Resultados octava rifa: Trent, Scary girl, Jackes, Tom, Dawn, Owen

C. Fuerte de almohadas (Trent x Owen)

—¿Qué estás haciendo?

El niño dejó lo que estaba haciendo para mirar hacia el lugar del que había provenido la voz. Era un niño como de su edad, tan redondo como lo puede ser un niño, con los ojos prácticamente negros y el cabello rubio. Se veía inofensivo, pero Trent sabía que eso no significaba que pudiera confiar de verdad en él.

—¿Eres amigo de Duncan? —preguntó inquisitivo.

—¡Sí! —exclamó el otro niño, su rostro iluminándose como si fuera el primer día de primavera— ¿Tú también?

Entonces no había duda, no se podía confiar en él. Trent, como buen hijo de las aves, sabía que no debía interactuar con los hijos de las serpientes. Y cuando este niño, Duncan, se había asegurado de comunicarle a todos que el niño nuevo era raro y coleccionaba piedritas, había tomado la decisión de no acercarse a nadie que se llevara bien con él.

—¿Por qué me estás hablando? —frunció el ceño, el otro niño no pareció entender la pregunta.

—Por qué eres la persona más interesante aquí.

Trent frunció el ceño, él era la única persona en la habitación. La mayoría de sus compañeros habían aprovechado la hora de "recreación libre" para salir a jugar al aire libre. Él normalmente también lo hubiera hecho, pero tenía muchos problemas adaptándose a su nueva escuela, y en su lugar había preferido crear un lugar seguro alejado de todos.

—Me llamo Owen —dijo el niño, que no parecía tener intenciones de dejarlo solo.

—Yo me llamo Trent.

—¡Lo sé! —sin pedir permiso Owen se sentó al lado de él, entre todas las almohadas que había conseguido— Eres el primer niño pájaro de la escuela. Es que ustedes no se mezclan mucho con el resto de nosotros, ¿no? Se la pasan en… ¿parvadas?

—Las parvadas son más comunes entre los hijos de las aves diurnas, yo tengo ascendencia de aves diurnas pero también nocturnas, así que aunque ciertamente he convivido con más hijos de aves que de cualquier otro tipo, mi familia no es parte de una parvada como tal —le intentó explicar Trent.

Owen lo miró con la boca y los ojos completamente abiertos, haciendo que Trent se cuestionara si había dicho algo inapropiado.

—¿Eres hijo de pájaros! —preguntó finalmente.

Trent se echó a reír.

—¡No! Son humanos, como tú y como yo. Pero así llamamos al lazo especial que mantenemos con las aves. Ellas responden a nuestro llamado y nosotros aprendemos de ellas, así que es como si fueran nuestras madres —le explicó, de repente ya no se sentía tan vulnerable con Owen en el mismo espacio—. ¿Cómo le llamas tú a tu conexión con el sol?

—Pues un niño sol, así como tú eres un niño pájaro, Gwen es una niña luna e Izzy es una niña oso.

Trent parpadeó y ladeo la cabeza hacia un lado. Owen parpadeó y ladeo la cabeza hacia el otro.

—Pero Izzy no es un oso —"aunque ciertamente se comporta como uno", pensó Trent—. Me gusta más como lo decimos nosotros, tiene más sentido.

Owen frunció el ceño, pero luego sonrió e iluminó toda la habitación… literalmente.

—¡Deberíamos pasar juntos todas las horas de recreación! Así te podré entender bien y te ayudaré para que el resto de los niños sepan porque haces cosas raras.

Y ahí estaba otra vez esa palabra. De repente Trent ya no se sentía tan cómodo con Owen invadiendo su nido.

—¿Por qué querría pasar todos mis descansos con alguien que cree que soy raro?

Owen no dejó de brillar, y aunque Trent quería estar enojado con él el calor que emanaba era demasiado agradable.

—¡Porque me encanta que seas raro! Me gustan las personas que pueden ver una piedra y pensar que es lo suficientemente importante para guardarla. Y este fuerte de almohadas que estás construyendo… ¡yo quiero aprender a hacer eso!

Trent sintió como las mejillas se le encendían. No era que pensara que las piedras que había recogido fueran importantes, es que tenía una colección de cosas brillantes que se encontraba por ahí; y ese no era exactamente un fuerte de almohadas, era un nido que había hecho para intentar protegerse. No creía que si se lo explicaba a Owen él fuera a entenderlo, pero igual y eso no era tan malo.

—Puedes ayudarme a darle una forma circular al… fuerte, como si fuera un tazón —dijo Trent, continuando dónde lo había dejado.

Owen asintió, intentando copiar sus movimientos. Los dos trabajaron en silencio un par de minutos, el calor que se desprendía de Owen hacía que Trent tuviera ganas de acurrucarse y ponerse a dormir. Entonces, Trent se puso a tararear. Acomodó un par de almohadas, ya casi estaba listo; se giró para tomar la que él suponía que sería la última y se encontró con Owen mirándolo embelesado.

—Cantas muy bonito —dijo Owen.

—Eso ni siquiera es cantar —murmuró Trent.

—Si eso no es cantar, no puedo esperar para escucharte cantar de verdad. ¡Eres muy bueno!

El corazón de Trent latió más rápido dentro de su pecho mientras le pasaba la última almohada a Owen para que él la pusiera. El nido finalmente había terminado de tomar forma. Cantar tenía muchas connotaciones distintas en su familia. Por ejemplo, antes de casarse con su papá su mamá trabajaba cantando en un bar; en cambio, su abuelo había hecho un juramento de que solamente cantaría para su esposa por el resto de su vida. A Trent siempre se le había hecho algo muy romántico.

—Quizás, algún día.

El rostro de Owen se iluminó aún más, si eso era posible. Ambos se quedaron sentados, uno al lado del otro, entre todas las almohadas.

—¿Sabes? —preguntó Owen— Este fuerte parece un nido.


Yo: trabajo mejor cundo estoy haciendo más de un proyecto a la vez. También yo: le dice Renoley a Rodney (gracias lordgemini por avisarme, y por seguir dejando reviews). En fin, vayamos a este one-shot.

Así que Owen no sólo ganó la rifa dos veces, si no que fue seleccionado para la cabeza en ambas ocasiones. Creo que es porque es un personaje que quiere muy fácil, es el golden retriever que todo mundo merece. Para un poco de contexto aquí Owen y Trent tienen como ocho-nueve años, así que si sienten a Trent un poco extraño consideren que estaba intentando retratarlo antes de que desarrollara bien sus estrategias para enmascarar (aquí creemos firmemente en el Trent neurodivergente). También por eso la energía que estaba intentando retratar era la de ese niño que se siente visto de verdad por primera vez y eso lo llena de sentimientos confusos.

De cualquier modo, espero que les haya gustado.

Los quiere: yo.