Capítulo 5

una cita hasta el amanecer

Marte, explanada del palacio Real:

El joven Rubio bostezaba lastimosamente mientras el muchacho de ojos azules volteaba ansioso hacia todos lados esperando que apareciera su guía.

-Buen dia, terricolas- Se escucha la voz de Makoto Kino que llega en un caballo Joviano, esos caballos se distinguían por su enorme tamaño y tener unos ojos brillantes como truenos, la piel de Andrew se estremeció al solo ver aquel caballo café mucho mas grande que cualquiera que hubiera visto jamás- primo, canciller; les presento a Trueno, se quedó en marte junto a Belcebú porque son muy buenos amigos

-¿E…eso es un caballo?-pregunta dudoso el rubio

-¿Trueno? fué un regalo de cumpleaños de mi padre, es el más pequeño de la manada- confirma cariñosa la princesa de Júpiter que acaricia al caballo que reacciona cariñoso ante ella que luce pequeña ante el gran animal

-¿No lo sabías, Andrew? todo en júpiter es fecundo y enorme, mi prima incluso es mucho más alta que las mujeres promedio

-y soy la pequeña de casa- suelta coqueta la castaña y un par de segundos después aparece la princesa de marte en sus ropas de montar y un hermoso caballo negro azabache que a pesar de ser más pequeño que trueno puede asustar a cualquiera, en cada mano lleva las riendas de un caballo y suelta estas cuando están más cerca de los terrícolas

-buenos días, caballeros, espero no haberles hecho madrugar mucho.

-En absoluto- Sonríe Endymion que está maravillado ante el porte de la muchacha

-hoy les acompañarán a su recorrido Fuego y Satanás

-¿No tienes a alguno que se llame menos aterrador?- se preocupa el canciller Hansford al ver los ojos rojos de aquellos caballos negros

-mil gracias, princesa- sonríe Endymion y sube a fuego- Elijo el fuego

-tenga cuidado príncipe… podría quemarse-suelta coqueta la pelinegra

-estaré encantado de hacerlo- insiste el pelinegro y a una señal de Rei Belcebú sale disparado y el pelinegro la sigue sin decir nada, Andrew y Makoto se quedan mirando sorprendidos

-Canciller Hansford ¿Sabe montar?

-puedo hacerlo tan fuerte como usted me lo pida, majestad- le guiña un ojo a Makoto y esta hace una mueca de desagrado

-Imbécil-Lanza la castaña y tira las riendas de Trueno sin invitar al canciller que todo accidentado consigue subir a Satanás que tarda en responder a la orden del rubio, a pesar de ello, Andrew no piensa rendirse tan fácil.

A pesar de disminuir la velocidad de la cabalgata, ni Makoto ni Andrew aparecieron pero eso no pareció molestar a Endymion que aprovechó para emparejarse al caballo de la princesa de Marte.

-lamento haberla sorprendido

- ¿disculpe?

-sé que no esperaba mi visita y sí la del general Jeditte.

-agradezco que fuera usted-suelta Rei sin pensar su respuesta y ve una sonrisa en el rostro de Endymion-me refiero a que el general Jeditte es un fanfarrón.

- lo es. Me desagrada mucho pero a mi padre le agrada.

- su padre ha cometido muchos errores últimamente

- lo sé. Me disculpo si alguno le ha afectado a usted o su gente. Si mi padre fuera la mitad de buen gobernante o esposo que su padre la tierra sería un lugar muy distinto.

-no me gusta juzgar a las personas por los errores de sus padres, Descuide.

- también debo confesarle que mi visita no es un acto político; es un acto cien por ciento personal

-¿tanto deseaba conocer Marte?

-tanto deseaba verla a usted-aclara Endymion-y quiero aclararle también que mi corazón no pertenece a la princesa Serena.

-¿ah no? Pues gracias por la información pero no es algo que me interese a quien pertenece su corazón, príncipe

-debería-suelta él con seriedad y Rei lo mira extrañada-porque mi corazón le pertenece a usted y solo a usted.

Rei guardó silencio por un par de segundos y tras conseguir estirar la comisura de sus.labios para no mostrar la sonrisa que le había provocado aquella información; tomó las riendas de Belcebú y salió disparada gritando un "debemos irnos"

-0-

El canciller Hansford a pesar de ser un excelente jinete estaba teniendo problemas para alcanzar a Makoto quien junto a Trueno estaba cortando el aire como un rayo.

Hacía varios kilómetros que el guapo terrícola había perdido la compostura y el porte por lo que había terminado gritando a la guerrera de Júpiter que por piedad bajara la velocidad y una vez llena la dosis de venganza de la castaña está se paró en seco y gritó una palabra en la lengua de marte que hizo parar a Satanás de un solo movimiento arrojando al canciller Hansford directo sobre un inmenso charco de lodo.

-Canciller, creo que las habilidades de las que tanto presume no son tantas en realidad-se burla Makoto y baja del enorme caballo a pesar de ser este tan grande.

-lo son pero usted ha jugado sucio-se indigna el rubio desde su charco intentando limpiarse la cara.

-yo no juego sucio. Usted es un mal perdedor y dese prisa en ponerse de pie o le tocará un baño de agua hirviendo del gueiser

-ja ja. No voy a caer de nuevo, princesa-asegura él rubio pero de prisa se pone de pie porque nota calentarse el piso y efectivamente en cuanto se pone de pie un inmenso chorro de agua hirviendo brota del piso y este consigue salvar apenas el trasero.

-¡por todos los cielos!-se asusta el rubio pero su susto se vuelve decepción al ver a Satanás alejarse a todo galope de donde están ellos.-¡Satanás, vuelve!

-no volverá. No desperdicie su saliva

-Rayos. Por eso no es bueno despertar tan temprano.

-canciller ¿es eso un puchero?-se burla Makoto

-es frustración. Nada ha salido bien

-ande. El rey me regañará si llega con los pies ampollados por hacer el camino caminando

-no subiré a ese animal salvaje

-puede regresar caminando si quiere-suelta despreocupada la castaña

-no, no. Subiré

-ah,ah-para Makoto y saca de su espalda una flecha y la apunta al rubio

-está bien. Máteme. He perdido mi orgullo -pide Andrew pero Makoto dispara al piso y sale de este un chorro de agua limpia y tibia que empapa al rubio de.pies a cabeza

-no subirá a Trueno Sucio, canciller. Descuide por lo.mojado, con este calor estará seco en dos minutos

-ya que…

El canciller Hansford intento inútilmente subir a Trueno y Makoto divertida sube al caballo de un salto y ofrece su mano al rubio que derrotado acepta la.ayuda y la castaña lo sube de un movimiento, en realidad los Jovianos tenían una fuerza descomunal.

—0—

En otra región de marte, la mujer de cabellos negros galopó hasta la entrada de una cueva donde bajó de Belcebú y dijo un par de palabras a Fuego que se detuvieron para que ambos pudieran bajar.

-¿Dónde estamos?-cuestiona Endymion volteando a ver el acantilado ante ellos.

-este es el cañón del fin del mundo-cuenta Rei-este es el punto más alto de Marte y el de mejor vista.

-¿lo que se ve abajo son las casas?-cuestiona Endymion

-una parte de ellas, otra parte está enterrada bajo tierra como parte del palacio imperial. Eso nos ayuda a mantener las temperaturas soportables.

-es una verdadera maravilla

-pero esto no es lo que quiero mostrarle-aclara Rei atando una soga a su cintura y otra a un arbol-lo que quiero mostrarle está escondido a la vista de todos, si se anima sígame…

-a usted la seguiría hasta el fin del universo-asegura Endymion y baja por la misma cuerda cuando Rei le da la indicación; han llegado a una cueva oscura pero la muchacha enciende su dedo y toma un trozo de madera para encenderlo y entregarlo al príncipe.

-¿donde estamos?

-En mi lugar favorito en todo Marte-responde Rei que va adelante y sigue el.camino hasta que escuchan agua gotear y frente a ellos se encuentra un río subterráneo, pero en lugar de piedras hay amatista, rubíes y otras piedras preciosas del tamaño de una persona por doquier-sé que Marte puede tener un clima inhóspito para sus visitantes por lo que pensé en invitarlo a refrescarse un poco-sonríe Rei y tras quitarse los zapatos se mete al agua, Endymion la sigue.

-el agua está helada-se sorprende Endymion-¿cómo puede soportarla?

-como buena guerrera debo soportar climas cálidos y helados. La gente de marte peleamos en cualquier clima

-ya veo

-le ayudaré un poco-ofrece la muchacha que con la yema de sus dedos toca el agua y esta va calentándose poco a poco hasta tener una temperatura agradable.

-comprendo porque es su lugar favorito

-nadie viene aquí. La gente de marte suelen visitar otros ríos subterráneos más accesibles así que este es prácticamente mi espacio.

-¿pasa mucho tiempo aquí?

-menos.del.que quisiera. Suelo tener la agenda llena.

-gracias por compartir esto conmigo

-¿no cree que está en deuda?

-¿Qué quiere decir?

-le mostré mi sitio favorito en Marte así que debería contarme algún secreto suyo.

-estoy enamorado… perdidamente enamorado-explica Endymion acercándose a Rei que lo mira sorprendida

-no es algo que me debería importar

-¿no quiere saber de quién?

-debemos irnos-corta de tajo la joven pero Endymion la abraza y acerca el talle de ella al torso de él y puede sentir la respiración agitada del heredero de la tierra.

-Rei…-susurra él y le levanta la barbilla arriesgándose con cautela a robarle un beso, uno delicado como los pétalos de una rosa, uno casto pero que indica entre líneas la pasión que ambos detienen-te amo…

Un fuerte ruido se escucha de golpe y todo se oscurece hasta que la muchacha enciende su dedo y lanza una maldición en su idioma.

-le dije que debíamos irnos. Esta cueva tiene vida propia, se abre un par de horas al día y se cierra después. Estaremos encerrados hasta el amanecer.

-bueno…supongo que esta será una cita hasta el amanecer-sonríe él

-¿no le preocupa?

-tengo la mejor compañía. Ande, disfrutemos del agua. En mi mochila tengo algo de comida así que podría ser como un día de campo privado.

-creo.que no hay opción-sonríe Rei y se lanza al agua como una niña pequeña empapando al heredero de la tierra-a que le ganó a llegar a la cascada.

-no cuente con ello-asegura el pelinegro

Si. Ese no era el itinerario de la princesa de Marte, jamás habría pedido encerrarse con Endymion pero pensaba disfrutar de aquel día sin tener que preocuparse por protocolos y obligaciones …

—0–

El imponente Trueno cabalgó a una velocidad que Andrew jamás pensó que un caballo podría llegar a correr, Makoto por su parte se divirtió bastante viendo el rostro de verdadero terror en el canciller Hansford y después sin hacer ningún movimiento solo susurrando una palabra en Joviano el imponente caballo paró en seco y el muchacho rubio se estrelló en la armadura de Makoto.

-¿era necesaria la armadura, princesa? no viene a una batalla- se soba la cabeza el rubio

-las armaduras lucen genial en mi por si no se ha dado cuenta-suenta sonriente la castaña y de un brinco baja de Trueno, Andrew intenta imitarla pero al hacer el movimiento cae de bruces y se golpea el rostro.

-madre mía- llora Andrew

-hemos llegado- sonríe Makoto y presenta un enorme Domo formado con cristal y hierro desde donde puede verse el interior que son un montón de bellas flores, los guardias que custodian el lugar remueven sus lanzas al ver pasar a la muchacha y al canciller y la dejan pasar- quise que conociera el jardín imperial; El Rey Ares y la Reina Risa han trabajado mucho junto a científicos de Marte y agricultores de Júpiter. Se trabaja para hacer la tierra fértil y poder alimentar a la gente de Marte, poco a poco se ha conseguido aumentar el tamaño de este domo.

-es increíble-susurra Andrew al ver dentro de ese domo un ecosistema totalmente diferente al del resto del planeta-la verdad la gente de Marte es sorprendente y su trabajo con otros planetas es…increible.

-lo es. En júpiter todo es prospero pero en Marte hasta un pequeño grano de arroz debe luchar por subsistir

-¿cómo logran alimentar con tan poco a toda la gente de marte?

-no se deje guiar por las apariencias. todos los vegetales, frutas y granos que se producen aquí son de aparente tamaño promedio pero su cantidad de nutrientes es sumamente alta por lo que la gente de marte no necesita grandes cantidades para alimentarse- explica Makoto y sigue caminando hasta llegar a una sección del domo lleno de flores- este fue un regalo de mi madre a la Reina Risa a quien aprecia como a una hermana, las flores no son necesarias para alimentarse pero lo son para el alma

-si, tiene razón. Son muy hermosas

-incluso está la rosa de fuego que el principe Endymion entregó a la princesa Rei, esta planta se adaptó y reprodujo inmediatamente. Fué sorprendente verlo… ¿sabe? siempre he querido tener una rosa de fuego pero son tan únicas y salvajes que no me queda más que observarlas de lejos.

-Princesa Makoto-interviene uno de los agricultores- ¿podría apoyarme con una duda sobre una planta? se que no viene a eso pero…

-No te preocupes Rioka. Vamos, te ayudaré, Canciller por favor no haga estupideces.

-¿yo hacer estupideces? No soy un imbécil, Makoto.

-aja.

La castaña se alejó dejando a solas al canciller Hansford quien al verse solo pensó en regalarle a Makoto la rosa que tanto deseaba y sin pensarlo dos veces tomó el tallo e intentó arrancar una rosa pero esta al sentir el contacto del rubio soltó una llamarada que hizo gritar al muchacho haciendo que todos fueran corriendo.

-¿qué pasa?

-Makoto, esa flor me quemó. Intentó matarme- llora el rubio

-Rioka ¿tienes botiquín de primeros auxilios? este idiota se quemó con la flor de fuego ¿quién te dijo que se cortan, tonto?- regaña Makoto

-yo pensé que…

-ese es tu problema- regaña Makoto

-aquí está el Botiquín, princesa-entregan el botiquín y dejan sola a la pareja

-¿sabes algo? me pesa no haber visto al general Neflite, él es muy alto

-¿y eso que tiene que ver?

-pues dicen que los hombres altos tienen atributos también muy grandes

-no es el caso de Neflite, creeme- tuerce la boca el rubio

-en Júpiter lo es. Tuve un par de besos con unos chicos en Júpiter que ¡uf! pensé que el General Neflite sería el caso pero ya veo que los terrícolas no son opción amorosa

-Oye no generalices

-¿cuánto mide usted, Canciller?-interroga interesada la castaña

-¡considero que esas no son preguntas para que una princesa haga!

-usted es muy aburrido

-y usted es una pervertida

-¿Yo una pervertida? Mi doncella me contó que usted y ella lo hicieron en las caballerizas

-¿Natasha?

-Isabella

-ah…

-es usted un golfo en verdad. vamos es hora de continuar el recorrido

Andrew se puso de pie y al quedarse detrás de la castaña volteó a ver a su entrepierna ¿de verdad era tan pequeño para una chica joviana? Las chicas con las que había tenido amores no habían tenido quejas…

La castaña condujo a Andrew a una zona lejana donde para sorpresa del rubio había algunos árboles de manzanas, algo que pensó imposible el rubio.

-estos son los primeros logros fuera del invernadero que vió. Hemos trabajado en conjunto con Mercurio, para crear un variedad de árboles que sobrevivan a Marte, estos manzanos lo han logrado

-No me diga. Las manzanas también queman-cansado el rubio

-Claro que no ¿Por qué lo harían?-cuestiona Makoto y toma una manzana de uno de los árboles para darle una mordida y una gota del jugo de las manzana resbala por la comisura de los labios de Makoto-he oído que en su planeta la manzana significa lujuria…pecado

-¿Me está insinuando algo,princesa?-interroga Andrew acercándose como las moscas a la miel

-Es muy tarde para volver a palacio y pensé que podríamos matar el tiempo de alguna manera ¿tiene una idea?

El rubio terrícola se abalanza sobre Makoto clavando sus caderas en las de ella y subiendo los brazos de la joven por sobre su cabeza haciendo que de los labios de esta se escapa un gemido y eso es suficiente para despertar la lujuria en ambos que comienzan a besarse con hambre y desesperación; Makoto enreda una de sus piernas en la cadera de él haciendo que la virilidad del rubio se apriete sobre la intimidad hambrienta de ella.

-Creo que…Seguir no sería prudente… podría dañar tu futuro para siempre

-Sigue…no te detengas-pide Makoto mientras desabotona la camisa del rubio-no hay nada que temer

-Tus padres enfurecerán si pierdes tu virginidad con un simple canciller-suelta Andrew mientras ayuda a Makoto a deshacerse de su armadura para sentir la suavidad de su piel

-No tienen que…saberlo-articula Makoto con dificultad-muchas de mis doncellas han ido a Venus al lago de la diosa Hera y su problema queda resuelto.

-Asi que solo soy…un…Antojo para ti.

-Un postre muy…apetitoso, canciller. No importa que no sea tan grande como me gustaría.

Andrew recupera la cordura y se separa de la castaña abotonando su camisa lo que confunde a la joven joviana.

-Si no podemos volver a palacio buscaré madera para hacer una fogata, sé que las noches de Marte son Heladas.

-¿Cómo?

-En mi bolso hay agua por si la necesita, princesa.

Andrew se alejó de prisa dejando confundida a la castaña ¿esa era la cita hasta el amanecer que ella esperaba? Definitivamente no…

Kioto Época actual:

El silencio fue el principal compañero en aquel viaje a Kioto, mil recuerdos pasaron por la mente de Rei en aquel trayecto de la última vez que fueron juntos a Kioto, de los tiempos en los que eran libres de cualquier destino por cumplir.

-gracias por liberar el templo de los patrocinadores-susurra ella cuando por fin encuentra su voz.

-no puedo colgarme de eso. Mi abuelo y la fundación lo hicieron.

-pero tú interviniste y ofreciste tu herencia a cambio

-pero el abuelo no lo aceptó. Fue él quien hizo los movimientos. Te aprecia mucho

-lo sé. Yo también lo aprecio mucho, siempre fue bueno conmigo.

-te ganaste su corazón. Creo que es algo tuyo ganarte el corazón de los Chiba sin el mayor esfuerzo

-Darien…

-hemos llegado-sonríe el pelinegro que se detiene en el estacionamiento de una galería

-¿qué hacemos aquí?

-te dije que necesitabas ver algo. No pensarás que intentaba robarte con un truco barato para conquistarte de nuevo ¿o si?-indignado el pelinegro baja del coche y abre la puerta del copiloto para ayudar a bajar a la joven de ojos amatista.

-¿qué hacemos en esta galería?-vuelve a preguntar Rei

-un amigo mío monto la exposición, el fotógrafo es norteamericano y cuando vi su trabajo sabía que tenias que verlo.

-Darien, en Tokio hay cientos de galerías. No necesitabas traerme a este sitio

-creo que sí. Tú me lo dirás al final de la exposición. Si no te agrada te llevaré yo mismo a Kamakura saliendo de aquí

-¿y si si me gusta?-extrañada la muchacha por la seguridad del joven.

-acepta que te invite a comer aquí, en Kioto

-suena razonable y estas muy seguro… eso me intriga

-sabes que no apuesto si sé que voy a perder

-veamos esa exposición…ya quiero ir a Kamakura

-¿si te conmueve puedo pedir una cosa más?

-¿qué?

-pasemos el fin de semana en Kioto…no quiero decir en el mismo cuarto de hotel solo… me gustaría volver a recorrer Kioto contigo.

-Darien, si me conmueve como crees, que no será el caso tienes todo mi fin de semana.

-Excelente-sonríe él y toma a la joven de la. Mano para conducirla al interior de la galería…

Aquella galería tenía la exposición del fotógrafo August Smith quien se dedicaba a tomar fotografías de sus viajes por todo el mundo, como Darien le dijo era algo que valía la pena ver pero una de las secciones tenía al ingresar la sección de Henry Smith que estaba cubierta por un biombo.

-aunque el trabajo de August es genial quise que vieras el trabajo de su padre, creo que es algo que te fascinará-explica Darien y mueve el biombo para mostrar aquel salón separado del resto.

Las fotografías de Henry Smith estaban basadas en diversos viajes al igual que los de su hijo y claramente podía notarse la diferencia de ojo al momento de tomar las fotografías, era un sentimiento muy distinto el que se transmitía ahí.

Rei se fue dejando guiar por las fotografías hasta llegar a unas de Japón donde podía ver que los sitios le eran muy conocidos: Kioto, Osaka, Tokio y finalmente dentro de Tokio el templo Hikawa; la atención total de la mayoría de las fotografías era una Miko que Rei reconoció inmediatamente, era su madre.

Con la magia de la fotografía casi podía tocar y sentir a su madre de la que casi no tenía recuerdos por la edad que tenía ella cuando Risa murió.

Su madre era tan hermosa como la recordaba, era un hada, un ser casi surreal, en algunas fotografías se notaba que fueron tomadas sin que ella se diera cuenta y en otras reía de una forma que Rei no pudo conocer ya que la enfermedad de su madre fue larga y dolorosa y sus sonrisas jamás llegaron a sus ojos.

-Darien, amigo mío. ¡qué gusto volver a verte!-sonrió un muchacho rubio de ojos azules que primero le ofreció la mano y luego lo abrazó-ella debe ser la señorita de la que me hablaste.

-August, ella es Reiko Hino; Rei, él es un viejo amigo que conocí en el internado cuando era niño. Somos grandes amigos y me habló de esta exposición y de que publicaría la de su padre, me mostró las fotografías y sabía que tenía que traerte.

-Mi padre falleció hace varios años; cuando vi estas fotografías en sus archivos sabía que debía mostrarlas al mundo.

-su padre tenía un gran talento, joven Smith.

-llámame August-ofrece el rubio guiñando un ojo a Rei lo que la hizo sonrojar y a Darien toser-Darien debe quererte muchísimo. Hizo lo imposible para que pudiera exponer en Kioto y si eso no fuera suficiente me ha comprado toda la colección de mi padre, creo que me tomaré un buen descanso y unas merecidas vacaciones.

-deberías ir a atender tu exposición, se ve que te buscan-empuja el pelinegro al rubio que se aleja entre risas dejando solos a los muchachos

-disculpalo. Él ha vivido siempre en occidente-se apena Darien -es un granuja

-¿qué hay contigo y los rubios? Si Andrew se entera se pondrá muy enojado con esta amistad-se burla Rei

-por favor no se lo digas-pide Darien-es demasiado dramático y odia a August .

-descuida. Guardaré tu secreto-ofrece Sonriente la pelinegra clavando la vista en las fotos de su madre-era tan hermosa

-eres muy parecida a ella. Ambas parecen seres místicos

-Darien…¿Crees que podamos quedarnos un rato más a ver las fotografías de mi madre?

-todo lo que quieras, aunque el lunes te las enviarán al templo-explica Darien y ella se sorprende-no podrían estar con nadie mejor que contigo y estoy seguro que tu abuelo también amará volver a ver a tu madre.

-has hecho demasiado por mi últimamente, por favor permite que te pague las fotografías al menos.

-En primera necesitas ese dinero para la universidad, en segundo jamás podría aceptar dinero de tí-explica Darien y ve que Rei no se queda muy conforme-hagamos una cosas, acepta que te lleve a comer y me daré por satisfecho.

-sabes que los cuadros valen más que una comida…

-sé que cada minuto que paso contigo es una fortuna para mi. ¿Aceptas?

-sabes que no podría decir que no-sonríe ella y ofrece su mano al pelinegro.

Un par de horas después el muchacho de ojos azules llevó a comer a Rei a un pequeño restaurante que ella conocía de memoria, era el mismo al que fueron en su primer cita muchos años atrás.

Aquella comida estuvo libre de escudos y espadas y ambos charlaron de sus padres, Darien le habló de lo poco que recordaba de sus padres antes del accidente y Rei lo poco que recordaba de su madre cuando enfermó y los buenos momentos que vivió con ella, desde que terminaron su relación nunca habían tenido una charla tan amena.

Cuando comenzaron a caminar por los mágicos callejones de Kioto ninguno habló pero los dos se transportaron a los viejos tiempos en sus mentes, para su sorpresa igual que aquella vez les comenzó a llover.

Rei sonrió lejos de molestarse por mojar sus ropas y como niña pequeña comenzó a bailar bajo la lluvia, era igual que en esos sueños que había tenido y para Darien fue una vista hermosa y recordar aquellos sueños y aquel encuentro un par de noches atrás en Hikawa.

Rei recomendó volver a Tokio pero por la hora y con lo mojados que estaban ambos el viajar de regreso no era una opción así que buscaron un hotel que para suerte suya el "Magic Imperial" tenía su última habitación libre, igual que aquella vez. La dependienta les informó que se había formado un tifón y que pronto cerrarían todo, les recomendó quedarse y no exponerse por lo que Darien entregó la llave a la joven para que se diera un baño con total libertad mientras él recorría el hotel.

Media hora después el pelinegro tocó en la puerta de la habitación y fue recibido por una muchacha de ojos amatista en bata.

-deberías tomar un baño también-recomienda Rei al ver que Darien se ha quedado mudo.

-si. Tienes razón- Apoya él entregando un bolso a la joven-te compre ropa en la tienda del hotel; me dijeron que en una hora habrá un show en el salón y creo que es buena idea ir a verlo ¿te parece?

-me encantaría, me cambiaré mientras te das un baño.

Una hora después en el salón principal de aquel viejo hotel se orquestaba un show con un par de geishas que cantaban, bailaban y tocaban distintos instrumentos para entretener a los comensales; Rei disfrutaba una sopa Miso mientras Darien se inclinó por el yakisoba, ambos pasaron una excelente noche mientras bebían Sake caliente que era rellenado una y otra vez por los meseros del lugar sin que ni Darien ni Rei prestaran atención a cuántos tragos habían bebido.

Cuando el show finalizó y volvieron a la habitación se rieron de que varios años después les había pasado lo mismo y solo habían encontrado una habitación para los dos "parece cosa del destino" murmuró él lanzándole una mirada coqueta y ella con la guardia baja por el alcohol solo le regresó una sonrisa de lado pero al entrar a la habitación ambos tropezaron con torpeza por el alcohol y terminaron cayendo sobre el sofá de la habitación, él sobre ella y sus alientos muy cercanos el uno del otro; la mirada de Darien se clavó en la de Rei y en silencio esa mirada reflejaba el deseo en la otra, ninguno sabía si era el propio o el ajeno pero una leve inclinación en el rostro de Rei dió el consentimiento mudo para el beso que tanto deseaban.

El beso fue solo el principio y ambos sabían que no podrían detenerse una vez rota la distancia; aquellas manos deseosas y hambrientas recorrieron cada milímetro con una lentitud que caía en la tortura pero era tanto lo que ambos habían esperado para repetir aquel momento que parecieran querer tatuar cada caricia y cada beso para siempre, como si no hubiera un mañana porque tal vez no lo habría.

La ropa salió desterrada de aquella ecuación cuando la temperatura empezó a subir y la pasión a desbordarse, justo minutos después el sillón dejó de ser el lugar adecuado para lo que vendría después y las piernas blancas de Rei se encadenaron al torso fuerte y varonil de su compañero que diestramente devoraba los labios rojos de aquella mujer que había extrañado tanto.

Las flamas de la pasión inundaron aquella cama hasta el amanecer, sus cuerpos se hicieron uno y se disfrutaron sin pudor alguno, sin remordimiento alguno; cuando sus dos cuerpos mortales terminaron extenuados y las fuerzas menguaron pudieron ver el amanecer desde su cama con sus cuerpos amarrados en una cadena humana que pareciera querer impedir que la realidad les alcanzara. Cuando Rei creyó a Darien dormido solo pudo susurrar "te extrañé tanto, te amo" ella estaba de espaldas a él, si hubiera estado de frente habría visto aquellos zafiros brillar como estrellas y a esos labios delgados decorarse con una sonrisa, pensó en responder a aquellas palabras pero prefirió disfrutar del momento. Mañana…Mañana sería otro día..


chicas y chicos:

aquí entrego el quinto capítulo del fluftober, gracias a Sensei Eboli por su review, gracias a Irais que se hizo espacio con 2 torbellinos, a Litakino que se que le gustará el capítulos y a Genesis por leer tambien y dejar su review, feliz viernes 13 chicas. espero les.guste este capítulo, quedan 2 más :)