NO ENTRES EN EL BOSQUE

21.- Quija

.

Al llegar a la estancia los amigos volvieron sus pensamientos y su conversación hacia el objeto encontrado.

—Habrá que exorcizarlo —mencionó Sango.

—Sí, es lo debido —aseveró Miroku, sentado a su lado.

—Yo puedo ayudar —agregó Kagome, frente a ellos.

—Si fuese un demonio podría destruirlo —se quejó InuYasha.

—Pero no lo es, amigo mío. Y me temo que es poderoso —Miroku parecía reflexivo—. Si sólo tuviésemos más información sobre la inscripción.

Kare, kanojo —Sango mencionó los kanji escritos a cada lado del árbol; él y ella.

Kagome pareció recordar algo.

—Si estuviésemos en mi tiempo, lo podríamos investigar con una quija.

—¿Quija? —preguntó Shippo y ella sonrió.