- ¡Que delicia de ensalada! ¡Jamás pensé que combinar langosta con piña y tocino pudiera ser tan sabroso! ¡Si tan solo Franklin pudiera probar esto! – exclamó Shizuku con la boca aún llena.

- Shizuku, tu cenaste eso hace dos días. – gruñó Phinks en voz baja.

- De hecho, esta es la cuarta vez que ordenamos comida de ese restaurante esta semana. – aclaró Bonolenov.

- ¿Ordenar en el Ukusno* House cuatro veces por semana?¡Suena como un despilfarro! – chilló Shizuku sorprendida.

- Hay restaurantes más caros, a decir verdad. Además, el jefe nos invitó con el dinero del robo de la mansión de ese político de Rokario, así que no tenemos que preocuparnos. – intervino Nobunaga mientras remojaba un pedazo de pollo frito en salsa agridulce.

- Eso lo se, pero sigue siendo muy caro para una comida. Aunque claro, mientras sea una vez por semana o una vez por mes no me parece mala idea. – contestó Shizuku.

Phinks solamente se quedaba viendo el plato desechable donde reposaba su orden sin decir nada. Algo en el le hacía sentir incomodo al comer comida de un restaurante caro de forma tan regular y desmedida. Aquella orden del Ukusno House no había sido la primera cena de este tipo que habían tenido, pues por alguna razón rara desde que salieron del continente obscuro Chrollo insistía en pedir comida de restaurantes de forma muy regular y si bien era algo a lo que estaban acostumbrados a hacer antes, últimamente a Chrollo le había dado la manía de comprar para ellos solo en cadenas de restaurantes caras y

famosas. Incluso si se trataba de un simple antojo, Chrollo no dudaba en comprar (o en ocasiones robar) de algún lugar moderno y lujoso. Phinks trato de mordisquear su empanada de rosbif y espinaca, haciendo un esfuerzo por tragarse aquel mordisco. Quizá era porque su idiosincrasia meteorense le había hecho tener cuidado a la hora de hacer gastos, quizá era por que su simple paladar era feliz con sopas instantáneas y frutas de temporada, tal vez era porque le desesperaba que Shizuku ordenara siempre la misma mentada ensalada en cada restaurante y se le olvidara haberla comido a los pocos días o quizá podía ser el simple hecho de que se sentía egoísta y vacío al disfrutar de tales manjares sin tener a Feitan a su lado; sin importar la razón verdadera algo de esos banquetes le estaba incomodando bastante. Phinks frunció el ceño al pensar en Feitan. A Phinks le costaba mucho superar lo que le pasó a aquel torturador petiso y sentía impotencia cada vez que recordaba como había terminado la vida de aquel tipo. Casi todas las noches despertaba con pesadillas en las que veía a un Feitan deformado, rogando como si fuera una víctima de sus propias torturas mientras su cuerpo se iba volviendo cada vez más putrefacto e irreconocible. Y lo peor es que aquel suceso había ocurrido tan rápido que la Araña ni siquiera había sido capaz de darle un funeral o entierro digno, ellos simplemente habían huido por sus vidas dejando al pobre cuerpo de Feitan deshacerse en aquella horrible tierra salvaje. Phinks quería llorar por Feitan, quería rezar por su alma, embalsamar su cuerpo y enterrarlo en su tierra natal, pero aquella expedición, aquella maldita expedición...

Un murmullo le apartó de sus pensamientos.

- ¿Puedo hacerte una pregunta sobre el jefe y Machi? – dijo Kalluto agarrando la manga de su chamarra deportiva.

- Oh, claro. No hay problema. – contestó Phinks, ligeramente incomodo al percatarse de la ausencia de ambos en el improvisado comedor de la catacumba que tenían por escondite.

Phinks usualmente odiaba a los niños, pero a una parte de el le agradaba ser la figura paterna de Kalluto, pues lo consideraba un chico maduro e inteligente el cual, pese a sus tremendas habilidades, seguía siendo muy vulnerable y necesitaba de guía para moverse en aquel obscuro mundo del crimen.

- ¿El jefe esta tratando de embarazar a Machi? – preguntó inocentemente Kalluto.

Phinks sintió como se le iba el color de la piel al escuchar esa pregunta y trato de tomar aire antes de contestar la duda del pequeño Zoldyk.

- ¿Qué te hace pensar eso? – murmuró Phinks tratando de sonar comprensivo ante su pequeño camarada.

- Los he visto tener relaciones sexuales muchas veces. Trato de no mirar lo que hacen, pero a veces simplemente llego y me los encuentro haciendo "esas cosas".

Phinks tragó saliva sintiendo pena ajena, al darse cuenta que el no había sido el único que había tenido la "suerte" de encontrar a su jefe con los pantalones abajo literalmente. Antes de los sucesos del Continente Obscuro la sexualidad de Chrollo no era tema. De las posibles aventuras de su jefe Phinks no sabía ni quería saber. Después de todo Chrollo no solía hablar mucho de sexo, a lo mucho Phinks lo habría escuchado una o dos veces referirse vagamente a un encuentro de una noche en algún momento indefinido de su vida. Y hasta donde

el sabía, Chrollo jamás había mostrado atracción sexual y mucho menos romántica hacia nadie y menos aún hacia algún miembro araña. Sin embargo, tan pronto como regresaron del Continente Obscuro, la vida sexual Chrollo dio un giro de 180 grados, mostrándose anormalmente sexual e insufriblemente romántico con Machi, pese a que antes de su viaje ninguno haya mostrado nada de atracción amorosa entre ellos. Súbitamente Chrollo paso de tener la vida sexual de un monje a coger como un conejo, teniendo salvajes encuentros cada vez que era dejado solo con Machi y siendo a menudo indiscreto.

Phinks recordaba incomodo como una noche, mientras robaban telescopios antiguos del Museo de Ciencias de Padokia, Chrollo llegó junto a Machi a ayudarlos con el golpe final, teniendo este el torso descubierto e invadido de rastros de brillo labial y marcas de mordidas, mientras que a Machi se le había olvidado ponerse la ropa interior debajo del vestido blanco que estaba usando, dando un espectáculo erótico involuntario, cada vez que algo de viento levantaba la tela de aquella prenda. Sin duda esos dos tenían que tener más discreción y cuidado, en especial ahora que Kalluto estaba prácticamente viviendo con ellos.

- Bueno, Kalluto. No creo que Chrollo o Machi quieran tener un bebé. – contestó Phinks en voz baja, rezando por que en verdad ninguno de ellos tuviera eso en mente, pues odiaba la idea de tener que cuidar de otro niño que no fuera Kalluto y que, para el colmo, ese niño fuera un costal de caca y mocos que no podía pelear ni tomar algo que no fuera leche.

- ¿Entonces porque tienen relaciones todo el tiempo? – preguntó Kalluto.

- Bueno, no se si debería decirte esto, pero las personas adultas a veces tienen relaciones para divertirse y mostrar cariño. No siempre hay bebés tras tener sexo.

- ¿Y cómo pueden hacer eso sin que salgan un bebé? – preguntó con curiosidad Kalluto.

- Pues, hay muchos aparatos y cosas para que no "crezcan" bebés en el cuerpo. – explicó Phinks mientras mordía un pedazo de empanada- E incluso hay técnicas que permiten que las mujeres se deshagan del bebé que esta en su cuerpo...

- Oh, creo que escuche de eso antes. Cuando mi madre se embarazó ella y mi padre no querían más hijos. Así que se tomo unas pastillas y desapareció el bebé de su panza. Mi padre dijo que fue porque el bebé iba a ser una niña discapacitada y que no aguantaría nuestro entrenamiento, así que creo que fue algo bueno que se fuera. .–dijo Kalluto inocentemente.

Phinks estuvo a punto de atragantarse con su empanada al escuchar la forma en la que Kalluto le había confesado tan casualmente aquel episodio familiar tan intenso. Definitivamente crecer con esos asesinos millonarios tenía un efecto nocivo en los niños.

- Bueno, en fin, retomando lo que te decía, el sexo sirve para mostrar amor, de hecho, también hay gente que tiene sexo incluso si no pueden tener hijos, como los ancianos, las mujeres que les gustan otras mujeres o los hombres que les gustan otros hombres...

- ¿Cómo tu y Feitan? – preguntó Kalluto ingenuamente tras dar un sorbo a su malteada de frambuesa.

Súbitamente la mirada de Phinks se endureció, tornándose furiosa y sombría. Había una regla no escrita en la Araña que consistía en no indagar nada respecto a las relaciones sentimentales del resto de los miembros, especialmente en el caso de Phinks y Feitan. Aquella relación había sido un secreto abierto por años y obviamente la muerte de Feitan había perturbado a Phinks profundamente y cualquier mención a el disparaba lo peor de su carácter.

- ¡Mocoso pervertido! ¿Estuviste espiandonos? – rugió Phinks dándole una fuerte bofetada a Kalluto - ¿Cómo te atreves a hacer eso? ¡Pedazo de mierda! – gritó mientras agarraba al pequeño de sus brazos con brutalidad y crudeza- ¿Te muy crees gracioso? ¿Crees que es gracioso lo que Feitan y yo teníamos? ¡Responde hijo de la chingada! – gritó arrojando a Kalluto directo contra la pared de aquel sitio.

Rápidamente Nobunaga y Bonolenov se pararon a inmovilizar a Phinks, mientras que Shizuku corrió a atender al niño.

- ¡Dios mío, Phinks! ¡Kalluto es un niño, no puedes maltratarlo así! – gritó Bonolenov sosteniendo el brazo de Phinks firmemente.

- ¡Se lo buscó! ¡Ese maldito niño me provocó! ¡El se burló de mi y

de Feitan! ¡Nos espío por morbo en el Continente Obscuro!

¡Merece castigo!

- Por favor, no podemos perder otro miembro por tus berrinches. –

argumentó Nobunaga.

- ¡Que nos importa ese pinche mocoso privilegiado! ¡El no puede

llegar aquí y hacer lo que se le salga de los huevos! ¿A caso no respetas la memoria de Feitan? –gritó colérico.

Kalluto, pese a estar adolorido del golpe pudo levantarse sin ayuda de Shizuku, dirigiéndose a Phinks lentamente.

- Yo... no sabía que había hecho algo malo... lo siento. Siento mucho lo de Feitan, yo también lo extraño. – se disculpó claramente arrepentido.

- ¡Tu no lo conociste ni cinco putos años! ¿Sabes cuando yo conocí a Feitan? ¡Cuando el era como diez centímetros más alto que yo, chingados! ¡El enano me enseñó a leer, cabrón! ¡El y yo nos conocimos porque no teníamos a nadie más! ¡Tu siempre tuviste a tu pinche familia de asesinos ricos! ¡El y yo no teníamos nada! ¡Nada! - chilló histérico Phinks, al borde de las lágrimas.

- Por favor, lo siento, no sabía que te lastimaba. No quería hacerte enojar, por favor perdóname... - sin embargo, antes de que terminara de expresar su disculpa aparecieron Chrollo y Machi.

Súbitamente, Phinks se paralizo ante su presencia, guardando automáticamente su compostura, mientras que el resto lo soltó sin decir nada. Phinks trató de ignorar el hecho de la cabellera de ambos estaba completamente despeinada, o como Chrollo andaba en boxers de pijamas a media tarde y Machi solamente llevaba puesto un vestido muy desgastado, el cual parecía estar manchada de algún tipo de fluido corporal. "¡Que sinvergüenzas!" pensó Phinks al verlos, pues el estaba seguro que si Feitan y el hubieran aparecido en semejantes fachas obscenas hubieran sido tachados de depravados. La hipocresía del mundo pues.

- ¿Ocurre algo? – preguntó Chrollo.

- No, claro que no. – contestaron todos en unísono, fingiendo que

la discusión de hace un momento jamás había acontecido.

- Me alegra. Por cierto. ¿Alguien tiene algo de Paracetamol? – dijo Chrollo sonriendo mientras rascaba su cabeza.

- Es la segunda vez que te damos paracetamol este día jefe. ¿Estás bien? – contestó Nobunaga mientras le entregaba una cajita con pastillas que había sacado de su bolsillo.

- Claro, solo me siento un poco mareado y con algo de dolor de cabeza. Nada grave.

- Usted debería irse a checar a un médico. Los dolores de cabeza frecuentes pueden ser síntomas de anemia. – comentó Shizuku.

- Me hice una prueba de sangre hace tres días y aparénteme no tengo ningún problema. Así que despreocúpense. – contestó Chrollo sonriendo.

- Quizá entonces sea un tumor en el cerebro. Mi hermana mayor murió de un tumor en el cerebro y todo empezó con dolores de cabeza. – insistió Shizuku preocupada.

- No creo que el jefe tenga nada de eso Shizuku, lo mejor por ahora es pensar en positivo y no decir cosas tan macabras. – sugirió Bonolenov.

- Bono tiene razón, no hay que pensar en cosas macabras. – exclamó Chrollo - Ahora, concentrémonos, tengo que discutir sobre el atraco que haremos mañana a las once...

XXX

Bueno, tal parece que me inspiro fácilmente a la hora de escribir dramas y tragedias, de allí que ya este este capítulo disponible. ¡Muahahaha!

Monnie´s: Ay, pues que decir de mi novio. El es una de las personas más lindas y especiales con las que comparto mi vida, así como la inspiración de varios de mis fanfics y cosas frikis. Como siempre agradezco tus comentarios y te mando saludos a ti y a tus hermanas, deseándoles lo mejor del mundo.

Nota: *Ukusno significa "delicioso" en idioma croata.