La chica máscara

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¿En qué idioma cae la lluvia sobre ciudades dolorosas?

PABLO NERUDA


"Harry... eres mi luz. A veces,

brillas tan intensamente, que tengo que mirar para otro lado.

Pero aún así. ¿Está bien que siga a tú estela?" Pensaba cada vez que lo veía sonreír.

Mientras el agua de la ducha caía encima de él y escuchaba el reloj marcar las 12, ya son 3 años sin Harry.

Dentro de la ducha, en menos de dos segundos comenzó a llorar.

Pensó en voz alta, sin tener idea que Harry sentado fuera de la ducha lo vigilaba atento.

—Es una pena que nadie nos dijera que si quieres amor, tendrás que pasar por el dolor de perderlo y nadie te prepara cómo enfrentarte a algo cómo eso.—Su voz se rompió en medio de la frase, su cuerpo se sacudió con una fuerza violenta.

A veces piensa en los viejos tiempos, en las conversaciones inútiles con su viejo yo cuyas preocupaciones eran tan estúpidas que no sabía en ese entonces, lo que era realmente valioso.

Pensó cuando su mamá solía abrazarlo.

Cuando Harry lo hacía.

Pero sus brazos son demasiado cortos y llenos de heridas.

No existe algo que abrazar en él.

Terminó su ducha y se cambió, su poca ropa y su ahora cabello morado claro hacían brillar sus ojos esmeraldas.

Se miró fijamente en el espejo, pero no sé veía, no veía su reflejo.

Ya no era Draco, pero tampoco es Harry.

No eran sus ojos, no tenían su brillo ni la bondad en ellos.

Parecía la hierba de un cementerio.

"Me siento como una cáscara vacía, pensé que había encontrado sentido, propósito de hacer esto, pero al final solo queda él, al descubierto y destruido".

"Tu alma me persigue y eso está bien, pero deseo estar muerto para estar contigo".

Cuando entró a la ducha, ahora mismo son la 1. El ruido del piso superior es estruendoso y estimulante.

Joder, eso suena divertido.

Se asegura todas sus pertenencias, aunque hubiera un pago en este edificio, no podrán robar nada de lo suyo.

Preparó su droga, lista para inhalarla.

Suspiro aliviado cuando sus pensamientos se adormecieron y todo parecía más liviano, más pasable.

Menos doloroso.

Se dirige a la evidente fiesta que está 100% seguro que todos los habitantes de este decante edificio se encontraban allí.

Aquí solo habita cierto tipo de personas:

Personas que gritan.

Personas rotas por la vida.

Personas que sus sentimientos los matan.

Personas solitarias.

Personas que aman, pero no a sí mismos.

Personas llenas de cicatrices y demonios.

Todas ellas en llamas, atrapados en una vida que no quieren.

Y Carmen, la hermosa chica con enormes ojos azules lo recibe con un abrazo.

A todos les gusta Carmen, es simpática y sabe escuchar, cuando nadie nunca se toma el tiempo en hacerlo con ella. Draco sabe de eso.

Es la única en el edificio que no es drogadicta ni vendedora y posiblemente un ser humano decente entre tanta basura que olvidó su propio valor.

Entra a la casa, repleta de gente de todo tipo, el olor a drogas y a sexo se siente cómo una bienvenida de brazos abiertos, observa cómo se le acerca Matt, el novio de Carmen y le ofrece mercancía, una regla que todos en el edificio tienen grabados en sus cabezas es nunca comprarle drogas al imbécil estafador de Matt.

No te metas con la droga ajena, maldito idiota. A nadie le agrada Matt, autoritario, violento y un fraude total.

Sus únicos intereses son el dinero y su maldito ego. Nada más.

Carmen quiere ser amada, pero es incapaz de amarse a sí misma.

Más de uno, hemos escuchado las veces que la golpea en la madrugada, sus ruegos de que se detenga es doloroso de escuchar, Draco sabe que debería hacer algo Harry lo habría hecho pero cuando sucedía no podía moverse por lo drogado que estaba.

Estamos solos, incluso cuando te ven caer al suelo.

Y Draco es uno de esos, Harry estaría tan decepcionado de él.

Tomó alcohol y bailó, dando vueltas y vueltas sin detenerse solo para seguir drogándose.

Se dio cuenta mientras hacía esto, que un elemento estaba suelto en su mente. Es algún tipo de tambaleo que sabe que es una representación adecuada de cómo se ha sentido en los últimos 3 años, inseguro e inestable, irremediablemente solo.

Tan solo.

De un momento a otro ya no estaba en la sala bailando, sino en una cama desconocida con un tipo borroso que aprieta con fuerza su cabello mientras lo penetra con brutalidad a sus espaldas.

A su lado Harry se arañaba la cara gritando y llorando desconsolado.

Siempre es peor en estas fechas, Draco permite cualquier cosa, hasta que lo maten.

Quiere que lo hagan, que lo liberen de todo y eso… Es simplemente devastador.

No está seguro de a dónde va esto, ha hecho esto durante años, todos los días tal vez, o ¿fue hace dos semanas?, todo es muy borroso en su memoria, estaba tan seguro de que esto es lo que quiere perseguir, pero ahora se pregunta si está seguro de seguir con esto.

¿Tiene sentido seguir lastimándose?

¿Harry volverá?

¿Querrá verlo cuando vea quien es ahora?

Cayó en cuenta que realmente no quiere morir, solo quiero que el dolor termine, el dolor de no tenerlo a su lado siendo su luz, su todo.

Pero Draco no lloró, no se quejó del dolor de su maltratado cuerpo.

Draco no es sólido. Está vacío. No hay nada detrás de sus ojos.

Incluso la inmundicia pegajosa entre sus piernas le hace sentir algo, se toma unos buenos minutos hasta que fue capaz de vestirse, cómo que no recuerda cuándo se desvistió o lo desvistieron, por la cantidad excesiva de semen escurriendo.

No importa.

Se viste y sale en busca de un trago, todavía la droga sigue en su máximo pero escucha perfectamente encima del ruido cuando pasa por el baño un susurro de ayuda, sin pensar en nada en particular abre de golpe la puerta y ve la escena frente a él.

Parece que Carmen está viviendo justo lo mismo que él hace media hora atrás, y más de uno que por cierto son socios de Matt y este último también se encontraba allí sosteniendo su repugnante pene cerca de sus labios.

Sin prestarle una segunda mirada e ignorando las miradas sacó su propio pene y los orinó encima.

Harry a su lado sonrió victorioso.

Gritando llenos de furia y asco salieron rápidamente del baño, Draco se aseguro de cerrar con seguro tomando un gran trago de su botella que no sabe cómo llegó a su mano, una Carmen silenciosa cubre con desesperación su desnudes con la cortina de baño, su lindo maquillaje arruinado y su cara expone moretones.

Las lágrimas aún caen.

Ignorando todo aquello se adentro a la bañera y se sentó frente a ella, con botella en mano se la ofreció con una sola oración que la hizo de una alguna extraña manera menos en guardia.

—No te preocupes, no me interesa las mujeres y si te encontraba ligeramente atractiva deberías parecerte al menos un poco a mi novio muerto, es una lastima que no sea así, te habría dado una vida de reina, justo cómo pensaba para nosotros.—Ella lo miró fijamente por un tiempo, casi una eternidad y lentamente tomó la botella y dió un gran trago.

En cambio Draco inhaló más droga.

El silencio persiste un lapso de tiempo.

Hasta que ella lo rompió.

—Gracias.—Le agradeció sinceramente.

Draco se encogió de hombros y le respondió sincero.

—Solo pasaba, eso no cambia nada y no hará que mejore, no deberías agradecerme por nada siendo sinceros no te ayude, en realidad no. Y será peor cuando yo no esté aquí y la fiesta acabe, sabes que pasará.— Se recuesta contra la dura cerámica y cierra sus ojos disfrutando el efecto de la droga.

—Pero te detuviste y eso cuenta.—Ella insistió, respiró profundo y tomó otro trago. —¿Sabías que soy huérfana?Cuando cumplí los 18 me fuí del orfanato para ser actriz, el sueño de toda mi vida, pero cómo dicen lo que comienza mal termina mal, y de alguna manera acabe en una fiesta de mala muerte dónde lo conocí, el primer chico que quiso escuchar mi monólogo y pensaba que era talentosa, él me veía y pensaba que valía la pena, ¿Sabes lo difícil sentirte meramente humano en un lugar donde reside la desesperanzas?.—Sí. Draco sabe perfectamente lo que es eso, asintió.

—Ya sabes que pasó después, las chicas cómo yo solo vivimos para amar a personas que posiblemente nos maten y se lo agradeceremos por qué al final no tenemos a dónde ir. Sé que estás igual de jodido que yo, pero tengo la certeza que tú chico no tenía idea que esto te pasaría por su partida.— Afirmó.—Te drogas deseando morir, dejas que tipos basuras te violen sin ninguna resistencia para rectificar algo que seguramente tuvo que ver con su muerte o de seguro tú infancia, parece que nunca supo diferenciarlos al tú qué lo amaba y al chico que no se sabía amar o amar de manera correcta supongo, ¿No?.—Le preguntó, pero Draco no supo qué contestarle.

Harry miraba impotente a Draco, las palabras de Carmen rodaban por su mente sin parar, y solo pudo pensar quizás si hubiera sabido esto lo habría ayudado a tiempo, quizás si él no muriese cómo lo hizo…

Quizás.

Quizás es lo único que queda.

—No es fácil para mí hablar de esto, tengo estás cuerdas en mi corazón que lo hacen sangrar, no es simple, nunca lo es cuándo se trata de Harry Potter, es difícil de expresar, no puedo explicarlo ni hay palabras suficientes para describir la manera en cómo me amó y en cómo al final lo quedo son destrozos del mío. Ni siquiera me gustaba yo mismo ni amaba la vida que tenía antes de él y se la llevó incluso esa cuando se fue—Le quitó la botella y tomó un gran trago, tanto que se escurría por sus comisuras de sus labios y manchaba su ya arruinada ropa.

Tosió fuerte y dolorosamente, pero siguió tomando, continuó con su pensamiento original antes de hablar de Harry. —"No seas exagerada" de seguro te dijo cuando te golpeó la primera vez, pero te anima a qué te cuides a tí misma todo sea por verse bien gracias a ti, Carmen en un mundo tan superficial no verían lo hermosa y poco probable pero estoy seguro que si de tu talento, pero la gente te va a tratar por la forma en la que luces y lo que proyectas.—Hizo una pausa.—Dime cariño ¿Ha valido la pena tanto dolor, inseguridades y sacrificio para ser aceptada?.—Le pregunta.

—Quiero irme, probablemente me quedaré otro año. Es difícil irse cuando absolutamente nada está claro.—Mintió Carmen.

Ellos dos saben que ella nunca lo dejará, tal y cómo Draco no dejará su destructiva vida.

En el fondo Draco quería decirle algo, lo que sea, pero guardó silencio.

"Desearía tener algo que decir, pero no lo hago, siento que es absurdo para mí compartir mis pensamientos o sentimientos, especialmente cuando en realidad me he adormecido."

Los dos se quedaron allí,sin hacer más preguntas, sin más ataques de sinceridad.

Hablando de tonterías y ella haciendo sus monólogos favoritos mientras Draco escucha.

Draco la escucha.

Pero sabe, que ya no existe alguien quien pueda escuchar todas sus tonterías de leones impulsivos, o sus bromas sarcásticas o simplemente enojado por las injusticias de la vida.

Ya no lo escucha nunca más.

"Para llegar a ti, salvarme tal vez. ¿Me quitó la vida"

Nota; fue difícil, realmente siento que puse mucho de mí aquí.

¿Qué les pareció el capítulo? ¿Qué piensan de Carmen? Ella refleja a tantas mujeres hoy en día. La ame personalmente.