PROLOGO

Hermione Iris Evans

30 de enero de 1960

Violet Evans apenas dio un suspiro de alivio cuando expulso el pequeño ser con la cabeza igual de roja que la suya propia, Lily, pensó con alivio, así era como su esposo y ella habían decidido llamar a su bebe si era una niña, pero el alivio duro poco, cuando sintió de nuevo las contracciones, más dolorosas que las anteriores, como si la partieran en 2, el peor dolor que había sentido en su vida, más que el parto de su hija mayor Petunia, más que el dolor anterior, estaba delirando cuando escucho a la enfermera a su lado decirle que pujara de nuevo, no lo entendía, ya había expulsado a la bebe, ¿porque rayos le pedían pujar de nuevo?, queriendo que todo acabara, lo hizo, pujo y pujo hasta que sintió expulsar de su cuerpo un nuevo ser, más pequeño que el bebe anterior y de una coloración azulada que fue rápidamente pasado de manos, "¿Qué sucede?"…. susurro, notando la tensión en el aire, si bien el dolor y el cansancio hacían que por segundos entrara y saliera de la conciencia, a lo lejos entendió con temor lo que sucedía, a través de las lámparas sobre su cabeza, que se encontraban en el pequeño quirófano de parto, pudo ver como el más pequeño ser era puesto en la camilla térmica al lado de su hermana, y su pequeño cuerpo ser manipulado, cuando vio puntos negros llenar su visión, el miedo la invadió, entendió que no dio a luz un bebe esa noche, sino 2, antes de perder la conciencia por completo, escucho con alivio el llanto de 2 bebes, "Hermione", vino el nombre a su cabeza de quien sabe donde y luego la oscuridad se la llevo…

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Primer año

Primer encuentro en el tren

Nadie más se unió al compartimiento de Lily, Severus y Hermione, en lo que llevaban de viaje en el tren, sin embargo, vieron a dos chicos de cabellos negros pasar continuamente por su compartimiento. Después de un rato, Hermione abrió la puerta corrediza, si este era uno de los encuentros destinados entre los futuros padres de Harry, ella no deseaba intervenir, así que decidiendo ir a recorrer el tren un rato se detuvo abruptamente cuando sintió en la zuela de su zapato al dar el siguiente paso, pequeñas canicas, que, al entrar en contacto con la zuela, explotaron en chispas de diferentes colores haciendo un ruido ensordecedor, que la hizo lanzar un grito, más por la sorpresa que por miedo, fue entonces que los perpetradores de tal broma hicieron acto de presencia, compartiendo sonrisas idénticas de travesura, los chicos se rieron de ella con diversión.

Hermione sintió sus mejillas estallar en un rubor intenso y sus fosas nasales ensancharse por la furia, cuando vio a los niños frente a ella burlarse, los pequeños James Potter y Sirius Black, los futuros merodeadores, unos completos bravucones, sin pensar en sus acciones, presa de la furia, lanzo una patada al chico más cercano a ella, James Potter, quien, grito de dolor y se balanceo sobre un pie.

Cuando la pequeña castaña con destellos rojizos peinada con dos largas trenzas lo pateo, toda fuego y pasión, con unos ojos dorados que parecían resplandecer y echar fuego en cualquier momento, causo una gran impresión en él pequeño James Potter, cambiando el rumbo del futuro tal y como Hermione lo conoció alguna vez.

Severus y Lily salieron rápidamente del compartimiento, después de escuchar el alboroto, viendo a ambos chicos con sus uniformes escolares ya puestos mirar molestos a Hermione.

"¿Qué sucede aquí?" pregunto Severus entrecerrando sus ojos a los chicos, acercándose a ellos, quienes lo igualaban en altura.

"Nada, volvamos dentro" dijo Hermione dándose la vuelta y queriendo entrar al compartimiento lo más rápido posible, cuando sintió un jalón en una de sus trenzas, que la hizo lanzar un grito mitad dolor y mitad sorpresa, cuando volteo, se sorprendió de encontrar su larga trenza en la mano del duplicado de Harry, excepto por sus ojos, eran ojos castaños los que la miraban detrás de sus gafas, la trenza que su amorosa madre le había hecho esta mañana para mantener en orden sus desordenados rizos, se arruino por completo "¿Me acabas de jalar del cabello?" dijo incrédula cuando el chico de anteojos se sonrojo y soltó su cabello como si quemara al darse cuenta de lo que había hecho.

James no solía prestar atención a las chicas, no vio la necesidad en ello, aún era joven, cuando conocía a alguna chica a menudo lo molestaba que se molestaran por sus bromas, pero mientras miraba a la bruja de cabellos más rojizos, se dio cuenta que las chicas podían ser bastante bonitas. Había otra chica pelirroja que salió del compartimiento, su gemela, supuso al ver el gran parecido entre ambas chicas, donde una llevaba una coleta alta, la chica que lo enfrento llevaba dos trenzas, pero también las acompañaba un chico pálido de cabellos y ojos negros. Esto molesto a James más allá de lo razonable, más que la patada que la chica le había dado, que si no hubiera dolido como lo hizo hasta lo hubiera encontrado gracioso. Así que, en un impulso, jalo del cabello de la chica, enojado porque se estuviera alejando de él, cuando, él quería llamar su atención, tirar de su cabello fue lo más maduro que se le ocurrió hacer en ese momento, para su vergüenza.

"Tranquila gatito" Le dijo un joven Sirius pasando un brazo sobre el cuello de James "Fue solo una broma".

"No lo encuentro gracioso" les contesto Hermione secamente.

"Tienes una serie falta de sentido de humor" Dijo Sirius con los ojos entrecerrados.

"Está bien, Sirius, vámonos" dijo James, jalando a su amigo y viendo por última vez a la chica que había llamado su atención a los ojos, unos ojos dorados, resplandecientes, mientras ambos niños se veían a los ojos el uno al otro al mismo tiempo, dorado y caoba, cada uno hizo un juramento, una juro alejarse del chico de anteojos a como diera lugar, mientras que él otro, prometió hacer todo lo que estuviera a su alcance para atraer su atención hacia él.

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Minerva Mcgonagall observo divertida las expresiones de asombro de los nuevos primeros años, cuando los fantasmas pasaron por encima de ellos, luciendo emocionados, todos salvo una niña de cabellos de un tono castaño rojizo, quien miraba a su alrededor casi con aburrimiento, algo extraño, para ser no solo una primer año, sino, una hija de muggles, desde el momento en que visito la casa de los Evans para explicarles a los padres sobre la verdadera naturaleza de sus hijas, Hermione Evans le pareció interesante, vestida con su ropa de iglesia, como su madre había revelado durante la conversación, su hija dijo que esa tarde recibirían visitas y se vistió lo más presentable que pudo, con su vestido azul marino, y calcetas blancas hasta la rodilla, su cabello en un moño alto sobre su cabeza, para sorpresa de toda la familia, parecía haberla estado esperando y no luciendo nada asombrada sobre lo que les revelo, era como si la esperara, por un momento se preguntó si la brujita no sería una vidente, pero lo descarto inmediatamente, los videntes eran raros aun en su mundo, naciendo de familias que tenían el don por generaciones, aunque si lo fuera tampoco sería imposible, pero si improbable.

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HERMIONE

Hermione se encontró dando un suspiro de alivio cuando su mirada se encontró con el familiar techo que era la imagen perfecta de un cielo estrellado con una fila interminable de velas flotantes, estaba aquí, en Hogwarts por fin, estaba en casa, a los 4 años cuando se dio cuenta que de alguna manera había reencarnado como la hermana melliza de Lily Potter se había sentido devastada, significaba que había muerto en su línea de tiempo original pero aun no explicaba como termino ahí, como una persona que para empezar nunca debería haber existido, la tristeza dio paso a una depresión que duro años, lo que significaron interminables visitas con terapeutas infantiles, para preocupación de toda su familia, la ira también se presentó por tener que ser una niña de nuevo, cuando su mente antes de morir era la de una joven mujer de 29 años y vivir en una época y en una familia desconocidas, pero pronto, como todas las etapas del duelo, llego la resignación, no pudo evitar amar a su familia y creciendo de nuevo en esta época, poco a poco se fue acostumbrando. Llego a la conclusión de que sería solo una mera espectadora, trataría de no inmiscuirse todo lo posible para no arruinar la línea de tiempo original, no más de lo que ya lo hacia su mera presencia, Harry, su Harry, su mejor amigo, tenía que nacer, costase lo que costase…

Cuando llego su turno con el sombrero seleccionar tenía clara una cosa

"Hmmm" el sombrero seleccionador reflexiono en su cabeza "No Gryffindor eh…para una mente aguda, inteligente y valiente te iría bien en la casa de los leones…pero no quieres pertenecer ¿Me pregunto por qué?"

"¡RAVENCLAW!" grito el sombrero sacando un suspiro de alivio de su parte "Bienvenida de nuevo" pero antes de que pudiera preguntarle que quiso decir con ese "de nuevo" el sombrero fue retirado de su cabeza y ella tuvo que obligarse a caminar hacia la mesa con los colores azules.

Camino tranquilamente hacia la mesa de las águilas, sintiéndose feliz, lo que menos quería era inmiscuirse entre su hermana y James Potter, mientras menos interviniera, era menos probable que cambiara su línea de tiempo original, aunque sabia que su sola presencia ya era un cambio bastante grande.

Pensando en no interferir, y pasar lo mas inadvertida posible, no pudo sentir como un par de ojos caoba taladraban su espalda, desde la mesa de los leones, justo detrás de ella, e ignorando por completo a la pelirroja a su lado.