Nota de la autora: Gracias por el gran trabajo beta de dragoon811. ¡Espero que todos disfruten el regreso de Severus a su propio universo!

Nota de la traductora: gracias ariadne cullen por tu comentario. Esta es una de mis historias favoritas de esta autora, me alegra que la estes disfrutando.

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Severus apareció en la misma sala de estar, pero era obvio que no le pertenecía a él ni a Hermione. Las paredes estaban pintadas con colores llamativos y los muebles estaban adornados con diseños bulliciosos. Severus miró a su alrededor y notó que había fotografías de alguien en la repisa. Se acercó. Dios mío, era Trelawney.

De repente, escuchó una profunda voz femenina detrás de él.

"¡Severus! ¡No esperaba que aparecieras en mi casa sin avisar!"

Haciendo una mueca, se volvió para ver a Sybill Trelawney en todo su excéntrico esplendor.

"Yo…"

"Vi en las hojas de té que hoy tendría una visita, pero nunca hubiera imaginado que serías tú con todo tu atractivo oscuro y melancólico".

"Lo siento, Sybill, me aparecí incorrectamente. Quería ir a mi propia casa. Me distraje antes de hacerlo y aparecí aquí". Abrió los brazos y se encogió de hombros inocentemente.

"¡Bueno, está bien!" Sybill susurró mientras se acercaba a él, colocando sus manos sobre su pecho y masajeándolo ligeramente. "Podemos pasar algún tiempo juntos... conocernos mejor".

"Merlín, ¿el mundo se ha vuelto loco?" Severus gruñó. "Disculpa, Sybill. Te veré en clases después de las vacaciones de verano".

Se dio la vuelta sin dejarla decir nada más y se apareció en su casa en la calle de la Hilandera. Miró a su alrededor. Todo parecía familiar. Esta parecía ser su casa. Sacando su varita, rápidamente realizó el hechizo característico, encontrando el color azul regio exacto de su universo. Suspiró aliviado. Por fin estaba en casa.

Se dejó caer en su silla de lectura y frotó los reposabrazos con cariño. En casa… por fin. ¿Pero ahora qué? ¿Regresaría a su vida mundana?

Sus dedos tamborilearon sobre el reposabrazos mientras reflexionaba sobre su viaje por los universos. Había sido toda una revelación. Ya no estaba obsesionado con Lily Evans, ni sentía el amor que había sentido por ella en el pasado.

Su mente se volvió hacia Hermione Granger. Sus labios ardieron con el pensamiento del beso que le había dado a Hermione en el último universo. Había sentido algo muy profundo dentro de él florecer durante ese beso. Hermione había encendido un fuego en su corazón, pero ella no era suya. Aunque tal vez tenía razón. Quizás la Hermione en esta realidad fuera su respuesta. Lovegood así lo había pensado.

Levantándose, entró en su dormitorio y se miró en el espejo. No había envejecido desde su último salto; todavía tenía veinticinco años. Sabía que existía la posibilidad de que no volviera a su edad anterior, pero aún así estaba sorprendido. Al mirar su rostro más joven, se dio cuenta de que había recibido una nueva oportunidad en la vida.

Nueva.

Nunca había sentido que pudiera empezar de nuevo. Siempre había habido tanta historia detrás de él. Pero con esta nueva cara, tal vez podría empezar de nuevo. Tal vez era hora de deshacerse de sus viejas ideas y empezar de nuevo.

Tal vez era hora de ver si Hermione Granger en esta realidad tenía algún interés en tener una relación con él.

Continuó mirándose a sí mismo, reflexionando sobre cómo podría acercarse a ella. Finalmente, formó un plan. Él sonrió mientras repasaba los detalles. Conociendo a Granger, se tragaría su historia.

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Severus se acercó a la puerta en silencio, leyendo el título estampado en ella.

Hermione Granger—Departamento de Misterios.

Llamó a la puerta y entró ante su llamada. Hermione estaba revisando algunos papeles.

"Estaré con usted en un minuto, profesor Snape. Me intrigó su solicitud de una reunión".

Al firmar el documento ante ella, levantó la vista con una sonrisa para saludar a su invitado. Su sonrisa se disolvió cuando su boca se abrió y sus ojos se abrieron como platos.

"¿Profesor? Qué…?"

Él le sonrió, esperando que ella ordenara sus palabras.

"Usted... ¿Cómo es que es tan joven?" ella escupió finalmente.

Hizo un gesto hacia la silla frente a su escritorio. "¿Puedo sentarme?" preguntó.

Hermione farfulló. "¡Oh por supuesto!" Dijo estando de acuerdo.

Él tomó asiento mientras ella lo miraba expectante. Él la miró fijamente por un momento, viéndola casi saltar de su piel por la curiosidad. Él sonrió antes de comenzar.

"Apenas puedes quedarte quieta, Granger, estás tan ansiosa por saber por qué tengo la apariencia que tengo".

"Profesor, por favor dígame qué está pasando", dijo frustrada.

Metió la mano en su bolsillo y sacó el Giratiempo, colocándolo frente a ella sobre su escritorio. Hermione lo miró fijamente antes de pasar vacilantemente su dedo por el exterior del dispositivo.

"Nunca he sabido de un giratiempo que pudiera rejuvenecer a alguien", murmuró.

"¿De verdad?" preguntó sabiamente.

Sus ojos se dispararon hacia los de él. "El único del que he oído hablar es un cuento de hadas".

"¿Lo es? Entonces, ¿qué es eso que hay en tu escritorio?"

Ella se inclinó hacia él y entrecerró los ojos. "¿Me está diciendo que de alguna manera encontró el Orbe de las Realidades?"

Él sostuvo su mirada. "Lo hice."

Miró el giratiempo y lo recogió. Sosteniéndolo con reverencia, acarició el pequeño reloj de arena.

"No puedo creer que lo haya encontrado. ¿Cómo?"

"Hay una vieja bruja que trabaja detrás de Borgin y Burkes. Le dije lo que quería hacer y después de una larga búsqueda, ella me dio esto para lograrlo. No le pregunté dónde lo encontró".

Hermione lo miró con curiosidad. "¿Qué estaba tratando de lograr?"

Él suspiró. "Algo que ahora me doy cuenta fue una tontería".

Los ojos de Hermione se suavizaron. "¿Le importaría hablar de ello?"

Sus ojos se encontraron con los de ella. "Me gustaría. Verás, quería retroceder en el tiempo y arreglar las cosas con la madre de Potter. Tenía la esperanza de que si podía arreglar las cosas con ella, al regresar a este presente, habría tenido una vida diferente y ella habría sido una parte importante de ella".

Hermione lo miró con tristeza. "Como ella no está viva, sólo puedo suponer que no lo logró".

"Oh, pero lo hice".

Las cejas de Hermione se fruncieron en confusión. "¿Qué quiere decir?"

"¿Cuáles son las propiedades de ese giratiempo, señorita Granger?" Hizo un gesto hacia el objeto que tenía en la mano.

Ella lo miró. "Es una ventana a diferentes realidades".

Él asintió. "Volví, y como hace ese aparato, volví a tener quince años. Sin embargo, no sabía por qué era conocido este giratiempo. Arreglé las cosas con Lily. Estuvimos juntos durante un verano. En ese momento, pensé que el futuro habría cambiado, así que usé el Giratiempo nuevamente. Fue entonces cuando me confundí, ya que no había envejecido del todo y las cosas estaban mal. Usé el Giratiempo nuevamente y hablé con Dumbledore. No había oído hablar del Orbe de las Realidades hasta entonces".

"Entonces, ¿a cuántos universos viajó?" Hermione preguntó tentativamente.

"Cinco."

"¿Cómo eran?" preguntó con entusiasmo.

"En su mayoría, eran similares a esta realidad. En algunos de ellos, el Señor Oscuro había sido derrotado desde el principio antes de que las cosas se volvieran demasiado serias. Algunos de ellos tuvieron lugar en el pasado, pero los dos últimos ocurrieron en el presente".

"¿Y Voldemort fue derrotado en todos?"

Él asintió. "Pero me imagino que hubo muchos universos en los que ganó. Me alegro de no haber viajado a ninguno de esos". Se refrenó de estremecerse ante la idea.

"Me alegro también."

"Vine a usted, señorita Granger, porque pensé que sabría cómo guardar este valioso artículo".

Metió la mano en el bolsillo y sacó un papel. "No estoy seguro de si esta información está disponible en esta línea de tiempo, pero la encontré en la última realidad que visité. Me ayudó a encontrar las coordenadas correctas para regresar aquí".

Extendió la mano y tomó el papel. Lo leyó con atención y volvió a mirar a Severus. Sus ojos brillaron de emoción.

"¿Sabe lo que esto significa, profesor?" Sin esperar a que él respondiera, ella continuó hablando. "Podemos viajar a diferentes universos y tener un camino de regreso. Podemos explorar realidades alternativas y aprender de ellas. ¡Podemos cambiar el futuro!"

Sus cejas se fruncieron. "Me imagino que en las manos equivocadas esto podría ser peligroso".

Hermione asintió y suspiró mientras se recostaba en su silla. "Tiene razón, por supuesto. Quizás explorar diferentes realidades no sea una gran idea".

"Las diferencias pueden ser muy discordantes", advirtió.

"¿En qué manera?"

"La gente hace cosas que no esperarías. Personas que no se conocen realmente en una realidad están muy involucradas en otra. Quien intente utilizar esto debe ser consciente de que las cosas pueden ser muy diferentes en la realidad a la que lleguen."

"Eso tiene sentido. Hizo bien en traer esto al Departamento de Misterios. Nos aseguraremos de que no se abuse de él y de que se mantenga seguro. Muchas gracias, profesor".

"Puedes llamarme Severus", aconsejó.

"Severus", dijo mientras sus mejillas se teñían de un rosa claro.

"Severus, ¿estaría bien si nos juntáramos de nuevo y grabáramos algunas de tus experiencias en esas otras realidades?"

Él sonrió. "No puedes mantener a raya tu curiosidad, ¿verdad?"

"¡No, no es eso! Bueno, quiero decir, sí, tengo mucha curiosidad, pero si podemos tomar nota las realidades en las que ya has estado, evitaríamos tener que visitarlas nuevamente a menos que quisiéramos o necesitáramos hacerlo".

"Señorita Granger..."

"Ahora, si puedo llamarte Severus, deberías llamarme Hermione".

Él le dirigió una mirada mesurada. "Hermione, realmente no hay mucho que informar. La mayor parte del tiempo, estaba tratando de descubrir cómo llegar a casa, y las interacciones que tuve fueron... personales".

"Con Lily…" murmuró.

"Algunas sí. En las ultimas, ella no estuvo presente en absoluto".

Reflexionó sobre su próximo movimiento. Sabía lo que había planeado, pero no estaba seguro de querer llevarlo a cabo. No podía decir si ella sería receptiva o no... pero si no preguntaba, nunca lo sabría.

"¿Quizás podríamos discutir esto más detalladamente durante la cena?"

Hermione le arqueó una ceja. Ella se quedó callada por un momento, lo que puso nervioso a Severus. Por fin, ella le sonrió.

"Me encantaría", respondió ella.

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Se sentaron uno frente al otro en un restaurante italiano cerca del Ministerio. Severus levantó su copa de vino hacia ella.

"Un brindis por que tengamos una velada positiva".

Hermione sonrió y chocó su vaso con el de él. Ambos tomaron un sorbo. Severus volvió a dejar su vaso.

"Entonces, aparte de trabajar en el Ministerio, ¿qué has estado haciendo, Hermione Granger?"

Ella también dejó su vaso sobre la mesa. "Bueno, paso mucho tiempo con mi trabajo. Es fascinante y realmente me encanta trabajar en el Departamento de Misterios. Literalmente, hay algo nuevo que llega a mi escritorio todos los días. Tomemos como ejemplo tu llegada. ¿Quién habría pensado que el Giratiempo aparecería de la nada?""

Él asintió mientras la escuchaba.

"Aparte de eso, mi vida es bastante aburrida", continuó. "Tengo un piso aquí en Londres que adoro. Tiene unas vistas preciosas al centro."

"¿Y todavía pasas tiempo con esos dos cretinos que se hacen llamar tus amigos?"

"¿Harry y Ron?" ella rió. "Los veo con regularidad, pero ya no somos inseparables como solíamos ser. Harry tiene a Ginny y su matrimonio ocupa la mayor parte de su tiempo".

"¿Y Weasley? ¿No estuvieron ustedes dos saliendo en algún momento?" Preguntó Severus, su curiosidad en su punto máximo.

Hermione asintió. "Sí, durante aproximadamente un año después de la guerra. Peleábamos mucho y sentía que él realmente no me respetaba ni a mí ni a mis opiniones, así que terminé las cosas".

"Bueno, una mujer hermosa como tú debe tener un hombre en su vida", insinuó.

Ella lo miró con curiosidad antes de negar con la cabeza. "No, no ha habido nadie desde hace un tiempo".

Él arqueó una ceja hacia ella. "Eso me parece sorprendente, Hermione".

Ella se encogió de hombros. "Mi notoriedad es un detrimento. Los hombres se sienten intimidados por mí, quieren usarme como accesorio para posar en fotos o piensan que soy demasiado inteligente para ellos".

"Eso parece todo un desafío".

"Sí. Sólo trato de evitar las citas".

Severus la miró pensativamente. "¿Quizás pueda convencerte de que les des una oportunidad más?"

Hermione lo miró fijamente. "¿Estas coqueteando conmigo?" preguntó con incredulidad.

Se inclinó. "Lo estoy".

Su boca se abrió. "Pensé que me odiabas".

Haciendose hacia atrás, se cruzó de brazos. "No iría tan lejos, ni siquiera cuando estabas en Hogwarts. No me agradabas mucho, es verdad. Sin embargo, me disculpo por el trato que te di como estudiante. Yo tenía un papel que desempeñar y tú eras alguien con quien me tenía que ensañar para que el Señor Oscuro no sospechara de mí."

Ella asintió. "Esperaba que fuera algo así. Pero Severus… no hemos hablado en años. ¿De dónde viene esto?"

"Tuve algunas experiencias en mis viajes que me hicieron verte bajo una luz diferente", explicó.

Hermione parecía confundida. "¿Qué tipo de experiencias?"

En ese momento llegó su pasta y esperaron a que el camarero les pusiera los platos frente a ellos, les ofreciera queso rallado y les preguntara si necesitaban algo más.

Severus frunció el ceño al hombre que se giró y casi salió corriendo de su mesa.

"¡Severus!" Hermione lo regañó. "Él simplemente estaba haciendo su trabajo".

Severus gruñó. "Sí, bueno, había extendido demasiado su tiempo".

Ella negó con la cabeza pero sonrió de todos modos. "¿Qué estabas diciendo?" ella preguntó.

Los labios de Severus se estrecharon. Había debatido si debía contarle sobre sus relaciones en las otras realidades, no muy convencido de que fuera lo correcto. Al final, sin embargo, decidió que la honestidad desde el principio sería el mejor camino a seguir. Se aclaró la garganta y miró hacia la mesa antes de comenzar.

"Puedes imaginar mi sorpresa cuando descubrí que, en algunas realidades, estamos…"

Hermione se inclinó. "¿Sí?" preguntó en un susurro.

Sus ojos finalmente encontraron los de ella. "Casados."

Su boca se abrió.

"Felizmente casados", reiteró.

"¿Tú y yo… casados…?" ella farfulló.

"Y tenemos dos hijos en una realidad".

Ella se reclinó y se quedó en silencio. Severus la miró fijamente, pensando que ella estaba procesando todo lo que él le había dicho. Desvió la mirada después de un momento, deseando que ella procesara sin sentir que estaba bajo un microscopio. Tomó su tenedor y empezó a hacer girar espaguetis en él.

"No puedo creer que estés comiendo en un momento como este", replicó Hermione.

Él volvió a mirarla y dejó el tenedor. "Te estaba dando un minuto".

"Oh."

Se quedaron sentados en silencio durante un rato, mirándose el uno al otro. Severus sabía que ella tendría un millón de preguntas una vez que absorbiera lo que había escuchado. Finalmente, Hermione abrió la boca, luego la cerró y luego la abrió de nuevo.

"¿Cómo ocurrió eso?" preguntó con la voz perdida.

"Me imagino que llegaron como todos los hijos llegan al mundo", dijo secamente.

"No me refiero…"

Levantó la mano. "Sabía a qué te referías. Estaba tratando de aligerar el ambiente".

Ella lo miraba fijamente y se mordía el labio inferior con furia. Suspiró y continuó.

"En la primera línea de tiempo, las cosas eran muy diferentes. De hecho, teníamos la misma edad, crecimos en la misma ciudad y éramos amigos antes de asistir a Hogwarts. Por lo que dijo tu homóloga, éramos inseparables, una cosa llevó a la otra y nos casamos. En la segunda realidad, nos conocimos en nuestro séptimo año, también ambos estudiantes. Esa era la realidad donde teníamos hijos".

"¿Cuántos dijiste que teníamos?"

"Dos, un niño y una niña".

"¿Y éramos felices?" preguntó débilmente.

"Sí, mucho."

Hermione se puso de pie. "Tengo que irme", dijo.

"Hermione, espera..."

"No, tengo que irme. Gracias por la cena, Severus. Lamento no haber comido nada".

Dio media vuelta y salió corriendo del restaurante.

Severus suspiró mientras la veía irse. Evidentemente había sido demasiado para ella. Él entendió eso. Se había quedado estupefacto cuando ella se le acercó por primera vez y le dijo que era su esposa. No estaba seguro de si debía ir tras ella, pero sentía que ella necesitaba pensar en todo esto y acostumbrarse a la idea, así que no la siguió.

El camarero, al ver que ella había salido corriendo, se acercó a la mesa. Severus lo fulminó con la mirada.

"¿Puede ponerme esto para llevar?" Dijo él.

Nota de la traductora: a ver, amo a Severus pero, si él o cualquier otra persona me suelta una bomba como esa, probablemente yo también saldría corriendo 😂 Creo que la reacción de Hermione es comprensible pero también creo que Severus hizo bien en ser honesto desde el principio, sin juegos. Qué creen que pasará ahora?