"Gran trabajo Shinji"

La voz orgullosa de aquel buen hombre resonó de nuevo, esa voz tranquila pero que brinda seguridad y confort, una voz que Shinji extraña. Los ojos del chico se humedecieron y enrojecieron, apenas derramando un par de lágrimas, pero dos gotas de agua salada que tienen mucho significado, como si los pecados pasados fueran perdonados en ese atardecer, una ciudad que no lo juzgará por lo que fue…

— Vamos a casa… — Misato habló después de unos minutos de silencio.

— Claro… — Contestó el chico sonriendo genuinamente.

La pareja llegó al edificio de departamentos hueco, que cuenta con 3 torres conectadas de 12 plantas cada uno, con las últimas 3 plantas haciendo una cuña sin punta. Condominios, sí, pero nada que ver con la torre de cuartos donde planeaban que viviera…

— Creo que tus cosas ya deberían estar aquí Shinji-kun. — Misato y su ahora protegido subieron a uno de los últimos pisos, al departamento en la esquina del pasillo principal. — ¡Sip! Allí están. — Misato sacó una tarjeta del bolsillo trasero cuando estuvo frente a la puerta.

— La verdad es que me acabo de mudar, así que no te asustes porque hay un poco de cochinero… — Inesperadamente para Shinji, la puerta en lugar de abrirse, se deslizó dejando solo el picaporte a la vista. — Venga, pasa. —

— Permiso… — Shinji intentó entrar detrás de Misato, pero ella le tapó el camino.

— Shinji… Esta es tu casa… — Reclamo la mujer aparentemente molesta.

— … Ya llegue… — Repitió el adolescente a lo que la mujer sonrió y abrió camino.

— Hay un poco de cochinero, pero no pasa nada… —

Misato entró en el apartamento dejando una bolsa en la barra, encendiendo los focos por donde pasa… y Shinji se arrepintió de haberla seguido. Por 5 segundos, el rostro de Shinji se contorsiona como una pasa.

'¿Cómo esto es "poco cochinero"? ¡Es un basurero este lugar!'

— ¡Oh! ¡¿Puedes guardar las cosas en el refri?! —

El refrigerador parece más un congelador verde opaco de tres puertas, pero en lugar de abrir, las puertas se deslizan con su contenido a modo de exhibidor, El congelador de arriba tiene hielo… la puerta de la izquierda tiene bocadillos y Tofu en barra… en la puerta de la derecha está la gloriosa reserva de cerveza de raíz enlatada…

'¿Cómo terminé aquí?'

Shinji miró al otro "congelador" de buen tamaño en el comedor, solo que el basurero de cerveza, trastes sucios, botellas de alcoholes varios, y contenedores de comida, afean mucho el lugar.

Solo… Hay un problema con ese congelador gris-azul; tiene solo una puerta, y esta no mide más de 120 cm… — ¡¿Misato?! ¿Qué hay con el refri gris…? —

— ¡Ah~ eso! ¡Déjalo! ¡Debe estar dormido! — Contestó Misato desde su cuarto, cambiándose a unos mini-shorts y una camiseta de resaque amarillenta.

— ¿Dormido…? —

Con Shinji acomodando como él lo hacía antes, Misato "preparó" la cena, que la mayor parte de todo fue calentado en el microondas, todo lo demás fue sacado de una lata… Lo único que difiere son los Takoyakis. — ¡Gracias por la comida! — Anunció Misato abriendo su primera cerveza de la noche.

— Provecho… — Contestó el chico sin ganas.

— ¡Ahja! ¡Vivir así vale mucho la pena! — Exclamó la mujer después de prácticamente acabar la lata de cerveza. — ¿Qué pasa? ¿No te gusta? Tiene buen sabor aunque sea instantáneo… —

— No, solo… Estoy acostumbrado a la comida preparada. —

— ¡Nada de eso! — Misató golpeó la mesa con su cerveza enojada. — ¡¿Qué has dicho?! — La mujer se inclinó sobre la mesa contra Shinji de forma amenazante.

— Que cocinas mal. — Murmuró el chico con una mueca y mirando a otra parte.

— ¡Retráctate! — Misato se levantó de la mesa, pero no se movió de lugar.

— ¡No! — Shinji contestó devolviendo la mirada. — Yo me encargaré de cocinar desde ahora… Vivo aquí después de todo… — Murmuró al final, pero lo suficientemente fuerte para que Misato lo escuchara.

La capitana se sentó de nuevo, pero con un humor muy diferente, más tranquila y sonriente, como si lo anterior fuera un espectáculo.

— ¿No es siempre genial… Comer con otra gente…? —

— Si… Lo es. —

— ¡Bien! ¡Como ya has dicho, dividiremos las labores de la casa cuando terminemos! —

— ¿Qué? — Shinji aún no ha comenzado a cenar, y terminó regresando los fideos con judías a la charola.

— ¡Sí! Hay que repartir las tareas de la semana. —

— ¡Venga ya! ¡Yo me voy a encargar de la comida, tú puedes hacer algo! —

— ¿Te encargarás del desayuno? —

— Si… —

— ¿Del almuerzo? —

— Claro~... —

— ¿Y la cena? — Misato preguntó expectante.

— ¡Ya dije que sí! ¡Así que tú puedes encargarte de la basura! Que tienes mucha. ¡O el baño! — Buen argumento… eso no significa que sea escuchado.

— ¡Ni hablar! ¡Vamos a tener un duelo para asignar las labores faltantes! —

— ¿A dónde he llegado? — Al final… la hoja de las "tareas de la casa" terminó en victoria para Misato, eso de jugar "Piedra, Papel o Tijera" no se le da muy bien a Shinji.

'Cabrona'

— Bueno… Vete a dar un baño para que te quites todo eso que traes encima. — Misato alentó casi como una madre jovial que se toma las cosas a juego.

— Ya… — En el momento en que Shinji se levantó de la mesa, la puerta corredisa de la cocina se abrió por un pingüino emperador con crestas rojas como cejas, una aparente mochila de acero implantada en la espalda, tres garras en cada ala a modo de dedos fijos, y cierto grado de inteligencia para poder actuar como lo hace.

— ¿Qué…? —

'Qué es ese engendro'

— Él es PEN-PEN, — Anunció orgullosa la capitana por su pingüino mascota. — Es la nueva raza de pingüinos de aguas cálidas. ¿Apoco no es lindo~? —

— E~… Original. — El pingüino simplemente picó un botón y la puerta se abrió revelando la habitación adaptada del ave. — Me baño… —

— No te pierdas~. — Bromeó Misato tomando más cerveza.


Shinji entró en el baño bastante más parecido a un baño tradicional, la regadera de mano y una tina en la que caben cómodamente dos personas, con el lavamanos y retrete en una sección aparte del mismo, y la lavadora está afuera del baño.

— Relajada, distraída y ruidosa, pero es adulta… — Murmuró Shinji sentándose para enjabonarse con enjundia antes de usar la regadera de mano con agua tibia.

Afuera en el comedor, Misato reflexiona de lo que sabe del chico, que a decir verdad, no es tanto, si sabe que Shinji ha vivido bastante tiempo lejos de su progenitor, como él mismo dice, y fue criado por alguien que fue llamado a la base en el polo norte llamada Betania, donde se contiene y experimenta con un ángel dormido, ¿Nombre de la persona?, a saber. Pero además de que Shinji odia, bueno detesta, al comandante con pasión, no hay mucho que poder excavar, casi como si hubiera hecho nada bajo el cuidado de ese hombre…

'O esa información fue censurada…' Pensó Misato casi olvidando su último trago de cerveza, es verdad que ella es borracha, pero no quiere una cirrosis, o hígado graso, así que sabe cuándo contenerse… a veces.

— Si ese es el caso… Shinji no es muy transparente… Abierto quizás pero… —

Sumergiéndose en la tina para dos personas llena de agua entre fría y fresca, Shinji se sumerge una vez más en agua roja como la sangre, no esa sustancia que llaman LCL de color anaranjado, esta idea de sumergirse en sangre es, para Shinji, más que una ilusión.

'En verdad… Nunca me acostumbraré a los baños…' Pensó el joven.

— Ah~ah~. 38… —

Dentro de Dogma Central, el espacio donde la mayoría de personas trabajan, el área más superficial que incluye la Centro de Comando, CAJA PRIBNOW, Ritsuko se encuentra en una habitación de pruebas junto a Gendo. La habitación está a oscuras, los monitores no se han usado en semanas, el ventanal de la habitación está destrozado, y afuera, un EVA anaranjado está desactivado con las piernas cubiertas por una lona grandísima sumergida en LCL, con una mano atravesando la gruesa pared de acero; también hay unas láminas abolladas, como si hubiera ocurrido un combate.

— Supe que fue a ver a Rei al hospital esta tarde… ¿Cómo se encuentra? — Ritsuko comenzó la conversación como es costumbre.

— No podrá moverse por 20 días. Hasta entonces, convenceré al comité de reiniciar la unidad 00. — Contestó Gendo sin más.

— Es mucho el dolor que deben soportar… los niños… —

— No hay nadie más que pueda pilotar los EVAs… Tendrán que hacerlo mientras vivan. —

— ¿Sin importar lo que los niños piensen? — Preguntó Ritsuko con irritación oculta. — La mente de su hijo no debe estar muy estable. —

— Fue dado de alta el mismo día. Ahora podemos reanudar las pruebas con la unidad 00. —

Dejando a Gendo y sus mente obsesionada y rota de lado, Shinji se recarga en el marco de la ventana abierta de su cuarto descansando, tomó más tiempo del que el muchacho está dispuesto a admitir, a acomodar y guardar su ropa en la cajonera, que no es tan grande, y el pequeño armario. Con las cajas desdobladas y arrumbadas en una esquina, Shinji suspira usando su almohada como cojín contra el filo del marco, portando solo su bóxer por el calor del verano eterno en que se sumió el planeta desde hace tiempo.

— Necesito más consejos padre… Te extraño… — Comentó al aire el chico, disfrutando la esporádica brisa.

— Sí~. Tuvo una experiencia muy desagradable. No creo que quiera pilotear por gusto… — Misato contestó a su amiga disfrutando de su baño.

— ¿Que no es su "bienestar" tu trabajo? — Contestó Ritsuko desde su comedor rodeada de documentos, en ropa casual, y sin maquillaje… Que no le hace falta.

— Me temo que no sé cómo acercarme a él realmente. — La voz de Misato fue incluso juguetona si se quiere.

— ¿Ya te estás quejando? Heroicamente dijiste que te encargarías de él ¿Me equivoco? —

— ¡Calla! … Pero… Ya que estamos en esto… Necesito que investigues algo por mi… —

— ¿Huh~? — Eso sorprendió a la directora.

— Creo que se le salió decirlo… Pero se supone que la persona que lo estaba cuidando, su "Padre" como él lo llama; fue transferido a la Base Betania más o menos el año pasado… —

— Y quieres que averigüe quiénes pudieron ser ¿No? — Ritsuko contestó acomodando más papeles.

— Eso mismo… —

— Solo ayuda a Shinji a que pilotee, no hay otras opciones… — 'Incluso si las hubiera'

— Xao. — Misato colgó con expresión más melancólica, y con justa razón. La noche pasada ella también lo consideraba una herramienta, una herramienta que siente y tiene una vida y sueños que ni ella, ni nadie, puede controlar.

'¿Acaso soy igual a Ritsuko?'

— Aunque derrotemos a los ángeles… No me hace feliz… —

Sentado recargado en el marco de la ventana, el chico quedó somnoliento, recordando una de sus muchas pesadillas, una en concreto: Cuando el entrenamiento de su padre había comenzado, claro que un combate de adulto joven contra un niño de 8 años se puede ver injusto, pero ese era el punto, eso era lo que el hombre quería demostrar, no solo con sus puño que, a pesar de doler mucho, apenas eran lo suficientemente fuertes para herir al niño que cuidaba. Shinji vivía en un ambiente bastante tranquilo, normal si se quiere, pero con sesiones de entrenamiento que fácilmente podría romperle los huesos, y lecciones de sabiduría y juegos de estrategias.

"El mundo no perdona, así que debes entrenarte y defenderte."

Esas fueron las palabras de papá el primer día de entrenamiento… Y Shinji realmente creyó que ese hombre lo odiaba al obligarlo a entrenar de esa manera, o de inyectarle esas sustancias extrañas que en varias ocasiones dejaron al niño mareado.

Entonces, Shinji fue acorralado por unos matones de fácil 20 años… 5 sujetos altos que acorralaron al niño en un callejón; y cuando Shinji pensó fuertemente en Gendo, pidiendo que lo rescataran sin soltar sonido alguno, sumido en un trance de llanto mudo; ese hombre apareció, un hombre alto de pupilas rojizas y cabello negro ondulado.

"¡Dejen en paz a mi hijo!"

Exclamó papá corriendo contra los delincuentes, dejando a uno inconsciente de un golpe en la cara, levantando a otro cerca de un metro sobre el suelo de una patada entre las piernas; otro se lanzó contra papá y terminó cayendo del otro lado; un cuarto matón atacó a papá con cuchillo, pero él quebró la muñeca del maleante y lo dejó inconsciente con un gancho a la barbilla. El último maleante sacó una pistola y amenazó a papá con matar al niño; pero papá era demasiado rápido y desvió la pistola, creando la cicatriz que Shinji tiene sobre la ceja derecha.

Ese día Shinij no solo aprendió a querer y respetar a ese hombre como padre, también entendió que, por mucho que doliera entrenar con él, su vida nunca correría peligro, siempre que estuviera con él, estaría seguro. Ese último delincuente cayó inconsciente de un golpe directo a la cara, con el brazo derecho dislocado y el antebrazo roto por la fuerza que aplicó papá en su agarre, también brotaba sangre de la nariz y boca del sujeto.

"Recuerda Shinji. El mundo es cruel, la humanidad es cruel, por gusto o por ignorancia. Pero matar gente no solucionará el problema; lo que debes hacer, y es lo único que no puedo enseñarte, es a encontrar la salida menos destructiva, menos violenta, la salida menos cruel que tengas a tu disposición… Shinji, nunca olvides quien eres, no te dejes llevar ni contaminar por esa gentuza. ¿Entendido, hijo?"

La voz de papá… Siempre tenía el tono correcto para la situación.

— Shinji, abriré la puerta. — La voz de Misato se escuchó del otro lado de la puerta. Shinji solo pudo gruñir en respuesta abriendo los ojos mientras la mujer abre la puerta, encontrándose con Misato envuelta solo en una toalla, y presión en su bóxer.

— Ah-. Por favor. No estoy seguro que presentarse así en la puerta de un chico sano sea adecuado… — Shinji cerró sus ojos de inmediato volteando hacia arriba.

— ¿Qué tiene de malo? No puedes ver mucho. — Misato contestó con un puchero.

— Ese no es el punto… — El chico soltó un bufido, dejando todo en silencio.

— Shinji-kun. Lo que hiciste fue admirable… Puedes estar orgulloso. — Entonces el chico abrió los ojos encarando a la mujer.

— Gracias… supongo. — La respuesta que recibió fue un pujido suave.

— No dejes que tu rencor contra tu-, contra Gendo, te controle… ¿Ok? — Shinji asintió en respuesta, escuchando la voz de su padre por un segundo.

— … Hey… Misato. — La mujer se detuvo con un ligero tarareo. — Buenas noches… —

— Descansa Shinji-kun. —