NO ENTRES EN EL BOSQUE
12.- Máscara
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La desesperación amenazaba con paralizarla. Su mente le pedía permanecer impávida en mitad de los árboles y la negrura macabra que la rodeaba. Sin embargo, Kagome buscó su valentía y cómo si de una máscara se tratase, se vistió de esa emoción para continuar. Se puso en pie, notando el cansancio en los músculos y la bruma cruda de la noche sobre la piel expuesta. Se esforzó por ser fuerte, necesitaba llegar con él, encontrarlo ahí dónde estuviese.
Retomó un camino inexistente en medio de la espesura del bosque. A poco andar su atención fue capturada por el sonido seco de ramas rompiéndose a la distancia.
