Disclaimer: los personajes de Twilight son propiedad de Stephenie Meyer. La autora de esta historia es anhanninen, yo solo traduzco con su permiso.
Disclaimer: The following story is not mine, it belongs to anhanninen. I'm only translating with her permission. Thank you, Ashley, for letting me share another one of your stories! :3
Capítulo 4
Casi olvido por qué estoy en casa mientras disfruto del momento con mi familia. Los chicos me cuentan todo sobre la escuela, sus amigos, y sus deportes, y aún no puedo superar lo mucho que todos han crecido. Incluso Jared, de seis años, parece ser mayor de lo que debería. Solo he estado en casa varias veces desde que me fui a la universidad hace cinco años, y la última vez fue alrededor de un año atrás. Me he perdido de tanto, al parecer.
Jasper ha tomado el cargo de jefe de policía del pueblo —el trabajo que mi papá tenía antes de morir— y nos cuenta todo sobre los vecinos locos. Me río más de lo que he hecho en meses mientras Emmett y Carlisle agregan sus propias historias también, pero por supuesto, eventualmente, mi deteriorado corazón me pasa factura, y casi me estoy quedando dormida en la terraza trasera con la fogata ardiendo.
—Probablemente debería llevarla a casa y acostarla —dice Emmett mientras parpadeo para permanecer despierta.
Jasper asiente, echándole un vistazo a su reloj.
—Sí, y Alice debería llegar a casa en cualquier momento. Ella lamenta tener que perderse esto, por cierto, pero envía su amor a todos.
—Lamento ser una aguafiestas. —Suspiro mientras todos nos ponemos de pie para comenzar a despedirnos—. Pero muchas gracias a todos por la maravillosa bienvenida a casa. Me lo he pasado increíble.
Esme sonríe, tomando mi mano y dándole un apretón.
—Te veremos pronto. Quiero decir, ahora que no estás a miles de kilómetros de distancia de nosotros.
No estaba exactamente emocionada con la idea de volver a casa, pero será bueno no estar tan sola. Mi compañera de piso, Kate, era realmente todo lo que tenía en el este, y jamás me di cuenta lo mucho que extrañaba estar rodeada por seres queridos.
Nos retiramos poco después de las ocho, y Carlisle nos deja en lo que una vez fue nuestra casa de la infancia ya que Jasper tiene a los chicos. Emmett la ha renovado en años recientes, pero cuando cruzo la puerta, aún me provoca la misma sensación cálida del hogar. Aún recuerdo a mi papá mirando el partido de béisbol en la sala, a mi mamá horneando en la cocina, y a Emmett practicando fútbol en el patio trasero. Mi infancia fue... tan normal—hasta el accidente.
Emmett arrastra mis bolsos por las escaleras, dejándolos en el suelo mientras echo un vistazo alrededor de mi cuarto. Él no ha cambiado ni una cosa desde que me he ido a la universidad, y es reconfortante.
—¿Te molesta si echo un vistazo a tus signos vitales antes de dejarte sola? —pregunta, casi tímidamente—. Sé que no tengo permitido ser tu doctor, pero me haría sentir mejor.
Pongo los ojos en blanco con una sonrisa, sentándome al borde de la cama.
—Claro, pero solo porque lo pediste bien. Me siento bien hoy. Un poco cansada, pero probablemente sea por el viaje.
—Estoy seguro. Ya regreso.
Él rápidamente busca su bolso y saca su estetoscopio primero—escuchando mi corazón, y luego mis pulmones. Él dice que el fluido en mis pulmones no es tan malo, pero yo podría haberle dicho eso. Esa fue la primera señal de que mi corazón estaba fallando, pero con medicina, ha mejorado. Incluso mis tobillos parecen haber regresado a su tamaño normal al fin. Después, engancha el oxímetro de pulso en mi dedo, y entonces toma mi presión sanguínea, diciéndome que todo luce bien. Él parece muy aliviado.
—Lamento hacerte pasar por todo esto —digo mientras él guarda todo.
Él bufa, sacudiendo la cabeza.
—No debes disculparte por algo que no es tu culpa.
—Lo sé, pero...
—Nop, no haremos eso —interrumpe. Sentándose a mi lado, toma mi mano en la suya—. Voy a asegurarme de que superes esto. Vamos a conseguirte un corazón nuevo, y luego regresarás a tu vida. Pero no te disculpes, ¿de acuerdo? No eres una carga para mí, jamás lo has sido y jamás lo serás. De hecho, debería estar agradeciéndote por venir a casa. Significa mucho para mí que hayas aceptado. Ahora no tengo que renunciar a mi trabajo y mudarme a ese pequeño apartamento que tenías.
Me río suavemente, sacudiendo la cabeza.
—No estoy segura de que eso hubiera sido bien recibido por mi casera, o por Kate, de hecho. Confío en ti, Em. Si este... Edward es tan bueno como dices, estoy segura que estaré en buenas manos.
—Él es brillante. ¿Cómo lo conociste, por cierto?
Sonrío, recordando la mano del leñador en la mía.
—Me mantuvo tranquila cuando estaba segura de que todos moriríamos en un accidente de avión.
—Estoy seguro que él estuvo allí para ti. Ahora, descansa un poco. Parece que te vas a desmayar en cualquier momento.
—Probablemente porque así sea —digo con una suave risita—. Buenas noches, Em.
—Buenas noches, Bells. —Sonríe, retirándose de mi cuarto.
