Disclaimer: los personajes de Twilight son propiedad de Stephenie Meyer. La autora de esta historia es anhanninen, yo solo traduzco con su permiso.
Disclaimer: The following story is not mine, it belongs to anhanninen. I'm only translating with her permission. Thank you, Ashley, for letting me share another one of your stories! :3
Capítulo 37
Emmett se va a alimentar a Hamilton y a hacer algunos recados, pero el sueño me evade. Cierro los ojos por unos minutos, pero los constantes sonidos del hospital hacen que me sea imposible dormir de verdad. Estoy agradecida cuando Carlisle y Esme me visitan alrededor del mediodía porque estoy completamente aburrida.
—¿Cómo te sientes, cielo? —pregunta Esme mientras Carlisle inspecciona los monitores.
Me encojo de hombros.
—No genial, pero no siento que todo esto sea necesario. Edward me tiene los jodidos Cuidados Intensivos.
—Como debería —dice Carlisle, inclinándose para abrazarme mientras que Esme se sienta al borde de la cama—. ¿Te han dado algo para la fiebre?
—Me han dado varias cosas. Creo que una era para eso. Me siento ligeramente menos horrible ahora.
—Bueno, eso es algo. —Esme sonríe, buscando mi mano—. Emmett nos ha dicho que no tenemos permitido quedarnos por mucho tiempo. También le ha dicho a Jasper y Alice que no te visiten hoy, él intentó hacerlo conmigo, pero no iba a pasar.
Me río suavemente.
—Por supuesto que no.
—No había manera de mantenerla en casa. —Carlisle se carcajea—. O evitar que visite la tienda de regalos.
Miro a mi gato de peluche que sostiene un globo de «Mejórate Pronto» y sonrío.
—Lo aprecio. Con suerte, no estaré mucho tiempo aquí. Acción de Gracias se acerca, y no me lo perderé. Es el primero que pasaré con todos ustedes en años.
—Estoy seguro que estarás como nueva en dos semanas —dice él.
—Y, por supuesto, necesitamos tus postres este año, así que será mejor que lo estés —añade Esme—. ¿Cómo está Hamilton?
Sonrío, pensando en mi bebé. Lo he tenido por casi dos meses, y ha crecido tanto.
—Será castrado la próxima semana, para lo cual espero llevarlo. Él está tan lleno de energía y tenacidad.
—Su pequeño moño es tan adorable —dice Esme, hablando del collar que le compré. Lo mantengo estrictamente dentro, pero no podía dejar pasar la oportunidad de hacerlo lucir sofisticado—. ¡Oh, y esos videos de él y ese pez que se mueve! ¡Es tan adorable!
Él es jodidamente adorable cuando juega con esa cosa.
—Sí, y acabo de ordenar estas pequeñas pelotas que se mueven por sí solas, creo que él se volverá loco con esas. Se supone que llegan hoy, así que haré que Emmett las abra y lo grabe para mí. Deseo poder verlo desde aquí.
Carlisle toma su teléfono y sonríe.
—Creo que vi uno en Amazon que lanza bocados. Lo compraré para ti, pequeña.
—¡Esa es una idea increíble, Carlisle! —dice Esme—. Con suerte, no estarás mucho tiempo aquí, pero si llega mañana, al menos, podrás jugar con él desde aquí.
—Y así será —dice él—. Acabo de hacer el pedido. Le escribiré a Emmett y haré que lo instale cuando llegue. Es algo menos por lo que debes estresarte mientras estás aquí, y supongo que no deberíamos quedarnos por más tiempo aquí así puedes descansar.
—Poco probable, pero lo intentaré. Realmente aprecio que vinieran por un rato. Voy a estar muy aburrida con la regla de no visitas de Emmett. ¡Y mierda! Me perderé el partido de fútbol de Seth esta semana.
—Nos aseguraremos de que él sepa que estás allí en espíritu —promete Esme—. Te amo, cariño. Mejórate pronto.
Ella se inclina y besa mi mejilla antes que Carlisle haga lo mismo, y entonces se van justo cuando Rosalie vuelve a entrar con una nueva bolsa de fluidos y otras dos pequeñas bolsas que asumo que son medicamentos.
—Tu magnesio y potasio son bajos, así que el Dr. Masen ordenó medicina mediante vía —dice—. Y también, Emmett llamó para chequear cómo estás dos veces desde que se fue.
—Él es muy sobreprotector —digo, decidiendo aprovechar mi oportunidad con ella—. Él ha estado tan concentrado en mi salud últimamente, y antes de eso, en criarme. Simplemente deseo que tenga a alguien más que cuidar. Alguien que lo ayude a atravesar esto… especialmente si algo me pasa a mí.
Él frunce el ceño mientras cuelga las bolsas.
—¿No está viendo a nadie?
Niego con la cabeza.
—Él no ha estado en una relación en años. Varias citas por aquí y por allí, pero creo que esto de criar a su hermanita y su carrera se meten en el medio. Él necesita a alguien que comprenda la vida de doctor, creo.
Como tú.
—Ah. No tenía idea. Pero estoy segura que ahora está muy ocupado.
—Le vendría bien una distracción. —Me río—. ¿Qué hay de ti? ¿Estás viendo a alguien?
Ella niega con la cabeza, sonriendo con tristeza.
—No, solo somos mi hijo, Benjamín, y yo. Pero somos felices.
—¿Cuántos años tiene? Quiero decir, si no te molesta que pregunte.
—Para nada. Tiene ocho, pero actúa como si tuviera treinta. Juro que es un alma vieja o algo, como si hubiera nacido de mediana edad. Demasiado inteligente para su propio bien.
—Eso lo entiendo. Tuve que crecer un poco rápido cuando nuestros padres murieron. Carlisle y Esme, la pareja que acaba de irse de aquí, me cuidaron muy bien, pero es difícil seguir siendo una niña cuando te das cuenta cómo es el mundo.
Ella asiente.
—El papá de Ben… Bueno, es un maldito, disculpa mi vocabulario. Nos divorciamos cuando él tenía cuatro, y eventualmente, conseguí la custodia completa porque Ben casi tenía que ser su padre. Es cruel cuando el mundo expone a los niños a cosas que ni siquiera los adultos deberían experimentar. Lamento mucho lo de tus padres.
—Ha pasado mucho tiempo, pero gracias. Lamento lo de tu ex.
—Bueno, ya no necesito preocuparme por él afortunadamente. Ahora, duerme un poco. Me gustaría reportarle a tu hermano que lo hiciste cuando inevitablemente llame de nuevo.
—Lo intentaré por tu bien. Gracias, Rosalie.
Ella sonríe y apaga mi televisor—claramente yendo en serio con lo de dormir.
—Solo presiona el botón si me necesitas.
Creo que puedo hacer esto. A ella claramente le gusta mi hermano, así que quizás no sea algo malo que esté aquí. Solo necesito unos días para trabajar en ellos, y entonces quizás él tenga las pelotas para invitarla a salir.
Puede que Alice no sea la única que pueda jugar a la casamentera.
