Sombra
"Solo resiste, deja que el tiempo sea paciente, tú todavía eres fuerte, deja que el dolor sea amable, solo resiste"
Hold On, Adele
Un cielo claro y lleno de nubes cubre su vista, el sol lo saluda con calidez mientras siente el roce de otra piel a su costado es igual de cálida.
No pudo evitar sonreír cuando sintió una mirada fija en él.
— ¿Por qué me estás mirando cuando el cielo está tan hermoso el día de hoy? —Le pregunta Harry.
— Pero ninguno se compara a lo bonito que eres tú. —Le contesta, sin embargo Draco no pudo evitar reír por lo cursi que sonó.
— Ah, te estás burlando de mi corazón sangrante, ¡ten mi venganza!. —Se lanzó de lleno a su pecho y le llenó el rostro de suaves besos.
Y Draco se rió y rió toda la tarde.
Se despertó de otra pesadilla.
Pasaron 2 años desde que murió.
Cambiaron tantas cosas desde entonces, no vive en las calles sino en un departamento cayéndose a pedazos, con vecinos igual de rotos que él.
Se levanta de su cama e ignora el vómito del sueño mientras se dirige al baño y se observa en el trozo de vidrio que tiene cómo espejo, su cabello es un desastre y sus ojeras casi alcanzan su nariz, la palidez de su rostro y su cuerpo temblorosos hace obvio su intoxicación.
Necesita mucho más que eso si quiere sobrevivir este año.
Se ducha, y se cambia con su ropa habitual que nunca lo protege del frío.
Decide colocarse un rosa brillante en su cabello y sale sin desayunar o, ¿es hora de cenar? Desde hace un tiempo es confuso.
Pero esté día nunca lo olvidará.
Se dirigió a su ya acostumbrado callejón a esperarlo.
El sonido de pasos se escucha detrás a su lado y lo observa perezosamente.
Ese chico le recuerda tanto a… Él.
No es su aspecto, pese a que tenía el cabello oscuro es lo único que comparten, sino porque siempre hacen sacrificios para otros.
Incluso si eso significaba perder su alma.
La primera vez que lo conoció, no fue precisamente amable solo evito que otro vendedor lo viole hasta el cansancio y en cambio me ofreció sus propias drogas.
En todo este tiempo envuelto en esta mierda, es el único honesto al respecto, y a su manera trata de ayudar.
Harry a su lado, ya no poseía el brillo de su mirada.
Estaba cansado, muy cansado.
Pero no sé rendiría hasta que Draco consiga salir de esa oscuridad, se repite esas palabras en su mente cuando Draco se droga hasta casi morir varias veces, o cuando deja que esos tipos los lastimen y disfruta que lo hagan.
Él solo quiere hacerse todo el daño que pueda, ya que no quiere vivir.
Entendió Harry desgarrado en un tiempo.
— Deberías pedirle ayuda a ese chico, está envuelto en todo esto porque no tiene más salida, pide ayuda y ayúdalo a él también a salir de esto. —Le hablo cómo de costumbre a Draco, el chico no era malo pero cuando quedas huérfano a los 15 con 3 hermanos bebés, no tuvo opción.
Tenía que hacer, lo que tenía que hacer. Así de simple. Harry sabe de eso demasiado bien.
— Draco, ¿quieres morirte en una jodida acera? Aún no se te baja el efecto de lo que me compraste ayer. —Un Lucas ceñido lo saludo.
— Sabes qué día es, necesito estar fuera de mi jodidamente. —Se recuesta contra la pared, quitándose de los ojos su pelo, ignorando con fuerza las ganas de ir a ese lugar. — No te venderé hoy, si tomas otra de esas morirás.—Se negó rotundamente.
Draco se rió seca amargamente.
— !Por favor! Eres un vendedor de drogas, la mayoría de tus clientes mueren todos los días en distintas aceras, uno más no es una diferencia y no hará que seas tampoco una maldita buena persona. —El sarcasmo goteando en su tono.
Los ojos azules de Lucas se limpiaron por completo de cualquier emoción.
— Todos lo que llegan a mi están rotos, pero hasta ellos no quieren morir, no verdaderamente al menos, no trató de salvarlos y no se que te llevo a ser tan jodido cómo estás, solo no quiero ser uno de esas personas que te empujó hasta el final, tienes razón en que mueren personas y las mato gracias a lo que hago pero no me gusta vender a una persona que simplemente quiere morir pero no puede suicidarse directamente y justo eso hace que sea diferente que los demás, no quiero cargar con esa mierda. —Sacó un cigarro y se dispuso a fumar.
Si yo estoy roto, tú terminarás peor por todo lo que haces.
Nada bueno resulta en sacrificarte porque al final terminarás muerto y eso es mucho peor.
Mucho peor.
Draco sin darse cuenta dijo eso en voz alta, pero con la mirada pensativa que recibió a cambio y la entrega sin una palabra más le entrego una fundita con pastillas, no dirá nada al respecto.
Se despiden.
Pero siente su mirada en la espalda.
Morirá, justo cómo tú, Harry.
De vuelta a su departamento, se acostó en su cama y se preparó. Cuando el efecto de las drogas comienza hacer efecto, lo vio a él.
Cómo siempre.
Está de vuelta al prado, siente el cosquilleo de la hierba y la risa de Harry a su lado.
Cuando voltea a verlo, está justo cómo recuerda, la misma mirada lleno de una luz y bondad que lo arropa.
Las arrugas de su sonrisa se amplían con amor, el desastre que tiene de cabello danza con el viento.
Y siente que puede vivir para siempre allí, aunque no sea real y él no esté.
Pero le basta.
Lo que no sabía era que él Harry real estaba gritando y sacudiendo todo el edificio porque comenzó a tener convulsiones cayendo de la cama ruidosamente, y la espuma de su boca manchando el suelo.
Pero Draco no se daba cuenta de nada de eso, seguía en el mismo lugar, con la misma sonrisa, con la persona que ama más que a nada en él mundo.
Su último pensamiento hasta que esa alucinación se apagará fue:
"Solo quería que me abrazaras y me viera crecer para ser una mejor persona, pero no estás y te llevaste contigo cada esperanza que tuve alguna vez."
Está fue la primera vez que casi muere de una sobredosis.
La primera de muchas.
No quiero vivir, pero no puedo morir ya porque sin duda no podré encontrarte dónde sea que estés y eso… Es demasiado.
