Disclaimer: los personajes de Twilight son propiedad de Stephenie Meyer. La autora de esta historia es anhanninen, yo solo traduzco con su permiso.
Disclaimer: The following story is not mine, it belongs to anhanninen. I'm only translating with her permission. Thank you, Ashley, for letting me share another one of your stories! :3
Capítulo 5
Bajando cuidadosamente las escaleras de madera, camino hacia la cocina y me dirijo hacia la cafetera Keurig. Emmett se preparó para mi llegada abasteciéndose del estúpido descafeinado, pero al menos compró de avellanas. Meto una cápsula y tomo una taza antes de esperar impacientemente para llenarla. Son solo las cinco de la mañana, pero no podía dormir más. Aunque aún mataría por un poco de cafeína.
Sigo mirando el mensaje de Edward.
¿Por qué no he cancelado el café?
¿Por qué él no lo ha hecho?
Quizás asume que yo he asumido que ya se ha cancelado, así que debería simplemente enviarle un mensaje y terminar con todo.
Mis dedos vacilan en el teclado.
El café se ha cancelado, ¿cierto?
¿Eso es suficiente? Lo borro.
Lo intento de nuevo.
Supongo que el café se ha cancelado, considerando que te veré como doctor, ¿eh?
Mierda. Eso tampoco funciona.
Quizás debería tomar la iniciativa. Borro el mensaje de nuevo.
Sé que acordamos sobre el café, pero considerando las cosas, probablemente no sea la mejor idea.
Sí, eso funciona. Quita la posibilidad de algo más pero nos deja inocentes. No es su culpa que él vaya a ser mi doctor. Y no es mi culpa que él sea el genio en el que confía Emmett.
Presiono enviar justo cuando mi taza está lista, y entonces vierto crema y azúcar en ella antes de llevármela conmigo. La parte trasera de la casa da paso al bosque y un pequeño arroyo que cruza el patio, y Emmett ha construido una... terraza en el porche. Tenemos un contenedor para hacer fuego, bombitas de luz que cuelgan a su alrededor, lo cual es bueno para sentarse de noche, y los muebles de patio más cómodos.
Vuelvo a leer mi mensaje para Edward, y mis ojos se agrandan al ver que él está contestando. Mierda, creía que era lo suficientemente temprano para no tener que preocuparme por su respuesta aún.
Supongo que tienes razón. No tengo permitido tener citas con pacientes, pero aún quiero verte a la una. Prometo ser un completo caballero.
De repente, me siento un poco decepcionada de que él aún quiera beber ese café. Como él dijo, definitivamente va en contra de las reglas, pero por alguna razón, él me hizo sentir... humana —saludable y normal— ayer. Me gustó ese sentimiento después de todo. Mi vida oficialmente está en pausa —posiblemente acabada, incluso— por lo que quería tener una pequeña aventura con un leñador.
No puedes culpar a una chica, después de todo.
Bajo mi teléfono, bufando mientras asimilo el bosque frente a mí. Estoy obsesionándome con mi propia lástima cuando Emmett abre la puerta corrediza, asomando su cabeza.
—Oye, ¿estás bien? —pregunta.
Asiento, forzando una sonrisa.
—Sí, solo que probablemente me fui a la cama demasiado temprano. ¿Vas al trabajo ya?
Ni siquiera son las cinco treinta.
Él suspira.
—Sí, tengo una consulta primero, y luego mi turno comienza a las siete. Reunámonos en la cafetería del hospital quince minutos antes de la una, ¿de acuerdo? Las llaves de mi Jeep se encuentran en el gancho.
—¿Qué, no me confías con el Porsche? —Sonrío engreídamente, sabiendo que no hay manera de que él alguna vez me fuera a permitir conducir esa belleza. Me llevó tres intentos pasar mi examen de manejo, y no es como si he tenido mucha práctica en los últimos años.
—Ni de cerca. No llegues tarde, ¿sí?
Asiento, prometiendo que no llegaré tarde antes de que él cierre la puerta para prepararse.
