Disclaimer: los personajes de Twilight son propiedad de Stephenie Meyer. La autora de esta historia es anhanninen, yo solo traduzco con su permiso.
Disclaimer: The following story is not mine, it belongs to anhanninen. I'm only translating with her permission. Thank you, Ashley, for letting me share another one of your stories! :3
Capítulo 2
No me sorprende encontrar a mi hermano y su mejor amigo, Jasper, esperándome dentro del pequeño aeropuerto. Jasper literalmente empuja a Emmett para llegar antes que él, envolviéndome en sus brazos primero y girándome como si fuera una pequeña niña. Por supuesto, para ellos, probablemente siempre lo sea.
—Luces bien, Bells —dice Jasper, sonriendo mientras se inclina para besar mi frente—. Te extrañé.
—También te extrañé. —Sonrío, abrazándolo una vez más antes de ser jalada a los brazos de Emmett—. También te extrañé a ti, enorme zoquete. —Riendo mientras también me gira en sus brazos también, besa mi frente y suavemente me deja en el suelo.
—¿Cómo te sientes, pequeña? ¿Cansada? —Sus ojos grises miran por detrás de mí y sonríe—. ¡Edward! ¿Estaban en el mismo vuelo?
Estrechando la mano de mi compañero de viaje, me pregunto qué tanto se conocen.
—Sí, terminamos tarde anoche y bebimos unos tragos, así que cambié el vuelo. Entonces, ¿Bella es tu hermana? —pregunta Edward, mirándome extrañamente.
Asiento.
—¿Tú y Emmett se conocen bien?
Luciendo demasiado satisfecho consigo mismo, mi hermano sonríe mientras asiente.
—Trabajamos juntos. De hecho, Edward es el doctor que quiero que veas, Bells.
Oh, mierda.
—¿E-Eres un doctor? —pregunto, teniendo problemas para imaginar a este hombre como un cardiólogo con un traje soso o en ropa quirúrgica—. ¿Mi doctor? —añado con un susurro.
—Así parece, Srta. Swan. —Sonríe—. Creo que tenemos una cita a la una mañana, ¿cierto?
Asiento, sabiendo que el café ahora es absolutamente imposible. Emmett habla por mí, al parecer divertido por esta situación.
—Oye, esto hace que mañana sea más fácil. ¿Ese es su bolso?
Edward asiente, rápidamente tendiéndoselo, mientras Emmett gruñe. De acuerdo, es enorme, no ligeramente. Pero el tipo de TSA y los asistentes de vuelo lo dejaron pasar e hice que el resto de mis cosas fueran enviadas desde Nueva York por la razón de que no necesitaría cargar mucho. Ups.
—Puede que ella tenga todo menos el fregadero de la cocina allí adentro. —Edward ríe—. Cuídense. Te veré mañana, Bella. —Guiña un ojo, levantando su teléfono y sacudiéndolo mientras mis ojos se agrandan.
Oh, Dios, él no espera que aún vaya a tomar el café. ¿O sí?
