NO ENTRES EN EL BOSQUE
29.- Bosque tenebroso
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Habían pasado un par de noches desde que InuYasha despertase sólo dentro de la cabaña. Cuando salió en busca de Kagome se la encontró descalza sobre la hierba fría, mirando a los árboles del bosque que rodeaba su hogar. Por un momento a InuYasha le pareció que aquel bosque iba a cobrar vida ante la presencia de su compañera y volvió a su mente el recuerdo del tenebroso espacio que lo había atrapado y creado a otro igual a él. En ese momento la pregunta entró en su mente, siniestra y malsana, como si quisiera consumir cualquier luz o esperanza que él pudiese tener. Y si no era Kagome quien había regresado con él.
