En otra parte de la selva, Pepillo conspira con sus sobrinos Roy, Carina y la colada de Gabi para ejecutar su siniestro plan.
Pepillo: (sonríe maliciosamente) Bien, chicos, ha llegado el momento de que los humanos hagan el trabajo sucio por nosotros. Escuchen atentamente.
Pepillo relata su plan mientras se imagina su triunfal victoria.
Pepillo: Crearemos un conflicto entre las tribus de guacamayos azules y rojos. Cuando estén en guerra, aprovecharemos para que los azules sean derrotados y desplazados hacia la Zona Este, sin saber que están siendo llevados directo a la destrucción de los taladores. Será un espectáculo tan magnífico que nadie sospechará.
Pepillo se imagina a sí mismo sentado en un trono hecho con huesos de guacamayo, sosteniendo el cráneo de Blue.
Roy: (intentando ser cauteloso) Pero, tío, ¿qué tal si las cosas no salen como las planeas?
Pepillo: ¡No me interrumpas, Roy! Este es mi momento. (Ríe malévolamente.)
Pepillo se da cuenta de que los monos están en la cima de un árbol.
Pepillo: Ahí hay una oportunidad. (Sube al árbol con la ayuda de sus sobrinos y toma una banana.
Se acerca a los monos y les ofrece la banana como soborno para que lleven a cabo su parte en el plan.
Pepillo: Tienen que traerme a un guacamayo azul con una cangurera. A cambio, tendrán esta deliciosa banana. ¿Entendido?
Los monos aceptan el trato y se alejan con la banana.
Roy: ¿Crees que funcionará, tío?
Pepillo: Con un acto tan grandioso que nadie sospeche, seremos los amos de la selva. (Ríe maquiavélicamente.) Gabi, asegúrate de que nada arruine mi momento.
Gabi: ¡Oh, sí, mi Pepillito hermoso! Haré que sea "para morirse" y les daremos un poco de venenoso amor.
Intenta reírse malévolamente, pero Pepillo la calla, insistiendo en que es su momento.
Gabi: Ok, te amo. (Le manda un beso con sus ancas de rana).
Pepillo la mira con cara de asco, y sus sobrinos opinan que harían una linda pareja.
Gabi: Jeje, gracias por el cumplido.
