Rápido y más rápido era uno de los nuevos equipos de perros de trineo, no solamente en el pueblo de Nome, sino que en otros varios pueblos vecinos que en ese momento iban llegando al que era su destino, y por su parte, la que vendría a ser su única integrante femenina, cuyo nombre era Dusty, una husky de raza pura, de un color gris o morado seco qué siempre se las arreglaba para resaltar entre todos sus compañeros, más que nada por ser realmente bonita, algo que trascendió, tanto para bien como para mal, porque, claro no era difícil al ella ser la única hembra en el equipo y si bien a ella eso no le molestaba, en lo absoluto, salvo por el hecho de que en el equipo no faltaba los hombres que le hicieran los típicos comentarios atrevidos y vulgares, era algo que en serio, no toleraba. Porque parecía en serio, qué siempre debía haber alguien que la molestara, tan solo por ser mujer, de manera que algunos días, llegaban a volverse prácticamente insoportables, estando en la compañía de todos esos tipos, por lo que llegaban a darse de esos días en los que Dusty solo estaba esperando el momento de volver a a su casa para no tener que seguir escuchando más esos comentarios que a ella le resultaban tan repulsivos, y desagradables.

Jamás en su vida, ella había podido gozar de una actitud por parte de los otros perros, que si fuera educada, respetuosa, decente y bien intencionada, en serio no sentía que pudiera más con esto, y cuanto más pasaba el tiempo estando así, ella mas se quejaba, no porque los comentariosfueran tan insoportables, sino más bien porque de todos ellos, en serio parecía como si a alguien de verdad le interesara estar con ella, cuando en realidad no era así, eso en verdad resultaba, ser algo que si que le dolía, puesto que más tarde descubriría que todas esas burlas, no se debían a ninguna otra cosa, las que el simple hecho, de que ella no pudiera tener novio o pareja aún. Al comprender esto, y darse cuenta, de que a pesar de no darles importancia a todas esas burlas, al final ella vio cuán grande era la gravedad de ese asunto, que en realidad no debería ser así, se sumió en una gran depresión, puesto que cuando intento entablar una relación con alguien, nadie aceptaba tener una relación con ella, solo para seguir haciendola sentir mas miserable, y otras perritas aparecieron con más frecuencia para sacar a relucir a sus respectivos novios, sólo para molestarla todavía más, era increíblemente horrible, una situación más que intolerable y en un punto ella sentiría que realmente necesitaba a alguien con quien compartir su vida, tan pronto como comprendió que realmente sí le hacía falta, porque ahora parecía que se había vuelto la marginada en el amor.

Esto se estaba volviendo un infierno para Dusty, y más tarde sabría que había alguien queriendo tomar su puesto, no por querer hacerle más mal, no, sino porque quería ayudarla con su problema y le aseguraba que le vendría mucho mejor tomarse un descanso de todo ese estrés. Que definitivamente no le estaba haciendo bien. Pará su sorpresa se quedó sorprendida consigo misma, cuando en lugar de negarse de inmediato ella se lo pensó detenidamente.

Y la persona que le había hecho esta sugerencia no resultó ser otra persona que Balto, quien creía, que ella en realidad no necesitaba una pareja, sino únicamente un descanso. El hizo todo lo posible para convencerla y poder analizar sus problemas, y si lo que ella quería, era únicamente quería descansar en su casa, le haría el favor de tomar su lugar en el equipo de perros de trineo.

Dusty más tarde sabría que había algo muy especial en el, que la hacía sentir diferente, un mar de emociones, un sinfín de cosas, el, con su sola presencia hacía que ella sintiera que no debía darle mas importancia a su dilema de aún no tener pareja, que con él, estaba más que a gusto y en paz. El era comprensivo, amable y cariñoso, además de que siempre se portaba muy atento con ella, solo para que Dusty pudiera sentirse mejor.

A medida que pasaba el tiempo, Dusty se iba sintiendo cada vez más y más atraida por el, esto la sorprendió mucho una vez que se dio cuenta de eso, pero no sentía que tuviera nada de malo sentirse así, ella misma sabía que tenía todo derecho del mundo a estar con quien ella quisiera.

Y no se arrepentiria en lo más mínimo de su decisión, pues luego acabaría por descubrir que esa enorme atracción, que sentía por Balto, se terminaría convirtiendo en unos sentimientos increiblemente fuertes por el.

Continuará...