- Dime Machi, mi amor… ¿Por qué no abortas de una vez? Después de todo abortaste a nuestro pequeño tesoro en el Continente Obscuro. -preguntó Hisoka.

Machi temblaba de miedo al ver como Hisoka, pese a haber, en teoría, muerto en el Continente Obscuro se aparecía ante ella en la sala de la casa de los Zoldyck. Su ropa estaba deshecha y todo su rostro se encontraba igual o incnluso más defigurado que después de que se enfrentó a Chrollo en la Torre del Cielo. Ella no entendía como aquel monstruo regresó de la muerte y ahora se encontraba en la sala principa de aquella casa.

- ¡Alejate! ¡No quiero que te me acerques maldito traidor! – gritó Machi.

- ¿O que harás, mi querida Machi? Es obvio que no puedes derrotarme, te lo mostre hace poco en en Continente Obscuro, además no creo que puedas llamar a tu pobre y desahuciado esposo Chrollo para que te salve otra vez. Pero por favor, no evadas la pregunta… ¿Por qué insistes en mantener al engendro de Chrollo pero tiraste al mio, aquel producto de tantos años de relación a la basura? ¿No de da vergüenza Machi? – dijo Hisoka acercandose a Machi de forma cada vez más amenazante.

- ¡Yo quiero tener un hijo que sea producto de amor y no de traición ni violencia! ¡Cuando traicionaste a la Araña me traicionaste a mi tambié! ¡Tu me violaste Hisoka y las heridas que me dejaste a mi y al resto de la Brigada jamás sanaran! ¡No quiero tener nada que ver con un traidor, violador y pedrastra! -Machi temblaba al señalar todas esas acusaciones a Hisoka, pero sabía que ninguna era mentira.

A Machi le tomo tiempo aceptarse a si misma como victima y superviviente de violación, saber que su cuerpo había sido humillado y lastimado de tal forma le era doloroso, en especial tras su embarazo. También le costaba admitir que el hombre por el que en otro tiempo sintio cariño y afecto era un pédofilo degenerado, ella misma había visto como Hisoka se exitaba sexualmente al combatir contra Gon e incluso recordaba con asco como una de las noches que ellos tenían sexo Hisoka grito el nombre de Gon en vez de el suyo. Machi odiaba a Hisoka y todo lo que representaba, lo quería lejos, muy lejos.

Sin embargo, antes de que Machi pudiera pedir auxilio quedo atrapada en un monton de Bungee Gum, sin la posibilidad de mover su cuerpo.

- Machi, tu fuerza me exita, casi tanto como la de Gon o la de Chrollo, por eso te deseo. Me exita cuando tratas de huir de mi y veo el terror en tus ojos. Te mataría a sangre fría ahora pero no… no puedo hacerlo. Quiero esperar a que tu hijo nazca y crezca para poder ver todo el potencial crudo curtirse y finalmente romperlo en pedazos, humillarlo tal como lo hice contigo. – decía Hisoka mientras tumbaba el cuerpo de Machi el el piso y la desvestía tal como la última vez.

- ¡No dejare que lo lastimes! ¡La Araña jamas te lo permitirá! – gritó Machi llena de ira mientras Hisoka comenzaba a morder su torso con violencia, comenzando su depravado acto.

- No te engañes a ti misma Machi, la Araña es un bicho que esta muriendo. Ninguna pata perdida ha sido remplazada y pronto perderan más. Dentro de pronto no quedará nada de ella. Quizá cuando sea el momento del parto tu hijo y tu no sean mas que el último recuerdo que queda de la Brigada Fantasma, sino es que te matan primero. – dijo Hisoka sonriendo ante la expresión de dolor de Machi.

- No, no pasará. ¡Seremos fuertes, no dejarémos que pase! -exclamó Machi.

- Ohhh… Machi, Machi…Quizá tu solo te empeñas en dar a luz al hijo de Chrollo para que cuando Chrollo muera tu tengas un pequeño recuerdo de el. Eres tan sentimental y egoísta, poniendo tus deseos de ser madre por arriba del bienestar de la Araña. ¿Ahora como pelearas contra el Bastardo de las Cadenas estando en cinta? – dijo Hisoka burlonamente, mientras tocaba lascivamente el vientre de Machi.

- ¡Como si te importara nuestro bienestar maldito payaso! – gritó Machi.

- No te preocupes, pronto no tendrás ni el recuerdo de Chrollo. ¡Ni de su puto hijo! – exclamó Hisoka golpeando violentamente el vientre de Machi, haciendo que un chorro de sangre y viseras salieran de este de forma explosiva y precipitada.

"¡Bip, bip! ¡Bip, bip!" sonó el despertador de Machi, haciendo que ella saliera de su horrorosa pesadilla. Machi abrió los ojos de golpe y vomitó en el bote de basura que había al lado del sofá donde había decidido tomarse una siesta. Machi se encontraba frustrada e increíblemente aletargada. Se llevo su mano a su vientre, comenzando a notar como este crecía a raíz de su embarazo. La semana entrante sería su segundo trimestre, algo más de tiempo que sus dos embarazos anteriores. Ella había elegido no contarle nada a Chrollo ni al resto, para no preocuparlos por su estado de salud y por miedo a que su embarazo terminara en un aborto que pudiese herir aún más los sentimientos de Chrollo. Sin embargo, sabía que no podía ocultarlo por mucho tiempo. Sin embargo, si había logrado ocultar la muerte de Nobunaga a Chrollo quizá ahora también podría ocultarle eso o esconderlo hasta que Chrollo estuviese al pie de la muerte y con la mente más tranquila.

Machi vio el reloj de la sala, el cual marcaba un cuarto a las siete, ya había sido suficiente descanso, era la hora de que ella le cambiara el vendaje a Chrollo y le diese sus medicamentos.

Machi preparó el té especial de Chrollo y varios otros medicamentos y entró a la recamara de Chrollo siendo este observado por Kalluto. Pese a lo enfermo y adolorido que se encontraba Chrollo seguía sosteniendo el libro en el que almacenaba sus habilidades de nen Machi pudo darse cuenta que Chrollo, pese al dolor, estaba cien por ciento consiente y haciendo esfuerzo por seguir leyendo su propio libro. Machi le dijo a Kalluto que se fuera y se acercó a Chrollo.

- Traje tus medicamentos, jefe. – dijo Machi, preocupada al ver como Chrollo temblaba de dolor. También se pudo percatar de que su rostro y cuello comenzaba a tener aquel sarpullido tan macabro que tenía antes cosa que aumento su preocupación.

- No… no necesito ese té. No mientras estoy planeando… que hacer para…- Chrollo gruñó de dolor y respiró hondamente antes de acabar su frase- Acabar con el Bastardo de las cadenas. Se que vendrá aquí y tengo que estar preparado, necesito acabarlo cuanto antes. Necesito pensar… con claridad.

- Ya tengo a Nobunaga y Phinks en el asunto. Además, recuerda que le robaste su habilidad y lo dejaste muy mal herido. No podrá sobrevivir a Nobu y Phinks. – dijo Machi, tratando de hacer que Chrollo se calmara.

- Lo sé, pero… tengo un mal presentimiento. Quiero estar preparado… no quiero que muera nadie más por mi culpa. – murmuró Chrollo.

- Jefe necesitas descansar…

- Dame una hora más para pensar claramente, dame una hora más para hacer una estrategia en caso que llegue. – rogó Chrollo a Machi.

Machi se tuvo que tragar las lágrimas al verlo así. Chrollo tenía razón, necesitarían de un buen plan en caso de que llegara Kurapika. Pese al dolor Chrollo tenía en mente el bienestar de la Araña a futuro, para que incluso, si la cabeza desaparecía el resto del ella siguiese vivo.

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Otro capítulo triste para este fanfic tan trágico. Disculpen por no poder poner capítulos de mis fanfics tan seguido como antes, la verdad es que mi mente y mi cuerpo han andando de arriba a abajo.

Monnie´s: Gracias por tus buenos deseos, la verdad he estado teniendo una racha un poco desastrosa pero poco a poco se esta componiendo. Y si bien no quiero hacer spoilers lo único que puedo decir respecto a la Araña y Kurapika es que sujétense el cinturón porque de aquí se irá todo para abajo a máxima velocidad. ¡No quedara títere con cabeza! (O bueno, quizá si, pero eso esta por verse, muahaha).

Saludos, cuídense, la situación esta cabrona y el covid aunque esta perdiendo fuerza sigue allí dando guerra.

Muchos besos y abrazos.