- Tienes que sacarme eso de allí Shizuku. No quiero tenerlo… - dijo Machi apuntando a su vientre.

Según sus propios calculos ella llevaba cerca de once o doce semanas de embarazo. Sin embargo, ella estaba determinada a abortarlo. Machi no estaba lista para tener hijos, traer a un hijo al mundo en ese momento era algo arriesgado y podía costarle caro los miembros restantes a la Araña. Ella no contaba con el equipamiento médico para practicarse un aborto ni estaba cerca de una clínica que pudiera hacerlo, por lo que pedir la ayuda de Shizuku era la única opción en ese momento.

- No se si Blinky pueda hacerlo, además podría ser peligroso. – contesto Shizuku ajustandose los lentes.

- Por favor, necesito que lo hagas. – rogó Machi a Shizuku.

- Creo que lo mejor sería avisarle al jefe primero. Quizá el tenga otra opinión al respecto. – dijo Shizuku.

- ¡No sabemos donde esta ahora! ¡Necesito que hagas esto por mi ahora! -ordenó Machi desesperada.

- ¿Segura que quieres hacerlo? A el jefe podría molestarle…

- ¡Esa cosa es de Hisoka! ¡De verdad no quiero tenerlo! – gritó Machi llorando, sintiendo como si aquel payaso se estuviera burlando en algun lugar de su sufrimento.

Machi jamás sería capaz de perdonarle aquella humillación a Hisoka…

La ninja abrió los ojos de golpe y se paro instantaneamente de la cama del hotel en el que estaban hospedadada. Sus ojos estaban llorosos y su piel sudorosa. Miró a el reloj de su habitación. Eran las siete y cuarto de la tarde. Los demás habían olvidado despertarla de la siesta que había tomado al llegar al hotel, encontrandose Phinks y Bonolenov hipnotizados por un juego de futbol de la televisión, mientras que Kalluto seguía haciendo origami con los folletos turisticos que les dieron en el aeropuerto. Generalmente Machi trataba de dormir a solas salvo que estuviera Chrollo a su lado, pues le avergonzaba mucho que alguien la viera teniendo sus usuales pesadillas. Sin embargo, para aquella ocasión dormir sola no era la mejor opción. Ella había decidido que la forma más segura para acompañar a Kalluto de regreso a su casa era hacerse pasar por un grupo de turistas en unas vacaciones familiares, siendo Phinks y ella los "padres" de Kalluto, mientras que Bonolenov fungía como su "suegro". Dormir en una habitación distinta al resto de su "familia" podía verse muy sospechoso en ese momento.

Machi volvió a ver su telefono celular y trató de llamar a Chrollo un par de veces sin obtener respuesta. Prosiguió tratando de llamar a Nobunaga y a Shizuku, pero tampoco hubo resultado. Machi escuchó la televisión apagarse y un poco de la conversación que Phinks y Kalluto estaban teniendo.

- ¡Fue el juego del siglo! ¡No puedo creer que te lo perdieras Kalluto! – exclamó Phinks.

- No me interesan el futbol. – contestó Kalluto.

- ¡Eran los Torpedos de York New contra los Mineros de Glam Gas! ¡Perderse eso es como nunca haber escuchado a los Beatles o jamás haber visto una película de Star Wars!

- Bueno, yo tampoco he visto Star Wars.

- ¿Qué? ¿Estás jodiendo? ¿Jamás has visto Star Wars? – preguntó Phinks horrorizado ante la respuesta de Kalluto.

- No, nunca lo he hecho. A mis padres no les gustan esa clase de películas.

- ¡Hasta en ciudad Meteoro la gente conoce Star Wars! – exclamó Phinks sintiendose espantado de la crianza que le habían dado a Kalluto- ¡Al diablo con lo que piensen tus padres! ¡Ahora mismo iremos al cine a ver la nueva que sacaron de Star Wars!

- ¿Seguro que es buena idea?

- ¡Claro! Es mas, si quieres podemos pedir algo de comer llegando al cine, para cenar mientras vemos la película. ¿Quieres acompañarnos Machi?– invitó el Phinks a Machi quien seguía acurrucada en la cama.

- No. – contestó secamente.

Una parte de Machi quería reclamarle a Phinks por actuar de forma tan tranquila tras todo lo que había pasado en Kakín y el estado de salud de Chrollo, pero otra parte de ella estaba aún muy agitada y aturdida por su pesadilla como para entrar en discuciones. Además, ella

prefería mil veces que Phinks estuviera embobado con cine o futból a que le entraran sus típicos ataques de malhumor e ira.

- ¡Bueno, tu te lo pierdes! ¿Vienes con nosotros Bono? – preguntó Phinks a Bonolenov.

- Agradezco mucho su invitación, sin embargo, me encuentro indispuesto para seguirlos esta noche. – respondió Bonolenov con su formalidad característica.

Machi no espero a que Phinks y Kalluto se fueran para ir al baño del hotel, desvestirse y prender la regadera, dejando que esta empapara su cuerpo por completo, esperando vagamente que el agua disolviera sus preocupaciones como terrones de azúcar.

Aquella pesadilla le había despertado recuerdos que hubiese preferido enterrar para siempre. Volteó a ver su anillo de compromiso. Chrollo llevaba a cabo las acciones de su vida de forma tan rápida como seria y su relación con Machi no era una exepción a eso. Desde el día que se casaron Chrollo inisistía en tener hijos. Después de todo el era un hombre de carácter paternal y hasta cierto punto cariñoso, fuera de su vida dedicada al robo y la muerte Chrollo era material para un buen padre. Sin embargo, pese a eso, la idea del embarazo horrorizaba a Machi.

Ella había tenido ya dos embarazos (ambos cortesía de Hisoka) y ninguno había llegado a término. El primero acabó en un aborto espontáneo mientras se encontraba en el Coliseo del Cielo. Machi ni siquiera sabía que estaba embarazada en ese momento, simplemente sintió un dolor tremendo y cuando fue al hospital le dijeron que requería un legrado. La reacción de Hisoka ante aquel suceso fue de indiferencia absoluta, sin embargo, velocidad todo el suceso evitó que Machi pensara mucho en eso o se ofendiera de la frialdad de Hisoka, en aquel momento había mucho más de que preocuparse que un embarazo indeseado que jamás llegó a termino.

Su segundo embarazo ocurrió después de su enfrentamiento con Hisoka ya internada en el Contiente Obscuro. Inicialmente se negó a la posibilidad de que Hisoka le hubiese dañado de esa forma, pero al pasar el tiempo fue imposible ocultar el producto de aquella humillación. Machi tuvo que ingeniarse para inducirse un aborto con la ayuda de Shizuku, siendo posiblemente el procedimiento médico más doloroso y riesgoso al que se había sometido en su vida, sin embargo, ella no se arrepentía ni un segundo de aquel aborto.

Machi cerro la llave de la regadera y lanzó un golpe a la pared al pensar en todo el dolor que le había causado Hisoka. ¿Cómo fue posible que en algun punto de su vida aquel payaso hubiera sido su amante? Machi pasó una toalla por su cuerpo meditando respecto a su relación con Hisoka. El hecho de que ese monstruo hubiera estado tan cerca de ser el padre de sus hijos le hacía sentir una furia indescriptible. Machi especuló que tal vez por eso Chrollo era tan insistente en el asunto de tener hijos: quizá, en el fondo, Chrollo se sentía herido por el hecho de que una escoria como Hisoka hubiera llegado a embarazarla y pensaba que ser el padre de sus hijos sería otra forma de tener éxito en donde Hisoka (pese a sus involuntarios intentos) había fallado.

El sonido de alguien tocando la puerta apartó a Machi de sus pensamientos. Rápidamente la ninja terminó de secarse y se puso la modesta pijama que había traido consigo, tras lo cual abrió la puerta del baño.

- Acabo de terminar. Si quieres puedes usar el baño ahora. – contestó Machi a Bonolenov quien se encontraba al lado de la puerta del baño.

Bonolenov miró a Machi detenidamente, repasando en sepulcral silencio la apariencia de aquella ninja. Machi había cortado la parte mas larga y alborotada de su cabellera, luciendo ahora un corte matronil y serio, cosa que había hecho solamente para que su disfraz de ama de casa vacacionando fuera más creíble. Su rostro, normalmente lucía un maquillaje perfecto ahora se encontraba desnudo y la ropa de pijama que llevaba era un holgado conjunto de franela rosada, el cual cubria por completo su atlético y curvilineo cuerpo. Sin embargo, a los ojos de Bonolenov aquella modestia no mermaba el atractivo físico de Machi. Para el, Machi era la única mujer verdaderamente hermosa de la Brigada Fantasma. Eso no quería decir que las demás mujeres de la Araña fueran feas, por el contrario: Pakunoda había sido sensual y Shizuku era adorable, sin embargo, Bonolenov podía ver en Machi una esencia de elegancia y cierta finura, las cuales eran inexistentes en Pakunoda y Shizuku. Pakunoda y Shizuku podían ser atractivas, pero carecían de sustancia; Machi en cambio era belleza pura. Y aquella belleza pura no iba sola, al revés; esa belleza se encontraba aderezada de una una dura personalidad tan perspicaz como hechizante. El guerrero jamás admitiria, que Machi era (junto a su difunta esposa) la protagonista de sus más profundas fantasías románticas y sexuales. Sin embargo, el sabía que aquella pasión jamás sería recíproca, especialmente ahora que ella y su jefe estaban unidos en matrimonio.

- No, no te preocupes. Yo no requería usar el baño. Yo solo quería verificar que estuvieras bien. – contestó el guerrero.

- A decir verdad estoy bastante preocupada por nuestro jefe. – dijo Machi en voz baja.

- ¿Ya trataste de hablar con el por telefono? – preguntó Bonolenov.

- No, no me contesta.

- ¿Ya trataste de hablarle a Nobunaga o Shizuku?

- Hable con Nobu antes de tomar nuestro vuelo y desde eso no tengo idea de que les haya pasado. No contestan.

- Oh. Ya veo…

- Además me preocupa la salud, del jefe creo que está muy enfermo.

- Dudo que sea algo grave. Cualquiera puede sufrir un desmayo de ese tipo. – contestó Bonolenov tratando de tranquilizar a Machi.

- Yo creo que si es algo grave. Lleva mucho tiempo teniendo problemas de salud y los médicos que lo han consultado solo le dan medicina generica e insisten que el no tiene ningún problema y eso me hace sentir…

Antes de que ella terminara su oración pudo escuchar el ringtone de su teléfono. Machi se apuró en ir tras el y lo contestó al instante al ver que era el número de Chrollo.

- ¿Hola? ¿Machi, eres tu? – preguntó Chrollo.

- ¡Oh! ¡Si soy yo! ¿Cómo estas jefe? ¿Cómo estas tu y los demás? ¿Necesitas algo?

- Para nada amor. Disculpa por no contestar tus mensajes, estoy saliendo de un hospital.

- ¿Estás bien? – preguntó preocupada Machi.

- Iba camino a Ciudad Meteoro pero pensé que sería buena idea ir a un hospital que quedaba de pasada para pedir una segunda opinión respecto a mis problemas de salud.

- ¿Qué te dijeron los médicos? – interrogó Machi.

- Bueno, acabo de hacer otras pruebas de sangre y algunos exámenes gastrointestinales. Obviamente esto no es un catarro pero tampoco es algo tan grave como me imaginaba. Al parecer estoy anémico y requerire un tipo de suplementos alimenticios por un rato. Y además también tengo un tipo de infección estomacal algo rara. Me recetaron antibióticos y una dieta blanda por un mes. – contesto Chrollo.

- Ya veo. ¿Dondé estas exactamente?

- Sigo en la carretera junto a Nobu y Shizuku. Lo más probable es que mañana en la noche o pasado en la mañana estemos en Ciudad Meteoro. ¿Qué hay de ti? ¿Cómo te fue en tu escape? ¿Qué tal les va en Padokea?

- Fue toda una aventura… tuvimos que fingir ser turistas en unas vacaciones familiares para abordar al avión sin levantar sospechas.

- ¿Qué? ¿En serio?

- Se supone que Phinks y yo fuimos de vacaciones familiares con Kalluto, que es nuestro hijo y Bono, que es su abuelo paterno. Y ahora estamos hospedados en un hotel en el centro de la capital de Padokea.– dijo Machi, sonriendo al oír como Chrollo se reía de aquella peripecia.

- ¡Eso suena como una locura! Entiendo que Kalluto sea tu hijo pero… ¿Phinks casado con una mujer? ¿Bonolenov abuelo? ¡A todos ustedes deberían darles un premio de actuación por eso!

- Bonolenov es un maestro del disfraz y Phinks se ha tomado muy en serio su papel de padre. Incluso llevó a Kalluto al cine. Yo solo sigo la corriente. – contestó Machi con modestia.

- Bueno, Phinks y Kalluto se merecen un descanso después de todo lo de Kakín.

- Tu también te mereces un descanso…

- Yo no descansare hasta que estes en mis brazos, amor mío. – dijo Chrollo romanticamente.

- La siguiente semana estaré en Ciudad Meteoro sin falta jefe.

- ¡Ahhh! ¡No puedo esperar para verte y comerte entera!

- Ni yo.

- Bueno, a decir verdad estoy algo cansado. Dormiré en un rato más y en cuanto despierte te enviaré un mensaje.

- De acuerdo jefe.

- Machi…

- ¿Si jefe?

- Recuerda que te amo.

Machi solto una risa de alivio, llorando de felicidad al oír la voz de Chrollo.

- Yo tambien te amo. – concluyó Machi antes de que Chrollo colgara el telefóno.

La conclusión de aquella llamada permitió que esa noche Machi experimentara una verdadera sensación de alivio.

XXXXX

Bueno, aquí continuando enero con este fanfic. Espero que les haya gustado este obscuro capítulo para iniciar la semana y continuar este 2021.

Monnie´s: La verda tengo desde el año del caldo sin seguir SNL (era de los programas preferidos de mi mamá TAT), pero me estas animando a volverle a dar un vistazo (aunque sea a los capítulos viejos). Y la verdad, si, ya era hora de que Chrollo hiciera el rídiculo (disfrute mucho escribiendo esa escena, muahahaha).