(Peter Gundry - To Death We Dance)
Merlina estaba sentada, teniendo a sus padres en frente hablando de ella. Todo mientras la limusina seguía su curso.
Ahora mismo está recibiendo un sermón.
Verás, ella acababa de ser expulsada de su antigua escuela.
¿La razón? Unas cuantas cucarachas humanas lograron atacar a su hermano menor Pericles. Dejándolo moribundo en su casillero.
La única que puede hacer eso, es ella. Nadie más.
Y para dejar eso en claro. Llevó dos bolsas de pirañas a la escuela, y las arrojó en su preciada alberca.
Los estúpidos que molestaron a su hermano tenían clase de deportes en ese momento. Y las pirañas tenían hambre.
Toda la alberca terminó de un color rojo.
Con los gritos de agonía siendo música para sus oídos.
Debe aclararse, que al parecer hubieron bajas innecesarias. Pero lo importante es que se cumplió el propósito.
— ¿Merlina?
Ella vuelve en sí.
— ¿Si, madre?
— ¿Estás escuchando lo que tú padre está diciendo? —Pregunta Morticia, angustiada—. No puedo creer lo que hiciste. Estoy muy decepcionada.
La hija mayor no dice nada. Tan solo mira hacia otro lado.
— ¿Cómo es que no tuviste más bajas? —Agrega, casi en llanto.
La abuela, que estaba a su izquierda cosiendo. Se empieza a reír.
Merlina se pone rígida de tan solo recordar. De las 24 personas que estaban nadando. Solo 6 murieron. Las demás terminaron sin piernas, pero siguen vivas. Que desgracia.
— ¿Cómo te sientes, mi caparazón? —Pregunta su padre, Homero Addams.
— Horrible —Responde—. Ahora todos sabrán que me fuí sin siquiera llegarle a los talones al tío Manolo.
— ¡JA! —Expresa la abuela— Ahora no se callará la boca durante todo un año.
Todos ponen una cara de asco y molestia al imaginar ese escenario.
Sin duda no es un gran día para ser un Addams.
— Ay Homero -Dice Morticia- No creo poder aguantarlo, en serio.
— Tranquila, Cara mia —Dice su esposo, colocando una mano sobre la suya para calmarla— Lo superaremos juntos. Como familia. No dejaremos que un desgraciado se burle del nombre "Addams".
— Eeehh si, díselo a la señorita "Arruina reputación por el drama" aquí -Dice la Abuela, señalando a Merlina con los ojos.
La chica frunce el ceño.
— Tranquila, mi caramelito. Tú hermano y yo nos encargaremos de tapar la mancha de barro mientras tú estás ausente.
— ¡Si, mira! —Expresa Pericles. Que estaba en el asiento del copiloto, mostrando su nueva dinamita— Seguro de que si lanzamos esto a un banco o a una iglesia racista podríamos humillar al tío Manolo.
— Oh, ¡Eso es fantástico!
— ¡Si!, pero Pa. Voy a necesitar tú tarjeta para comprar un kilo de pólvora más.
— Oh si, espera. Deja saco esta cosa —Empieza a agitarse para meter su mano en el bolsillo.
— Déjenlo para después —Interrumpe la hija mayor—. Ahora mismo hay otro elefante en la habitación.
Toda la familia intercambia miradas por un momento.
Morticia se estira para alcanzar la rodilla de su hija y consolarla.
— Mi cielo, sé que estás molesta de que te apartemos de nosotros.
— No estoy molesta —Vuelve a interrumpir. Volteando hacia otro lado.
Morticia continúa como si no la hubiera escuchado.
— Pero te prometo que es por tu bien.
— Exacto. Ya verás que te va a encantar Nevermore —Agrega su padre—. Ahí fue donde conocí a tu madre.
Homero y Morticia se enderezan para mirarse el uno al otro apasionadamente.
Suspirando durante un momento. Luego su madre agrega:
— Y no nos hemos separado desde entonces.
Merlina rodea los ojos.
— Parecían un par de homúnculos ustedes dos -Interrumpe la Abuela.
— ¿De qué me sirve ir a otra escuela apartada del mundo si ni siquiera me dejan terminar mi obra? —Se queja Merlina.
Sus padres se miran por un momento, antes contestar.
— Bueno, para empezar fuiste vetada de todas las escuelas —Dice Morticia.
— Solo te queda esta... Y Chippewa —Afirma Homero.
Merlina ya no dice nada, mejor se queda a observar por la ventana. Estaban pasando por un bosque tétrico. Lleno de hojas grises y ramas puntiagudas.
Eso la ayudó un poco a subir el ánimo.
De pronto, escuchó a Largo. Su mayordomo zombie. Hacer un largo quejido.
— Oh, hemos llegado —Expresa el señor Addams.
Unas rejas oscuras gigantes estaban en frente de ellos. Arriba de todo, había un letrero que decía "Nevermore".
Las rejas empiezan a abrirse de poco en poco hasta tener el espacio suficiente para dejarlos pasar.
Merlina observa como más adelante hay una gran mansión oscura. La arquitectura victoriana se veía agradable para ella.
Pero estaría mucho mejor si fuera "SU" mansión. No una maldita escuela.
Largo se estaciona en frente de la puerta de la mansión. Donde está esperándola una mujer con vestido blanco.
El primero en bajarse es Homero. Que le tiende la mano a su amada esposa. Ella acepta el gesto, y sale del auto.
Luego, Homero besa la mano de Morticia.
La siguiente en salir de la limusina es la Abuela. Después le sigue Pericles. Y termina con Merlina. Que se queda observando el lugar con mucho escepticismo.
— Sean bienvenidos, señor y señora Addams —Saluda la mujer de blanco.
— ¡Señorita Weems! -Grita Homero de felicidad.
— Hace mucho que no nos vemos —Dice Morticia—. Te ves fantástica Larissa.
— Lo mismo puedo decir de usted. Es como un viaje a los viejos tiempos.
Homero comienza a inhalar el aire del lugar, como si al hacerlo se teletranportara al pasado.
— Como te extrañé, Nevermore.
Tanto Morticia como Larissa Weems sonríen ante el comentario de Homero.
— Por favor síganme, les mostraré el lugar. Apuesto a que les traerán más recuerdos.
La familia comienza a subir las escaleras. Pero de repente Homero señala un arbusto a la izquierda de la entrada.
— Cara mia. ¿Ya viste?
— No puede ser —Morticia se tapa la boca con sus manos.
— ¿Qué pasa? —Dice Weems.
— Ese es el lugar, donde nosotros...
Ambos comienzan a verse como un par de tortolos. La señorita Weems vuelve a sonreír al ver a la pareja tan enamorada.
— Hicimos el amor.
— ¿Qué?
La sonrisa desaparece.
Mientras tanto, Merlina se queda observando el lugar junto a su hermano Pericles.
— Hermano dime. ¿Es esto un castigo de mis padres o un buen gesto como dicen ellos?
Pericles toma aire antes de responder.
— Ay... No estoy seguro. Supongo que un poco de ambas —Dice poniéndose las manos en la cintura-. Quiero decir, te queremos. Pero si nos dejaste muy mal parados.
Merlina lo quema con la mirada antes de alejarse de él y seguir a la familia.
— Mira mamá —Le dice Morticia a la abuela—. ¿Te acuerdas de este lugar?
— ¿Cómo olvidarlo? Fue un gastadero de dinero.
— Ugh.
Morticia rodea los ojos y se aparta de ella.
Hola a todos. Este ha sido el primer capítulo de mi "primer fic"...Espero les vaya gustando conforme avance la historia. Me he desacostumbrado mucho en escribir, por lo que les pido disculpas si de pronto se encuentran con algunas palabras que no cuadran.
De momento, quisiera aclarar un par de cosas. Esta historia está aplicando un "Hitchcock". ¿A qué me refiero con esto? Pues básicamente Alfred Hitchcock solía decir que para que una película, basada en un libro, se sintiera suya. Lo que hacia era leer el libro una sola vez. Para luego escribir el guion con lo que recuerde. Así que varios sucesos en la trama serán totalmente diferentes.
Lo segundo que me parece importante destacar. Es que en la serie original, la mayoría de los personajes masculinos apestaron. No fueron memorables. Por eso, haré el intento de que muchos de ellos (en especial los protagonistas) tengan carisma. Y les hagan pasar un buen rato.
Oh, y una última cosa. De pronto aparecerán títulos y nombres entre "()" Ya sea al principio, en medio, o al final. Estas son canciones que "Para mi" quedan con el ambiente de Los Locos Addams. Y también, quedan con alguna escena en particular de la trama.
Es una lastima que no se puedan subir imágenes, para que se pueda entender mejor el encuadre que tengo en mente con algunas escenas. Como si fuera una novela ligera.
Bueno, me despido. Espero que les guste como avanza la historia. Si tienen algún comentario o sugerencia pueden dejarlo sin problemas :)
Nos vemos.
