Shinji despertó con un suspiro y un escalofrío dentro de un ambiente húmedo, el callejón está rodeado de niebla clara que no deja ver más allá de tres o cinco metros a la redonda; Shinji se levantó sobando las zonas doloridas de su cuerpo, principalmente la espalda y cuello. — Otra vez… — El chico murmuró con pesadez y molestia. — Hace tiempo que no sueño eso… — Shinji salió del callejón buscando una salida de la ciudad hacia los montes que la rodean.
— ¡¿Que Shinji-kun está desaparecido desde anoche?! — Ritsuko exclamó con algo de preocupación, carente de maquillaje en su rostro.
— Si~ Bueno… Creí que solo estaba actuando extraño… Pero nunca imaginé que huiría. — Misato respondió recargada en la pared con algo de tristeza.
— ¿Y te haces llamar su tutora? — Ritsuko notó algo extraño en la voz y semblante de su amiga, pero prefirió dejarlo de lado.
— No hables así… — Misato en efecto está ocultando cosas, como que el muchacho sabe del diario que debe hacer sobre él, o que tiene armas de fuego personalizadas escondidas en su armario…
— No tenemos otra opción; hay que reportarlo… —
— ¡Espera! Quizás-. —
— ¡Si algo le sucede será ya muy tarde! ¿O quieres salir a buscarlo por tu cuenta? — Misato no tuvo con qué responder a su amiga.
En la escuela las cosas continuaron bastante normales, solo que en lugar de tener al piloto, tienen a una chica de cabello azul claro corto con ojos rojos, y que rara vez usa su voz; lo curioso de la chica, es que está usando vendas en los brazos y lleva un parche médico sobre el ojo derecho; la chica con la que nadie interactúa; incluso la delegada la evita. Rei Ayanami, una chica linda, fría y distante; una chica que pone nervioso a todo mundo, y no en un buen sentido.
— No vino hoy… — Kensuke murmuró al aire.
— No pues… — Toji intentó no decir más.
Shinji se quedó de pie en la ladera de de una montaña al borde de la ciudad, observando la pacífica escena del lago de niebla clara de la que nacen algunos rascacielos; los montes están verdes por pastos y árboles, pero la humedad y el cielo que empieza a acumular nubes grises alertan de la precipitación inminente. Después de contemplar la paz y belleza de la escena, el chico bajó de regreso a la ciudad antes del anochecer, más que nada por qué el estómago está pidiendo comida.
Cuando Shinji entra en el restaurante, todo en la ciudad parecía como el día anterior, pero cuando salió del restaurante, que es más un puesto techado, pudo ver los bultos y reflejos de los agentes de NERV.
'Parece que ya se cansaron de mi ausencia… ¿Pero quién fue que levantó la alerta?'
Shinji continuó vagando por la ciudad estudiando los movimientos de los agentes, que parecen estar manteniendo la distancia, buscando acechas desde las sombras, más que intentar llevarlo de regreso a Dogma Central.
Como el ambiente avisó, para el anochecer la lluvia comenzó a caer ligeramente, pero con ráfagas pesadas de vez en cuando; aun así, la vida nocturna de la ciudad no se vió muy afectada, los maleantes intentaron asaltar a gente desde los callejones, o fueron asaltados por el delincuente en los callejones; los letreros de neón encendieron iluminando todo mejor que las farolas, y por lo visto, los agentes están solo para vigilar al piloto, no hicieron un solo movimiento cuando uno de los delincuentes casi apuñala a Shinji, tampoco cuando el delincuente casi le rompe el cuello a un matón por accidente.
"¡Miren por aquí! ¡Qué increíble servicio!" "Tenemos las chicas más preciosas de la ciudad" "¡Les brindaremos lo mejor!" La voz de dos muchachas apenas en la mayoría de edad sonó por la calle lluviosa, invitando a que pasen a su establecimiento (prostíbulo).
"¡Descanse su cuerpo! ¡Recupere su energía!" Fue un anuncio grabado sobre colchones y almohadas que trabaja en dos turnos al día, temprano cuando todos van a trabajar, y tarde cuando todos regresan a sus hogares, al menos así parece.
Shinji entró en el prostíbulo para deshacerse de los agentes por un tiempo; claro que ver mujeres de buenas figuras, jóvenes de 17 o 18 años hasta adultas de 30, luciendo trajes provocativos o vistosos, en un ambiente oscuro con música que alude al sexo, o descaradamente lo dice; es imposible no reaccionar a tal vista. De un lado está el bar, mesas circulares con chicas provocativas y semi desnudas coqueteando con los clientes, y la ocasional lesbiana, o simplemente hablando entre ellas después de un "trato especial".
Por otra parte hay mesas grandes, algunas con un tubo de acero en el medio que llega hasta el techo, con mujeres bailando solo en ropa interior, o solo usando tangas, y luego un pasillo que está iluminado por luz fucsia, morada y una luz verde acompañada con luz negra; la oscuridad del congal ayuda mucho a la imaginación, siendo esta imaginación lo que mejor engancha.
— Hola… Chico… — Una mujer entre sus 28, llamó la atención del piloto que aún está sacudiendo su mojado cabello; la voz de la mujer de cabello negro, piel chocolate vibrante y ojos grises, no fue de molestia.
— Eh… Hm, perdón… si la mojé… — Shinji jugó la carta del "Lerdo".
— No te preocupes por eso, pequeño… — La mujer se acercó más al piloto. — ¿Pero qué te trae por acá? ¿Acaso vienes a recoger a tu padre-? — La mujer se detuvo en seco, ella solo quería hacer una broma para invitar al chico a seguirla dentro del lugar, pero la expresión de odio del muchacho no estaba en sus planes.
— No~ quiero hablar de eso… — Shinji se relajó soltando un suspiro, y también lo hizo la mujer, pero no se acercó más. — El sujeto que se supone que es mi padre es… detestable. —
— Oh~. Pequeño, — La mujer se acercó lo suficiente para tomar a Shinji del hombro con suavidad; el perfume de la mujer terminó de cautivar las hormonas. — ¿Por qué no me acompañas adentro? Así podremos quitarte esa tensión que te hace ta~nto mal~. —
— ¿No le parece que soy muy joven para estos lugares…?— La mente del piloto intentó sobreponerse.
— ¡Para nada, muchacho! — La mujer comenzó su camino con su mano posada sobre el hombro de Shinji, hacia una mesa al final de la habitación; el piloto decidió ignorar los ojos depredadores que la mujer oculta bastante bien.
Haciendo gestos con su mano libre, la cortesana pidió dos bebidas preparadas al barista, gestos que la mujer solo ha usado dos veces antes; lo bueno de vivir en esta ciudad, es que una prostituta no sufre de ciertos abusos que se sufren en otras partes, y que ciertas sustancias llegan al mercado que en otras ciudades no. La pareja llegó a una mesa con el largo sillón empotrado en la pared y siguiendo la curvatura de la mesa; dando una vista panorámica del congal, ambos cubiertos por la oscuridad, tampoco la mejor mesa.
En una mesa opuesta, a la derecha del pasillo de luces impertinentes, dos chicas conversan de cosas limpiándose la cara o arreglando su maquillaje; con una tercera joven un par de años mayor solo usando tanga, cargando su ropa y tacones en ambas manos, que se sienta junto a sus compañeras de trabajo.
— Ya viste… La Loba encontró otra presa… —
— ¿Eh? ¿Ese chico? — Preguntó la chica del medio viendo a la pareja sentarse juntos, prácticamente pegados. — Pues es lindo… ¿Qué edad tendrá? ¿16? —
— Buff. Pues ella pudo escoger… — Se quejó la joven recién llegada, recostándose en el respaldo del sofá empotrado. — Siempre es mejor cuando escoges… —
— ¿Otro patan? — Preguntó la chica de cabello azul oscuro largo al borde derecho de la mesa, escuchándose neutral, después de todo, terminas acostumbrándote.
— Otro robot… Al menos un patán te hace sentir cosas… — Contestó la recién llegada de cabello castaño con las puntas teñidas de amarillo. — Aunque ambas opciones son igual de malas. —
— Al menos no te tocó el violento de turno… — Agregó la chica del medio de cabello teñido en bermellón, observando que la presa de la Loba parece seguirle el juego a ella, incluso la sonrisa y esporádica risotada de la mujer parecen genuinas… Es raro encontrar un cliente así. — Maldita suertuda. — Murmuró para sus adentros.
— Ah~ si… Escuché qué seguridad sacó a "tu cliente". —
Volviendo con el piloto y la cortesana, las bebidas que parecen mojitos azules y amarillos finalmente llegaron, dos quimicos inofencivos por separado, mesclados con alcohol y saborisante de menta y kiwi; incluso si ambos quimicos se mesclan, el cuerpo los puede procesar rapido, pero con alcohol; el líbido se alsará sin afectar mucho a la conciencia, así que tecnicamente, eres conciente de lo que haces si o si.
— Entonces… ¿Vienes desde fuera, y te escapaste de la casa que tienes aquí? — La mujer preguntó para confirmar.
— Hmm… Depende… — No es que Shinji se vaya a abrir con una prostituta, pero no tienen con quien hablar tranquilamente. — Me transfirieron aquí porque necesitaban un piloto… Seguí mi propio criterio en el último ataque y… Discutí con la persona que está asignada para vigilarme, por eso estoy vagando… intento despejarme de todo eso… —
— Oh, querido… — La mujer sobó la espalda del piloto con movimientos circulares, contenta de que su presa beba del "elixir" que solo las cortesanas pueden pedir. — Te dejaron una responsabilidad muy grande… Pero si eres tan importante para NERV, seguramente ya te estarán buscando… —
— Bah… Mientras esté dentro de la ciudad no harán nada. — Shinji se acomodó en el asiento para estar más cómodo. — Ellos solo necesitan que esté disponible para alguna emergencia. —
— Bueno. Eso no se escucha como una buena vida… — 'Tampoco es que ser prostituta sea tan bueno' Pensó la mujer.
— Mucha presión y no el mejor lugar de trabajo… — Shinji bebió más del brebaje.
— Escucho que necesitas liberarte de ese estrés acumulado. — La mujer dejó su mezcla en la mesa, pasando su mano izquierda por el hombro de su presa, bajando por la espalda y terminando en el muslo.
Decidiendo jugar a la par, el piloto pasó su mano derecha por la espalda baja de la mujer, dejándola descansar en el costado a modo de abrazo. — Supongo que usted conoce una forma de hacerlo ¿No? —
— Supones bien querido. — La sonrisa de la mujer era coqueta, pero sus ojos claramente mostraban lujuria, a ella siempre le han gustado los jóvenes.
— Parece que la Loba atrapó al chico… — La joven castaña finalmente terminó de vestirse, pero dejó sus tacones de lado un rato más.
— Hasta van tomados de la mano… Apuesto a que ella hará todo el trabajo. — La "pelirroja" comentó con molestia.
— Eso suena a celos~… — La última joven se burló de su compañera. — Pero quizás… — Ella sonrió con cierta malicia y brillo en los ojos. — Podamos espiar desde otra parte. —
Dentro de un cuarto con un sillón de forma peculiar y una cama para dos personas con iluminación rosa y morada, la mujer y el piloto se encuentran en ropa interior; shinji usando un bóxer negro y gris pegado, que cuenta con la división para revelar el bulto en su entrepierna; La mujer esta usando lencería erotica, que expone sus pezones ligeramente oscurecidos, junto a sus labios vaginales y monte de venus.
La mujer comenzó sobando la entrepierna del chico sobre el bóxer, quien se encuentra de pie frente a la mujer hincada; Shinji ya está completamente bajo el efecto del brebaje, por lo que simplemente aguanta su lujuria, utilizando todo su autocontrol para sobreponerse a sus deseos. Notando esto, la mujer sonrió satisfecha y tomó las caderas del piloto para que él se acerque a ella y a su cara, besando la entrepierna sobre el bóxer, generando más urgencia en el chico; sobando de arriba a bajo, besando por los lados mirando hacia arriba, solo para encender las cosas aún más, y reducir la cordura del piloto.
De un jalón, la ropa interior de Shinji cayó liberando su miembro. — Oh~. Es largo para tu edad… Pero delgado… Hay que trabajar en tu resistencia y grosor… — La mujer sonrió ante el aún desprovisto de vello miembro del piloto, un vello que crecerá en pocos años.
La mujer tomó con una mano el pene y con otra los testículos, sobando el escroto con los kintamas asegurándose que no suban, jugando con la otra mano la cabeza del pene; todo eso se tradujo en tensión en los músculos pequeños delgados pero marcados de Shinji, un intento más de mantener su autocontrol.
Después de unos segundos, la mujer sonrió al ver el líquido preseminal saliendo, jalando la piel del pene tan atrás como pudo, para acto seguido, lamer la barra de carne babeante e introducirlo en su deseosa boca para empaparlo bien. Con ambas manos masajeó ambos testículos antes de bajar su mano derecha a su vajina, sobando sus lavios mayores, monte de venus y clítoris tanto cómo podía; mamando el pene de su presa, sacándolo de su boca para lamerlo y besarlo; para comenzar de nuevo, asegurándose que los kintamas no suban.
— Kuff~… Eso~ se siente genial… — Shinji suspiró con los ojos cerrados, buscando mantener su cordura y auto control, sucumbiendo al placer.
Notando la urgencia, la mujer dejó su auto-estimulación para buscar algo en su bolsa que está sospechosamente cerca de su mano derecha; sacando un anillo de acero en color negro azabache, su forma es casi romboide, la parte superior es ancha y plana con la forma de un triangulo, dos foquitos led verticales y varias agujas flexibles retraídas por la parte interior, agujas que contienen electrodos y fluidos estimulantes y cicatrizantes.
La parte inferior es también un triángulo de cara plana pero más pequeño qué el superior, una menor cantidad de agujas con electrodos y fluidos, debido a su tamaño, tampoco cuenta con los puntos led, y cuenta con una ligera curvatura interna para amoldarse al músculo de mejor manera. Ambas piezas están conectadas por dos bandas lisas flexibles, a prueba de suciedad y hongos, e imposibles de romper con utensilios mundanos; que cuentan con las conexiones de ambas piezas para los electrodos y fluidos.
Esperando a la reacción del chico para acabar, la mujer soltó los testículos para estirar su invento, y en un movimiento rápido, soltar el pene de su presa y encajar su creación en los lugares correctos. Shinji sintió un dolor agudo que cortó su excitación, pero no redujo su lívido; luego sintió un calor y cosquilleo que reactivó todo de nuevo, pero con un flujo sanguíneo ligeramente mayor, lo que siempre es bueno. Observando hacia abajo, Shinji se encontró con un objeto negro que rodea y abrasa su entrepierna, la expresión del piloto fue única, la primera vez que su miedo y angustia se muestran desde que llegó a Tokio-3.
— Tranquilo querido, esto nos ayudará… — La voz de la mujer fue reconfortante pero lujuriosa, y su sonrisa no ayudaba mucho al chico.
— Y-h. ¿Cómo se quita? — Fue todo lo que la mente de Shinji pudo articular.
— No se quita. — La mujer claramente está emocionada por lo que hizo, o más bien, por utilizar finalmente su invento; aunque Shinji no piense eso. — Verás… — La mujer sacó un pequeño control con tres botones, y lo que parece un segurito que sube y baja en el costado del rectángulo delgado; el Control del "Anillo" permanente de Shinji; y la mujer elevó el segurito que seguramente funciona como palanca de encendido y apagado.
Al momento que el seguro subió, dos foquitos brillaron en verde en el invento, y al instante Shinji sintió espasmos que comenzaron a endurecer su miembro, y relajar su escroto. — Cuando está apagado, no afectará tu desempeño, — La mujer continuó con ternura, sobando el pene en la base. — pero cuando está encendido, tienes varias opciones. — La mujer picó el último botón y Shinji sintió como si sus kintamas se bloquearan, junto al led inferior cambiar a rojo. — Si está en rojo no podrás acabar… — La mujer se recargó en el borde de la cama, teniendo el control en muchos sentidos.
— Si la luz está en verde: eres libre, si está en rojo: estás bloqueado, el de arriba es para tu pene, el de abajo para tus joyas… — La mujer claramente disfruta esto. — Entonces… Si pico este. — La mujer presionó el botón del medio, cambiando el color del led superior a rojo. — No podrás tener una erección, o mantenerla. — Y el pene de Shinji se volvió flácido a pesar de su fuerte deseo y alto libido. — También existe un tercer led azul; ese, amor, es el "Overdrive", que te generará un flujo mucho mayor en tu pene; será más grande, grueso y duro… Pero. — La mujer en verdad disfruta esto, sus gestos y tonos lo demuestran. — Si no tienes cuidado, puede generarte un problema a futuro que no queremos… —
La mujer presionó el último botón y el segundo led cambió a verde. — Con esto explicado~, — Con gran deseo, la mujer se acercó al pene flácido de Shinji para devorarlo. — Continuemos donde lo dejamos. — La mujer devoró la entrepierna entera de Shinji de un bocado, empapando en su saliva cada pliegue, lamiendo los testículos como si fueran dulces, para dejarlos salir de su boca y enfocarse en el flácido miembro de su presa.
A pesar de todo lo ocurrido en ese último minuto, Shinji tuvo de nuevo problemas para controlarse y tomó la cabeza de la mujer con ambas manos, tensando su cuerpo para no apretar la cabeza de *su puta* y lastimarla. Soltando suspiros que cada vez eran más frecuentes, Shinji no pudo soportar el placer y, a pesar de su disfunción obligada, entró en la zona del clímax más rápido que antes.
— Es~pera… —
— Vente en mi boca… — La mujer contestó chupando la piel y prepucio del chico. — Quiero probarlo. — Ella volvió a engullir el miembro para revolverlo con su lengua vigorosamente.
Shinji no pudo aguantar más y dejó salir bastante en la boca de la mujer, sonriendo instintivamente por su liberación; la Loba, por otra parte, saboreó el semen antes de tragarlo con una expresión confusa. — Eso fue bastante, amor… Pero dime ¿Tomas café? El sabor no era el que esperaba para un joven como tú. —
— Ehm… Si… —
— Oh, eso está bien… Pero será bueno que comas pepino, el pepino vuelve al semen algo más dulce y saboreable. — La mujer se sentó y recostó en la cama, exponiéndose a su presa al dejar su flor babeante a merced del piloto. — Comeme el coño. — Ordenó la mujer abriendo sus piernas ligeramente, con una voz sensual y que jugó muy en contra de la cordura del chico; y para empeorar las cosas, cuando estuvo tan cerca de la vajina de la mujer que ella sintió el aliento de su presa, ella bloqueó los testículos, liberando el pene.
Shinji prácticamente devoró la entrepierna de la mujer, usando toda su mente para controlarse sin mucho éxito, el piloto comenzó a lamer toda la intimidad desde la zona perineal hasta el clítoris, sin perder un pliegue.
— Soba alrededor con tus dedos… Si~… Justo así~. — La mujer aconsejó a su presa para que con los dedos, jueguen y masaje alrededor de sus labios mayores y monte.
Cuando la mujer comenzaba a relajarse y estirarse en la cama, concentrada en el placer, el piloto decidió jugar con el clitoris tambien, sacando un pequeño grito a *su prosti, saboreando la entrepierna e introduciendo esporádicamente su lengua dentro de la vajina. — Pequeño trabiezo, — Comentó la mujer con una sonrisa. — No te detengas. —
Shinji continuó su labor, introduciendo su lengua en la bajina de la mujer, arrastrándola lentamente hacia arriba, para esporádicamente chupar diferentes partes de la entrepierna, especialmente el clítoris. Tomando el riesgo, el urgido Shinji apretó el muslo de la mujer, pegándose más a la vagina mientras aumenta el ritmo, Principalmente movido por su de por sí alto libido, y una erección babeante que está al borde de ser dolorosa. Después de un minuto y medio, finalmente la Loba sintió el espasmo del éxtasis, aguantando un suspiro que liberó lentamente.
— Muy bien amor… Pasemos al plato principal ¿Verdad? — La mujer coqueteó acomodándose en la cama con movimientos lentos y atrayentes, cambiando el control a su mano izquierda.
Shinji se posicionó frente a la mujer, metiendo sus piernas flexionadas debajo de la mujer a modo de "Misionero Alterado", quedando lo suficientemente cerca para que ambas intimidades se besen. — Hmm~. Espera… — La mujer se estiró para tomar el pene del piloto y tallarlo contra su entrada, hacia arriba y abajo, con movimientos circulares, golpecitos. — A las mujeres no nos gusta que nos molesten de esta manera… pero a veces… eso es justo lo que queremos antes de la acción… —
"Continua así" Esas fueron las palabras que ella no pronunció, todo con tal de disfrutar de un sexo placentero, uno real y no el trabajo. Afuera, los agentes simplemente reportaron que el piloto entró en un burdel y no ha salido, pero nadie se ha movido para ingresar en el congal, solo rodearlo por si sale por alguna puerta trasera.
Shinji comenzó a entrar en la cavidad de la mujer de a poco, acelerando el paso hasta el fondo, con su mente ya nublada el piloto solo siguió sus instintos y comenzó a moverse, de afuera a adentro, buscando llegar tan al fondo como pudiera, tallando en todo momento su glande hacia arriba.
— Si… Sigue empujando hacia arriba… Solo hacia arriba~. — La mujer comentó disfrutando el movimiento de su presa, una técnica descubierta por accidente.
Shinji continuó en esa posición perdiendo el control de su cuerpo, como si lo que está ocurriendo fuera una película, simplemente se cansó y cambió a la posición de "Bambú Dividido"; sacando un gemido de sorpresa de la mujer.
— Alguien ha tomado la iniciativa… — La lujuria en la voz de la mujer fue nítida.
Como si fuera una orden, el piloto continuó empujando dentro de ella, buscando llegar al fondo, acelerando el ritmo y fuerza de cada embestida, despertando a ese lado de Shinji que él mismo se esforzó en mantener dormido, pero de una forma diferente; no aquel delincuente que parecía poseer el cuerpo del niño, pero ahora con Shinji siendo aquel delincuente, como si el piloto aceptara esa segunda naturaleza que se vió obligado a desarrollar años atrás, y motivo de sus pesadillas.
La intensidad del sexo provocó que la boca del utero de la Loba bajara, besando la cabeza del miembro de su presa, intentando engullir el semen que se acumula dentro de los testículos del chico. Esa necesidad de soltar finalmente su carga agrietó la mente de Shinji, obligando a la mujer a darse la vuelta a modo de "Perrito", pero en su lugar, él se levantó dejando el torso de la mujer caído y sus caderas elevadas.
Desde esa posición, la mujer no logró evitar gritar de placer un par de veces, con el muchacho golpeando la entrada cada vez más dilatada de su útero, estimulando constantemente su punto G. No le costó mucho a la mujer llegar al clímax por 5ª vez, y verla disfrutar, agrieta con júbilo la mente del piloto, El delincuente… NO, Shinji quiere correrse de una vez, pero primero debe alcanzar el control del implante que ya no podrá quitarse.
Cambiando nuevamente de postura, tomando la de "Misionero" pero con las piernas completamente separadas, efectivamente violando a la mujer que le sonríe con lujuria, como si supiera lo que el chico quiere hacer, la mujer se estiró sintiendo la fuerza de las embestidas, aferrándose a la almohada y las sábanas para tener equilibrio, o algo de control. Shinji aprovechó ese momento para llevar las piernas de *su prosti* que tenía levantadas por la parte final de la tibia; a juntar ambas piernas frente a él y sujetarlas con un brazo, todo para alcanzar con su mano derecha el control remoto.
El rápido movimiento tomó por sorpresa a la Loba, que dejó de ver al muchacho como presa, y comenzó a verlo como cachorro; su lindo lobito para jugar y coger. Creyendo saber las intenciones del chico, ella esperó sentir la carga que lleva acumulándose por más de una hora… Siendo sorprendida con un aumento del tamaño y grosor del pene, incluso sintiendo las venas de este; el "Overdrive", una función peligrosa que es algo dolorosa.
Shinji de inmediato sintió el dolor por el esfuerzo de los músculos de su pelvis y pene al tensarse de tal manera, su miembro se volvió de un 10% a 18% más grande y duro, llegando a ser algo doloroso para el piloto, pero en su estado actual, que importa. Continuando con su labor, Shinji continuó embistiendo a la mujer con toda su fuerza, alimentado por ese incremento en las fibras musculares que lo obligan a ser más intenso y rápido; llevando a la mujer al clímax una vez más.
Al no ver otra opción, Shinji se elevó sobre sus rodillas, robando el aliento a la Loba por la posición. — NO-… Espera-. Te vas a-… hacer daño si- Continuas así… — Shinji continuó penetrando a la mujer, aplicando más de su peso sobre ella, estirando las piernas y jalando las sábanas para terminar en unas especie de "T".
Sintiendo el agotamiento, Shinji finalmente liberó sus testículos, vertiendo una cantidad casi imposible de semen directamente en el útero de la mujer; ella gritó con éxtasis y sorpresa al sentir la caliente y pegajosa carga de su cachorro, quien se esfuerza mucho por no caer por el cansancio, sintiendo como el "Overdrive" se desactiva. Shinji cayó sobre la mujer aun soltando semen dentro de ella, ambos jadeantes y sudorosos, pero con una sonrisa en el rostro de la dama.
— Eso… es justo… lo que necesitaba… — La mujer comentó con un brazo sobre el rostro, sintiendo como él miembro del chico se encoge y sale lentamente de su interior.
— ¿Por qué… Creaste algo a-… así? — Shinji intentó quitar su peso de la mujer, lográndolo a medias.
— Un viejo cerdo… Llevaba mucho tiempo fastidiándome… — La mujer de a poco fue recuperando el aliento. — Siempre insinuando… Así que decidí crear algo que le hiciera imposible poder utilizar ese asqueroso pito suyo… — La mujer se movió de lado junto a su cachorro, quedando acostados frente al otro para verse y ella abrazarlo de la cintura. — Cuando terminé el prototipo, pensé en que sería grandioso tener una que haga disfrutar a mi pareja y a mi del sexo… Que es el tuyo… —
— Entonces… ¿Eras una desarrolladora como Ritsuko…? —
— Más como su madre Naoko… pero si… algo similar… —
— ¿Qué pasó…? ¿Acaso…? —
— Un fin de semana "accedí" a sus insinuaciones para encajar el supresor… Obvio me despidieron y arruinaron mi reputación tanto como pudieron… Ese viejo seboso sufrió una operación para retirar el supresor, pero terminaron castrándolo. jeje. — La mujer claramente está satisfecha del resultado de sus acciones. — Es por eso que soy una prostituta ahora… Realmente no tuve muchas opciones, también me mudé a TOKIO-3 mientras ellos seguían batallando con ese infeliz… —
— Disculpa… — La voz de Shinji fue suave, casi un susurro que solo la mujer pudo escuchar, con cierta culpa en sus ojos.
— Oh~ mi amor, no tienes porqué disculparte… Lo hecho hecho está… — Después de esas palabras, ambos quedaron en silencio, abrazados, con la mujer soltando semen de su interior, tomando al piloto de las nalgas para presionarlo contra ella; Shinji la abrazó del torso, enterrando su rostro entre los senos suaves y húmedos de la mujer.
— Soy piloto de NERV… Así que no tengo autoridad, pero… — Shinji sacó su rostro del busto de la Loba para mirarla a los ojos. — A lo mejor puedo decir algo… Tal vez pueda apelar para que le den un lugar… algún puesto… —
Los ojos del muchacho eran sinceros, pero claramente ni siquiera él estaba seguro de conseguir algo, y por su estado actual, es aún menos probable… Aún así, los ojos de la mujer adquirieron cierto brillo; esperanza, y la seguridad de que no se equivocó cuando encajó el anillo en su cachorro.
— Soy Shinji Ikari… —
— Sumire Nagara… Ha sido un inmenso~ placer conocerte, Shinji… — Después de todo eso, ambos sellaron un beso que pareció perderse en toda la acción. — Vamos a aprovechar el tiempo que nos queda para tomar un merecido baño. —
La mujer se levantó con una sonrisa coqueta. — ¿Vamos? — Shinji comenzó a levantarse con incomodidad, después de todo, el "Overdrive" exige bastante al cuerpo.
Ambos recogieron sus pertenencias, y tomados de la mano, caminaron a paso algo rápido a los baños al final del pasillo, justo a la izquierda de la puerta de personal; Desde la sala de monitoreo, tres féminas salen con expresiones complicadas y sentimientos encontrados, pero con un pensamiento en común.
'La LOBA tiene mucha condenada suerte'
Bañándose con agua fresca bajo una regadera fija, Sumire enseña a su cachorro a concluir una buena sesión de sexo, besándose y acariciándose, siendo ella la encargada de levantar el miembro sobre exigido de su muchacho, un procedimiento final para que el "Overdrive" no genere algún efecto secundario no previsto. Ambos se manosean y besan antes de involucrar al jabón, y después de que este fuera lavado; Sumire entregó todo esa noche lluviosa a su Cachorro, y Shinji contestó de igual manera… Aun en su estado, sigue siendo de corazón noble.
'Esta agua… no es roja…' Pensó el adolescente secretamente maravillado por algo que consideró imposible.
