Era una noche tranquila en Tokio-3. En un humilde edificio de apartamentos de la zona este de la ciudad, un chico de cabello marrón y una chica de cabello azul celeste subían unas escaleras tomados de la mano, ambos muy felices.

Rei y Shinji habían recorrido el trayecto que les separaba del apartamento de Misato al apartamento de la peliazul en la más absoluta de las dichas. Después de confesar su mutuo amor por el otro, los pilotos habían caminado tomados de la mano bajo la noche estrellada con calma, disfrutando sencillamente de la compañía y cercanía del otro.

Finalmente los chicos terminaron de subir la escalera y recorrieron el pasillo que los separaba del ya familiar para Shinji apartamento 402, donde vivía Rei. Ambos se detuvieron frente a la puerta y se miraron a los ojos, quedando frente a frente.

"Bueno, hemos llegado" dijo el tercer elegido mientras tomaba la otra mano de Rei con la suya.

"Así es. Gracias por acompañarme" dijo la peliazul, entrelazando sus dedos con los del chico, sintiéndose muy bien al hacerlo. La chica se maravilló de lo bien que se sentía al establecer contacto físico con Shinji. Tan sólo tomarse de las manos era suficiente para inundarla de felicidad. Sonrió.

"No hay de qué" respondió Shinji mientras contemplaba la sonrisa de la chica, cautivado "¿Sabes una cosa, Rei? Me encanta verte sonreír" dijo embelesado "Te ves... muy hermosa"

Rei se sorprendió ligeramente por el comentario. Una vez más el chico le hacía sentir una experiencia nueva y desconocida para ella: recibir un piropo. La chica sintió un ligero cosquilleo en el estómago y sus mejillas se sonrojaron. Era agradable escucharle decir eso "Gracias, Shinji"

El chico aumentó su sonrisa antes de soltar las manos de la chica y rodearla con sus brazos, tras lo cual, acercó su rostro al de ella, mientras cerraba los ojos. Rei comprendió rápidamente sus intenciones y, recordando lo grato que había sido el primer beso que habían compartido hacía unos minutos, imitó al chico, deseosa de repetir la experiencia. Ambos se fundieron en un nuevo beso, expresando el amor que sentían por el otro a través de sus labios. Rei sintió cómo el calor de su pecho la llenaba por completo y cómo el cosquilleo en su estómago se volvía más fuerte. Besar a Shinji era maravilloso, la regocijaba sin igual.

Tras unos instantes los labios de ambos se separaron. Shinji contempló a Rei durante unos segundos con algo de pena "...Supongo que es hora de la despedida" dijo el chico finalmente "Mañana no tengo nada planeado que hacer… ¿Te... gustaría que nos viéramos?" preguntó esperanzado.

"Sí, me gustaría" asintió Rei.

"Estupendo" sonrió el tercer elegido, muy contento "Podríamos quedar aquí para comer, como la semana pasada" sugirió.

"De acuerdo" aceptó la peliazul.

"Bien, nos vemos mañana entonces" indicó Shinji acercando de nuevo su rostro al de Rei para darle un último beso, suave y rápido "Hasta mañana, Rei" dijo finalmente separándose de la chica.

"Hasta mañana, Shinji" se despidió la chica con otra de sus pequeñas sonrisas, para luego abrir la puerta y entrar en su apartamento.

Rei cerró la puerta y dejó sus zapatos en la entrada. Tras dar unos cuantos pasos llegó al dormitorio, donde estaba su cama, en la cual la chica se tumbó tras desprenderse de su uniforme escolar, tapándose luego con las sábanas. La peliazul miró el techo del apartamento mientras su mente rememoraba una y otra vez los eventos de los últimos minutos.

"Shinji me quiere" se dijo a sí misma, solazándose en la felicidad que ese hecho le proporcionaba. La chica recordó por un instante cómo era su vida hacía tan sólo unas semanas, antes de conocer al chico, y le costaba creer que pudiera sentirse así de bien ahora. La diferencia entre antes de que conociese a Shinji y ahora, que acababa de compartir su amor con ella, era noche y día. Era como si la Rei de antes y la Rei de ahora fuesen personas distintas.

Era como si ahora... estuviese viva.


Misato Katsuragi se despertó al oír cerrarse una puerta. La mujer se frotó los ojos pesadamente, notando cierto dolor de cabeza. Tenía resaca, lo cual no era muy difícil de adivinar considerando la hora a la que volvió a su casa la pasada madrugada. No tenía ganas aún de levantarse, pero al notar la necesidad de utilizar el baño, no le quedó más remedio. La mujer salió de su habitación y caminó de mala gana hasta el baño.

"Buenos días, Misato" la saludó Shinji desde la cocina.

"Buenos días…" devolvió el saludo la mujer sin mucha energía mientras entraba al baño sin decir nada más. Una vez terminó, salió del mismo y se dirigió a la cocina. Tenía la boca seca y pastosa, necesitaba un buen vaso de agua.

"Sí que has tardado en levantarte hoy" comentó Shinji mientras removía comida en una sartén.

"¿Qué hora es?" preguntó Misato mientras llenaba de agua un vaso.

"Las doce y media" respondió el tercer elegido tras comprobar su reloj.

"Mmm… bueno llegué bastante tarde anoche" indicó la mujer antes de beberse el vaso de un solo trago "Ahh… Mucho mejor… ¿Y Asuka, está por aquí?" preguntó notando la ausencia de la chica.

"Se fue hace un rato, va a comer con Hikari" explicó el chico.

"Oh. Sí que se llevan bien esas dos" dijo Misato dejando el vaso en el fregadero. Entonces cayó en la cuenta de algo "Oye, Shinji, si son las doce y media, ¿no estás cocinando un poco temprano?"

"Eh… sí, verás…" dijo el chico algo nervioso "Es que… hoy yo tampoco voy a comer en casa, estoy preparando almuerzos para llevar y te dejo también una ración para ti preparada"

"Ah, ¿vas a estar con tus amigos también?" preguntó la mujer con una sonrisa. Le alegraba que Shinji pasase tiempo con ellos, había notado que el carácter retraído del chico había mejorado bastante desde que había entablado amistad con Touji y Kensuke.

"Eh… Bueno… no" indicó el chico desviando la mirada.

"¿No? ¿A dónde vas, entonces?" preguntó Misato levantando una ceja.

"Voy… a casa de Rei" respondió el chico con un leve sonrojo.

Misato abrió los ojos de par en par. Fue entonces que los eventos de la noche anterior volvieron a su memoria. Entre la resaca y el sueño la mujer se había olvidado por completo de que Shinji había acompañado a Rei a su casa la noche anterior, precisamente a sugerencia de la propia Misato, que lo había hecho con toda la intención de darle a Rei un momento a solas con el chico en el que, con suerte, le dijese lo que sentía por él. Tras recordar eso, y viendo el lenguaje corporal que Shinji estaba exhibiendo en esos momentos, la mujer ató rápidamente cabos, esbozando una traviesa sonrisa.

"Ohhhhh… A casa de Rei, ¿eh?" dijo Misato acercándose al chico y dándole un suspicaz codazo "Y justo después de acompañarla a casa anoche… ¿Hay algo que me quieras contar, Shinji?"

El tercer elegido se sonrojó profundamente y dirigió su mirada al suelo, pero aún así, sus labios se curvaron en una tímida sonrisa "Bien… de hecho, sí… Ayer, Rei y yo… bueno… Digamos simplemente que ahora somos pareja" reconoció el chico.

El rostro de Misato se iluminó al escuchar la noticia "¡Así se hace, Rei!" exclamó la mujer, arrepintiéndose al instante por su resaca "Ay, mi cabeza… no debería gritar" dijo en voz baja mientras se llevaba las manos a su cabeza. Shinji la miró con cara de circunstancias por unos instantes, hasta que pensó en lo que la mujer había dicho.

"Espera… ¿Así se hace, Rei?" preguntó el tercer elegido con curiosidad.

Misato se repuso rápidamente del dolor y esbozó una sonrisa conocedora "Bien, es posible que… hace unos días Rei me consultase un par de cosas respecto a cómo se sentía por ti…" explicó la mujer dejando escapar una risilla.

"Entonces tú… ¿ya lo sabías?" preguntó incrédulo Shinji, para después guardar silencio. Las piezas comenzaron a encajar "Claro… por eso me dijiste que la invitara a la cena de ayer… y que la acompañase a casa…"

"Correcto" asintió una sonriente Misato.

"Espera, y ¿por qué en vez de eso no me lo dijiste directamente?" preguntó entonces Shinji.

"Bah, ¿dónde está la gracia en eso?" replicó la mujer encogiéndose de hombros "Además, aunque sospechaba que estabas coladito por sus huesos, no lo sabía con total seguridad… Imagínate que no fuese el caso y te lo dijese, menuda cagada"

"…Vale, buen punto" admitió el chico "Bueno, de todas formas… Gracias, Misato" añadió Shinji con una sincera sonrisa.

"No hay de qué. Me alegro mucho por vosotros" indicó Misato imitando su sonrisa "Rei es una buena chica, Shinji, espero que la trates bien"

"Puedes estar segura de eso" dijo el chico, con una mirada cargada de determinación. Misato se sorprendió gratamente al ver ese gesto, no era habitual escuchar a Shinji hablar con tanta seguridad.

"En realidad ya lo estoy, sé que tú también eres un buen chico" dijo la mujer poniendo su mano sobre el hombro del tercer elegido a la vez que le dedicaba una sincera sonrisa. Dicha sonrisa, no obstante, se tornó traviesa mientras continuaba hablando "Y hablando de eso, Shinji… lo que pase entre Rei y tú es asunto vuestro, pero… recuerda siempre usar protección"

"¡MISATO!"


Shinji subió rápidamente las escaleras del edificio de apartamentos en el que vivía Rei. Después de terminar su conversación con Misato (y recuperarse mentalmente de sus comentarios) el chico había emprendido el mismo camino que la noche anterior hacia la zona este de Tokio-3, equipado con dos almuerzos en su mochila y muchas ganas de volver a ver a su ahora novia.

El tercer elegido se detuvo delante de la puerta del apartamento 402 y golpeó la misma un par de veces "¿Rei? Soy yo, Shinji"

El chico esperó unos segundos hasta que la ocupante de la vivienda abrió la puerta de la misma "Hola, Shinji" saludó la chica con una de sus pequeñas sonrisas.

"Hola" saludó el chico sintiendo un cosquilleo en el estómago al verla de nuevo. A una pequeña parte de él aún le parecía imposible que la chica que le traía de cabeza las últimas semanas le hubiese dicho que lo quería la noche anterior. Esa pequeña parte se silenció rápidamente cuando la chica se acercó a él y le rodeó la espalda con sus brazos, pegándose firmemente a su cuerpo mientras cerraba los ojos y acercaba su rostro al del chico, con evidentes intenciones. Shinji fue tomado por sorpresa, hasta ahora todos los besos los había iniciado él, pero desde luego no le molestaba lo más mínimo si Rei decidía tomar la iniciativa. Correspondió al gesto más que dispuesto, uniendo sus labios con los de la chica.

Tras unos maravillosos segundos, los chicos separaron sus rostros de nuevo y se miraron a los ojos "¿Tienes hambre?" preguntó Shinji. Rei asintió "Comamos, pues"

Los pilotos entraron al apartamento, dirigiéndose a la estancia principal donde estaban la mayoría de cosas que tenía Rei. La chica se sentó sobre la cama, y Shinji tomó una silla y se sentó frente a ella, de forma muy similar a cómo habían hecho la última vez que habían comido allí. El tercer elegido abrió su mochila y sacó dos paquetes de almuerzo de la misma.

"He hecho fideos con verduras. También tengo té" dijo dándole uno de los paquetes a la chica de ojos escarlata. La chica tomó el paquete y lo abrió con interés, siendo recibida por un delicioso aroma.

"¿Qué opinas?" preguntó Shinji tras ver cómo Rei masticaba un bocado.

"Me gusta" respondió la chica con una pequeña sonrisa.

"Me alegro" indicó Shinji igualmente satisfecho mientras empezaba a comer. El chico había estado tomando nota mental de qué comidas le gustaban a la peliazul y cuáles no. De momento, no obstante, ella había aceptado gustosa todo lo que le había cocinado, así que tampoco es que Rei se lo estuviese poniendo muy difícil. Aunque, tratándose de ella, era algo que cabía esperar.

Shinji reflexionó sobre eso mientras comían en silencio. Realmente, el chico no recordaba haber oído a la peliazul quejarse por algo desde que la había conocido. Fuera cual fuese la adversidad que la vida le presentase a Rei, esta parecía recibirla con inmutable estoicismo, lo cual era decir mucho para una persona que arriesgaba su vida regularmente pilotando un Evangelion. Era una de las cosas que le gustaba de ella, Shinji admiraba profundamente la fuerza mental que la chica mostraba, sin importar el contratiempo que se le presentase. No obstante…

El chico observó por un instante el apartamento en el que se encontraban. Era, fácilmente, la definición de la palabra lúgubre. Tenía apenas los enseres necesarios para vivir. Estaba poco iluminada. Estaba situado en un edificio de apartamentos completamente vacío y en una zona de la ciudad parcialmente en ruinas. La chica vivía en un lugar como ese, sola… y parecía darle igual. "Yo no tengo nada más que pilotar el EVA" las palabras que Rei le había dicho justo antes de enfrentar juntos al quinto ángel se repitieron en la mente de Shinji.

"Rei… ¿te gusta vivir aquí?" preguntó el chico repentinamente.

La peliazul, que acababa de terminar de comer, lo miró con curiosidad "¿A qué te refieres con eso?"

Ante la mirada de confusión que la chica le dirigió, Shinji intentó explicarse mejor "Está rodeado de edificios en ruinas, apenas tienes muebles aquí dentro, y la mayoría parecen bastante viejos" dijo el chico observando las oxidadas patas de la cama en la que la chica estaba sentada "El timbre no funciona, la cerradura está estropeada…"

Rei dejó de comer por unos instantes, reflexiva "Este apartamento está cerca de NERV. Me proporciona cobijo y un lugar donde dormir" respondió después.

"Ya, pero… ¿a ti te gusta?" preguntó el chico.

"¿Importa eso?" preguntó la chica, confusa.

"Claro que importa, Rei. Tú vives aquí, tu opinión es la que más importa" respondió el chico.

Rei su mirada, la confusión evidente en su rostro. Reflexionó durante un momento "Yo… no lo sé. Nunca había pensado en eso. Este apartamento cubre mis necesidades y estoy acostumbrada a vivir aquí…" respondió finalmente la chica. Nunca había considerado su propia opinión como algo relevante en el asunto.

Al ver el rostro serio de la chica, reflexionando profundamente, Shinji dedujo que sus sospechas no iban desencaminadas "Bueno… tampoco pasa nada si estás cómoda aquí… es sólo que… me preocupa que estés bien" dijo Shinji ofreciéndole una tímida sonrisa a la chica "Hace un tiempo me dijiste que no tenías nada más en la vida que pilotar el EVA y… no quiero que eso sea así. Te mereces más"

Rei le devolvió la mirada, dejando a un lado sus reflexiones. Escuchar a Shinji expresar su interés por ella y su bienestar siempre la hacían sentir bien "Gracias, Shinji" dijo la chica con una sonrisa mientras su pecho se inundaba de ese calorcito que el chico la hacía sentir.

"De nada…" indicó el chico, atrapado por el hermoso rostro de la primera elegida "Como mínimo, quiero que sepas que me tienes a mí… aunque no sea mucho"

Rei dejó a un lado el vacío paquete de su almuerzo y se inclinó sobre el chico, acercando su rostro al suyo "Sí que lo eres, me haces feliz. Te quiero, Shinji"

Shinji se sonrojó al escuchar esas palabras. Su sonrisa se agrandó "Yo también te quiero" murmuró antes de fundirse con Rei en un nuevo beso.


El lunes siguiente, una hermosa mañana amaneció una vez más en la ciudad de Tokio-3, como era habitual por el clima subtropical que Japón experimentaba gracias al Segundo Impacto. Shinji y Asuka, como también era habitual, se encontraban recorriendo juntos las calles de la ciudad, concretamente el camino que los separaba del apartamento de Misato y la escuela.

"Ah… que día tan bonito... Y voy a pasarlo encerrada en la escuela por la mañana y en un tubo lleno de LCL haciendo pruebas en NERV por la tarde" comentó la pelirroja con decepción, más para sí misma que para Shinji. El chico, que caminaba a su izquierda, no dijo nada. La pelirroja dirigió su atención hacia él por un instante. El idiota de su compañero de piso no había dicho nada en todo el trayecto, tan sólo había caminado sumido en sus probablemente estúpidos pensamientos, y de vez en cuando, esbozado una leve sonrisa.

Ahora que lo pensaba, de hecho, el chico se había estado comportando así durante todo el fin de semana. Asuka no le había dado mucha importancia, puesto que tenía cosas más interesantes a las que dedicar su tiempo que prestarle atención al idiota de Shinji, pero en ese momento le empezó a picar la curiosidad.

"Diablos, Shinji, hasta en las mañanas eres un aburrido" rechistó Asuka intentando molestarle, como acostumbraba a hacer. De nuevo, no obtuvo ninguna reacción del chico "¿Me está ignorando deliberadamente?" pensó la pelirroja notando una punzada de rabia. La chica se acercó al tercer elegido para después gritarle bien cerca "¡ESCÚCHAME, IDIOTA!"

"¡¿Eh?!" se sobresaltó el chico, dando un pequeño salto "¿Qué… qué pasa, Asuka?"

"Pasa que te estaba hablando y no me hacías ni caso, idiota" respondió la alemana frunciendo el ceño "¿Qué rayos te pasa últimamente, Shinji? Estás más estúpido aún que de costumbre" preguntó la pelirroja levantando una ceja.

"Yo… no me pasa nada" dijo el chico desviando su mirada. Asuka levantó una ceja, sospechando que no era cierto. Tras un segundo decidió ignorar al chico, no iba a perder el tiempo en alguien tan irrelevante.

Los dos pilotos llegaron pronto a la escuela, y tras unos cuantos pasos más, entraron en la clase 2-A, donde ya estaban una buena parte de sus compañeros, esperando al inicio de las clases. Asuka divisó rápidamente a su amiga Hikari, ya sentada en su correspondiente pupitre en las primeras filas, y se dirigió prontamente hacia la chica. Shinji, por su parte, se dirigió a la parte trasera de la clase, en la que los otros dos idiotas que tenía por amigos lo estaban esperando.

"Hola, Hikari" saludó la pelirroja mientras tomaba asiento detrás de ella.

"Hola, Asuka" hizo lo mismo la delegada alegremente "Bonito día, ¿eh?"

"Sería mucho más bonito si no fuese a pasarlo encerrada aquí y luego encerrada en NERV" se quejó la alemana exhalando un suspiro "Deberíamos habernos saltado las clases e ir a dar una vuelta por la ciudad"

"Asuka, no digas esas cosas" replicó la chica de moños "La escuela es importante"

"Quizás para ti, pero yo vengo para pasar el rato más que otra cosa" indicó la pelirroja mientras se encogía de hombros. Hikari no pudo rebatir ese argumento, sabía que Asuka ya se había licenciado en la universidad, realmente iba a la escuela para no aburrirse.

Fue entonces cuando entró en el aula una chica peliazul con rostro serio "Estupendo, hoy también ha venido la muñeca. Definitivamente el día se está volviendo más aburrido a cada instante que pasa" pensó Asuka mientras seguía a la primera elegida con la mirada, mientras esta se dirigía a su asiento con paso tranquilo "Rayos, qué monótona es… Ahora se sentará en su pupitre y se pasará el resto de la mañana mirando por la ventana, como si fuese un robot, y…" la reflexión de la pelirroja fue detenida súbitamente cuando vio cómo Rei dejaba su maletín escolar sobre su pupitre, pero, en lugar de sentarse, continuaba caminando hacia la parte de atrás de la clase. Ligeramente sorprendida por este cambio, la pelirroja se giró siguiéndola con la mirada, para ver cómo la chica de ojos rojos se acercaba a tres chicos que estaban conversando tranquilamente ahí.

Shinji charlaba amistosamente con Touji y Kensuke cuando estos detuvieron la conversación y se quedaron mirando al frente, extrañados.

"¿Qué pasa?" preguntó el tercer elegido para luego girarse con curiosidad en la dirección a la que miraban los chicos. Fue entonces que vio cómo se les acercaba cierta chica de ojos escarlata "Oh… Claro. Bueno, Rei lo vale" pensó el chico imaginando las bromas que iban a hacer a su cuenta en las próximas horas sus dos amigos "Buenos días, Rei" saludó el chico con una sonrisa cuando la chica llegó hasta él.

"Buenos días, Shinji" devolvió el saludo la chica, con una pequeña sonrisa. Entonces ella acercó sus manos a las del chico y las tomó con suavidad, gesto que Shinji correspondió de inmediato.

"¿Dormiste bien?" preguntó el tercer elegido, a lo que la chica simplemente asintió "Me alegro"

Para ese momento, Shinji ya podía sentir las miradas de Touji y Kensuke a punto de hacer un agujero en su nuca, por lo que decidió girarse mientras exhalaba un suspiro. Como era de esperar, sus dos amigos los estaban mirando fijamente, con la sorpresa pintada en el rostro.

"Shinji… ¿tú y Ayanami...? ¿Estáis…?" balbuceó Touji en cuanto recuperó el habla.

"Sí... estamos" asintió el chico tras un instante, con un sonrojo en el rostro y su mano aún unida a la de la chica "No hace falta que pongáis esas caras…" añadió el chico con resignación.

Kensuke fue el primero en recuperarse de la sorpresa "Jajaja, parece que podemos dejar de pretender que no te gusta Ayanami" rió el chico "¿Cuándo pasó?" preguntó con curiosidad.

Shinji intercambió una inquisitiva mirada con Rei, la chica asintió "El viernes por la noche, después de la cena" respondió el tercer elegido.

"Bien hecho, Shinji, me alegro por ti" dijo Touji por su parte, dándole una palmada amistosa en el hombro, para luego dirigir su atención a Rei "Bueno, también me alegro por ti, Ayanami"

Rei asintió ligeramente con la cabeza "Gracias, Suzuhara" dijo la chica para sorpresa de los dos amigos de Shinji. Estos iban a hacer más preguntas, pero la entrada del profesor en el aula hizo que la conversación tuviese que quedar para más tarde. Los cuatro alumnos se dirigieron a sus respectivos pupitres.

Asuka, por su parte, tenía sentimientos encontrados tras observar el intercambio entre la muñeca y el idiota. Ella ya sabía que a la peliazul le gustaba Shinji, y por como babeaba patéticamente el idiota por ella, suponía que el sentimiento era mutuo. Pero de ahí a que efectivamente hubiesen iniciado una relación había un trecho que nunca pensó que llegarían a cruzar, uno por cobarde y la otra por inepta.

"Bueno, y ¿qué importa?" pensó poco después la pelirroja ¿Por qué debería importarle lo más mínimo lo que hicieran el par de idiotas que tenía por compañeros piloto? Exacto. No debería. Lo contrario era ridículo. Lo que iba a hacer era ignorarlos por completo y centrarse en la clase. Sí, eso iba a hacer...

Asuka no se centró en la clase esa mañana.


Esa tarde, los tres pilotos acudieron a NERV para hacer una prueba distinta a lo habitual. Según les había indicado la doctora Ritsuko, llevaban un tiempo desarrollando un nuevo sistema de piloto automático para los Evangelion, llamado Dummy System, con el fin de utilizarlo en caso de que algún piloto estuviese incapacitado o alguna emergencia similar. Por lo visto necesitaban recopilar datos de los tres pilotos para ajustar correctamente algunos parámetros, pero, por lo visto, era necesario que los datos se midiesen en un ambiente extremadamente esterilizado, por lo que Shinji, Rei y Asuka tuvieron que pasar primero a unas cámaras automáticas de lavado, en las que fueron rociados incontables veces con agua a presión y químicos de limpieza corporal. Tras pasar por una última cámara en la que aire a presión secó sus cuerpos, los tres se encontraban desnudos en unas pequeñas cámaras que los mantenía separados, esperando el siguiente paso del proceso.

"Bueno, ya está, ¿no?" preguntó una irritada Asuka a la izquierda de Shinji "¿Vamos a vestirnos de una vez?"

"No, ahora que el proceso de limpieza está completo, pasad al siguiente cuarto y entrad en vuestros correspondientes Entry-Plug" indicó la doctora Akagi por la intercomunicación.

"¡¿Qué?! ¡¿Quieres que vaya ahí desnuda?!" exclamó una avergonzada y molesta pelirroja.

"No te preocupes, el monitoreo visual está apagado, respetamos vuestra privacidad" indicó la voz de Ritsuko.

"¡Ese no es el problema! ¡No voy a caminar por ese pasillo desnuda mientras está aquí el pervertido de Shinji!" exclamó Asuka con furia. Shinji frunció el ceño en su cámara.

"Asuka, deja de perder el tiempo y ve al Entry-Plug" se escuchó la voz de Misato.

La chica gruñó, frustrada "¡Está bien, pero iré yo primero sola! ¡Shinji, date la vuelta y que no se te ocurra mirar!" gritó la segunda elegida.

"Descuida, no vale la pena arriesgar mi vida por tan poca cosa" dijo Shinji girándose.

"¡IMBÉCIL!" gritó la pelirroja mientras salía de la cámara. Una vez se aseguró de que Shinji estaba de espaldas, se apresuró a recorrer la distancia que la separaba del Entry-Plug.

Shinji, por su parte, se mantuvo en esa posición durante unos segundos, sin poder evitar sentirse algo nervioso. El proceso de lavado no había sido muy agradable, para empezar, y el estar ahí, de pie y desnudo no le hacía mucha gracia tampoco. Pero para colmo de males, sabía que a pocos centímetros de él, en la otra cámara, estaba Rei, sin duda tan desnuda como estaba él en esos momentos. El tercer elegido tragó sonoramente, mientras su mente recordaba sin poder evitarlo la imagen de la chica de ojos rojos, recién salida de la ducha con sólo una toalla cubriéndole los hombros. Shinji negó con la cabeza, furiosamente sonrojado "No debo pensar en eso ahora. En cualquier cosa menos en eso…" El chico respiró profundamente, intentando calmarse.

"Rei, ¿me oyes?" dijo Shinji una vez que habían pasado unos segundos.

"Sí" fue la escueta respuesta de su novia.

"Ve tú primero, no te preocupes, no miraré" indicó Shinji, haciendo acopio de toda su fuerza de voluntad para disponerse a cumplir esa promesa.

La chica guardó silencio durante un segundo, confusa "¿Por qué me preocuparía eso?" preguntó la peliazul.

Shinji casi se atraganta al escuchar esas palabras "¿No le importaría que yo la viese… así?" pensó mientras su pulso se aceleraba. Varios escenarios lascivos se pasaron por la mente del tercer elegido, pero entonces recordó que la primera vez que la había visto desnuda por accidente, la chica no le había dado la más mínima importancia e hizo como si no hubiese pasado nada "Claro, es eso… Rei no entiende las implicaciones… Rayos, soy peor que Touji y Kensuke". Shinji se obligó a calmarse y respondió "No, por nada, olvídalo. Simplemente ve tú primero, luego iré yo"

Rei seguía confusa, pero decidió dejar esas dudas para más adelante "De acuerdo" dijo encaminándose a su Entry-Plug.


Minutos más tarde, y con los tres pilotos en su correspondiente lugar, la recopilación de datos comenzó. Misato paseaba despreocupadamente por el lugar mientras Ritsuko contemplaba una pantalla atentamente. Dicha pantalla mostró una serie de números, y los ojos de la científica se agrandaron.

"Impresionante, ¿cómo es posible?" dijo la mujer sorprendida.

"¿Qué pasa?" preguntó Misato acercándose a ella.

"Es la sincronización de los pilotos" dijo la mujer señalando la pantalla. Misato echó un vistazo a la misma y comprobó los índices de los chicos. Asuka, como era habitual desde que había llegado a Japón, era quien tenía el índice más alto, en torno al 74%. Shinji, por su parte, había incrementando bastante su registro, estando ya a punto de llegar al 70%. Si bien el índice del chico se había incrementado poco a poco en las últimas semanas, un aumento de casi un 5% de golpe era bastante alto. Pero lo más sorprendente era el índice de sincronización de Rei.

"¿67%? Menuda mejora, así se hace, Rei" dijo la mujer, sorprendida "Shinji también ha mejorado bastante desde la última vez"

"Es increíble" murmuró la doctora, aún estupefacta "Rei nunca había superado el 55% de sincronización, ha subido más de diez puntos en menos de dos semanas… ¿Cómo es esto posible?"

Misato reflexionó por un instante, y una idea vino a su mente "El estado de ánimo influye en los índices de sincronización ¿no es así, Ritsuko?" preguntó la mujer en voz baja, acercándose a su amiga rubia.

"Entre muchas otras cosas, pero sí, en efecto" respondió la científica "¿Por qué?"

"Bueno… digamos que es muy probable que sea eso lo que haya causado esta mejora en Rei y Shinji" le susurró la mujer de pelo púrpura con una sonrisa traviesa.

Ritsuko levantó una ceja "Espera, ¿quieres decir que esos dos…?"

"Sí. Pero yo no te he dicho nada, ¿de acuerdo?" dijo la mujer en voz baja, guiñándole un ojo a la doctora "Los dos son muy reservados, si quieren contarlo es cosa suya"

Ritsuko, al contrario que Misato, estaba lejos de tomarse la noticia tan a la ligera. Esto podía ser muy relevante para sus propios planes. Su mente comenzó a bombardearla con ideas, esta era probablemente una oportunidad extremadamente buena para mover ficha. La científica no tuvo mucho tiempo para pensar en esto, sin embargo, puesto que una alarma comenzó a sonar.

"¿Qué ocurre?" preguntó Ritsuko.

"Alerta de contaminación en la unidad Sigma, nivel A" indicó Maya, leyendo datos en su pantalla "Una de las paredes proteínicas está siendo corrompida por corrosión ¡Está aumentando muy rápidamente!"

"¿Corrosión?" preguntó Misato confusa.

"Maya, analiza el patrón" pidió Ritsuko.

"Sí" replicó la joven mujer mientras tecleaba rápidamente en su terminal. Al terminar abrió los ojos en sorpresa "Patrón azul ¡Es un ángel!"

"Sacad a los pilotos de ahí, ¡expulsad los Entry-Plug!" ordenó Ritsuko.

Misato miró a la científica, preocupada "¿Cómo es posible que un ángel esté aquí dentro?"

"Eso no importa ahora. Hay que aislar el Dogma Terminal, ¡rápido!" exclamó la doctora, dirigiéndose rápidamente a su propio terminal.


En uno de los varios compartimentos que comunicaban las salas donde estaban los EVAs y la superficie, un hombre de barba ligeramente desarreglada y el pelo recogido en una coleta observó como las puertas de la superficie empezaban a cerrarse mientras sonaba una alarma.

"Parece que ahí está el ángel" murmuró hombre mientras esbozaba una media sonrisa. Tras eso, saltó hacia una de las cavidades que conectaban el compartimento vertical en el que estaba con las instalaciones de NERV.


Horas más tarde, una seria Ritsuko Akagi abría las compuertas de la planta más baja del Dogma Terminal. La mujer estaba exhausta, el ataque del undécimo ángel los había pillado totalmente por sorpresa, y habían tenido que recurrir además a métodos poco habituales para acabar con él, puesto que esa vez no habían sido los Evangelion los encargados de destruirlo. Por poco no lo cuentan, especialmente cuando el ángel comenzó a infectar las MAGI y estuvo a punto de lanzar la secuencia de autodestrucción del cuartel general de NERV, pero Ritsuko había aprovechado que en esencia el ángel se había convertido en un ordenador para poder acabar con él mediante un hackeo del mismo.

Una vez que las cosas se habían calmado, la científica bajó a la planta del Dummy System, la más baja de todas las instalaciones de NERV. Allí había realizado el desarrollo principal del sistema de piloto automático. Pero no era ese el único propósito de aquella planta. Sumergidos en LCL, se encontraban incontables clones del cuerpo de la primera elegida, Rei Ayanami. En el terminal principal, a su vez, se guardaban también copias de seguridad de su memoria.

La científica caminó por el lugar hasta llegar al terminal principal, sin encender las luces. No tenía ganas de observar los cuerpos que flotaban en el LCL. No ese día. La mujer encendió el terminal principal y comenzó a teclear. No tardó mucho en realizar su propósito, en apenas un par de minutos dio media vuelta y se fue de allí, con una críptica sonrisa en los labios.

Las copias de seguridad de la memoria de Rei habían sido borradas.


Continuará...