- ¿De verdad es necesario que te involucres en esto? – preguntó Leorio a su novio quien caminaba ayudado por su andador por el areopuerto.
- Es absolutamente necesario. – contestó Kurapika sin detener su marcha.
La expedición al Continente Obscuro había afectado bastante a ambos jovenes, sin embargo Kurapika se había llevado por mucho la peor parte. Las cicatrices en su rostro, junto con sus problemas de movilidad y la ausencia de su ojo derecho eran prueba de ello.
- Entiendo que quieras vengar a tu pueblo pero no creo que sea el mejor momento.
- El mejor momento para haber vengado a mi pueblo pasó hace más de dos años a bordo del Black Whale. – contestó Kurapika amargamente.
Leorio tragó saliva al percibir la expresión de culpa e impotencia del rubio. Cuando estuvieron a bordo del Black Whale así como en el Contiente Obscuro Kurapika pudo haber diezmado a la Brigada Fantasma pero por una serie de malos calculos así como sus ocupaciones con la Asociación de Cazadores y la Familia Real de Kakín le impidió hacerlo. Si el hubiera matado a la Araña a bordo del Black Whale o en el Continente Obscuro aquel atentado terrorista tan brutal jamás hubiese acontecido.
- Has pasado por mucho Kurapika. No creo que sea buena idea que emprendas una misión así en ese estado. – dijo Leorio.
- No me trates como un inútil. Mi terapeuta me dijo hace tiempo que usar las discapacidades como excusa para no alcanzar objetivos y metas puede ser contraproducente. – contestó el rubio.
- Lo más seguro es que tu terapeuta se refiriese a objetivos como aprender a nadar, sembrar tomates en el jardín o aprender otro idioma en línea. No a cazar a unos de los críminales más buscados del mundo.
- Sigue siendo una recomendación válida. – respondió Kurapika.
- Sigo sin estar convencido de que te involucres en esto. Apenas te dieron de alta el viernes. Necesitas más tiempo para recuperarte. – aconsejo el joven médico.
Kurapika frunció el seño. Tras los eventos del Contiente Obscuro la salud mental de Kurapika había decaído junto con su salud física, al grado tras algun tiempo tratando de re adaptarse al mundo conocido que tuvo que recibir tratamiento para su trastorno de estrés post-traumatico y su depresión en un hospital psiquiatrico. Fueron varios meses de tratamiento y trabajo duro, sin embargo al final habían valido la pena. Kurapika aún conservaba en su cartera las fotografías instantaneas que le tomo Melody el día que fue dado de alta y como ellos, junto con Leorio se habían reunido con Gon, Killua y su hermana Alluka para festejar en un parque su dada de alta del hospital. Incluso ellos habían colaborado para comprarle un enorme pastel de chocolate que decía "¡Felicidades por tu recuperación Kurapika!" en letras de malvabisco y galletas. Fue aquel mismo viernes por la noche, tras ese evento tan maravilloso entre amigos que la Brigada Fantasma destrozó el Museo de Antropología de Kakín, sin embargo el rubio no supo nada de la noticia aquella noche, pues su mente estaba demasiado enfocada en recuperarse y ponerse nuevos objetivos en su vida como para prender un maldito celular o televisor y enterarse de las noticias del mundo. No fue sino hasta que recibió la llamada de Oito que tuvo idea de la carnicería que aquellos ladrones habían cometido.
- Dudo que me recupere completamente algun día.
- Bueno, entonces si jamás te vas a recuperar deberías dejar todo este embrollo de una vez por todas. Ya hay muchos investigadores capacitados y cazadores involucrandose en el caso, tu no tienes que meterte en esto.
- Y también hubo más investigadores capacitados, asesinos a sueldo y cazadores persiguiendo a la Brigada Fantasma en Yorknew. Y en Black Whale. Y en el saqueo de la Mansión de Madame Pousseti. Y en el robo al museo de Museo de Ciencias de Padokia. Y en muchos casos más. Sin embargo, todos fallaron. Por algo la Regente de Kakín me solicito a mi en específico. Porque ella sabe que yo tendré éxito.
- Sigo sin tener un buen presentimiento de esto. Recuerda el camino de la venganza es peligroso y no te traera paz ni satisfacción.
- A mi ya no me interesa en absoluto la venganza. No, a mi lo que me interesa es la justicia. Que lo que pasó en mi pueblo jamás sea repetido y que lo que pasó en Kakín sea una simple página de un libro de historia y no el siguiente encabezado de The Times of Yorknew. Quiero honrar a mi gente y eso no pasara hasta que se haga justicia, así sea lo último que haga en mi vida.
Leorio tragó saliva. Kurapika tenía razón. El conflicto que Kurapika tenía con la Araña no era una simple disputa que podía arreglarse con una disculpa pública o un monton de palabrería. Quizá el detener a la Brigada Fantasma nunca fue una cuestión de venganza para Kurakipa, sino de justicia. Kurapika quería evitar que cualquier otra persona pasara por lo que el paso, así tuviera que morir para lograr su objetivo. Leorio miró el ojo bueno de Kurapika fijamente y respiró hondamente.
- De acuerdo. Te dejaré ir a cazar a esos tipos. Pero solo con la condición de que hagamos esto juntos. – dijo Leorio poniendo su mano sobre el hombro de Kurapika.
- Eso haremos. Eso haremos. – concluyó Kurapika.
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Y bueno, aquí la aparición estelar de nuestro rubio consentido y nuestro médico preferido del anime después de Tony Tony Chopper: Kurapika y Leorio. La verdad me gusta mucho esta pareja y ya andaba queriendo escribir de ellos desde hace siglos, pero hasta ahorita tuve chance, jaja.
Monnie´s: Chale, ojalá Rosslie pueda recibir el dinero de incapacidad psiquiatrica. La verdad esta fea la situación como para que encima de todo no recibir una bien merecida paga. Espero que las cosas mejoren para ti y tu hermana desde aquí les sigo escribiendo.
Besos y abrazos a todos mis lectores.
