a seres tan grandes como ellos, la máquina parecía ser realmente compleja y poco eficaz para transportar.
Golpeó el vidrio incluso con su martillo pero no conseguía romperlo.
— Ni te molestes. — Se oyó la voz de Eggman desde la computadora principal, Metal Sonic estaba tecleando algo pero no conseguía ver que era. — Desarrolle ese cristal pensado específicamente en tí y Knuckles, ninguno de los dos podrá romperlo, y si ninguno de los dos lo rompe...
— Nadie lo hará. — Murmuró la rosada. Mierda, esto era un problema.
— Ningún ser vivo, a menos que seas uno de mis maravillosos robots. Quién sabe, quizás mi máquina acabe funcionando bien esta vez y tenga la mejor arma con la que derrotar a Sonic... Su propia novia.
— ¡¿Y cómo sabes que va a funcionar?!
— Ah no lo sé, pero muy pocos salieron vivos de las pruebas, asi que de cualquier manera destruyo moralmente a la rata... ¡Jojojojo! —Se carcajeó el hombre —¿Quien diría que solo necesitaba unas vacaciones para volver a tener mi malvado e inteligente genio al 100%? Debería tomarlas más a menudo... Te dejo el resto Metal Sonic.
Eggman pareció haberse desconectado de la llamada y Amy respiró agitada, de repente ese tubo le hacía sentir que se asfixiaba.
— ¡Metal Sonic por favor, no lo hagas! — El robot parecía no escucharla — ¡Sé que me reconoces, sé que sabes que soy la eriza que te devolvió a la base de Eggman! — El erizo metálico pararemos detenerse unos segundos. — Por favor, sólo abre el cristal.
Metal Sonic volte la cabeza para mirarla mientras continuaba escribiendo algo en el teclado. Unas palabras aparecieron en la pantalla: "Serás como yo". Amy lo observó, por primera vez en años aterrada de lo que Metal Sonic representaba, volvió a recordar el miedo que le había tenido en Little Planet. La rosada negó con la cabeza mientras se alejaba lo más posible del robot en aquel pequeño espacio de cristal.
Esta vez todas las pantallas del cuarto se iluminaron: "Yo soy Sonic. Todo lo de Sonic me pertenece."
— Mierda... No, no, no, no esto no está bien. — Pensó la rosada.
El techo de su curvada prisión se abrió, y un aparato similar a un casco salió de él mientras el suelo lentamente comenzaba a llenarse de un líquido extraño. La eriza comenzó a golpear con todas sus fuerzas el cristal.
La puerta del cuarto se abrió de golpe y acabó en el suelo, Sonic estaba agitado, sucio, algo herido y llevaba la cabeza de uno de los robots en su mano izquierda. Pero estaba bien, eso tranquilizó internamente a Amy, aunque la cara de pocos amigos del erizo no ayudaba mucho a su causa.
— Bien, muchas gracias por la guía. — Dijo el erizo para lanzar la cabeza del robot al suelo y aplastarla con un fuerte pisotón para desactivarla por completo. — Ahora tú. — Observó con furia a Metal Sonic. — Mas te vale que saques a Amy de ahí o te juro que te desarmo tuerca por tuerca chatarra- — En su advertencia Sonic se dio el tiempo de observar el espacio. Conocía esa máquina y no le gustaba en absoluto que Amy estuviera en ella, tenía que sacarla de ahí ya. En ese momento las pantallas llamaron su atención, todo el bendito cuarto tenia esa frase "Yo soy Sonic. Todo lo de Sonic me pertenece." — Estás muerto.
El erizo se lanzó contra su doble y ambos comenzaron a forcejear y golpearse, en el vaivén de los golpes Metal Sonic consiguió dar inicio al proceso de robotización. Sonic se aterró por eso unos segundos y su doble de metal aprovechó para empujarlo con sus piernas.
Sonic cayó frente a la cápsula que mantenía a Amy encerrada y vio con horror como la eriza no pudo evitar que la máquina le colocará el casco, automáticamente los músculos de Amy se aflojaron y lo único que podía mover eran sus ojos. El líquido de la cápsula ya estaba llegando a su vientre.
— ¡No! — Hizo un spin dash contra el cristal pero a penas si consiguió rayarlo un poco.
Metal Sonic volvió a lanzarse sobre él y la lucha para quitarse al erizo de metal de encima comenzó.
Amy apenas sentía nada, un minuto estaba intentando huir y en cuanto el casco hizo conexión con ella ya no sintió nada, su cuerpo del cuello hacia abajo estaba totalmente desconectado; no lograba sentirlo en absoluto, pero sí podía ver como ese líquido subía cada vez más ¿Acaso esa cápsula iba a ahogarla?
Sonic logró quitarse a Metal Sonic de encima y lo lanzó contra el cristal esperando que se rompiera por el golpe. Para su decepción, no funcionó. Corrió de nuevo hasta su doble metálico y lo volvió a golpear, esta vez Metal Sonic logró esquivarlo y ponerse frente a Sonic, el erizo esquivó uno de los puñetazos de Metal Sonic los cuales fueron a parar al cristal. El azulado sintió un leve crujido, el cristal no se había roto pero tenía una leve fisura. Una bombilla se encendió en su cabeza.
— ¿Es el mejor golpe que puedes hacer? — Le sonrió de costado Sonic. Su doble metálico volvió a golpearlo, esta vez con más fuerza. El erizo sonrió, si era como él entonces tenía que golpearlo donde más le dolía: el ego. Si conseguía que Metal Sonic acertara un golpe potente al cristal donde ya estaba coarjado la presión haría el resto.
Amy solo podía ver con impotencia como esos dos peleaban mientras ella esperaba que ese líquido la dejara respirar al menos. Antes de darse cuenta ya había tocado su nariz así que inspiro tanto como pudo y cerro los ojos cuando se vio completamente sumergió. Abrió los ojos y el propio casco la giró en direccion a la enorme maquina en la que estaba conectada la capsula.
Las compuertas negras de ésta se abrieron y la cápsula hizo lo mismo, lo que vio dentro de esa máquina estaba segura que no lo olvidaría jamás. Una cantidad de brazos con distintos objetos, tijeras, cuchillos, jeringas, bisturís; por eso no sentía su cuerpo, iba a córtalo.
Si pudiera haber llorado de terror lo hubiera hecho.
Sonic sabía que se le terminaba el tiempo así que luego de que Metal Sonic volviera a acorralarlo justo frente a la cápsula de Amy el azulado se levantó y sonrió de lado.
— Golpeas horrible. Sólo eres otra pésima copia de mi, ahora entiendo por qué Eggman ha intentado abandonarte tantas veces.
El erizo se agachó con lo justo para que Metal Sonic asestara el golpe, su mano quedó clavada en el cristal, había hecho un agujero. Sonic sonrió de costado; apoyándose en la cápsula colocó las piernas en el pecho metálico de su doble y con todas sus fuerzas lo empujó lejos provocando que su mano destrozara la cápsula y el vidrio se quebrara del todo.
Metal Sonic acabo del otro lado de la habitacion cuando atravezo la pared debido al golpe. El líquido de la capsulal comenzó a salir por todas las grietas y el cristal en pocos segundos se destrozó esparciendo su contenido incluso sobre Sonic. Poco le importo al erizo el cual rápidamente tomó a Amy de la cadera y la empujo hacia afuera desconectando su cabeza del casco y evitando que entrará en la máquina. Amy solo podía girar los ojos para verlo y Sonic sentía que si la eriza hubiera podido, ahora mismo estaría gritando.
El azulado la abrazó contra su pecho y exhaló todo el aire y la tensión que había acumulado.
— Tranquila, estarás sin poder moverte unos minutos por el casco, date un tiempo antes de volver a retomar tu cuerpo. Estás bien. — La eriza no se podía mover, así que Sonic solo la abrazo con fuerza intentando calmarla, porque sabía lo que la eriza había visto y jamás en la vida hubiera querido que ella experimentará algo así.
Sintió como el pecho de la eriza empezaba a sacudirse y de a poco comenzó a toser, expulsando todo el líquido de sus pulmones.
— Eso es, tómalo con calma. — La tranquilizó el azulado mientras le daba leve golpesitos en la espalda.
Había estado dentro de una de esas maquinas cuando a penas tenía doce años y se había salvado de milagro gracias a que la máquina comenzó a fallar y la cápsula salió volando por una explosión. Los primeros minutos al fin fuera de esa cosa habían sido, como mínimo estresantes, por un momento creyó que no se movería jamás y sin duda le hubiera gustado tener a alguien a su lado.
Antes de sus quince años había sido demasiado solitario con respecto a que aventuras llevar a sus amigos y a que aventuras ir solo, la mayoría de las veces decidía hacerlo solo y eso le paso factura. Con el tiempo había aprendido a confiar más en sus amigos y sus habilidades para cuidarse las espaldas.
Sus primeros años luchando contra Eggman y prefiriendo hacerlo solo habían sido bastante... suicidas. Sin dudas, haber estado en esa máquina había sido un punto de inflexión en su forma de pensar.
Metal Sonic se levantó con dificultad del suelo y se apoyo en el agujero de la pared observando fijamente a Sonic. El erizo azul no sabia si dejar a Amy en el suelo o arrimarla más a él, al final optó por lo primero.
— ¿Qué? Si quieres te vuelvo a patear un poco más arriba y ya tienen un agujero lo suficientemente grande para una puerta. — Se burló Sonic colocándose delante de Amy.
El erizo metálico estuvo a punto de saltar le encima cuando la pantalla volvió a encenderse y Eggman se mostró en ella.
— ¡Ah no puede ser! Esa estúpida chatarra de maquina, con razón no volví a usarla... Metal Sonic, vuelve aquí, estoy en mis vacaciones y me niego a perder otra batalla en mis días libres. ¡Escucha bien erizo! ¡Hoy te salvas porque YO lo permití! Asi que tecnicamente he ganado. La próxima vez no seré tan benevolente ¡Así que ni tú ni tu novia rosa vuelvan a acercarse a mis bases abandonas! hablo en serio. ¡Ah, y tienen tres minutos para salir!
Metal Sonic no dejo de observar al erizo azul, pero salió volando en dirección a la salida. La pantalla se apagó y todo quedó en absoluto silencio unos segundos.
—... No es cierto, yo gané. — Murmuró el erizo enfadado, tanta pelea para nada. No había algo más peligro en el mundo que Eggman de vacaciones.
Escuchó el ruido de la eriza intentando levantarse entre los cristales así que la ayudó a ponerse de pie rápidamente mientras la sostenía de la cintura.
— ¿Te encuentras mejor? — Preguntó Sonic.
— Eso creo. — Le costó hablar pero se estaba recuperando rápido, eso alivió a Sonic. — ¿Tú estás bien?
— No es a mi a quien han metido en esa cosa — Sonrió Sonic — Estoy bien, solo un par de golpes, no ha sido nada.
Amy agachó la cabeza y suspiró.
— Hey, ¿Que pasa? — Preguntó el erizo.
— Lamento que la cita se haya arruinado así, no estaba en el plan que ésto sucediera, Tails me dijo que Eggman no sabría que nos metíamos en su computadora pero supongo que no salió bien.
— ¿Estás bromeando? — La miró sorprendido el erizo — ¡Es una grandiosa cita! me infiltre en una base abandonada, discutí con Eggman, le patee el culo a Metal Sonic y, salvé a mi chica — Le golpeó levemente con la cadera haciendo que la rosada sonriera — Knuckles me envidiará tanto por ésto.
— Entonces ¿Sí te gustó?
— ¿Gustó? Amy la cita no ha terminado. — Sonic se acercó a la oreja de ella y le susurró: — ¿No tenemos una base que volar?
Amy observó al erizo de reojo y rió algo más animada para luego asentir.
— Por supuesto.
El erizo azul y la rosada se encontraban en la colina. Amy sacó la canasta del picnic del coche aunque Sonic acabó llevándola. Ella estaba muy cansada y sentía los músculos atrofiados. Intentaba disimularlo lo mejor que podía pero Sonic sabía muy bien como se sentía uno después de que ese casco se enchufara en tu cabeza.
Con tranquilidad colocaron la manta en el suelo y la canasta sobre ella. El cielo comenzaba a atardecer y el sonido de los grillos podía escucharse levemente.
Sonic abrió la canasta y sus ojos miraron a Amy con felicidad.
— ¡Chili-Dogs! ¿Como no los olí?
Amy rió.
— Tengo mis trucos.
Dentro de la canasta habían varios chili-dogs y champagne para niños. Sonic se aguanto una risa, debió haberlo esperado de ella. Después de todo tenía que manejar de vuelta.
Amy sirvió la bebida en dos copas y Sonic le paso un Chili Dog.
— Y bien, ¿Cuando empieza el espectáculo? — Preguntó ansioso mirando el horizonte.
– Es extraño, ya debería haber-
El ruido de una gran explosión se oyo frente a ellos, un geiser de fuego se extendió hacia el cielo y Sonic solo pudo reír emocionado.
— Ah ¡Es asombroso! — Se emocionó el azulado
Entonces justo después del fuego y la onda de viento que llegó hasta ellos e hizo emocionar a Sonic aún más, un par de figuras en fuego artificiales se formaron en el cielo, eran los rostros de ellos dos y arriba se formó un texto: "SyA estuvieron aquí".
Amy atinó a que eso era obra de Tails porque ella no se lo había pedido, pero se veía espectacular así que se lo agradecería al zorro mañana.
La pareja chocó sus copas y brindaron por una exitosa cita de aniversario.
La rosada acomodó su cabeza en las piernas de Sonic mientras éste se relajaba viendo el cielo estrellado. Ya habían cenado y charlado casi cualquier tema banal, pero Amy quería preguntarle algo a Sonic.
— ¿Estuviste en esa máquina?
— ... Sí, cuando tuve doce.
— ¿Por qué nunca dijiste nada?
Sonic alzó los hombros.
— Me daba vergüenza tener que contar que salí huyendo. — Se rió nervioso — No son la clase de cosas que quieres oír de tu héroe. Ni la clase de cosas que levantaban mi ego.
— ¿Y como te liberaste?
— Suerte supongo. Si la maquina de Eggman falló hoy imagínate en ese momento. La cápsula que me contenía no soporto la presión del líquido y la maquina se sobrecalentó, prácticamente salí volando, fue un poco aterrador al principio porque no podía moverme, creí seriamente que no me movería jamás. — Sonic se recostó en la manta —Por suerte el efecto pasó y me fuí de allí. Volví a los dos días por una revancha y gané — Sonrió orgulloso.
Amy giró la cabeza para mirarlo y entonces se acomodo apoyando sus brazos y cabeza en el pecho de él.
— Lamento que hayas pasado por eso solo.
— Está bien, me gustaba hacer de llanero solitario en esa época así que supongo que yo sólito me buscaba ese tipo de situaciones. — El erizo comenzó a jugar con las púas de Amy — Tú, por otro lado, no puedo creer que te hayas arriesgado durante la resistencia a ir a una guarida de Eggman sola. Creí que eras mas precavida que yo en esas cosas.
Amy suspiró y cerró los ojos.
— Se supone que estaba abandonada, Knuckles no quería que fuera porque era peligroso pero yo sabía que allí había algo importante y lo necesitábamos. No fue lo más maduro que hice pero... Me escapé, como una adolescente que sale de fiesta sin decir nada a sus padres. Evité las cámaras, los guardias, los puestos de vigilancia y fuí hasta la guarida. El resto lo conoces, un error y un montón de escombros encima.
— ¿En verdad fueron tres días?
— Sí.
— ¿Bebias algo al menos?
— No había nada, estaba atrapada y a penas tenía espacio para arrastrarme. Estuve a punto de morir ahí, supongo que tuve suerte.
El silencio reino entre ellos unos minutos y nada se escuchaba a parte de los grillos.
— Tenemos mucha suerte — Murmuró Sonic. Amy asintió. De verdad que la tenían, por Caos si el simple hecho de que fueran pareja era un milagro no quería saber la cantidad de suerte que habían gastado hasta el momento.
La rosada lanzó un sonoro bostezo y cerró los ojos dispuesta a descansar. Sonic se mantuvo unos minutos más mirando las estrellas en el cielo y sintiendo la brisa fresca de la noche, fue luego de un rato de calma que un par de naves y robots aparecieron desde el cielo y fueron directo al lugar donde debía estar la base.
El erizo azul sonrió, se preguntaba cuanto tardaría en aparecer. Fue más de lo esperado, definitivamente está vez Eggman se estaba tomando muy en serio sus vacaciones.
Sonic se levantó lentamente y Amy se quejó un poco al sentir como el erizo la cargaba, sin embargo no hizo atisbo de abrir los ojos.
— ¿Que pasa? — Preguntó en un murmullo.
— Eggman llegó, es nuestra señal para irnos. — Le sonrió el erizo.
— ¿Por qué? que se atreva a acercarse, le patearé el... — comenzó a murmurar un montón de palabras tan bajito que Sonic ya no le entendió más, sin embargo se rió levemente.
— Eso suena duro, pero igual podrías golpearlo más fuerte cuando no estés medio dormida. — Con cuidado la sentó en el asiento del copiloto del coche. — Ese casco realmente te dejo K.O.
— No quiero que se termine tan rápido.
— Tendremos muchas más. — La consoló el azulado. — Pero la próxima, será en un restaurante exclusivamente normal e involucrará fuegos artificiales normales, con ningún doctor demente de por medio. — Se convenció a sí mismo. Ya no se quejaría... tanto de las citas sosas y cursis que a veces tenía con Amy.
Esta cita había sido asombrosa, la mejor de su vida, pero por unos breves instantes realmente había deseado que sólo lo hubiera llevado a comer a un restaurante muy caro.
Caminó hasta la zona del picnic, guardó todo en la canasta y tomó la cobija y el bolso de Tails. Puso la casta y el bolso en los asientos de atrás, sacudió la manta para quitar las migas y una vez abrochó el cinturón de Amy, colocó la manta encima de ella. La eriza ya se había vuelto a dormir.
Sonic se sentó frente al volante, encendió el coche, extendió el techo del convertible para que no les golpeara tanto el viento frio, y se dispuso a salir de allí antes de que Eggman se diera cuenta de dónde estaban.
Amy sintió como el erizo la cargaba hasta su cama y la sentaba sobre el colchón, estaba demasiado cansada como para abrir los ojos.
— A ver, levanta los brazos. — Le pidió el erizo, Amy escuchó como Sonic buscaba algo en su armario así que ella solo hizo lo que le pidió.
El erizo azul le quitó el vestido, las botas, los guantes, y le colocó el camisón rosado con bordados.
– ¿Te pusiste maquillaje?
— ¿Eh? Sí, algo de base y las pestañas... ¿Por qué? — La rosada volvió a bostezar.
El erizo entró al baño de la chica y buscó el agua micelar y la esponja con la que usualmente se limpiaba, la mojó un poco y se lo pasó por la cara a la eriza.
— No es necesario — Se medio quejó la rosada.
— Los dos sabemos que si Rouge se entera que te dejé dormir con maquillaje me enterrará vivo, y a tí te dará una charla de una hora sobre por qué el maquillaje es-
— -bueno de día y malo de noche. — Tánto Amy como Sonic sonrieron levemente, una vez terminó la eriza al fin se recostó entre las cobijas. — ¿Te vas?
— Sí, pensaba en ir a casa a darme una ducha y dormir.
— Quédate a dormir hoy. — Le pidió la eriza abriendo levemente los ojos mientras se cubría un poco más entre las cobijas. — Hace frío para que salgas a correr ahora, dúchate aquí y acuéstate. — Dijo palmeando un costado de su cama mientras se corría para dejarle un lugar.
Sonic no tenía muchas ganas de discutir... Ni de salir para ser honestos. Quizá no le vendría mal aceptar el ofrecimiento de Amy.
— Bueno — Aceptó el erizo — Solo porque se esta levantando mas viento de lo normal.
Amy sonrió y volvió a acomodarse para dormir. A los minutos notó a Sonic abriendo las cobijas y recostadose en la cama con un bostezo. La rosada se acomodó medio dormida para apoyar su cabeza en el pecho del azulado y éste los cubrió bien con la cobija y abrazo a la chica por la cintura. El sonido de un viento fuerte podía escucharse, pero ellos estaban más que cómodos y seguros en aquella cama.
— Descansa Sonic. — Murmuró la rosada.
— Descansa Amy.
El azulado cerró los ojos completamente relajado. Penso en la cita que habian tenído, en todos los años de amistad que llevaban encima, y en el reciente año que tenían de relación. En un principio había dudado, pero ahora estar así con Amy se sentía bien, se sentía correcto.
Entonces sonrió como si hubiera tenido una especie de epifanía. Nunca había habido nadie más en su cabeza, en sus posibilidades o en su corazón, siempre había sido Amy, y tenía la feliz y tranquila sensación de que siempre lo sería.
w i t h l o v e : N o v a
¿Hola? ay hace mucho que no hago esto, ¿Como están? hace mucho no nos leemos.
He venido aquí con un nuevo one-short y una disculpa a los que leen mi fanfic más largo de esta pareja, sepan que no he tenido mi temporada más inspirada. Estoy en un punto de ese fanfic en donde cuando publique el capitulo que llevo a medio hacer no habrá vuelta atrás en la historia y supongo que eso es lo que me viene trabando este largo tiempo de continuarlo.
bueno, eso y la universidad.
Pero en fin, que mi promesa de terminar ese fanfic se mantiene, no se cuando, no se como, pero esa cosa se va a completar, lo prometo xD
Y, como acto de demostrar que sigo viva y solo no publico por pereza, no porque me haya muerto o algo por estilo, les traigo este oneshort de sorpresa y de disculpa u.u
Sepan que los quiero y los aprecio mucho, gracias a todos los que hayan entrado para leerlo.. Bye bye!
