Las tres unidades Evangelion corrían tan rápido como les era posible hacia la zona en la que se suponía que caería el ángel, atravesando los distintos barrios de Tokio-3, haciendo temblar la tierra con cada pisada y causando varios daños colaterales en las calles.

"¡Está aproximándose, altitud de 2000 metros!" indicó un tenso Aoba.

Shinji levantó la mirada al cielo por un segundo y lo vio. Un enorme ojo se abrió paso entre las nubes, dando paso después al resto del cuerpo del ángel "Maldición, ¡más rápido!" pensó el tercer elegido apresurándose todo lo que podía. El EVA-01 subió una colina como un torpedo, y finalmente llegó lo suficientemente cerca del ángel como para intentar atraparlo. La unidad 01 clavó sus pies en el suelo, frenando su avance justo debajo del ángel después de derrapar por cientos de metros.

"Llegó a tiempo" pensó una esperanzada Misato.

"¡Campo AT al máximo!" exclamó Shinji.

Todo lo que había en una considerable distancia en torno al EVA-01 salió despedido cuando el campo AT del mismo se desplegó a la máxima potencia que podía mientras el ángel en caída se acercaba peligrosamente a la superficie terrestre. El EVA levantó sus manos y orientó el campo AT hacia el ángel, esperando el impacto.

El campo AT del ángel impactó de lleno contra el del Evangelion, y tras él lo hizo su cuerpo. Los gigantescos pies del EVA-01 se hundieron en el suelo con el impacto inicial, pero tras unos instantes logró detener casi por completo el avance del ángel. Los poderosos brazos del Evangelion lograron mantenerlo a raya por unos segundos, pero pronto comenzaron a ceder ante el inimaginable peso que se cernía sobre ellos. Shinji sintió como si se le hubiese desplomado sobre él una tonelada de ladrillos, gruñó de dolor sintiendo como sus brazos le ardían. No podría soportar mucho más tiempo.

Por suerte, no tuvo que hacerlo.

La unidad 00 llegó como una exhalación a su izquierda, levantando sus manos y su campo AT a toda potencia, aliviando mucho el esfuerzo necesario para mantener al ángel en el aire. El EVA-02 apareció un instante después a su derecha, haciendo lo mismo. Entre las tres unidades, el ángel no pudo ceder ni un sólo metro más hacia el suelo.

"¡Rei, ahora!" gritó Misato en el centro de mando.

La unidad 00 sacó su cuchillo progresivo con una mano mientras mantenía el esfuerzo con la otra, y se abrió paso por el campo AT del ángel como si fuese mantequilla. Tras eso, Asuka maniobró el EVA-02 hacia el agujero recién abierto y, con un rápido movimiento, clavó su propio cuchillo progresivo en el núcleo del ángel mientras la chica gritaba "¡Muere, ojo monstruoso!"

El núcleo del ángel se rompió en pedazos, y la fuerza que ejercía sobre las tres unidades desapareció casi al instante. Tras eso, su cuerpo se desplomó pesadamente pero inerte sobre estas, para explotar en pedazos un instante después.

Una vez disipado el polvo y los escombros de la explosión, se pudo ver un inmenso cráter en el suelo, en el cual se encontraban las tres unidades, dañadas, pero de una pieza. Habían ganado.


"Objetivo destruido" confirmó Makoto leyendo el análisis de las MAGI "Los EVAs presentan daños, sobre todo la unidad 01, pero ninguno está en estado crítico"

"Gracias al cielo" suspiró una muy aliviada Misato. Había sido probablemente la operación más arriesgada que habían hecho hasta el momento "Y gracias a todos vosotros. Chicos, fenomenal trabajo" dijo la mujer por intercomunicación a los tres EVAs.

"Por supuesto, qué menos de alguien como yo" indicó Asuka mostrando una sonrisa orgullosa. Rei, por su parte, asintió en silencio, pero se podía notar que estaba satisfecha con el trabajo bien hecho. En el caso de Shinji, este respiraba pesadamente, aún sufriendo en sus carnes el dolor que le había transmitido la unidad-01, pero también estaba feliz por el éxito de la misión.

"Comunicaciones restauradas, llamada entrante del comandante Ikari" informó Maya.

Misato levantó una ceja, pero disimuló rápidamente su preocupación "Adelante" Una pantalla se iluminó frente a Misato, en la que no se pudo ver la imagen del comandante, pero sí se oyó su voz "Buenas noches, Mayor Katsuragi"

"Buenas noches, señor" respondió Misato seriamente "Lo siento mucho, las unidades han sido dañadas bajo mi mando. Asumo toda la responsabilidad"

"Está bien. Ha sido afortunado que haya podido detener al objetivo con sólo esos daños, dadas las circunstancias" replicó el comandante, para gran sorpresa de Misato "Buen trabajo, Mayor Katsuragi"

"Gracias, señor" dijo una todavía sorprendida Misato.

"Conécteme con el piloto de la unidad 01" añadió el comandante después.

Misato levantó una ceja de nuevo. Que el comandante se hubiese tomado tan a la ligera los daños en los EVAs no era muy habitual, pero que quisiese hablar con su hijo sí que era inusual en extremo. De todas formas la mujer hizo una seña a Makoto y este comunicó la llamada con la interfaz del EVA-01.

Shinji se encontraba bastante más relajado, su respiración se había calmado y sus manos y brazos le dolían mucho menos. Estaba a punto disponerse a salir del Entry-Plug para esperar a que fueran a buscarlo a él y a sus compañeras pilotos cuando una pantalla de intercomunicación con sólo sonido se materializó en el Plug.

"Me enteré de la situación" dijo una voz que Shinji identificó rápidamente con la de su padre "Bien hecho, Shinji"

Los ojos y boca del tercer elegido se abrieron mostrando su sorpresa ¿Acababa de oír bien? ¿Su padre, el serio y distante comandante de NERV lo había felicitado por su trabajo? "Oh… gracias" respondió el chico una vez superó su sorpresa inicial.

"Bien, dejo el resto en sus manos, Mayor Katsuragi" indicó el comandante Ikari dando por finalizada la conversación.

"Sí, señor" respondió Misato, tras lo cual la llamada llegó a su fin.


La tarde siguiente Shinji se encontraba en su habitación, tumbado boca arriba en su cama mientras escuchaba música en su SDAT. Acababa de volver de NERV, concretamente, de las instalaciones médicas, donde la doctora Akagi le había examinado las manos y los antebrazos, que habían sufrido algunos daños el día anterior contra el ángel. Según la doctora no era nada de lo que preocuparse, al día siguiente probablemente el chico no debería tener dolores y podría sacarse los vendajes. Tras cambiar los mencionados vendajes dio por terminada la sesión y Shinji volvió a casa de Misato, donde había pasado los últimos minutos.

El tercer elegido levantó una de sus manos y se quedó mirando el vendaje, mientras su mente se dirigía, como lo había hecho varias veces ese día, a las palabras que su padre le había dicho el día anterior "Bien hecho, Shinji". El chico no sabía bien qué pensar al respecto. Por un lado, mentiría si dijese que no le había gustado oír esas palabras. Era la primera vez en su vida que su padre le felicitaba por algo, y esa sensación de aceptación por su parte había removido algunas cosas en su interior, que después de tantos años Shinji había tenido que enterrar profundamente dentro de su ser. Por otra parte, eran precisamente los motivos que le habían llevado a enterrar el aprecio por su padre lo que lo tenían confundido a cómo sentirse al respecto.

Gendo Ikari había abandonado al chico a la tierna edad de cuatro años, justo después de la muerte de su madre. Shinji había vivido los siguientes diez años con un tutor legal, que lejos de ser una persona comprensiva y que mostrase preocupación por él, como lo hacía ahora Misato, parecía sólo preocuparse de que sus necesidades básicas estuviesen cubiertas y de que sus estudios progresasen adecuadamente. Durante esos años el chico sólo había visto en persona a su padre una única vez antes de ir a vivir a Tokio-3 y convertirse en el piloto de la unidad 01, en la que habían visitado la tumba de su madre. Shinji recordó con pena y frustración cómo su padre apenas le dirigió la palabra, tratándolo poco menos que como a un desconocido. Su trato no había cambiado significativamente en los últimos meses tampoco, por lo que, aunque ahora sí veía a su padre de forma más o menos regular, el chico sentía que Gendo era su padre únicamente desde un punto de vista biológico, pues emocionalmente para él no era nadie.

Aún así… era su padre. Una pequeña parte de Shinji seguía queriendo sentir su aprecio hacia él. Quizás ahora… Shinji tuviese otro motivo más para subirse al Evangelion además de proteger a las personas que le importaban. El chico suspiró. Sea como fuere, era pronto para sacar conclusiones, así que decidió no precipitarse. Si su padre volvía a mostrar muestras de aprecio hacia su persona en el futuro, ya pensaría en eso de nuevo. Lo que tenía claro es que no quería alimentar falsas esperanzas, ya había hecho eso en el pasado respecto a su padre múltiples veces y siempre había salido mal.

Además… ahora Shinji tenía varias otras personas en su vida que lo impulsaban a seguir adelante, tenía menos necesidad emocional de su padre que nunca. Misato, Rei, Touji, Kensuke, incluso Asuka en algunas ocasiones, todos había mostrado aprecio por él y se habían vuelto importantes en su vida. El chico esbozó una sonrisa. Haber venido a Tokio-3 le había supuesto muchos quebraderos de cabeza, pero en parte… había merecido la pena.


El día siguiente transcurrió sin mayores contratiempos. Shinji asistió a la escuela, volvió a casa y pasó varias horas en su habitación, haciendo primero sus correspondientes tareas escolares para ese día y, tras eso, tumbándose en su cama mientras escuchaba música en su SDAT. Eventualmente el chico miró su reloj para comprobar la hora, eran las siete menos veinte de la tarde. Seguramente en breve comenzarían a llegar los invitados de la cena de esa noche. Asuka había ido a pasar la tarde con Hikari, con lo que la delegada llegaría con ella a casa. Misato estaría en NERV hasta un poco más tarde de las siete y media, tras lo cual traería con ella a Ritsuko, a Rei y la comida que había encargado, según le había dicho. Touji y Kensuke, por su parte, habían quedado en pasarse también sobre las siete de la tarde.

El chico se levantó de la cama. Pensándolo bien, ahora era un buen momento para empezar con los preparativos de la comida que quería preparar, concluyó. Una vez que fuesen llegando los invitados probablemente tendría que estar con ellos y no atendiendo a la comida.

Shinji se dirigió a la cocina y abrió la puerta de la nevera. Cargó consigo varios ingredientes de origen vegetal a la encimera de la cocina, donde los depositó. Tras eso, abrió el cajón de los cubiertos y sacó un cuchillo de cocina, disponiéndose a cortar las verduras.

El tercer elegido iba a preparar una simple tempura de verduras, para servir como entrante a la comida principal, que iba a ser lo que había encargado Misato. Realmente no tenía por qué hacerlo, muy probablemente dicha comida fuese más que suficiente para saciar a todos, pero al chico le gustaba cocinar para los suyos y, además… Rei estaría ahí, y Shinji mentiría si dijese que no le encantaba oírle decir que le gustaba su comida. El tercer elegido le había preparado el almuerzo diariamente a la chica durante toda esa semana, y las hermosas sonrisas que había recibido como pago por ello eran de sus momentos más preciados del día.

El chico apenas había terminado de cortar las verduras cuando sonó el timbre. Se dirigió prontamente a la puerta, y al abrir se topó con sus amigos Touji y Kensuke.

"Hola, Shinji" saludaron los recién llegados.

"Hola, chicos" hizo lo mismo el tercer elegido mientras consultaba su reloj "Llegáis un poco temprano"

"Somos gente puntual, Shinji" replicó Touji con una sonrisa mientras entraba en el apartamento y comenzaba a sacarse sus zapatos.

"Cierto, cierto, la puntualidad es importante" añadió Kensuke asintiendo con la cabeza, entrando también "Bueno… ¿está Misato por aquí ya?"

"Claro, por eso han venido tan pronto estos dos" pensó Shinji con una mirada de circunstancias "No, va a estar en NERV hasta dentro de algo menos de una hora seguramente"

"Oh, qué mal" dijo Touji sin ocultar su decepción, ganándose una mirada de resignación por parte de Shinji.

"Al menos podrías pretender que no habéis venido tan pronto sólo para babear por Misato" dijo el chico estrechando sus ojos.

"¿Eh? No hombre, cómo puedes pensar eso… ja, ja, ja…" replicó Touji de forma muy poco convincente. Shinji mantuvo su mirada de resignación.

"Diablos, Touji, mientes fatal" le espetó Kensuke.

"¡Tú cállate!" exclamó el deportista.

Shinji suspiró y se dirigió de vuelta a la cocina, seguido por sus amigos y de Pen-Pen, que salió a saludarlos al escuchar el ruido. El tercer elegido se dispuso a retomar la preparación de la tempura "¿Queréis unos refrescos?" ofreció el tercer elegido acercándose a la nevera.

"Sí, gracias" asintió Kensuke. El chico se percató entonces de las verduras recién cortadas sobre la encimera "Oh, ¿vas a cocinar tú la cena para todos?" preguntó ligeramente sorprendido.

"Oh, no" respondió el tercer elegido mientras le daba una lata de refresco "Sólo voy a preparar un entrante, Misato traerá la cena después"

"¿Qué vamos a cenar, por cierto?" preguntó Touji mientras abría su correspondiente lata de refresco.

"Sushi, según me ha dicho" respondió Shinji. El chico se había asegurado de que Misato trajese varias raciones veganas para Rei, ganándose una sonrisa traviesa por parte de la mujer.

"Oh, qué bien, hace bastante que no lo como" indició Kensuke alegremente "Deben haberle dado un buen aumento de sueldo a Misato si va a invitarnos a todos a sushi"

"Ni idea, no me gusta meterme en esos asuntos" dijo el tercer elegido mientras abría la nevera para sacar unos huevos.

"¿Cuántos vamos a ser al final?" preguntó Touji con curiosidad tras beber un sorbo de su refresco.

"Ocho, si no me equivoco" respondió Shinji mientras hacía recuento "Nosotros tres, Misato, Ritsuko, Asuka, Hikari y Rei" comenzó a enumerar el chico mientras levantaba un dedo por cada persona.

Touji levantó sus cejas al escuchar el nombre de la delegada de su clase "¿Hikari va a venir?" preguntó con sentimientos encontrados.

"Sí, Asuka la invitó" confirmó Shinji, a lo que Touji desvió la mirada y guardó silencio. Kensuke lo observó divertido, parecía que la velada se había vuelto mucho más interesante para Touji.

"Bueno, no me sorprende, esas dos siempre están juntas" dijo Kensuke cruzándose de brazos "Me sorprende más que venga Ayanami. No me imaginaba que le gustasen este tipo de cosas"

"Sí, yo también pensaba eso antes de invitarla" comentó Shinji mientras batía los huevos.

"Ah… Entiendo" indicó Kensuke levantando una ceja y esbozando una suspicaz sonrisa "Si la invitaste tú entonces me sorprende mucho menos"

Shinji se tensó y sus mejillas se sonrojaron ligeramente, pero siguió batiendo los huevos sin decir nada. Kensuke soltó una risilla por lo bajo. Sus dos amigos eran tal para cual "Al final va a ser cierto eso de que Dios da pan a quien no tiene dientes. Estos dos tienen a las chicas que les gustan a una conversación de distancia y no hacen otra cosa que perder el tiempo" pensó divertido el chico de gafas "Bueno, el miedo es libre, supongo" concluyó mientras le daba otro sorbo a su refresco.


Las puertas del ascensor del edificio en el que se encontraba el apartamento de Misato se abrieron, y de ellas salieron una chica de larga cabellera anaranjada y otra de pelo marrón, recogido en dos coletas.

"Entonces… ¿Estás segura de que Touji vendrá?" preguntó Hikari tímidamente. Asuka reprimió un gruñido de resignación.

"No estoy en su cabeza, Hikari. Sólo sé que el idiota de Shinji dijo que los otros dos idiotas que tiene por amigos vendrían" respondió Asuka refunfuñando "Rayos, tienes un gusto espantoso, de verdad que no sé qué le ves a ese simio"

"¡No es un simio!" se apresuró a decir la chica de pecas "Él… es un poco escandaloso y ya sé que no os lleváis bien, pero… es buena persona, te lo aseguro"

"Si tú lo dices..." dijo Asuka encogiéndose de hombros "Cada uno es libre de que le guste quien quiera, supongo, pero al comparar a ese… espécimen con un hombre de verdad, como Kaji, la diferencia es noche y día"

"Asuka, ¿cuántos años me habías dicho que tiene Kaji?" preguntó Hikari.

"Treinta, ¿por qué?" preguntó la pelirroja levantando una ceja.

"No… por nada" respondió la delegada con cara de circunstancias "Te gusta alguien que te dobla la edad, no creo que seas la más indicada para criticar, Asuka" pensó para sus adentros la chica.

Las chicas llegaron a la puerta del apartamento de Misato, que la segunda elegida abrió con su llave. Tras depositar su calzado en la puerta, se adentraron en el salón, encontrándose con los tres amigos sentados frente a la mesa, acompañados por Pen-Pen "Hola, chicas" saludó Shinji moviendo su mano. Kensuke y Touji hicieron lo propio.

"Misato aún no ha llegado, ¿no?" preguntó Asuka.

"No, pero no debería tardar mucho más" respondió Shinji mientras consultaba su reloj "Hablando de eso, creo que va siendo hora de poner a freír la tempura, ahora vuelvo" dijo mientras se levantaba e iba en dirección a la cocina.

"¿Quieres beber algo, Hikari?" preguntó la pelirroja. La chica de pecas asintió "Bien, siéntate que te traigo un refresco" dijo yendo también hacia la cocina.

La chica de pecas tomó asiento frente a la mesa, al lado de Touji, que rápidamente se puso algo tenso "Me alegro de que hayas venido, Touji" dijo la chica con una tímida sonrisa, mientras Pen-Pen se acercaba a ella para recibir unas caricias.

"Sí, eh… Yo también me alegro de que hayas venido" indicó el chico mirando hacia otro lado, con un leve sonrojo.

Kensuke reprimió una risa. Definitivamente la velada iba a ser interesante para Touji.


Un coche azul deportivo recorría las calles de Tokio-3. En él se encontraban Misato y Ritsuko, que acababan de recoger el sushi para la cena. La jefa de operaciones sonrió mientras pisaba el acelerador "Ah… Gracias al cielo que ha llegado el viernes al fin" suspiró la mujer "Después del ataque del último ángel me hace falta una buena noche de diversión"

Ritsuko la miró con cara divertida "Puedo sentir cómo tiemblan las cervezas de tu apartamento" bromeó la doctora.

"Ja, ja, ja… Muy graciosa doctora Akagi" replicó Misato algo molesta "Pero seguramente deberían temblar más las del bar al que vayamos después de cenar, vamos a estar con varios adolescentes influenciables, hay que dar buen ejemplo"

"¿Tú dando buen ejemplo? No me consta" añadió Ritsuko con una sonrisa irónica.

"Tampoco me constaba a mí que tuvieses sentido del humor y mírate" repuso Misato devolviendo la broma. Ambas mujeres rieron por lo bajo. Un instante después, Misato tomó un desvío que las dirigía por un camino distinto al que habitualmente la mujer tomaba para ir a su apartamento.

"¿Vas a ir por otro camino?" preguntó la doctora levantando una ceja.

"No, es que tenemos que ir a buscar a alguien para la cena" respondió Misato.

"¿A quién?" preguntó Ritsuko.


Ritsuko le dedicó una discreta mirada a la chica peliazul que se encontraba a la derecha de Misato junto con ella en el ascensor. La doctora aún no se creía que Rei se hubiese prestado voluntariamente a acudir a una actividad social. Volvió a dirigir la mirada al frente, con varias preguntas rondándole la cabeza. Hizo una mueca y decidió dejarlas para más adelante, pero se aseguraría de tener en cuenta este posible cambio en el comportamiento de la chica para el futuro.

La puerta del ascensor se abrió y las tres salieron del mismo en dirección al apartamento de Misato. Una vez llegaron, la mujer de pelo púrpura abrió la puerta y entraron en el mismo "¡Hola, hemos llegado!" exclamó Misato mientras se adelantaba al salón con la intención de dejar las cajas de sushi en la cocina cuanto antes. Una vez se asomó al salón, los chicos le devolvieron el saludo. Estaban sentados en torno a dos mesas, pues habían colocado ya una segunda para poder acomodar a todos los integrantes del evento.

"Hola, Mayor Katsuragi" saludó muy cortésmente Hikari "Enhorabuena por su ascenso"

"Gracias, Hikari, pero por favor tutéame, que me haces sentir muy mayor" dijo la mujer con vergüenza "Shinji, ayúdame con esto, por favor" indicó la mujer refiriéndose a las cajas de shushi que cargaba.

"Claro" dijo el chico levantándose y tomando una de las cajas. Mientras ambos se dirigían a la cocina, Ritsuko y Rei llegaron también al salón, esta última causando una sorpresa en Hikari y Asuka.

"¿Qué hace aquí la muñeca?" preguntó Asuka con el ceño fruncido.

"Te recuerdo que no sólo vamos a celebrar mi ascenso sino también la victoria contra el último ángel, Asuka, Rei tiene todo el derecho a estar aquí" le recriminó Misato desde la cocina "Además Shinji la había invitado antes incluso del ángel, así que si tienes alguna queja te aguantas"

"El idiota la invitó, vaya, qué sorpresa" replicó Asuka destilando sarcasmo con cada palabra.

Rei ignoró por completo las palabras de la pelirroja y dirigió su atención al susodicho, que regresaba al salón en esos momentos "Hola, Shinji" lo saludó.

"Hola, Rei" devolvió el chico el saludo con una tímida sonrisa "Me alegro de que hayas venido" La chica asintió y le dirigió una de sus minúsculas sonrisas, para después sentarse frente a la mesa, precisamente en el asiento contiguo al chico, volviendo a mostrar su rostro neutro y sin emociones. El pequeño intercambio no pasó desapercibido por los presentes, que lo observaron con curiosidad, diversión o molestia, según el caso. Shinji estaba por sentarse también cuando Misato regresó también al salón.

"Bueno, ¿ponemos los cubiertos y cenamos?" preguntó la mujer.

"Espera, aún no estamos todos" replicó Asuka aún con algo de molestia en la voz.

La mujer echó un rápido vistazo a los presentes y no notó ninguna ausencia "¿Quién falta? ¿Has invitado a alguien más?" preguntó recordando que le había dicho a la chica que podía invitar hasta a tres personas.

Asuka estuvo a punto de responder cuando sonó el timbre "¡Voy!" gritó alegremente yendo a abrir la puerta, su molestia esfumada por completo. Misato tuvo un mal presentimiento, y se asomó al rellano "¡Hola, Kaji! ¡Pensé que ya no venías!" exclamó la alemana.

Misato contempló con cara de circunstancias cómo un sonriente Rioji Kaji entraba al apartamento.


Tras recomponerse de la sorpresa, Misato se armó de paciencia con resignación, y ignorando las traviesas miradas que le dirigió Kaji volvió al salón, en el que con la ayuda de Shinji colocó los cubiertos para todos los comensales. Después de eso, el chico sirvió una ración a todos de la tempura de verduras que había preparado. Los presentes que no habían probado aún la comida de Shinji se sorprendieron al comprobar que estaba muy sabrosa.

"Vaya, Shinji, te ha quedado estupenda" comentó Kaji tras tragar un bocado "No sabía que eras tan buen cocinero"

"Sí, bueno, he tenido que practicar bastante" respondió el chico algo avergonzado por el halago "Misato sólo preparaba comidas instantáneas así que…" añadió con una sonrisa divertida.

"Oye, ¿qué se supone que quieres decir con eso?" dijo la mujer al instante "Las comidas instantáneas son la base de nuestra sociedad, sin ellas los trabajadores ocupados como yo no tendrían nada que llevarse a la boca" explicó de forma muy poco convincente.

"Bueno, en cualquier caso te vendrá bien esa habilidad, Shinji, te lo aseguro" añadió Kaji con una sonrisa cómplice mientras le guiñaba un ojo "Los hombres que cocinan se llevan a todas las chicas"

"Ja, eso le gustaría a él" replicó despectivamente Asuka "Su comida no es tan buena"

La pelirroja se ganó una mirada divertida por parte de Shinji "Valientes palabras viniendo de alguien que prácticamente come exclusivamente lo que cocino" dijo el chico para después llevarse un bocado a los labios "Si quieres puedo dejar de preparar tu almuerzo de ahora en adelante"

El rostro de Asuka se tiñó de rojo por la vergüenza. Mentiría si dijese que no le gustaban los almuerzos que preparaba el chico, pero ¿reconocerlo abiertamente y además delante de todos los presentes? Antes muerta "¿Y qué quieres que coma?" preguntó la alemana.

"Podrías comprar algo en la cafetería, Touji y Kensuke suelen hacerlo, por ejemplo" respondió el tercer elegido.

"Es cierto" asintió el chico de gafas.

"Yo… No voy a gastarme el dinero sin necesidad, antes prefiero comer lo que preparas tú" replicó la pelirroja desviando la mirada "Además, eres el cocinero de esta casa, tu deber es cocinar para todos los que vivimos aquí"

Los comensales observaron con diversión la respuesta de la chica. Shinji sonrió "Tranquila, Asuka, sólo bromeaba" dijo el chico dejando escapar una risilla.

"Eres un imbécil" replicó la pelirroja mientras saboreaba la tempura.


El resto de la cena transcurrió amenamente, los comensales disfrutando de la comida, la conversación y la compañía. Finalmente, una vez Shinji y Misato recogieron los cubiertos los presentes se dispusieron a continuar con la celebración fuera del apartamento o volver a sus respectivas casas, según el caso.

"Gracias por invitarnos, Misato, estuvo genial" agradeció un sonriente Kensuke acompañado por Touji en la entrada "Nos vemos, Shinji"

"Adiós, chicos, nos vemos" se despidió el tercer elegido de sus amigos. A su izquierda, Asuka y Hikari también se dirigían a la salida.

"Gracias por la velada, Misato" indicó la delegada con una leve inclinación de cabeza.

"De nada, Hikari. Los amigos de Asuka sois bienvenidos aquí" indicó la mujer con una sonrisa.

"Exacto" asintió Asuka igualmente sonriente "Bien, te acompaño a casa, Hikari. Nos vemos mañana, Misato" se despidió la chica.

"Hasta mañana"

"Hasta pronto, Kaji" añadió la pelirroja con un tono de voz extremadamente meloso.

"Hasta pronto, Asuka" dijo el hombre con una mezcla entre diversión y resignación, que la chica pasó por alto. Una vez que la alemana salió con Hikari por la puerta, él, Misato y Ritsuko se levantaron de la mesa, yendo a buscar sus respectivas chaquetas. La fiesta para ellos continuaría en un bar cercano.

Mientras esto ocurría, Rei continuaba sentada frente a la mesa, dónde había permanecido desde que se inició la velada, mientras reflexionaba sobre los eventos de la misma. La chica había ido principalmente para estar con Shinji, puesto que desde que había descubierto sus sentimientos por él estar a su lado se había vuelto su principal fuente de felicidad. Supuso que aparte de estar con él, el resto del evento iba a ser totalmente irrelevante y carente de interés para ella, pero para su sorpresa, no había sido el caso. Por alguna razón la chica se sintió bien al estar rodeada de aquellas personas, mientras estas compartían conversación y comida "¿Es esto, entonces, la amistad?" se preguntó la chica mentalmente. Nuevamente no lo sabía, pero debía reconocer que le había gustado la experiencia.

Rei fue sacada de sus reflexiones al sentir la presencia de Shinji a su lado. El chico se sentó de nuevo frente a la mesa junto a ella "¿Te gustó la tempura, Rei?" preguntó con algo de timidez.

"Sí. No la había probado la tuya antes, pero estaba deliciosa" asintió la peliazul con una pequeña sonrisa.

Shinji le devolvió la sonrisa, muy contento "Me alegro. Si quieres puedo incorporarla a los almuerzos de vez en cuando"

"Me gustaría" respondió Rei. Los chicos se quedaron unos instantes en agradable silencio, hasta que Misato volvió al salón, lista para marcharse.

"Bueno chicos, nosotros nos vamos a tomar algo" dijo la mujer con una gran sonrisa "Rei, supongo que vas a volver a casa ahora, ¿no?" preguntó la mujer.

"Así es" respondió escuetamente la chica.

"Bien, en ese caso… ¿por qué no la acompañas hasta su casa, Shinji?" sugirió la mujer guiñándole un ojo al tercer elegido.

"¿Eh? ¿Y-Yo?" balbuceó el chico.

"Claro, no pretenderás dejar que una dama recorra las calles de noche sin compañía, ¿no?" indicó Misato con una sonrisa traviesa. Tanto ella como Shinji sabían bien que Tokio-3 era una de las ciudades más seguras del mundo en lo que a crimen y problemas similares se refería. Por alguna razón los criminales no estaban muy interesados en operar en una ciudad que era constantemente atacada por gigantescas criaturas espaciales. Es por eso que el chico dedujo rápidamente que Misato estaba insinuando que la acompañase por otros motivos. Aún así...

"Bien, eh, yo… Si te parece bien, Rei, por mí no hay problema" admitió el chico.

Rei bajó la mirada, notando como la sangre calentaba sus mejillas "Me parece bien" indicó con una pequeña sonrisa.


Shinji y Rei emprendieron el camino por las calles de Tokio-3 al apartamento de la peliazul. La noche era fresca, pero sin llegar a invitar al frío, y no había ni una sola nube en el cielo, dejando ver una enorme luna llena rodeada de estrellas, que junto a las luces artificiales de la ciudad hacían que la visibilidad fuese muy buena.

Los pilotos caminaron en silencio durante unos instantes, contemplando la preciosa noche ante ellos. Shinji aún se sentía un poco nervioso por las insinuaciones de Misato, pero tenía que reconocer que estar un rato a solas con la chica que quería, dando un paseo bajo el cielo estrellado le llenaba de felicidad. El tercer elegido dirigió una discreta mirada a la chica de ojos escarlata, que caminaba a su lado, probablemente enfrascada en sus pensamientos. Se veía aún más hermosa que de costumbre a la luz de la luna. Sí, sin duda haber invitado a Rei unos días atrás había merecido la pena.

Finalmente el chico decidió romper el silencio "Gracias por venir hoy, Rei"

"No hay de qué" indicó la chica con voz suave "Gracias a ti por invitarme"

"¿Lo has... pasado bien?" preguntó el tercer elegido.

"Sí" asintió la chica con una de sus minúsculas sonrisas "Me gusta pasar tiempo contigo, ya lo sabes"

"Sí, bien… me alegro" fue lo único que pudo decir Shinji, completamente desarmado. Por enésima vez, se maldijo mentalmente por ser tan cobarde. En el fondo… le hubiese gustado decir algo más. Mucho más, de hecho. Pero a pesar de estar junto a la chica que quería, a pesar de estar los dos solos, y a pesar de que ella le había confirmado una vez más que apreciaba estar en su compañía, él no era capaz de sincerarse. ¿Y si Rei simplemente era feliz de estar con él porque había sido el primer amigo que había tenido nunca? ¿Y si esa amistad se rompía al revelarle que él la veía como mucho más que su amiga? No podía arriesgar eso. El miedo al rechazo era más grande que su deseo de estar con Rei.

Rei, sin embargo, no tenía ese problema.

La chica no pasó desapercibida las intenciones de Misato al sugerir a Shinji que la acompañase. Por primera vez desde que había entendido sus sentimientos por el chico, estaba a solas con él. Era el momento "Shinji. Hay algo que tengo que decirte" dijo la chica deteniéndose mientras se armaba de valor.

El aludido se detuvo también y la miró. La peliazul tenía una mirada decidida que pocas veces había visto, especialmente fuera de situaciones no relacionadas con una batalla con un ángel "¿Sí…? Te escucho entonces" dijo, algo confuso.

Rei notó como su corazón comenzaba a latir apresuradamente y sus mejillas se calentaban, pero no se echó atrás. Mirando al tercer elegido a los ojos, comenzó a hablar "Desde hace tiempo, siempre que estamos juntos, noto una calidez en mi interior" explicó la chica, las palabras saliendo de sus labios concisas y despacio "Yo no entendía bien esas emociones, así que cuando me dijiste que éramos amigos supuse que era cómo me debía sentir en ese caso. No obstante, más tarde llegó a mi conocimiento que estos sentimientos no son los correspondientes a una relación de amistad, sino…" Rei vaciló por un instante. Shinji la estaba mirando con clara sorpresa en sus ojos, lo cual la hizo dudar por un instante de si debía continuar, pero sus dudas se esfumaron pronto. Rei quería compartir sus sentimientos con el chico, aún si este no sentía lo mismo. No había vuelta atrás "...sino los que una persona siente cuando está enamorada de otra" completó la chica finalmente, sus mejillas ardiendo pero su mirada cargada de determinación "Te quiero, Shinji"

El rostro de Shinji era el vivo retrato de la palabra "sorpresa". No sólo era la vez que más palabras seguidas le había escuchado pronunciar a Rei, sino que el contenido de esas palabras era algo que parecía directamente sacado de sus fantasías "¿Estoy soñando?" se preguntó el chico, aún estupefacto. Era imposible que esto fuese real. Era imposible que ella realmente… le correspondiese. Miró a los ojos de la chica, que le devolvían la mirada fijamente, y no pudo ver otra cosa que sinceridad en ellos. Su corazón comenzó a latir rápidamente y sus mejillas se calentaron "¿También me quiere? ¿Es esto real?"

Rei, por su parte, se mantenía ahí, de pie, mirándolo fijamente a los ojos, con las mejillas ardiendo y el corazón latiendo desbocado. Shinji parecía muy sorprendido, lo cual, supuso ella, era algo que cabía esperar. La expectación se apoderó de su ser al ver que la sorpresa del chico se esfumaba poco a poco de su rostro, siendo remplazada por una anhelante mirada.

"Rei… ¿hablas en serio?" fue lo único que pudo decir el tercer elegido, todavía no del todo convencido, o mejor dicho, sin dejarse todavía convencer.

"Sí" respondió inmediatamente la chica de ojos escarlata.

Ya no había más dudas. Shinji sonrió, un torrente de emociones inundándolo por dentro, pero sintiéndose más feliz de lo que recordaba haberse sentido jamás. Le dirigió una dulce mirada a la chica de pelo azul, y finalmente confesó también sus sentimientos "Yo… siento lo mismo. También te quiero, Rei"

Al escuchar esas palabras, la expectación que la primera elegida albergaba en su interior se tornó rápidamente en felicidad "Me quiere… realmente me quiere" El calorcito que le hacía sentir Shinji en su pecho la llenó por completo y sus labios se curvaron en sonrisa más amplia que había expresado nunca. Ambos chicos se perdieron en la mirada del otro durante unos segundos, hasta que lentamente el chico deshizo la distancia que los separaba y rodeó a Rei con sus brazos en un tierno abrazo, para sorpresa de la primera elegida. Era el primer abrazo que la chica compartía, al menos desde que ella podía recordar, pero se dejó llevar por las sensaciones que el gesto le transmitía. Los brazos de Shinji la estrechaban contra él con suavidad y dulzura, como si fuese algo precioso que mereciese la pena tratar con cuidado. Nunca se había sentido tan apreciada y querida, ni tan feliz. La primera elegida decidió corresponder al gesto, rodeando también la espalda del chico y apoyando la cabeza en su hombro izquierdo. Shinji aumentó su sonrisa al notar como los brazos de Rei rodeaban su espalda y estrechó un poco más su agarre sobre la chica. Tras varios segundos así, con ambos chicos disfrutando de la cercanía del otro, el tercer elegido se separó levemente de la peliazul, para poder volver a mirarla a los ojos, pero aún manteniéndola en sus brazos.

"No sabes cuán feliz me has hecho, Rei" susurró Shinji "Llevaba bastante tiempo queriendo decírtelo, pero… Tenía miedo de que no sintieses lo mismo"

"Lo entiendo" indicó Rei con una sonrisa comprensiva "Tú también me haces muy feliz, Shinji" añadió la chica.

"Me… Me alegro" repuso el chico, aún sin acostumbrarse a escuchar eso por parte de la chica "Bueno… Supongo que esto implica que ahora… somos pareja"

"Esa es la conclusión lógica, si me he informado bien" indicó Rei.

"Sí, supongo que tienes razón" continuó el chico aún con algo de timidez "Rei… siendo así, hay algo que llevo tiempo queriendo hacer... si tú estás conforme con ello, c-claro" añadió Shinji tragando saliva.

"¿Sí?"

"¿Puedo... darte un beso?" preguntó el chico esperanzado.

Rei amplió su sonrisa. Una vez más, la chica era inepta socialmente, pero hasta ella sabía que las parejas hacían eso. El abrazo había sido muy agradable, y la chica tenía curiosidad. "Sí" respondió con sencillez.

Shinji acercó su rostro al de ella mientras cerraba sus ojos. Rei, al ver esto, hizo lo propio. Los labios de ambos chicos se tocaron levemente, tras lo cual el tercer elegido la besó con suavidad y ternura. Rei sintió un cosquilleo en el estómago al sentir los labios de Shinji sobre los suyos, y la calidez de su pecho se incrementó un poco más. Dejándose llevar, imitó los movimientos que el chico hacía con sus propios labios, correspondiendo al beso. Shinji, por su parte, se sentía en una nube. Los labios de Rei eran suaves y cálidos. Ninguno de los dos tenía ninguna experiencia en la materia, pero sólo con sentir que la peliazul correspondía al beso fue más que suficiente para llenarlo de felicidad.

Tras unos maravillosos instantes, los chicos rompieron el beso, volviendo a quedarse atrapados en los ojos del otro. Podían ver la felicidad y el amor muto que compartían a través de los mismos con claridad. Sin decir más palabras volvieron a estrechar mutuamente el agarre en el que estaban y se fundieron en un nuevo abrazo bajo la luz de la luna.


Continuará...