Disclaimer: los personajes de Twilight son propiedad de Stephenie Meyer. La autora de esta historia es anhanninen, yo solo traduzco con su permiso.


Disclaimer: The following story is not mine, it belongs to anhanninen. I'm only translating with her permission. Thank you, Ashley, for letting me share another one of your stories! :3


Capítulo 15

Realmente no soy muy buena en los deportes. Incluso antes del accidente, era torpe, y luego los huesos rotos no ayudaron con eso. Pero a Emmett le encanta el fútbol, y lanzar el balón era algo que siempre hacíamos, y entonces Seth se unió a nosotros.

No estoy lista para soltar algo más que me encanta, pero sucederá en algún momento. El solo estar de pie será difícil algún día. Sé que voy a ponerme más enferma, y sé que siempre hay una posibilidad de que no tenga un corazón. Si esto es lo último de mi vida, estoy contenta de estar aquí con mi familia. Estoy contenta de seguir dándole a Seth, Jacob, y Jared nuevos recuerdos, y dándole a Emmett más tiempo juntos.

—Bella es muy mala atrapando el balón, así que sé bueno con ella, Edward —dice Seth, y mi boca se abre.

—Te has vuelto en un pequeño cretino, niño —digo mientras Edward se ríe.

—Lo haré, Seth. Lanzala aquí.

Va bien por un momento. Atrapo el balón dos veces de Edward y una vez de Seth. Pero entonces... lo de siempre. No puedo atrapar nada.

Estoy agradecida cuando Carlisle grita que la comida está lista.

Edward dice que no fui tan mala mientras nos dirigimos hacia la terraza, pero él obviamente está mintiendo. Es algo dulce.

—Como sea. —Me río, aferrando el barandal y subiendo los escalones—. Voy a refrescarme.

Me dirijo directo al baño, casi jadeando en busca de aire. Eso me costó una tonelada de energía. Mucho más de lo que debería. Me siento y me tomo unos minutos para recuperar el aliento antes de verter agua en mi rostro y lavarme las manos. Luzco... jodidamente exhausta, honestamente, pero regreso al exterior de todos modos.

Tomamos nuestros platos juntos y nos ponemos cómodos alrededor del fogón grande. Emmett a un lado mío y Edward del otro. Corto mi bife a la mitad, tendiéndoselo a mi hermano, cuya expresión se ilumina.

—¿Estás segura que vas a llenarte? —pregunta.

Asiento.

—Si como todo esto, me sentiré mal. Luce increíble, chicos.

Carlisle sonríe.

—Gracias, Bella. Escuché que conseguiste un trabajo. ¿En la pastelería?

—Síp, comienzo el lunes, solo por unas horas en la mañana. Ya ansío poder salir de la casa.

—Yo paso la mayoría de las mañanas a buscar su café —dice.

—Y sus muffins —añade Esme, riendo.

Carlisle se encoge de hombros.

—No todo el tiempo. Estoy feliz por ti, Bella. Creo que esto será bueno para ti.

Emmett interviene, negando con la cabeza.

—Aún creo que es un poco demasiado. ¿Qué piensas, Edward? Ella trabajará dieciocho horas a la semana como mínimo.

Edward simplemente sonríe.

—Creo que ella debería hacer lo que se siente capaz de hacer. Cada uno conoce mejor a su cuerpo, así que mientras ella escuche el suyo, digo que está bien.

Solo sonrío y contemplo sacarle la lengua a mi hermano, pero eso es un poco infantil. En cambio, digo «Te dije que estaba bien».

Em pone los ojos en blanco con un bufido, sabiendo que ha perdido. No lo culpo por estar preocupado, pero me volveré loca si tengo que quedarme en la casa todo el día, todos los días.

Jasper promete pasar en la mañana para verme y para buscar algunas roscas para su pequeño departamento, y Alice y Esme dicen que también pasarán, lo que quiere decir que voy a estar un poco más que avergonzada de tener a toda mi familia chequeando que esté bien.

Pasamos la tarde simplemente pasando el rato, hablando sobre todo y nada. Intento permanecer ocupada, pero sigo sin respirar super genial, y mis dedos y mis labios cosquillean. Asumo que solo necesito descansar, lo cual haré pronto, y asegurarme de esconder mi incomodidad.

Pero cuando regreso adentro por cuarta vez para tener unos minutos para respirar profundo, Edward me sigue, encontrándome sentada en la sala.

—No te estás sintiendo bien, ¿o no? —pregunta, sorprendiéndome.

Levanto la cabeza rápidamente y la sacudo.

—Oh, no, estoy bien. Solo cansada, creo. Es hora de mis medicinas, así que probablemente debamos irnos pronto.

Él arquea una ceja, dándose cuenta de mis mentiras.

—Necesitas decírselo a tu hermano. ¿Es tu pecho?

Suspiro, frotando el ligero dolor sobre mi pecho.

—Solo me está costando recuperar el aliento, pero esto sucede. Simplemente necesito relajarme y concentrarme en mi respiración.

Él se sienta a mi lado, tomando mi muñeca y revisando mi pulso. Luce preocupado, y no me gusta. No iré al hospital esta noche.

—Emmett tiene oxígeno para ti en casa, ¿cierto? Te escribí una receta para ello.

Asiento.

—Sí, pero no he necesitado usarlo aún.

—Iré a buscarlo y tomaré mi bolso de mi camioneta. Solo quiero revisarte antes de enviarte a casa.

—¿Puedes mantenerlo en secreto? —pregunto, odiando ser una aguafiestas después de pasar una tarde de diversión—. No quiero que todos se preocupen.

—Haré todo lo posible.

Él va a fracasar. Emmett probablemente salga disparado de su silla cuando escuche que no estoy bien, lo cual le indicará a todos que algo va mal.

Qué final encantador para este día. Agh.