- Sabes Phinks, todo el tiempo que hemos estado aquí cuidando del jefe se han sentido como unas largas vacaciones familiares. – dijo Shizuku a Phinks mientras ella escurría algunas verduras hervidas que estaba cocinando para Chrollo.

- Unas vacaciones de mierda. – gruñó Phinks en voz baja, mientras ayudaba con las verduras a Shizuku.

Una parte de Phinks sentía que Shizuku tenía razón, desde el día de la boda de Machi y Chrollo ellos no se habían involucrado en ningun atraco o robo. Todo lo que hacían era pasarsela encerrados en aquella casa, rodeados de comodidades y lujos. Sin embargo, la razón por la que se encontraban en aquel estado vacacional era en el fondo bastante deprimente. Chrollo inicialmente trató de mostrarse optimista y mantener la moral alta, diciendo que tenía un plan en mente y tratando de buscar que el resto de la Brigada le ayudara a elaborar dicho plan, sin embargo, Machi le insistió que en aquel momento lo mejor no era hacer planes ni arriesgarse, haciendo que poco a poco Chrollo dejase de hablar de aquel hipotetico atraco, para dedicarse a tratar de pasarla bien con los miembros de la Brigada Fantasma y dejarse cuidar.

Pese a eso Chrollo trataba de mantener una apariencia de fuerza, levantandose temprano y pese al mareo y el dolor, procurando bañarse, razurarse, ponerse su usual abrigo de piel (el cual cada vez se le notaba más y más holgado), sus aretes y tras rociarse algo de loción masculina salía a aunque fuera rato al jardín con Machi. Esos paseos solían ser cortos y siempre acompañados de un bote de basura en el cual pudiera depositar el vómito que tuviera, así como su recien adquirido tanque de oxígeno y por lo general, al regresar se encontraba demasiado cansado como para hacer cualquier otra cosa además de acostarse y leer algunos libros o charlar un poco con otros miembros de la Brigada Fantasma. De vez en cuando el resto de los miembros de la Araña podían aún escuchar como Machi y Chrollo tenían relaciones sexuales, siendo incomprensible para ellos como alguien en ese estado de salud podía aún tener energía para el sexo.

Sin embargo, al pasar el tiempo aquellos días de paseos y momentos de pasión carnal fueron disminuyendo, haciendose cada vez más y más cortos, hasta prácticamente desaparecer; poco a poco la fuerza física de Chrollo fue disminuyendo, hasta que incluso pararse de la cama para ir al baño era un esfuerzo.

El abrigo de piel que se ponía a diario fue remplazado por cómodas pijamas holgadas y camisones (cortesía de Phinks quien tuvo la idea de robarlas discretamente de una boutique lujosa del centro de la ciudad), las cuales podían ser removidas rápidamente en caso de que necesitara curaciones para su sarpullido o tuviese que requerir ayuda para asearse a si mismo. Su aseo personal comenzó a ser una tarea de la que se solía encargar mayoritariamente Machi, quien lo limpiaba y bañaba, evitando usar cualquier jabón abrasivo o con aroma fuerte para evitar mareos y cada vez comenzó a ser menos necesario para Chrollo rasurarse, pues su vello corporal en general había dejado de crecer. Su vómito era cada vez más frecuente y pese a la dieta altamente calórica y llena de vitaminas que le habían impuesto no conseguía subir ni un kilo, al revés, parecía que poco a poco bajara de peso. Sus desmayos también habían aumentado, siendo ya un evento casi diario, el cual habían aprendido a manejar con naturalidad. Sin embargo, Chrollo mantenía un optimismo inquebrantable, dedicandose a leer o charlar con el resto de la Brigada Fantasma para entretenerse, mostrandose casi indiferente a lo dolorosa que se había vuelto su existencia.

- Igual, vacaciones son vacaciones. Y a mi me gusta tener mucho tiempo para leer y ver películas sin distracciones. – contestó Shizuku mientras le untaba una generosa cantidad de mantequilla a las verduras al vapor de Chrollo.

Phinks se aguantó las ganas de reclamarle a Shizuku la insensibilidad de dicho comentario; ya que la única razón por la que Shizuku en apariencia tenía tanto tiempo libre era porque ella, al ser demasiado olvidadiza y descuidada no solía encargarse de cuidar a Chrollo por largos períodos de tiempo o tener responsabilidades de gran peso. Ella no sabía lo desesperante que era colocar cateteres, administrar analgésicos, cambiar pañales de adulto o prevenir axfixia por vómito durante toda la noche mientras los demás dormían, tareas que solía turnarse entre Bonolenov, Nobunaga y Phinks cada noche para que así Machi pudiera descansar tranquila. Sin contar que al día siguiente también tenían que verificar que los medicamentos estuviesen en orden y hacer múltiples mandados al mercado o la farmacia. Shizuku solo se encargaba de limpiar la casa (cosa sencilla para ella gracias a su hatsu) y en ocasiones cocinar o lavar trastes y ropa (cosa en la que generalmente recibía ayuda de otros miembros). Eso sin contar que Phinks, a diferencia de Shizuku, adoraba el bullicio, la acción, el aire libre, moverse e ir de aventuras, sintiendosé infinitacmente aburrido escondiendose de las autaoridades y actuando como enfemero de su propio jefe en aquella casa.

Sin embargo, pese al coraje, Phinks no dijo nada, simplemente colocó en un tazón una porción de caldo de frijol y res con trozos de morcilla, mientras que en otro colocaba pudín de caramelo, el cual era el postre favorito de Chrollo. Shizuku y Phinks colocaron los alimentos en una charola, asegurandose de que se vieran apetitosos y bien presentados, casi como si se trarara de una ofrenda a los dioses. Phinks esbozó una pequeña sonrisa al ver el resultado de la comida del día para Chrollo, sintiendose esperanzado de que esta vez si fuera a ser capaz de milagrosamente retener algo de esta en su estómago y subir de peso.

- ¡Agh! ¡Mi piel! ¡Ahhh! – gritó Chrollo desde el piso de arriba, poniendo a Phinks y Shizuku en estado de alerta. Era muy raro que Chrollo se quejara de su propio dolor, por lo cual aquello tenía que ser grave. En especial tomando en cuenta que técnicamente Nobunaga y Bonolenov se habían quedado a cuidarlo en la misma habitación.

- Shizuku, tu quedate aquí en alerta con la comida y no subas hasta que te hable, yo iré a revisar al jefe. – dijo Phinks, mientras corría a toda prisa por las escaleras.

Cuando Phinks estuvo a punto de abrir la puerta fue interrumpido por Bonolenov, quien iba saliendo.

- ¿Qué le ocurre al jefe? – preguntó Phinks nervioso a Bonolenov.

- No hay tiempo para explicaciones, quedaté junto a el y Nobunaga, mientras yo iré a prepararle un té de hoja limpia y hongo gyuvo mientras llega Machi de la farmacia. – contestó el guerrero corriendo apresuradamente.

Phinks tragó saliva al escuchar a Bonolenov y acató la orden, tratando de prepararse mentalmente para lo que fuese a encontrar allí. No tenía mucha idea que era ese hongo gyuvo del que hablaba Bonolenov, por lo entendido ese hongo era una clase de droga potente e illegal en gran parte del mundo, sin embargo, prefirió no preguntar y concentrarse en ayudar a Chrollo.

- ¡Rápido, ve por más gasas! ¡Y consigue vendas! – gritó Nobunaga antes de que Phinks viera la situación a detalle.

El rubio no vaciló y se dirigió al botiquín de la habitación sacando vendas y un nuevo paquete de gasas, siendo este el último que quedaba. "Que raro, juraría que había otros dos paquetes más en la mañana." Pesnó Phinks.

Al dirigirse a Nobunaga y a Chrollo Phinks pudo entender la razón de la ausencia de gasas, palideciendo de la impresión de aquel escenario: un montón de gasas ensangrentadas se encontraban tiradas sin ton ni son por toda la cama, Chrollo estaba temblando completamente desnudo aferrando su mano al brazo de Nobunaga y mordiendo una toalla para evitar seguir gritando, mientras este le aplicaba antiséptico. Y fue allí cuando Phinks pudo percatarse que aquellas zonas de su piel las cuales antes habían estado cubiertas de sarpullido se habían desprendido y sangraban profusamente. Phinks sudó en frío al darse cuenta que parte de la basura acomulada en la cama de Chrollo eran pedazos de su piel, la cual se le había caído como si fueran hojas secas a un arbol.

Pese al shock inicial Phinks no demoró en comenzar a limpiar y vendar las heridas de Chrollo en conjunto con Nobunaga.

- Tranquilo jefe, Phinks esta aquí para ayudar, Bono te dará tu medicina pronto y Machi va a llegar de la farmacia en pocos minutos. – dijo Nobunaga en voz baja a Chrollo, tratando de calmarlo.

Chrollo simplemente asintió con la cabeza, sin poder contener las lagrimas de dolor que estaba derramando. Nobunaga tragó saliva, sintiendose impotente al ver a su jefe tan adolorido. Generalmente Chrollo era de los miembros que mejor sabían manejar el dolor físico, por lo que verlo llorando le estaba partiendo el alma. Nobunaga tuvo que inhalar fuertemente por la nariz para evitar sumarse a los llantos de su jefe y darle confianza a Chrollo. Phinks también se sentía bastante incómodo al ver a su jefe así. Por mucho tiempo Phinks consideró a Chrollo uno de los hombres más atractivos del mundo, teniendo un porte masculino y seguro de si mismo, cuerpo musculoso y saludable, así como un cabello cuidadosamente peinado y un refinado sentido de la moda. Ninguna de esas cualidades seguían vivas en Chrollo en aquel momento, encontrandose extremadamente delgado, pálido, completamente calvo y desnudo, con un semblante distorsionado por el dolor y unos ojos desorbitados que emanaban lágirmas involuntarias. Aquella expresión de dolor le hizo recordar la expresión que solían tener los prisioneros de Feitan al ser interrogados, la cual generalmente divertían Feitan, sin embargo, dudaba mucho que aquellas expresiones le hubieran hecho gracia a Feitan si las hubiera visto en su jefe. Phinks estaba viendo como el hombre que había admirado y seguido por tantos años se derrumbaba frente a sus ojos y no tenía forma de evitarlo. Poco a poco vendaron las heridas de Chrollo, hasta cubrirlas por completo, sin dejar se mantenerse a su lado, susurrandole palabras agradables y asegurandole que Machi estaba en camino. Chrollo seguía sin dejar de sentir dolor y llorar en silencio, temblando involuntariamente como si su cuerpo entero fuera un sillón de masajes.

Cuando Machi llegó ella estaba acompañada de Bonolenov quien sostenía una taza de té en sus manos y de Shizuku quien llevaba el tazón del puddin de caramelo. Al ver a Machi entrar Chrollo solto la toalla de su boca.

- ¡Lo siento Machi, lo siento! ¡No quería que me vieras así! ¡Me duele mucho! ¡Necesito ayuda! ¡Por favor, perdóname! ¡Ahhhg! ¡Me duele mucho! ¡Ayuda!– gritaba Chrollo perdiendo el poco control que tenía de si mismo en la situación.

A Chrollo le daba vergüenza verse así de enfermo ante Machi y aunque tratara de disimularlo, también se avergonzaba de que el resto de la Brgiada lo viera así de adolorido y debil. Chrollo no le tenía miedo a la muerte, sin embargo, le daba pavor la debilidad y la sensación de dependecia. Nunca lo decía pero cada vez que un miembro de la Brigada Fantasma lo ayudaba con sus problemas médicos o a asearse a si mismo se sentía inútil y ridículo. Su vida había pasado de ser una aventura a un tormento.

- No tienes que pedir perdón jefe. Ahora toma esta taza de té para que comience a tratarte. – dijo Machi tras lo cual ella se acerco a el y lo besó en la frente, justo en su tatuaje de cruz.

Pese a lo afectuosa que trataba de ser con Chrollo ella se veía inusualmente cansada, casi como si hubiera corrido un maratón antes de entrar a aquel cuarto. Era claro que tampoco le gustaba la situación en la que se encontraban, pero al igual que el resto trataba de guardar la compostura. Chrollo no pudo evitar llorar y temblar sin control, sintiendose consumido por su propio dolor y miseria. Fue Bonolenov el que intervinó ante ese estado, tapandole la nariz a Chrollo y obligandoló a tomar el te que le había preparado de un solo golpe. Chrollo terminó de tragar la bebida, poniendo una mueca de asco, tras lo cual Shizuku metió una cucharada de pudín de caramelo en su boca la cual Chrollo logro comerse con rapidez.

- ¡Oigan! ¡Tengan más tacto al tratar con el jefe! – gritó Phinks a Bonolenov y Shizuku.

- Le he administrado una medicina de mi tribu la cual es muy desagradable al gusto y olfato por lo que tapé su nariz para que lo consumiera. El té que le preparé usualmente solo es permitido que lo tomen las mujeres que dan a luz y los niños pequeños cuando les hacemos las primeras perforaciones y la circunsición. Muy rara vez se permite a los enfermos o a los ancianos. – explicó Bonolenov.

- Yo ya había hablado con Bonolenov de este tratamiento y en este momento es lo mejor que hay para apaciguar su dolor mientras trato sus heridas. – afirmó Machi.

- Yo solo le dí pudín para que no le disgustara el sabor de la medicina. – dijo Shizuku humildemente.

- Gracias, chicos… los amo a todos. – dijo Chrollo viendose instantaneamente menos adolorido y con un rostro extrañamente sonriente.

- Bueno jefe, estamos para servir. – contestó Phinks.

- Je, je, servir… servir, como decía Jesús a los Apostoles. -decía Chrollo con una voz lenta y poco fluída- Phinks… tu sirves muy bien… quiza serías buen mesero… servirias pan y queso…

- Emmm… gracias, supongo. – contestó Phinks confundido por aquel cumplido.

- Nobunaga y la niña de lentes también… Ellos serían buenos meseros de restaurante. Y también Bobnole… Bobnolebnop… ayyy ese calvito… jajaja… los dos estamos calvos… – decía Chrollo mirando al vacío y sonriendo patéticamente frotandose el cráneo entre risa y risa- jajaja…ayyy, siento que mi cabeza da vueltas… voy a irme volando… volaré y atraparé a Feitan en el Cielo, te lo traeré y sera tuyo de nuevo Phinks… Ay, todo gira con la tierra… Como las pechugas de Machi… sus pechugas… pechu… pechu… - las palabras de Chrollo eran cada vez menos coherentes y más deshinibidas- Pechugas… lindas Machi si es linda… voy a volar con ella… y luego iremos… juntos… a ver… - Chrollo no pudo terminar de decir su oración cuando se desplomó en la cama, babeando y con la mirada ida, emitiendo pequeñas risas y sonidos incomprensibles.

Phinks y Nobunaga se vieron entre ellos mismos sin poderse creer lo que habían visto y escuchado. En circunstancias normales ver a su jefe drogado diciendo hubiera sido divertido, siendo algo que habían hecho en un par ocasiones cuando eran más jovenes. Sin embargo, en ese momento verlo así resultaba deprimente.

- A partir de aquí yo me encargaré de sanar las heridas de nuestro jefe. Ustedes salgan y dejenos a solas, los llamaré si los necesito. – concluyó Machi en un tono sepulcral.

El resto de la brigada salio de la habitación sin decir palabra, siendo Nobunaga el que rompió el silencio.

- ¿De verdad drogaste a el jefe? -preguntó Nobunaga a Bonolenov.

- Drogar es una palabra de conotaciones muy negativas y no creo que sea un buen término para esta situación. Yo solo le apliqué el tratamiento que a Machi y a mi nos pareció apropiado. Este fue el tratamiento que recibí de mi tribu cuando fui perforado y el que le brinde a mi esposa y mi hijo varón cuando tuvieron necesidad. Y si nuestro jefe lo vuelve a necesitar se lo administraré otra vez con todo gusto. -contestó solemnemente.

- ¿De verdad te pareció buena idea dejarlo así, sin razonamiento ni cordura? ¿Sin ni siquiera preguntarle? - gruñó Phinks indignado agarrando a Bonolenov del vendaje

Bonolenov miró con lástima a su compañero.

- El objetivo de los tratamientos de nuestro jefe son evitar el dolor y sufrimiento inescesario. Su lucidez mental y su cordura pasan a segundo plano. – respondió Bonolenov sin perder la calma.

Phinks soltó a Bonolenov de forma automática, sintiendosé impotente al escuchar las palabras de su compañero. Si algo había distinguido a Chrollo era su intelecto brillante y su mente calculadora, por lo que saber que los tratamientos le iban a privar de aquella mente tan prodigiosa la cual los había hecho nombrarlo como su líder era un golpe debastador para ellos. Nobunaga no pudo evitar llorar en silencio, recibiendo una pequeña palmada en la espalda por parte de Shizuku, quien trataba inutilmente de consolarlo.

La Araña se estaba quedando sin cabeza y las patas no tenían suficiente fuerza como para remplazarla o seguir sin ella.

XXXXX

Y aquí continuo el martirio (o quizá castigo divino (¿?)) de Chrollo Lucilfer en otro triste capítulo. Como dije anteriormente, la Brigada Fantasma se esta cayendo a pedazos, sin embargo, para mejor o para peor, la Araña no dejará que la mutilen sin dar lucha.

En cuanto a mi, espero poder seguir con mis fanfics y fanarts pese a lo ocupado que parece que va a estar mi año. Al parecer tendré un nuevo trabajo y seguiré involucrada en un proyecto académico bastante pesado, cuya fecha límite se acerca a pasos agigantados, pero ni que hacerle. ¡C' est la vie! ¡Jajaja!

Monnie´s: De nada, te deseo lo mejor este 2022 que anda comenzando, ojala todos tus sueños se hagan realidad. Y claro, la familia puede tanto componer como descomponer las cosas de manera terrible, en especial cuando se involucran sentimientos, dinero o comida (los alborotos que hubo en mi casa por ver quien se quedaba con el recalentado de pasta fueron épicos, jajaja).