Shinji tomó el sombrero dejando a Pen-Pen agarrar otra tira de botana, pero al dejar el sombrero en el tocador, el chico se encontró con una bitácora. '¿Proyecto E?' Murmuró Shinji abriendo el cuaderno, un "Expediente de Supervisión del 3.º niño".
— Me parece que la doctora Katsuragi está a cargo de ese proyecto… — Sin perder tiempo, el piloto comenzó a leer lo que Misato ha escrito a mano, dando una descripción general de las vivencias de Shinji desde que llegó a la ciudad, comenzando todo con la explosión de coraje que tuvo contra su padre.
Lo que alteró realmente al piloto no es que haya gente siguiéndolo, eso es de esperar al tratarse de un piloto de EVA y que arriesga su vida contra seres que mantienen en las sombras de una manera u otra. Pero que lo sigan hasta en la escuela… Esos agentes seguirán a Shinji hasta el baño de algún putero si se lo ordenan… Y naturalmente lo que averiguan lo informan a los mandos y a Misato por ser su guardiana.
— Estúpida… Esconde mejor estas cosas… — Murmuró Shinji, solo siendo escuchado por Pen-Pen, cerrando el cuaderno con expresión de enfado en su rostro, miedo y tristeza en sus ojos. — Supongo… Que solo hay una forma de solucionarlo… — Murmuró el delincuente sintiendo que más líquido rojo, pegajoso, con olor a metal, intenta ahogarlo.
— Deja eso de una vez Pen… Vamos a hacer crema de anchoas… — Shinji dio media vuelta para dejar la habitación, tomando la botana consigo… Pen-Pen no hizo mucho, terminó con su tira de "Cecina" seca antes de seguir al chico a la cocina, plenamente consciente del cambio de humor.
La cena fue tensa a pesar de ser solo el chico y el pingüino, claramente la pequeña criatura alterada genéticamente para adaptarse a este mundo del verano eterno, se percató de esa tensión que el mismo piloto genera… Para bien y para mal, Misato no llegó a cenar, y eso terminó por tranquilizar al alterado chico; un baño en agua fría que no quiere mantenerse azul, terminó por despejar la mente de Shinji.
El domingo Misato no apareció hasta muy tarde en la noche, muy tarde para cenar junto a sus dos inquilinos, pero al menos le hicieron compañía en la mesa.
— ¡Vamos~ Shinji! Bebe un poco… — Misato alentó alegremente al piloto a beber de su cerveza. — No hace daño. —
— Si hace daño… Solo que no nos importa… — Contestó Shinji condescendiente, sin levantar la mirada de un manga con un hombre musculoso cuadrado en una pose pretenciosa que busca ser épica. — Quizás después… — En la contraportada está un hombre musculoso menos cuadrado, sosteniendo una espada del mango y el filo.
— Vamos, Shinji-kun… ¿Por qué estás molesto? —
— Que bueno que lo preguntas… — Shinji encaró a la capitana con una expresión seria, a falta, complicada, a falta de una mejor descripción. — ¿Proyecto E? ¿Soy el primer niño o el tercero? Más importante. ¿Cuántas cámaras hay en el departamento? ¿Cuántos agentes tienen vigilándome? — El piloto fue directo al grano y sin escalas, matando el buen humor que llevaba Misato, junto a su descanso del trabajo.
— ¿Cómo sabes eso? ¡¿Quién te dijo eso?! — Preguntó Misato sorprendida y con cierto temor por las implicaciones que podría tener que el chico comience a hacer preguntas subidas de tono por NERV… Ya es bastante malo que el comandante y el piloto se detesten de tal manera.
— Ayer Pen corrió a tu habitación a comer botana… Tienes un desorden ahí. — Shinji soltó un suspiro. — Tampoco es que esos agentes montoneros sean precisamente sigilosos… — Concluyó Shinji con molestia, casi como un gruñido.
— ¿Te metiste en mi cuarto? — Misato evitó el tema aparentemente escandalizada.
— ¡¿Me vas a contestar algo de lo que te pregunté?! — Shinji cerró de golpe el libro, mirando intensamente a la capitana. — Bien. — Shinji se levantó de golpe dejando el tomo en la mesa sin interés.
— ¡Shinji! — Gritó Misato buscando detener al chico, pero fue ignorada sin más.
Sin ahondar en detalles, el lunes fue un mal día tanto para la capitana como para Shinji, ninguno de los dos quiere hablar lo de la noche anterior, evitando miradas y prolongando un silencio incómodo donde sea que estén. El martes, Shini llegó tarde a clases; y como el profesor ya estaba en el salón, un chico de cabello corto vestido con chamarra y pants negos con blanco, tenía que guardar su coraje hasta el receso.
— ¡Tu, Chico nuevo! — El desconocido marchó con fuerza hacia el piloto, golpeando su pupitre con la palma. — ¡Afuera ahora mismo! — El piloto estaba tranquilo hasta ese momento, pero aun así acompañó al desconocido al exterior de la escuela; acompañado por Kensuke, y los mitoteros del salón.
— ¡Muy bien nuevo-! — El desconocido no pudo decir más
— Toji Suzuhara, tengo entendido que tu hermana quedó atrapada entre los escombros provocados por el ataque del sábado pasado… Y me disculpo por eso. — Los alumnos mitoteros jadearon, pero Shinji no perdió tiempo e hizo una reverencia, algo pronunciada, pero buscaba transmitir de esa manera lo que no podía con palabras, generando más jadeos o suspiros entre los mirones.
— ¡¿Crees que decir eso solucionará algo?! — Gritó el chico, con la misma altura del piloto, extremadamente enojado, una semana de ira cultivada.
— ¿Y tu crees que-? — Shinji fue interrumpido por un golpe que lo tomó por sorpresa, reavivando recuerdos que el mismo piloto ha intentado reprimir por ya meses; en especial el viejo recuerdo de una niña de cabello rojo corto y ojos grisáceos; una niña que fue importante para el pelinegro en su infancia.
El delincuente apretó su puño haciendo sus nudillos blancos por la presión aplicada, de inmediato lanzó un golpe directo contra la cara de Toji más rápido que los reflejos del muchacho, haciéndolo retroceder un paso. El puño de Shinji se detuvo a centímetros del rostro de Toji, para luego sujetarlo del cuello de la chamarra y acercarlo mucho a él.
— Suzuhara… Tu hermana está viva. Y eso es lo que importa. — El piloto habló con ira contenida, pero cierto tinte a melancolía escondida muy en el fondo.
El delincuente soltó a Toji, quien casi se tropezó por lo repentino de todo. — Si crees que yo quería esto; te equivocas por mucho. No se que idea tienes de mí, y no te voy a contar mi vida - así que escucha claramente. — Shinji apuntó con un dedo tenso hacia Toji para enfatizar su molestia. — Tu hermana está viva, y en lo que cabe, está bien. Aprecia eso… — El delincuente se retiró por donde había menos estudiantes, dejando no solo a Toji frustrado, también un ambiente incómodo en el lugar.
El segundo día más tenso de Shinji desde que llegó a TOKIO-3, pero con las clases por fin finalizadas, el piloto se encamina a otra sesión de práctica con esa cabeza de EVA colgante que usan para la simulación de combate.
— Entonces… ¿Cómo va todo Shinji? — Misato preguntó sabiendo bien que el chico reaccionara mal.
— Me conozco los controles, por fin… Sigo buscando maneras de no desperdiciar munición. — Contestó el chico con neutralidad.
— Bien, no… Hablo de la escuela… —
— Ah, eso… Pues no es tan diferente a donde iba antes… —
— ¿Ah, si…? Bien; entonces comencemos con la práctica. — Misato mantuvo un tono más tranquilo, pero no aun su estilo clásico casi relajado. — Las puertas de EVA, Las fuentes de Poder, la ubicación de los edificios armados, y Las compuertas de recuperación; ¿Ya las has memorizado? —
— Si… Creo. — Contestó Shinji no muy seguro, susurrando al final; pero eso vale.
— Entonces comencemos con el Modo Inducción, como ayer. —
— Echo. — Dentro de la simulación, el ángel apareció junto a una cuenta regresiva de 5 horas, continuando con un disparo al objetivo que ha sido casi idéntico desde el comienzo, con la mayor diferencia cuando Ritsuko se enojó con un comentario del piloto, y lanzó 5 ángeles de una sola vez.
— Esperaba que tras ponerle 5 objetivos hace 3 días dejara de intentar subir en la EVA… Pero aquí está… — Por el nivel de autoridad que ambas tienen, Misato y Ritsuko no necesitan llevar estrictamente el uniforme de NERV, y menos en días tranquilos; pero Ritsuko continúa con su camisa morada de cremallera y cuello rígido, debajo de su bata de laboratorio, junto a su pantimedia y zapatillas rojas, y falda tubo negra.
Misato, por el contrario, va completamente casual, usando un chaleco ligero sobre una camisa monocromática a rayas, y unos shorts con sus botines blancos. — Bueno… He descubierto que Shinji-kun tiene su carácter… Y tampoco creo que tenga a alguien más además de ese hombre al que llama "Padre"… — Concluyó la capitana pensativa.
— Así que se pelearon ustedes dos ¿Eh? — Ritsuko comentó para molestar, pero con su tono estable, no es tan fácil detectar la burla, a menos que uno la conozca bien.
— Bueno… Tenemos formas diferentes de pensar… Pero me refiero a que él no ha recibido ninguna llamada de sus tíos desde que llegó aquí. — Suspiró la capitana cruzándose de brazos.
— ¿De qué hablas? — Ritsuko por fin dejó de observar las pantallas y giró hacia su amiga.
— Se entiende que no haya contacto entre ese hombre que cuidó a Shinji por estar en la base Betania, sería muy complicado hacer una comunicación estable y esas cosas… ¿Pero sus tíos? ¿No deberían preocuparse por él si son familia? —
— Tienes razón en eso… Es una buena pregunta. — Contestó Ritsuko antes de leer unos papeles. — Quizás… No tiene a dónde más ir… —
— Una noche lluviosa… Recogí una bicicleta que abandonaron debajo de un puente… TODOS me llamaron ladrón desde entonces… La única excepción fue Mana pero… Mi padre llegó para tomarme días después… Esa fue la última vez que miré a esos viejos como familia… Eran como… Los que estaban obligados a cuidarme, les pagaban por hacerlo, no una familia real. —
Nadie respondió, cómo podrías contestar a eso sin sonar lastimoso o condescendiente. Shinji salió del interior del simulador para poder cambiarse y secarse el LCL, antes de dejar la Caja Pribnow junto a Misato; el viaje de regreso fue silencioso, demasiado silencioso.
— ¿Cuanto más planeas estar enojado? — Misato comenzó cualquier conversación cansada.
— No es eso… No quiero decir algo importante o delicado de mi y que lo apuntes en ese estúpido cuaderno porque es tu trabajo… — Shinji contestó mirando por la ventana del copiloto. — Mi padre lo hacía, pero al menos él me lo dijo de frente… Y tampoco escribió todo lo que ocurría, solo lo suficiente para que no hicieran preguntas… —
— ¿Quieres que me disculpe? — Preguntó Misato, sintiendo la necesidad de detenerse en algún lado para concluir este tema.
— Quiero ver… Quiero tener la certeza de que lo próximo que diga no terminará en esa bitácora solo por que es tu trabajo vigilarme… — La voz de Shinji se escuchó más dolida con cada palabra. — Ya tengo suficientes espías sobre mí… — El chico murmuró, pero aun así, la capitana percibió la pirimer mitad del mensaje.
La cena fue menos tensa, pero no más viva… Como si hubieran perdido un combate, o reprobado un examen final; en especial Shinji, que toda esa energía que se consumió en su coraje finalmente se acabó, y eso siempre dejará un vacío, un sentimiento de derrota que nadie puede evitar; solo pretender que no existe.
— Me voy a bañar. Lavaré los trastes cuando salga… Provecho. — Claramente, el piloto está desanimado.
El piloto, tercer o primer niño, o lo que sea, no llegó a clases la mañana siguiente a pesar de que dejó el departamento a buena hora. Todo el día, Shinji se paseó por la ciudad generando rutas, haciendo giros rápidos o entrando en callejones donde los agentes de NERV se encuentren comprometidos; buscando hacer rutas para quitarse de encima a esa gente, o por lo menos hacerles su trabajo más difícil.
Si su deber es proteger esta ciudad y su gente, al menos debe saber como luce la ciudad y su ambiente, dónde está que, que tipo de gente vive en que área, donde puede comprar piedras para afilar y munición... y otras cosas.
— Parece que su hijo no está actuando conforme a lo previsto… — Fuyutsuki comentó leyendo un librito, compartiendo mesa con el silencioso Gendo.
— La información que nos entregaron está corrupta… Eso no afectará nuestros planes. — Gendo contestó sin más.
— Que nuestro futuro dependa de unos niños… Es un poco cruel… —
— Mientras cumplan su deber… Lo siguiente es hacer que Rei se acerque a él. — Gendo contestó moviendo una ficha de su juego de mesa.
El jueves comenzó "normal", lo que se considera normal en los últimos tres días, La capitana y el piloto desayunaron en tiempos diferentes, Pen-Pen solo se mantuvo al margen de la tensión, y ambos tomaron sus caminos casi opuestos. El día escolar tampoco comenzó mejor, no es que Shinji sea excluido del grupo, pero la tensión en el ambiente es incómoda para todos, y con la primer mitad del día escolar fuera, el piloto sube a la quietud del tejado, soportando el calor del sol gracias a la briza, que solo impide que el chico se empape en sudor.
— Solo en el techo, con su solitaria soledad. ¡Eh ahí el dilema del héroe trágico! — La voz de Toji mató el tranquilo silencio.
— No soy un héroe. — Contestó Shinji separándose del barandal sobre el cual estaba recargado, girando para encarar al fanático militar y el pelionero, quien está parado de brazos cruzados y piernas abiertas con cara de fuchi que intenta ser molesta.
— ¿Qué quieres ahora? —
— ¡Imbécil! ¡¿Qué te hace creer que queremos algo contigo?! — Toji ladró inmediatamente.
— Eh… Me estas diciendo que viniste a molestarme, solo para decir que no es así… — La expresión de Shinji fue entre cansancio e ironía.
— Quizás no tenga razones para siquiera hablarte… — El pelionero apretó su puño con fuerza. — Pero algo es seguro. Y es que odio a sujetos como tú. Y esa expresión de inocente tuya. — Toji dió un paso al frente, con Kensuke listo para saltar y detener lo que fuera… al menos intentarlo.
Shinji bufó con una ligera sonrisa negando con la cabeza, confundiendo a ambos. — Cada vez que me veo al espejo veo a alguien manchado de sangre… Si crees que soy inocente eres estúpido. — Algo en su mirada cambió cuando Shinji abrió los ojos, ojos de alguien que ha visto mucha mierda humana. — Fui entrenado para sobrevivir a todo por mi padre, que en aquel entonces era "general". — Shinji levantó las manos y su guardia. — Si lo que quieres es pelea, no soy alguien que debas tomar a la ligera. —
— ¡BIEN! ¡Recuerda que tú pediste esto! — Exclamó el pelionero lanzando el primer golpe.
— Demasiado flojo y lento. — Comentó Shinji esquivando el puñetazo con una mano, preparando su otro puño para hacer un gancho a la cara de Toji; Kensuke dió un paso atrás, nadie quiere meterse en una pelea que ya comenzó si no sabes cómo saldrás. ~TRING~ Fue el sonido de una llamada entrante al celular de Shinji.
'Neta… Justo ahora'
Shinji soltó un suspiro que pareció más un gruñido. — Mande… — El piloto contestó dejando todo el asunto con Toji pendiente.
— ¡Hemos detectado un ángel entrante! — La voz de Misato se escuchó por el celular, aunque los dos chicos no escucharon. — ¡Te necesitamos en el cuartel! —
— Llego en tren entonces… Te veo allá. — Shinji colgó abriendo la puerta de las escaleras.
Apenas 8 minutos después, se anunció la emergencia. "Se ha declarado un estado de emergencia para la región de Kanto y Chubu, alrededor de Tokai. A todos los residentes, favor de refugiarse en su albergue designado. REPITO..." Desde el océano, se acerca una figura flotante que de algún modo recuerda una serpiente Tsuchinoko, solo que chata de la cola, y dos extremidades rígidas debajo de su cuerpo a modo de brazos sin codos o manos; junto a una hilera de huesos a modo de dedos que se mueven alrededor del núcleo de la criatura roja con el vientre naranja.
— ¡Confirmación visual del enemigo! — Maya anunció lo que muestran las pantallas del centro de mando. — ¡Está entrando en la costa! —
— ¡Que todo el personal se prepare para combate nivel 1! — Ordenó la capitana.
— ¡TOKIO-3 configurándose para combate! ¡Los edificios armados y sistemas de intercepción operando al 48%! — Anunció un hombre joven de cabello largo lacio oscuro, vestido con el uniforme de NERV, Shigeru Aoba.
Al mismo tiempo la ciudad entera se resguarda dentro de GEOfront, cambiando lugares con edificios de salida para el EVA y de armamento, y otros que funcionan como lanzaderas de misiles y torres de repetición, algunos de estos desenvolviéndose de forma muy literal. Y todo el proceso apenas tardó un minuto.
— Los 7 distritos del bloque central fueron transferidos exitosamente. — Anunció una mujer en el extremo izquierdo de la sala.
— ¿Cuál es el estado de los civiles? — Preguntó Misato siguiendo su protocolo.
— Los reportes indican que todos fueron evacuados a los refugios… — Contestó Shigeru.
— ¡Shinji-kun! ¡¿Estás listo?! —
— Siempre… —
— De igual manera, el 5º ángel se presenta cuando el comandante no está… Y mucho antes de lo esperado. — Comentó Misato incomoda.
— El último ataque ocurrió hace 15 años, tengo entendido… — Un joven de cabello corto y lentes cuadrados agregó desde su posición en la segunda planta del centro de comando, Makoto Hyuuga.
— Es verdad… y será bastante malo que los ataques se vuelvan más cercanos entre sí… No consideran lo que es más conveniente para nosotros; y las mujeres odiamos gente así. — Desde la pantalla se alcanzó a ver misiles que salieron de las colinas cercanas para interceptar al ángel.
Las torres de repetición no tardaron en abrir fuego sin generar alguna molestia real a la criatura roja que flota ciudad adentro. — Vaya forma de derrochar el dinero de los impuestos… — Comentó Fukuyutsi limitándose a observar.
Shigeru recibió una llamada al teléfono empotrado en la estación de trabajo. — ¡Capitana Katsuragi! ¡El comité demanda que el Evangelion sea desplegado inmediatamente! —
— ¿Cuál es la necesidad de presionarme? — Gruñó Misato sin perder su expresión seria. — Habría enviado al EVA de igual manera… —
Mientras tanto, en los refugios, "GEO - REFUGIO 334" en particular, se repite el mensaje de que los menores a 16 años se queden con sus grupos o guardianes designados, o padres; por otro lado, Kensuke con su fiel videocámara, intenta conseguir señal y ver lo que ocurre afuera realmente, no esa pantalla fija con el anuncio de emergencia.
— ¡Ah, ¿otra vez?! — Kensuke se quejó de no poder encontrar una señal útil.
— Ahora que, Kensuke… — Preguntó Toji sin ganas.
— Pusieron ese mensaje para no mostrar lo que ocurre realmente. — Contestó con molestia y desanimo el fanático militar, pasando su videocámara a su amigo.
— Deberías dejar esto ¿No crees? —
— Quiero ver lo que ocurre afuera… Al menos una vez. — Kensuke continuó con su sueño de ver en primera fila, desde un lugar seguro claro, un combate entre el "eva" y el "ángel". — Nunca tendremos una oportunidad para ver un gran evento como este… — El cerebro del fanático militar no tardó en hacer un plan.
