-Fue mi culpa. Yo la conduje a esto. – Susurró Bonolenov llorando tras haber enterrado a Shizuku. La octava pata de la Araña fue enterrada en el jardín a escondidas de Chrollo y cualquier persona, eligiendo la discreción para evitar levantar cualquier sospecha o mal olor que pudiera incriminarlos.
Por su parte, Machi no quiso contestar inmediatamente la afirmación de Bonolenov. Claro, el comportamiento de Bonolenov había sido terrible con Shizuku, al acceder a tan desbalanceada relación, sin embargo, Machi dudaba que lo que hubiera pasado fuera un suicidio. La forma en la que todo se había movido había sido muy inusual y rara; sabía que había algo sospechoso moviéndose adentro.
-Ella no se suicido. – Dijo Machi finalmente.
-Pero, ella tenía en su mando mi rastrillo, era obvio que…
-Lo tenía en su mano derecha. Pero ella es zurda. Además ¿No te parece raro que haya agua en su bañera, aunque nunca la usó, e incluso tenía planes de matarse antes de entrar a ella? – Contestó Machi.
-¿Sugieres que yo la maté? – Contestó Bonolenov indignado.
Machi negó con su cabeza.
-Tenemos a un asesino dentro de nuestra casa. Y creo que ambos sabemos quien es. – Contestó Machi.
Bonolenov miró a Machi horrorizado al ir conectando los puntos de aquella afirmación.
Habitación de Chrollo y Machi medio día
- ¿Me podrías acompañar un rato afuera Kalluto? – Preguntó Machi a Kalluto con un tono de voz mucho más serio de lo habitual.
El joven Zoldyck acababa de llegar como relevo de Machi para cuidar de Chrollo se sintió extrañado por el pedido de Machi.
- ¿No debería quedarme al lado del jefe para que tu descanses un poco? – Preguntó Kalluto.
Lo mejor es que la acompañes… ella necesita ir a la clínica a unos análisis médicos… para la bebé… - Dijo Chrollo con la voz débil.
- ¿Pero quien se quedará entonces?
- Yo estaré bien… Bono debería llegar pronto… - Dijo Chrollo, mientras Machi conducía a Kalluto fuera de la habitación al exterior de la casa.
Kalluto sentía miedo al salir poco a poco de aquel lugar y comenzar a andar, sintiéndose acechado y vulnerable. Algo en la forma en la que se movía Machi le daba mala espina, sin embargo, antes de que pudiera elegir entre huir y o luchar, sintió su cuerpo envuelto en hilos, dándose cuenta muy tarde en la trampa que había caído.
- Dime Kalluto. ¿Tu mataste a Shizuku? – Preguntó Machi con una voz gélida.
Kalluto no podía contestar. Se sentía aterrado y lo peor era que ese error había sido su culpa. Ahora no había escapatoria, sin embargo, una parte de el sentía que quizá podía apelar a los sentimientos de Machi una vez más; quizá había aún una escapatoria. Tal vez aún podía huir…
- Tu silencio solo te incrimina más. – Dijo Machi, tras lo cual le cortó de tajo ambos brazos, haciéndolo gritar de agonía.
- ¡No… no lo hice! – Trató de mentir Kalluto. ¡Mierda! ¡Había descuidado su coartada! Por tratar de ir contra el miembro más desprotegido, ahora lo iba a pagar caro.
- ¿Dime, la mataste? – Volvió a interrogar Machi apretando sus hilos.
- ¡No, por favor no lo hice! – Kalluto gritó.
Si bien Kalluto tenía entrenamiento contra tortura el perder dos de sus brazos de golpe le era demasiado traumático, aún para sus estándares. ¡Y todo por hacerle caso a Milluki! Si tan solo no hubiera decidido ir contra la Araña en aquel momento… Bueno, la verdad es que sin importar el ir o no contra la Araña en ese momento todas sus opciones eran igual de malas. Traicionar a la Brigada Fantasma no hubiera sido peor que ser atrapado por la Asociación de Cazadores, quizá ellos también lo hubieran torturado. ¡Y todo por seguir las ordenes de Milliki y tratar de traicionar a la Araña! ¿Qué ganaba traicionando a aquellos que hasta ese entonces tan bien lo habían acogido? Seguramente estaba obteniendo lo que merecía. Quizá aún podía pedir clemencia y ofrecerles ir por Kurapika a cambio de su vida. Sin embargo, antes de poder decir algo para defenderse sintió un hilo en su cuello. Era su fin, ahora no se esperarían a que dijera si o no, simplemente le cercenarían el cuello.
- ¿Mataste a Shizuku? – volvió a preguntar Machi.
Kalluto, desesperado por no perder la cabeza, pensó que, quizá, si le decía la verdad viviría, por lo que gritó a todo pulmón:
- ¡Yo la mate! ¡Por favor perdóname! ¡Solo seguía ordenes!
Ahora, Kalluto había pecado de ingenuo. Rápidamente Machi procedió a cortar el cuello del joven Zoldyck.
Machi volvió a la casa de los Zoldyck ahora con el ensangrentado cuerpo de Kalluto, el cual ocultó en uno de los congeladores de aquella casa, sintiéndose aliviada de haber lidiado con otro traidor, tarareando y con la mente delirando en la magnifica venganza que orquestarían ya que vendieran las antigüedades.
Sin embargo, lo que ella no sabía era que, a cientos de kilómetros de distancia, ella era observada. Milluki gritó estupefacto al ver en su monitor la imagen de su hermano decapitado siendo conducido por aquella casa como si se tratara de un león cazado de trofeo. El mismo había diseñado cámaras de seguridad ocultas para que Kalluto las tuviera listas y el pudiera monitorear sus movimientos y alertarlo de cualquier problema inminente; sin embargo, nunca pensó que semejante cosa pudiera ocurrirle a su hermanito.
Ahora no sabía como su familia iba a reaccionar ante la muerte de un hijo más y menos como iba a explicarles que, en vez de ayudar a Kalluto a acabar de raíz con ese problema dejo que la situación se agravara al dejarle todo en sus manos. Ahora, siendo el único Zoldyck que no había desertado o muerto a Milluki no le quedaba más que ponerse en acción y vengar a su familia.
Pronto Milluki se paró de su silla y tomó uno de sus tantos teléfonos celulares, marcando un número familiar.
- Habla Kurapika. ¿Qué necesita? – Escuchó Milluki por el celular.
- Creo que ya nos conocemos. Mi nombre es Milluki Zoldyck. – Dijo Milluki, aguantando la rabia y tristeza que sentía por su pérdida, completamente serio y determinado a hacer pagar a aquellos engendros del demonio que se habían atrevido a matar a su hermano.
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Bien, otro capitulo, cada vez más cerca del final, donde mostramos las verdaderas intenciones del segundo hijo de los Zoldycks. ¡Muahaha!
Monnies: Bueno, aquí el final de las especulaciones, mostrando la verdadera intenciones de Milluki al unírsele a Kurapika. Se suponía que quería actualizar uno de mis fanfics de One Piece para aguantar la semana de descanso de Odachi y el dramón del capítulo 1098, pero al final me entró la loquera y acabé actualizando mi fanfic de HxH. ¡Muahahaha!
Saludos a todos mis lectores y por favor apriétense los cinturones, porque de aquí la cosa solo se irá haciéndose cada vez peor.
