"La calma".
Muchos matarían por siquiera haber conseguido una quinta parte de la información que conseguimos en cuestión de días. Recuerdo que, con solo pensar en ello, no pude pegar un ojo en toda la noche.
El ruido de las olas chocando contra la costa no me dejaba pensar en paz. Así que simplemente me quedé viendo al vaso medio vacío que sostenía y lo agité un poco. Tomé un sorbo y lo dejé encima de la mesa de centro en la que teníamos muchos papeles esparcidos; unos envoltorios vacíos, una botella de Gin-tonic y otro vaso de vidrio vacío. Sentado en posición de loto sobre el suelo, volví a echarle un ojo a algunos de los documentos. Mi mirada se clavó en la carta del Ministro de Ciencia, una pista que no dejaba de intrigarme. Hasta que unos ronquidos casi imperceptibles me distrajeron.
Volteé a ver al mueble que tenía a un lado y descubrí que la fuente del sonido era la dueña del lugar. Por primera vez desde que acepté ayudarle, pude contemplar las facciones de su rostro relajadas. Eso me hizo sonreír por un breve instante. Después me levanté, busqué una manta para abrigarla y volví a sentarme.
"Dulces sueños, Renée."
La investigación que se me encargó en un principio, se descarriló tanto que ya ni siquiera me veía capaz de seguirle el juego a mi compañera; zorra roja, traje verde, y una gran habilidad para recolectar información. Era escritora, había investigado sobre muchas cosas en el pasado. Pero nada de lo anterior se comparaba con lo que podría salir a la luz sobre nuestros hallazgos. Poco a poco me metí tanto en esto... Que ya me era imposible salir.
De una forma un tanto extraña, la conversación que tuve hace unos instantes con ella me ayudó a despejarme un poco. No había siquiera considerado el hablar sobre mi madre con nadie desde hacía… Un buen rato. Por unos minutos me perdí en mis pensamientos sin darme cuenta. Cuando lo noté, sacudí la cabeza para mantenerme en el presente y volví a agarrar el vaso para dar otro sorbo. Miré por la ventana cómo las olas seguían chocando contra la costa y, por un momento... Sentí que pertenecía a algún lugar en este mundo.
Sin saberlo, experimenté por primera vez una sensación de calma que me hizo sentir seguro de que saldríamos adelante.
Lamentablemente, solo era la calma que siempre venía antes de la tormenta. Y esto, el último buen recuerdo que pude rememorar en nuestro tormento.
Ojalá lo hubiéramos sabido antes.
Fin.
Oh Howie... De las pocas veces que un personaje me ha inspirado lo suficiente como para escribir algo nuevo, debo admitir que lo has hecho sin mucho esfuerzo. No sé si volveré a escribir algo más extenso de este mundo (quizás un AU), más que nada por lo dividido que me dejó la última parte del material de origen. Pero espero que disfruten del drabble (al menos como una lectura muy ligera).
Backbone sin dudas es una experiencia... Ahora ya no lo encuentran bajo ese nombre, porque se lo cambiaron a uno más feo y genérico (probablemente para limpiar un poco la imagen del producto, o eso es lo que yo me imagino). No sé si sea recomendable para cualquiera, porque la verdad siento que es muy de nicho y tiene varios fallos después del tercer acto, pero me dejó pensando por tanto tiempo que escribí esto más de 4 meses después de pasarme el juego. Y todavía estoy sorprendido por eso. Impacta muy fuerte si vas sin esperar nada a cambio.
Las buenas nuevas son que por fin he vuelto de un hiatus que quizás me impuse solo, porque no tenía las ganas para escribir y no me gusta obligarme porque tarde o temprano me bloqueo. Por lo que... Se vendrán cositas. No quiero aburrirlos más con esto, así que espero que la vida les vaya mejor dondequiera que estén. Pueden dejar una sugerencia o un comentario en forma de review (si quieren).
Recuerden desconectar todo cuando les corten la luz para que al volver los aparatos sigan vivos, los fantasmas del pasado siempre andarán al acecho a menos que los enfrenten y...
¡Los leo luego!
~Th3Bl4ckF4lc0n
