Micro salió de la escuela al atardecer. Ayudar en la cocina le arrebató varias horas de su día y lo único que deseaba era llegar a casa y descansar frente a la computadora.

Mientras esperaba el bus en el paradero, una camioneta roja se detuvo frente a él. La manejaba AJ, quien se ofreció amablemente a llevarlo.

—No te preocupes, el bus debe estar por llegar.

Respondió Micro Chips a la inesperada gentileza.

—Insisto, sube a la camioneta. Hay ciertos "temas" que debemos conversar.

Sin querer molestar a otro Apple, Micro aceptó la oferta. Se sorprendió al notar lo bien cuidado que estaba el interior del vehículo. El tapizado se encontraba libre de manchas y sin cicatrices, la alfombra había sido aspirada recientemente y el cromado interior relucía impecable.

—A Big Mac le gusta engrasarse las manos en sus ratos muertos. Gracias a él, la camioneta se mantiene cómo recién salida de la fábrica.

—Y se nota ¿Tu hermano ha pensado estudiar mecánica?

—Cuando yo y AppleBloom terminemos la universidad.

—¿Planeas ir a la universidad?

AJ le dedicó una mirada sucia.

—No lo tomes a mal, claro que puedes ir a la universidad, pero nunca te vi aplicada a los libros.

—Lo mismo digo de tí. Siempre te vi cómo alguien cobarde y pervertido.

Luego de unos segundos de silencio, Micro preguntó:

—¿y no vas a decir algo más?

—No. Que hubieses ayudado a Twilight en el almuerzo no significa que cambie mi opinión.

Ahora le toca a Micro darle una sucia mirada. La dama ni se inmutó.

—No me gusta la idea de que pases tiempo con Twilight. Ella es tan pura e inocente que tiene dificultades para juzgar a los demás, y temo que un pervertido cómo tú le ponga, literalmente, las manos encima.

Micro Chips guardó silencio, tanto para pensar en una respuesta como para tragarse las malas palabras.

—En primer lugar, Twilight no es una niña pequeña, sino una mujer bastante madura para su edad. En segundo lugar, ella ha tenido varios novios, uno de los cuales converso, y puedo asegurarte que tu "pura e inocente" amiga no lo es tanto. Y en tercer lugar...

Micro se detuvo, sin saber cómo refutar.

No podía negar que era pervertido. En más de una ocasión lo habían pillado mirando los escotes de sus compañeras, y fue el primero de sus amigos en descargar videos eróticos. Decir que no era pervertido sería una mentira tan grande como afirmar que la tierra era plana.

—¿Y bien, qué ibas a decir? —preguntó AJ— ¿Que no nos miras el trasero cuando jugamos volleyball?

—Admito que las hormonas me suelen jugar una mala pasada, a todos nos pasa, pero eso no significa que sea un pervertido. ¿O acaso nunca te quedaste mirando a algún chico en la playa?

Applejack bufó.

—Sin contar que mis únicas intenciones con Sparkle son hacer la tarea, nada más. Ni un coqueteo, ni una cita, ni 30 minutos en los camarines.

La chica permaneció dubitativa por largos segundos.

Applejack poseía un don para detectar mentiras, además de ser hábil analizando a las personas, hasta el punto de saber cuando Rarity tenía un nuevo novio con solo mirarle los ojos. Su experiencia le indicaba que Micro mentía y tenía otras intenciones con su amiga; sin embargo, su instinto decía lo contrario, que Micro hablaba con la verdad y no poseía malas intenciones.

Fue entonces cuando Aj planteó la única pregunta que podría esclarecer todo:

—¿Y por qué necesitas tanto una buena nota? eres de los más listos en la escuela, una mala nota no evitará que ingreses a la universidad.

—Puede que no, pero necesito unas buenas notas para postular a las becas.

Ahora AJ estaba más extrañada.

—¿No tu madre gana millones administrando el centro comercial? Ella podría pagar tu carrera con ahorrar 5 minutos, sin contar que tu padre es un coronel de las fuerzas armadas.

—Pues perdona por tener integridad y querer cumplir mis metas sin depender de los demás.

Applejack guardó silencio, sorprendida.

"Parece que la expectativa que tenía de ti estaba errada", pensó ella, por al menos tres segundos, cuando notó que Micro mantenía la vista sobre sus pezones.

—Mis ojos están aquí arriba.

—lo sé —susurró el chico. Rápidamente se corrigió, ofreciendo muchas disculpas.

Applejack se limitó a rodar los ojos y continuar manejando. No era tan cruel para abandonarlo en medio del camino.


El aburrimiento inundó a Applejack al quedar atrapada en un atasco en la carretera. No conocía bien los suburbios donde vivía Micro y tomó la ruta más concurrida.

Sin querer usar su teléfono mientras manejaba

(seguridad vial primero) decidió iniciar una pequeña charla con el chico.

—¿Cómo es tu hermana?

—¿Perdona?— respondió Micro, sorprendido por la pregunta.

—Cómo es convivir con ella ¿se ignoran?¿se pelean?

—Bueno, al principio fue difícil. Ella estaba acostumbrada a tener una sirvienta y yo a hacer todo por mi mismo. Los primeros días me dejaba solo con la limpieza, hasta que Laurel se dio cuenta y le dio un ultimátum. O ayudaba en la casa o utilizará sus fotos de pequeña para promocionar artículos de bebé en el centro comercial.

—No creo que tu mamá aprobara la idea —dijo applejack

—Puede que no, pero sirvió para que Sunny ayudara en la casa.

—Tuvo que costarle mucho dejar de ser una niña mimada.

—Más de lo que crees. Cada dos por tres tenía que ayudarla en limpiar la alfombra o enseñarle cómo se programa la lavadora. Ni hablar de la piscina. He tenido que desmontar la bomba de agua cómo tres veces porque acomodaba mal las pastillas de cloro.

—Y en qué momento se empezaron a llevar bien.

—No recuerdo bien, pero creo que fue cuando…

La voz de Micro se fue apagando. Hace mucho que no rememoraba esa noche y el remolino de sentimientos que sufrió.

Applejack, tras notar el cambio de humor, decidió hablar sobre Applebloom y lo difícil que era lidiar con una preadolescente. Cuando Micro se recompuso, volvió a preguntar sobre Sunny.

—¿Y practica algún pasatiempo?

—Le gustan las artes marciales, sobre todo el Taekwondo.

—Espero que no seas usado como saco de boxeo.

—Por suerte ya tiene uno, aparte de un montón de protección y esas almohadas que se ponen en los brazos para recibir patadas.

—Debe ser una buena peleadora.

—Eso parece —respondió micro— nunca la he visto pelear y no estoy muy seguro de querer asistir al próximo combate. Con solo pensar que la puedan dañar hace que sienta ñañaras por dentro.

Applejack se limitó de comentar. Ya había escuchado algo similar por parte de Fluttershy cuando opinaba sobre el hipódromo o las carreras de caballos. Ambos emitían esa aura reconfortante, característica de todos los médicos y veterinarios.

—Supongo que Laurel piensa lo contrario.

—Totalmente. Es más, Sunny suele practicar con él los fines de semana. Aunque más que entrebamiento, casi parecen que se estuvieran desquitando. Ambos tienen su carácter y terminan discutiendo casi todas las semanas.

—¿Qué me dices de Sunbed, cómo es en comparación a su hija? —preguntó applejack mientras tomaba la salida hacia los suburbios.

—Suele ser más diplomática. Es la mediadora en las discusiones y suele tener la última palabra. Eso sí, da escalofríos cuando está enojada. Ella no te enviará a tu cuarto, ni te quitará el teléfono cuando esté molesta. Solo guardará silencio y esperará al momento adecuado para vengarse.

—Ya te ha pasado, ¿verdad?

Micro asintió —Solo diré que han pasado varias semanas desde que bebí leche directamente de la caja.

Tras decir eso, tomó su mochila y bajó de la camioneta.

—¿Seguro que no quieres que te deje en la entrada?

—No, gracias. Lo último que necesito es que Sunny piense que estoy saliendo contigo ¡No dijo que seas fea ni nada por el estilo! Eres hermosa, tienes uno de los cuerpos más bonitos que he visto, y... mejor entro a mi casa."

Dicho esto, se fue cómo perro con la cola entre las patas.

Applejack esperó a que Micro entrara antes de manejar hacia su casa. En medio del camino, sacó el teléfono para realizar una llamada.

—Oh, hola, Applejack ¿Cómo te fue con Micro Chips? —dijo la suave voz de Rarity.

—Mejor de lo que esperaba— comentó AJ. — Velvet Sky dijo la verdad sobre Micro. El quiere acercarse a Twilight por la tarea.

Applejack escuchó un "neeeeeerd" al otro lado de la línea.

Tras propinar un almohadazo, Rarity preguntó:

—¿Y qué más?

—Debemos evitar que Twi lleve falda o algún tipo de escote, Micro no dejaba de verme las tetas mientras manejaba.

—No me sorprende. Seguía mirándome el trasero a pesar de estar saliendo con esa chica de la cristal prep. Hablando de ella ¿Le preguntaste por qué rompieron?

—Solo le pregunté por Sunny. Todo apunta a que sigue siendo una bully. Lo hubieras visto cuando lo dejé en su casa. Estaba asustado porque lo vieran conmigo, cómo si Sunny lo molestara por salir con una mujer.

—Lo más probable es que aún no supere a su ex-novia —comentó Rarity— Creme, uno hace estupideces cuando le rompen el corazón. Ahora vuelve a casa y descansa por la noche. Mañana veremos cómo ayudar a Twilight.

—Está bien, que descanses — dijo al terminar la llamada.

Applejack suspiro cansada. No se sentía cómoda al entrometerse en la vida de Twilight, mucho menos cotilleando la vida privada de Micro.

—Esperemos que todo salga bien.