Disclaimer: los personajes de Twilight son propiedad de Stephenie Meyer. La autora de esta historia es anhanninen, yo solo traduzco con su permiso.
Disclaimer: The following story is not mine, it belongs to anhanninen. I'm only translating with her permission. Thank you, Ashley, for letting me share another one of your stories! :3
Capítulo 28
Seattle es una locura, lleno de cita tras cita y pruebas, pero las paso sabiendo que veré a Edward al final—y que seré recompensada con una buena comida, invitación de Emmett. Consigo un bocado después de los análisis de sangre, pero apenas contiene los gruñidos que provienen de mí.
Mi última cita es con Edward y el otro cirujano, el Dr. Alistair Callahan. No me sorprende encontrar a Edward vestido un poco más elegante de lo usual, pero el traje color azul marino oscuro es un poco más de lo que esperaba.
Aunque él luce jodidamente bien.
—Bella, quiero que conozcas al Dr. Callahan —dice Edward mientras el hombre mayor me ofrece su mano—. Cuando llegue el momento, él recogerá el corazón mientras yo te preparo para el trasplante, y entonces trabajaremos juntos para colocar el nuevo corazón.
—Es un placer conocerlo —digo, tratando de no comerme con la mirada a Edward.
—A usted también, Srta. Swan. El Dr. Masen y yo queremos hablar de algunos de tus resultados contigo, pero no te tendremos aquí por mucho tiempo. Estoy seguro que estás cansada después del largo viaje y todas las citas.
No se equivoca. Obviamente, la peor parte fue no consumir café, el cual aún no he bebido. A pesar que no me despertará, aún necesito el sabor para sobrevivir al día.
Ellos entran en detalle sobre qué tan mal está mi corazón, y entonces me muestran cuántas veces el desfibrilador cardioversor implantable ha tenido que calmar mi corazón. A veces, puedo sentir pequeños aleteos, pero realmente no es incómodo. Ahora, si tiene que darme una descarga, me han dicho que se siente como ser pateada en el pecho. Simplemente estoy agradecida de que no haya sucedido aún.
Mientras hablan, es difícil mantener mi mirada lejos de Edward y prestar atención, pero hago todo lo posible, los escucho decirme dónde me encuentro en la lista de trasplantes y cómo puede que me comience a sentir mientras empeoro—la cual no es una pregunta de si sucederá sino de cuándo sucederá. Incluso mencionan un dispositivo de asistencia ventricular si mi corazón no puede seguir bombeando, lo cual me aterra por completo.
No estoy lista para escuchar mucho de eso aún, así que agradezco que no pasen mucho tiempo en el tema. Preguntan si tengo alguna pregunta, y las tengo.
—Es realmente difícil respirar de noche incluso cuando me apoyo con almohadas —admito. No he tenido una buena noche de descanso en semanas debido a la tos—. Es como si tuviera que toser toda la noche.
Edward asiente, sonriendo con comprensión.
—Puede que sea hora de usar oxígeno mientras duermes entonces.
—Lo prepararé —dice Emmett—. Quizás consideremos conseguir uno de esos marcos de cama ajustables también.
—No es una mala idea —dice Edward—. ¿Algo más te está molestando?
El hecho de que no puedo besarte.
Niego con la cabeza.
—En verdad, no. Creo que hemos cubierto la mayoría. Sí siento un adormecimiento y cosquilleo en mis dedos y labios a veces, pero a menudo puedo hacer que se vaya al respirar lenta y profundamente.
El Dr. Callahan habla.
—Tus niveles de oxígeno son bajos. Si notas que sucede más a menudo, recomendaría usar oxígeno durante el día también.
Temo el día que eso suceda, pero sé que llegará tarde o temprano.
—Si empeora, lo haré. No estoy lista para ser atada aún.
—Lo comprendemos —dice Edward—. Pero es mejor que sigas en casa con eso que tener que internarte en el hospital en terapia de oxígeno.
—Queremos mantenerte lejos del hospital todo lo posible —dice el Dr. Callahan—. Los hospitales están llenos de gérmenes, y tu sistema inmune ya está comprometido. Si tienes que quedarte por mucho tiempo, fácilmente puedes pillar algo y ponerte muy enferma. Creo que el Dr. Masen tiene todo cubierto ya que vive cerca de ti. Eres una mujer con suerte.
Sonrío y me doy cuenta de que, al menos en ese aspecto, lo soy. Quiero decir, si entro en insuficiencia cardíaca, al menos mi doctor vive a diez minutos de distancia… Y me da increíbles orgasmos, los cuales seguramente ayuden a mi salud.
Creo que leí eso en alguna parte.
La cita termina, y Emmett cumple su promesa, llevándome a un delicioso restaurante mexicano para almorzar. Como la mitad de mi peso en fajitas de carne y arroz y me encanta cada minuto. Comer saludable está sobrevalorado honestamente.
Si voy a morir, debería comer lo que quiera.
