En la mañana, tras escuchar la alarma, Micro Chips se despertó cansado. Estos dos últimos días fueron demasiado exigentes para el muchacho. El paseo y la discusión con Sunny le succionaron toda la energía. Pero después de la disculpa, un buen trozo de pizza y una buena noche, se sentía mejor y con ganas para ir a clases… o por lo menos, para hablar con sus amigos. Tras desperezarse caminó hacia el baño y dió unos golpecitos a la puerta.

—Ya salgo —dijo Sunny del otro lado.

Como esperaba, Sunny aún continuaba en el lavado. El pasillo a la intemperie obligaba a ambos muchachos a lavarse, secarse y vestirse en el baño.

La muchacha salió del aseo luciendo el impecable uniforme de la Cristal Prep. El atuendo estaba compuesto por un blazer morado con rayas aclaradas, una falda con el mismo diseño, una corbata morada y una camisa turquesa claro que se camuflaba con la piel de la fémina, dando la impresión de no llevar nada debajo, aparte del blazer, que cubriera sus hermosos senos.

—¿Tengo algo? —preguntó al sentir la mirada de Micro.

—Tu lazo está chueco.

Sunny lo acomodó y continuó su camino. La escuela estaba a una hora de la casa y debía retirarse antes de todos si quería llegar a tiempo.

«De la que me salvé» pensó al entrar al baño. Si no fuera por su espontánea astucia, tendría un ojo morado decorando su rostro. Mientras se aseaba, rememoró el pícaro sueño que tuvo antes de levantarse:

¿Quieres que te perdone? —preguntó Micro sentado en la silla de su escritorio.

Sunny asintió

Pues follemos —propuso él de manera casual.

¿¡Cómo!?

Dije que fo-lle-mos.

Sunny levantó el puño ante tal petición, lista para partirle la cara.

Golpéame si quieres —dijo Micro con indiferencia—, si total serás tú quien deberá explicarlo todo. —Se puso de pie mirando a su hermanastra—. Me pregunto cómo reaccionarán tus amigas cuando se enteren que usaste tan dura verdad para lastimarme. —Avanzó hacia Sunny obligándola a retroceder—. O cómo se sentirá Sunbed cuando conozca la verdadera naturaleza de su hija. De seguro estaría orgullosa.

Sunny estaba entre la espada y la pared; o más bien dicho, entre Micro y la pared.

Así que, dime, ¿follarás conmigo o no? —terminó, colocando la mano en la muralla, acorralando a la muchacha.

En ese momento Micro volvió a la realidad. Miró hacia abajo y notó como el recuerdo le causó una "alegría", la cual ignoró durante todo el lavado.

Tras un rápido desayuno y un viaje de algunos minutos, Micro Chips llegó a su escuela. No tardó mucho en divisar la larga cabellera castaña de Velvet Sky, quien charlaba con Wiz Kid, otro de sus amigos.

—¡Hola Micro! —dijo la joven mientras lo abrazaba—. ¿Cómo estás?, aparte de en problemas —apretó con fuerza, quitándole el aire.

—Ya cálmate o le partirás la espalda —comentó Wiz Kid. Un muchacho de la misma edad de Micro y Velvet. El no poseía lentes como su amigo, pero sí un corte de tazón y una chapa conmemorativa de la última Olimpiada Internacional de Matemáticas donde participó.

—Pues debería —dijo soltando al muchacho—, no contestaste ninguno de nuestros mensajes por cuatro días.

—Estaba… algo ocupado.

Con esas palabras comenzó a relatar la escalada de la montaña y su posterior resfriado. Una historia que le sirvió para justificar su incomunicación durante los últimos días.

—¿Y de qué me perdí? —preguntó al terminar su relato.

—De nada interesante —respondió Wiz—. Trixie casi quema la escuela, otra vez, germinaron los tulipanes del invernadero y Sandalwood evitó una pelea. A parte de que ya no trabajaremos juntos en clases.

—¿¡Qué!?

—La directora Celestia se le ocurrió la genial idea de aumentar la "diversidad" en la escuela —explicó Velvet con molestia—, escogió los grupos de trabajo al azar. O no tanto, pues coincidentemente ciertas estudiantes muy cercanas a la directora quedaron trabajando juntas.

—A ti te toca trabajar con Flash y la gran y talentosa presumida, en la clase de historia—. Comentó Wiz.

—¿Sabes que estoy detrás? —interrumpió Trixie asustando a los muchachos.

No tardaron mucho en recordar que sus casilleros estaban al lado.

—Y no es la "gran y talentosa presumida", es ¡La gran y poderosa Trixie! —gritó con fuerza, mientras Wallflower se escondía en su casillero, enrojecida de la vergüenza ajena.

Gracias a la interrupción, Micro no pudo enterarse con quienes trabajaría, pero ellos mismos le recordaron y animaron a sentarse juntos durante las clases. Primero se sentó con Lyra y Bon Bon en matemáticas, después con Velvet Sky y Sandalwood en arte, y al final con Trixie y Flash en historia.

—Hey Micro —llamó Trixie al finalizar la clase de historia—, Mañana Trixie y Flash nos juntaremos en tu casa para hacer el trabajo.

—¿Y por qué en la mía?

—Porque tienes piscina.

Micro rodó los ojos.

—Será mejor juntarnos en mi casa —interrumpió Flash—. No queremos que tu padre le dispare a Trixie —dijo rememorando cuando Laurel ahuyentó a un par de mapaches a balazos.

Trixie sintió un escalofrío.

—Tienes razón. Mañana en la casa de Flash por la seguridad de Trixie.

Micro asintió antes de dirigirse al casino. Se sentó con Velvet, Wiz y Bright Idea: un joven con la piel amarilla y el pelo celeste tan bien cuidado que pareciera mentira ser natural. Todos discutían sobre el nuevo sistema educativo aplicado por la directora y los puntos negativos de este. En medio de la discusión, Micro recibió un mensaje de Lemon.

Tú y yo mañana, en el cine 3

Lo siento Lemon, mañana tengo que hacer.

T_T

—¿Con quién hablas? —preguntó Velvet al ver como Micro no se despegaba de su teléfono.

—Con nadie —respondió escondiendo el móvil.

Velvet y Wiz compartieron una mirada juguetona.

—¿Es una chica? —preguntó Velvet con una sonrisa, acortando la distancia entre Micro y ella.

—Y muy linda —complementó Wiz, quien estaba sentado al lado de Chips.

Micro apartó su teléfono del muchacho, permitiendo a Velvet robarselo de las manos y leer los mensajes.

—Aww, cuando nos ibas a decir que tenias novia —dijo pellizcando la mejilla.

—¿Acaso estás celosa?

Un silencio se formó alrededor de la mesa.

—Bien, si quieres guerra… —empezó a escribir en el celular con una sonrisa macabra.

—¡Lo siento, lo siento! —se disculpó alarmado.

—Ya, tranquilo —dijo devolviendo el aparato —Solo te estoy ayudando.

Inmediatamente micro leyó el mensaje.

—El sábado a las tres en el parque, no faltes ;)

—Te recuerdo que el sábado nos juntaremos para terminar el proyecto de ciencias.

Recibió un "ok" junto a varios corazones como respuesta.

—No te preocupes, Wiz y yo podremos avanzar con el robot. Sin contar que no podrás programar nada mientras el R.U.B. no esté armado.

—¿Acaso no tienen aún su proyecto listo? —interrumpió una voz burlona

Todos se giraron para ver el origen de tales palabras. Se trataba de Rainbow Dash, una de las mejores deportistas de la escuela, quien llevaba una extraña rivalidad con Velvet y es extraña porque apareció de un día para otro. Ambas comenzaron a discutir en medio del almuerzo, mientras los dos grupos de amigos se quedaban al margen.

En ese momento, Micro cruzó la mirada con Twilight, le dirigió un saludo con la mano, algo que pareció profundamente ofenderla. Bajó la cabeza ante el gesto dejándose abrazar por Rarity, quien giró la cabeza con indignación mientras alejaba a Sparkle del campo visual de Micro.

Extrañado, le comentó a Wiz sobre el inusual comportamiento de Twilight, pero antes de que el matemático pudiera responder, escuchó la parte más importante de la discusión.

—Tu genio contra el mío —dijo Velvet—, quien pierda ofrecerá la casa para la jarana.

—¡Está bien! —afirmó Rainbow estirando la mano—. Si tu equipo gana haremos la fiesta en la casa de Twilight, pero si nosotras ganamos será en la nueva casa de Chips.

—¿¡QUÉ!? —preguntaron Micro y Twilight a la vez. Ambos se miraron repitiendo Sparkle el mismo tímido comportamiento.

—Bien, que así sea —confirmó Velvet.

Rainbow se fue con una sonrisa de satisfacción, mientras sus amigas murmuraban y miraban varias veces hacia atrás.

—¿Me puedes explicar el lío en que me has metido? —preguntó Micro una vez las maneseven no estaban a la vista.

—Tranquilo chipsito —dijo con confianza—, nuestro Robot Ultra Bailarín ganará el concurso de ciencia.

—¿Y si no?

—Verás chicas en bikini.

Micro rodó los ojos sentándose otra vez. No pasó mucho tiempo hasta que volviera a abrir la boca.

—¿Y qué le sucede a Twilight?

Todos gestaron incomodidad ante la pregunta. Velvet pareció ser la primera en hablar, pero lo pensó mejor y continuó su almuerzo sin decir nada. Wiz repitió el mismo gesto de la chica, con la diferencia de estar entre abrir la boca o no; y Bright Idea actuó como siempre, estando más pendiente del teléfono que de sus amigos. Al final fue Wiz quien tomó la iniciativa, impulsado por los codazos de su amiga.

—Creo… que es culpa de tu hermanastra —dice algo vacilante—, se acostó con Timber.

—¿Y? —preguntó Micro, aunque intuía hacia dónde iban las palabras.

—Twilight y Timber eran la pareja más melosa de Canterlot High. Desde su primer beso en el campamento Everfree, han estado saliendo juntos casi todos los di...

—Al grano —interrumpió Micro con impaciencia.

—Era novio con Twilight —añadió Velvet—, y Sunny se acostó con Timber. Cuando Twilight se enteró de la infidelidad, acudió a la "casa" de Timber. Cómo maneja la magia y todo eso, pudo someter fácilmente a su exnovio y extraerle toda la verdad —Velvet lanzó un suspiro antes de continuar—. La muy pobrecita, tan hermosa, alegre e inteligente y ahora con el corazón roto por culpa de una put...

—¿De qué me perdí? —preguntó Scribble Dee al llegar a la mesa.

—De nada interesante —dijo Bright sin dejar de mirar su teléfono.

La chica miró a la mesa y notó a todos con el ánimo bajo, sobretodo a Micro.

—¿Okey?... —dijo sin mucha seguridad sentándose al lado de Velvet.

Al sonar la campana, Micro se dirigió a su próxima clase, pensando una y otra vez lo recién enterado.

«Me pregunto si debí perdonar a Sunny tan fácilmente».


Un gran agradecimiento para Stellar Wools y Un Simple Escritor por asesorarme con este fanfic. Sin ellos, mi historia nunca hubiera mejorado.