Advertencia: En este capítulo hay mención de abuso sexual.
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- ¿Sabes que tu resistencia ante mi solo hace que me exite? – dijo Hisoka sonriendo lujuriosamente a Machi, quien se esforzaba por safarze de aquel depravado payaso y su asquerosa goma rosa.
Machi estaba furiosa y confundida, había hecho todo lo posible por tenderle una emboscada a Hisoka y matarlo cuando menos se lo esperara… ¿Por qué había fallado tan fatalmente en eso? ¿Por qué sus hilos habían sido tan inutiles ante aquella Bungee Gum? ¿Qué había hecho para merecer eso? ¿De verdad Hisoka le iba a pagar así tantos años de relación y tantas veces salvo su salud y su vida?
- Sabes, me ofreciste un combate muy intenso y eso es algo que aprecio. Quizá si fueras menos interesante ya te habría matado, sin embargo tienes potencial, por eso extiendo esta pelea contigo... – decía Hisoka lamiendose los labios.
Machi sintió como aquel hombre le arrancaba la ropa, rompiendola en el proceso. No era la primera vez que Hisoka veía desnuda a aquella ninja, ni la primera vez que el le arrancaba su ropa y mucho menos era la primera vez que el mantenía relaciones sexuales con ella; pero esta vez Hisoka estaba deteminado a que fuera la última.
- Vas a morir maldito payaso inútil. Si no te mato yo, te matarán los demás o el líder y tu serás…- sin embargo, la amenza de Machi fue silenciada por un forzado beso de lengua por parte de Hisoka, quien sonrió deleitado tras despegar sus labios de ella.
- Mon cheri, evita los insultos y amenazas, no quiero llevarme recuerdos tristes de ti. No, yo quiero recordar toda la resistencia que opusiste incluso cuando viste lo inminente que era tu derrota. ¡Quiero ser el último hombre que posea tu cuerpo! – gritó Hisoka mientras se hundía en el cuerpo herido de su desesperada víctima.
Machi no pudó contener sus gritos, los cuales brotaron de sus pulmones como si fuera sangre de una herida. Aquel payaso iba humillarla hasta la muerte…
- Despierta, Machi, todo es un sueño, estoy aquí contigo…– dijo una tenue voz masculina alejando a Machi de aquel angustiosa pesadilla.
Pronto la mujer ninja comenzó a abrir sus ojos, sintiendo una mezcla de cansansio, temor y alivio al despertar abrazada por Chrollo. Machi no quería admitirlo en voz alta, pero lo que Hisoka le había hecho a ella en el Contienente Obscuro aún le seguía afectado: por las noches las pesadillas y sus temores nocturnos le quitaban el sueño y había días en los que le era imposible consentrarse en algo que no fuera su propio dolor o pensamientos sombríos. Había veces que sin razón aparente ella comenzaba a recordarlo todo o incluso a sentir como si de alguna forma Hisoka estuviera allí lastimandola o persiguiendola como en el Continente Obscuro. Machi no le gustaba ni siquiera mencionar el nombre de Hisoka en voz alta, pues sentía como si el solo hecho de decirlo podía revivirlo y atraerlo a ella.
Hablar de ese tema en especifico era casi imposible para ella, pues sentía que no había nadie dentro de la Araña que le diera suficiente confianza para contarle a detalle de ese suceso. Nadie, excepto Chrollo. Por alguna razón tras ese horrible sucseso Chrollo se volvió mucho más protectivo de Machi, manteniendola a su lado todo el tiempo posible y haciendo todo lo posible que ella no se huniera en aquellos horribles recuerdos. Después de todo el fue quien detuvo su violación y la salvó de morir a manos de Hisoka. Fue así como Machi comenzó a depositar toda su confianza en Chrollo, quien simplemente le brindaba su hombro para llorar y secaba sus lágrimas antes de que cualquier otro las viera. Chrollo la había sanado y hasta la fecha el era el único ángel que podía alejar a aquel demonio sonriente que, pese a estar muerto, la perseguía en su mente.
- Disculpame por interrumpir su sueño, jefe. No era mi intención. – susurró Machi.
- No te preocupes. No me despertaste. Yo acababa de salir de la letrina. – dijo sin soltar a Machi.
Machi abrazó a Chrollo con aún maz fuerza, hasta que percibió una mancha de vómito en su camisa de dormir.
- ¿Volviste a vomitar? – preguntó Machi a Chrollo genuinamente preocupada.
- Parece que la comida de Ciudad Meteoro me cayó un poco mal. Al parecer tantas cenas de lujo malacostumbraron mis tripas. – dijo Chrollo taratando de hacerse el gracioso sin conseguir efecto.
- Me preocupa tu salud. -murmuró Machi.
- Hace unas semanas fui a revisar mis radiografías en el hospital. Al parecer solo es estrés y mala alimentación. No hay nada malo escondido en mi. – contestó Chrollo.
- Deberías pedir una segunda opinión.
- Ya me hice examenes de sangre, orina y excremento, además de pruebas de enfermedades de transmisión sexual e incluso examenes de prostatá y de médula osea. Todos salieron negativos.
- No tengo un buen presentimiento de esos examenes. Hay algo que aún se oculta.
- Tranquila, los doctores dicen que estoy muy saludable.
- Cada vez que haces actividades físicas terminas mareado y con dolor de cabeza.
- Es es algo psicológico. Descanzar y comer bien es la clave para curarlo. – contestó sonriendole.
- También has bajado mucho de peso.
- Bueno, deje de comer azúcar y harina hace un par de semanas. Pero no te preocupes, no estoy desnutrido.
- Se te ha comenzado a caer el cabello. – dijo Machi agarrando un montón pelos sueltos que habían quedado depositados en la almohada de Chrollo.
Chrollo hizo silencio por unos segundos. Machi lo había golpeado justo en su vanidad.
- Bueno, creo que me estoy quedando calvo. ¡Ah! Supongo que eso me ahorrara champú en el futuro.– contestó volviendose a tumbar en el las sabanas esforzandose por restarle importancia al asunto.
A decir verdad a Chrollo no le gustaba la idea de perder cabello, sin embargo, lo aceptaba. Pese a siempre haberse visto mucho más joven que su edad biológica, los años finalmente lo habían alcanzando. Machi solo suspiró y eligió no seguir cuestionando al respecto. Ella estaba genuinamente preocupada por la salud de Chrollo y por más que el le afirmara que estaba bien, en el fondo sentía que le estaba mintiendo.
- Solo hazme una promesa, jefe. – dijo Machi poniendo su mano en el rostro de Chrollo.
- Dime.
- No te mueras. – dijo Machi, tratando de ocultar el miedo que le producía pensar en la posible muerte de quien era su salvador y líder supremo.
- No moriré, no aún. No me moriré hasta que haya escrito un libro, plantado un arbol o tenido un hijo. – dijo abrazando a Machi.
- ¿Crees que es buena idea tener hijos? ¿Después de todo lo que hemos hecho y pasado?– preguntó Machi en voz baja.
- Tu serías una excelente madre.
- ¿Nuestro hijo sería otra pata de la Araña? ¿O decidiría su propio camino? – preguntó seriamente.
"¡Ring, ring, ring! ¡Ring, ring, ring!" chilló el cellular de Chrollo, evitando que el respondiera la pregunta de Machi.
- ¡Oh! ¡Hola, Bono! ¿Pasa algo?
- ¿Sigues en Ciudad Meteoro, jefe?
- Si. Ustedes estaban en camino acá tambien ¿no?
- Si aunque por ahora es algo complicado… ¿Te desperté muy temprano hoy? – preguntó Bonolenov con una voz preocupada.
- Son las cinco y cuarto, pero ya estaba despierto desde hace rato. ¿Ocurre algo?
- Tiene que ver con Feitan y el Continente Obscuro. ¿Tienes la aplicación de del períodico "Times of York New" en tu teléfono?
- Si. ¿Por qué preguntas eso?
El hombre vendado hizo una pausa larga, permitiendo que se escucharan en el fondo varios gritos histericos e insultos, al parecer de Phinks.
- El Reino de Kakin tiene el cuerpo de Feitan y lo pondrán en una exhibición en el Real Museo de Antropología y Naturaleza. Será parte de una exhibición de objetos recolectados del Continente Obscuro.
- ¿Qué? ¿Seguro que lo tienen? ¿No será una confusión o malentendido?
- ¡Claro que es el! ¡Tiene las mismas cicatrices, la misma estatura… incluso están exibiendo los restos de su ropa en otra de las vitrinas! Además, de todos los cadaveres de la exhibición el es el unico que no tiene datos de idenfificación o nombre. Salió su foto hoy mismo en la sección cultural del "Times of York New"… Tengo que colgar necesito atender algo urgente… te hablo en un rato. ¡Adios!
Chrollo se quedó sin palabras: sintió que estaba teniendo una clase de sueño febril o sufriendo un colapso. Rápidamente buscó en la aplicación de aquel periódico la sección cultural, rezando que todo lo que había dicho aquel guerrero danzante hubiera sido una clase de alucinación elaborada. Sin embargo, al observar la pantalla de su telefono pudo ver en primera plana la horrible imagen de sus pesadillas: el cadaver desnudo de Feitan Portor, el cual pese a haber sido deformado como si de un muñeco de plastilina se tratara, seguía siendo vagamente reconocible, mientras que a su lado se encontraba su arma y sus ropas, exhibidas como si jamás hubieran sido usadas por ningún hombre.
Chrollo sientía como le temblaba la mano de la rabia intensa que estaba gestandose en su cuerpo. Alguien pagaría por eso. Nadie podía humillar a un integrante de la Araña, nisiquera estando muerto, sin sufrir las consecuencias. Pronto, la Araña teñiría al reino de Kakin del color de la sangre.
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Bueno, iniciando noviembre con otro capitulillo de esta tragedia.
Monnie´s: Chale, la verdad no eres la única que ha pasado por eso. Decir las cosas a un terapeuta a veces puede ser extremadamente dificil, sin embargo, siempre vale la pena decir todo lo que uno siente. Te deseo lo mejor a ti y a Rosslie, mandandoles un gran abrazo y mucho cariño a distancia.
