Advertencia:Los personajes de Bang Dream It's MyGo le pertenecen a la compañía Bushiroad.
Love
—Siempre vienes aquí cuando algo te pasa, Anon…
—…
—Anon… ¿podrías decir algo, por favor? —Taki estaba preocupada por su amiga y compañera de banda. Ella no era así. Por lo general era muy molestosa e hiperactiva, pero de un momento a otro, la pelirosado pasó a estar en un estado "de trance continuo".
—…
—Anon. Me estás fastidiando con tu actitud.
—No pasa nada, Taki. Solo son problemas míos, y quería despejar la mente. Por cierto, ¿cómo supiste que estaba aquí?
—Tomori me lo dijo. Siempre vienen aquí cuando necesitan respiro. Y en el caso de ella, va al planetario más seguido…
Lo que llamó la atención a Taki fue que Anon no le llamo "Rikki", sino por su nombre de pila. La baterista de MyGo tal vez intuía que la razón por la que la pelirosado estuviese así sería por asuntos familiares. Luego recordó un poco del pasado de la guitarrista, dándose cuenta que no iba por ese lado.
—Si necesitas hablar, solo llámame —ofreció sinceramente Taki, dándole la sorpresa a la segunda guitarra de la banda.
—Taki… ¿Sakiko siempre fue así de manipuladora? Me refiero cuando estuvieron juntas en CryChic —aquella pregunta la tomó por sorpresa pero sería vital para encajar la última pieza del rompecabezas.
—Sinceramente, no lo sé. Ella era muy exigente, pero con Tomori se mostró admiradora de sus letras e hizo aquella composición de nuestra primera y última canción: sol de primavera. Luego, aquel día en que nos separamos, se mostró fría y distante. Fue muy dura con Tomori lastimando su corazón…
—Entiendo. Supongo que… —Anon se quedó a media frase. En secreto, se había enamorado de Soyo. Pero pareciera que ella no puede olvidar a Sakiko, y aún sigue con el sueño de volver hacer banda con ella y Mutsumi. Pero ellas ya tienen a Ave Mujica —Gracias, Taki. No te preocupes mucho por mí. Me quedaré un rato más aquí y luego iré a casa. Haz lo mismo.
Taki asintió y se fue del acuario no muy convencida de las palabras de su amiga. Con el tiempo, aprendió a tolerar a Anon y su forma de ser. Veía como se esforzaba por mejorar su técnica de entonar la guitarra. Incluso hasta le pidió ayuda a Tae Hanazono, guitarrista de Poppin'Party.
Cuando descubrió que Uika y Umiri eran parte de Ave Mujica, la banda que formó Sakiko, se sintió un poco traicionada por su amiga. Nunca se lo dijo, y esperaba no hacerlo en el futuro. Pero un día, ambas estaban en casa de Taki haciendo un proyecto del instituto, y simplemente surgió. El beso inesperado.
Ambas sabían que, si iban a dar ese paso, su amor debería ser guardado con recelo; bajo siete llaves y con el perro guardián, Cerbero. Nadie podía saberlo, peor Sakiko, porque para ella eso sería el principio del fin y no lo iba a tolerar. Para ella, la banda debería ser profesional en todo nivel, y debía mantenerse alejada de las integrantes de su vieja banda, sobre todo de Soyo y Taki.
Pero Uika y Umiri no compartían ese pensar, y estaban seguras de que, si dejaban pasar más tiempo dejándola ser a Sakiko, tal vez las cosas se podrían complicar. Para ellas, todo ser humano tiene problemas, y cada uno lo resuelve a su manera: por su carácter, su personalidad y por su inteligencia. Y en eso, Uika admiraba en secreto a Tomori.
Umiri y Taki lo hablaron aquella noche y las que siguieron, llegando a un acuerdo tácito en el cual podrían estar juntas en momentos en que ambas estuviesen libres de sus actividades de banda y Taki tuviese día libre en su trabajo. Esa fue la parte más dura, porque había días en que no coincidían ambas cosas para Taki y aquello la empezaba a frustrar. Por eso, optaron por verse en secreto en el instituto en el receso o en la hora libre.
Taki meditaba mucho sobre la vida y como llego a cambiar gracias a CryChic y a MyGo. En CryChic estuvieron juntas por corto tiempo, pero supo que Soyo y Tomori eran buenas personas y profesionales. Aunque con Tomori se volvió protectora por su condición. Mutsumi, la verdad fue que era una chica sin personalidad. Para Taki, una cosa es ser tímida, pero con personalidad y otra muy distinta es ser tímida y no tener una pizca de personalidad. Mutsumi hacia todo lo que le ordenaba Sakiko como si ella fuere su empleada privada y Sakiko trata a las personas con inferioridad como si ella fuese la Reina a la que debían rendirle pleitesía, y eso le molestaba mucho.
Finalmente estaba Soyo. Una chica centrada pero enigmática. Tocaba el bajo demasiado bien, y era muy refinada, pero su poca autoestima y su miedo a la soledad la llevaron a depender emocionalmente de Sakiko. Soyo quería estar en CryChic por Sakiko, para servirle a ella y así no estar sola.
¿Sakiko siempre fue así de manipuladora?
Esa pregunta de Anon tenía otro significado, pensó Taki. Un suspiro salió de sus labios mientras esperaba por el tren que la llevaría a la estación que queda cerca de su casa. Es su último año en el instituto, y su relación con Umiri se ha mantenido estable y se ha consolidado con el pasar del tiempo. Aunque para ambas estar así en secreto no les agradaba mucho, pero tenían que hacerlo para evitar mal momento con las demás integrantes. Aunque estaba segura de que la única que armaría el problema sería Sakiko y las demás estarían a gusto y felices por ellas dos. Se preguntaba si Anon se enamoró de algún miembro de alguna de las dos bandas y por eso estaba así.
No le cabía duda, pero no podía hacer nada.
Anon salió del acuario una hora después. Caminaba cabizbaja sobre las calles de Tokyo. Inclusive no le llamaba la atención las luces de Neón que invitaban a ver lo que proyectaba. De hecho, no quería ver nada y más bien, deseaba llegar a casa, tumbarse en su cama y dormir. Y si podía, dormir para siempre…
Otro suspiro salió de sus labios, y sabía perfectamente que las demás estarían preocupabas por ella, aunque había una persona que le daría igual si ella estaba bien o si estaba mal. Y esa persona era Soyo. ¿Por qué me fui a enamorar de ti, pedazo de idiota? La pelirosado supo que caer en las garras del amor sería su fin.
Raana estaba bien y se preocupaba por las demás a su manera, Tomori de seguro estaría escribiendo alguna canción para aliviar la carga emocional, Taki estaría con su carra de perro hambriento malgeniado, Soyo estaría en su penthouse tomando té mientras lee algún libro o practicando el bajo y finalmente estaba ella, luchando contra sus pensamientos oscuros, contra sus demonios de manera solitaria.
"Si nos vamos a perder, nos perderemos juntas." Le dijo aquella vez Tomori en la azotea del instituto Haneoka. Un suspiro salió de sus labios, y prefirió ponerse los audífonos y escuchar algo de música. Tal vez, eso la relaje un poco.
—Demoraste en llegar, Taki. ¿Qué ha pasado? —preguntó Umiri observando la hora del reloj de pared de la habitación.
—Fui a ver a Anon al acuario…—ante esa sinceridad de su novia, Umiri supo que algo no anda bien en la banda de ella —Anon anda extraña y pareciera que estuviera ida todo el tiempo. Temo que se ha enamorado…
—¿Por qué deberías temer por eso? No es algo muy diferente a lo que nosotras vivimos, ¿no?
—Sé que no es diferente, pero hay un detalle: Sakiko. Si Sakiko se entera que Anon está enamorada de algún miembro de tu banda, te aseguro que el fuego que consumió a Troya quedará pequeño al fuego que armará ella.
Umiri entendió el fondo de sus palabras. Aún recuerda cuando Mutsumi salió del Ring Live House con tristeza y dolor en sus ojos. Se había enfrentado a Soyo y Soyo la mando de regreso por donde llegó. A partir de ese momento, fue como una guerra declarada de manera silenciosa entre los ex miembros de CryChic.
Sakiko fue la causante de ese desastre sin importar los sentimientos de las demás. Solo por cumplir con su objetivo e irse a un lugar mejor, lejos del alcohólico de su padre. Además, por supuesto de ser el centro de atención y tener ese éxito a costa de lo fácil. No negaba que era muy inteligente y astuta, pero esa manera de hacer las cosas le va a pasar factura tarde o temprano. Y será la lección más dura que le tocará aprender. Umiri lo aprendió por sus diversos trabajos como música de soporte en algunas bandas de géneros diferentes.
Umiri prefirió sonreír e iba hacer que Taki se olvidara de sus problemas solo por esa noche…
Anon llegó exhausta a casa. Sabía que no encontraría a nadie, ya que siempre ha sido así. Se acostumbro a estar sola, y tal vez por eso ella, más de joven hacia cosas por llamar la atención. Pero a medida que vas creciendo, también vas madurando emocional y psicológicamente.
Prefirió ya no pensar. Ya no quería sentir y solo se dedicaría a las actividades de la banda lo estrictamente necesario. También buscaría empleo de medio tiempo para tener ocupada la mente y tomar algún que otro curso que le ayudase en su carrera estudiantil. Tal vez, volver a Inglaterra y enfrentarse a la cultura de ellos que era muy diferente a la de Japón. Ya vería en los próximos días.
—Llegas tarde…
Anon estaba impresionada. Ahí, en la sala de su casa estaba Soyo, la chica por la cual haría lo que fuere por hacerla feliz. Pero ella no olvidaba a Sakiko, y posiblemente tampoco a sus primeras emociones que ella le provoco cuando tocaron juntas en CryChic.
—¿Cómo entraste?
—Por la puerta, tonta —bueno, Anon. La pregunta estuvo demasiado tonta y obvia. Pensó la pelirosado, así que reformulo de nuevo la pregunta.
—¿Cómo lograste ingresar a la casa, estando toda cerrada por completo?
—Tu mamá estaba aquí cuando llegué. Me abrió la puerta y dijo que no tardarías en llegar, pero te has demorado mucho tiempo. Según Tomori, salieron temprano del instituto y no tenían actividades extras. Y nosotras tampoco teníamos actividades de banda. Sólo me quedó sumar lo que es obvio, ¿no?
Anon tuvo ganas de decirle que se largó por todo Tokyo para olvidarla, para no hacerse ilusiones de un amor imposible entra ambas. Y no porque fueran chicas, sino porque son, en primer lugar, de clases sociales diferentes, y segundo, porque no puede olvidar a CryChic, por ende, tampoco a Sakiko.
Esa perra manipuladora…
—He estado pensando sobre la situación —eso alarmó a Anon y se puso muy atenta a cada palabra que diría Soyo—, y tú y yo tenemos que solucionarlo.
—No sé de qué hablas, Soyo. Todo está bien y hemos mejorado como banda — ¿Soyo? ¿Qué pasó con el Soyorin? Entonces si era cierto, Anon había cambiado y ya no era la Anon de la cual ella se había enamorado en secreto. Debía confesar que, aunque le molestase un poco su forma de ser, esa era su esencia y fue ella quien las llevó, en un inicio, a que fueran lo que son. Luego, fue Tomori quien lucho junto a Raana para volverlas a unir y quedarse definitivamente como MyGo.
—Te amo…
—¿Qué dijiste? —Anon pensó que escucho mal y por inercia preguntó. Soyo pensó que, si se lo decía así, de manera directa, la pelirosado lo entendería. Pero ambas se cruzaron en pensamientos.
—Veo que no lo entendiste. Mejor me voy…—y antes que Soyo emprendiera la caminata hacia la salida, la guitarrista la cogió del brazo, volteándola y llevándola hacia la puerta principal pegando su cuerpo al de la bajista.
—Sí lo entendí. Muy claro. Y resulta que yo también siento algo por ti, pero no estoy segura de lo que tú sientes por mí. Porque pareciera que…
Pero la bajista decidió cortar el parlamento de la hiperactiva guitarrista besándola con mucha pasión. Esa noche, en la cama de la pelirosado, ambas se entregarían en cuerpo y alma. Ya afrontarán las consecuencias de sus decisiones, pero, sobre todo, del amor que se tienen la una de la otra.
—No me dejes, Anon.
—No tengo planeado hacerlo, Soyorin.
Nota: Sean bienvenidos a este nuevo fanfic de Bandori, pero ahora con la serie It's MyGo. Espero les agradé leerlo de la misma manera que a mi mientras lo escribí. Esta pequeña historia nació de la nada, sinceramente. Y quise plasmarlo en el papel. Se los comparto y con honestidad, deseo que les agrade mucho.
